viernes, 19 de diciembre de 2008

...JOSÉ SACRISTÁN (Mayo 2007)


Faltan más de dos horas para que el escenario del teatro Jaime Salom de Parla acoja “Un Picasso", el último proyecto teatral que dirige y protagoniza José Sacristán junto a Ana Labordeta. El actor y director madrileño ultima los detalles para la puesta en escena. Le pedimos que nos dedique un ratito y con suma amabilidad accede. Nos conduce a su camerino, aún no lo ha visto, nos dice; sobre la mesa una fotografía, en blanco y negro,“¡Mira, Picasso!”... nos la muestra con ilusión... Unas botas reposan también sobre la mesa, protegida por un plástico. Una alfombra pequeña, un neceser... y comenzamos a charlar... a propósito, se siente cómodo con el sombrero que lo acompañará también, en gran parte de la obra...

Pregunta: Se nos dice que esta obra de teatro está sirviendo para conocer a uno de los más grandes genios del siglo XX. ¿Qué vamos a descubrir de Picasso y qué está, qué ha descubierto usted?

José Sacristán: Yo no me atrevería a decir... indudablemente todo lo que contribuya a hablar de una figura... contribuye de igual modo a conocerla un poco más... la mirada del señor Jeffrey Hatcher parte de un hecho de ficción, no se trata de un día en la vida de Pablo Picasso, no se trata de hacer biografía, sino que partiendo de un hecho que pudo ser real, todo lo que ocurre es provocado por un personaje de ficción y ocurre en la imaginación del señor Jeffrey Hatcher... lo que a mí sí me ha supuesto, es profundizar y conocer la figura de este hombre, o aportar todo aquel material que yo he considerado que era conveniente... pero llega un momento en que ya no me servía de nada porque, te digo, no se trata de hacer biografía. Lo que se va a conocer, creo que es, matizado, lo que ya se conoce previamente, su relación con las mujeres, su relación con el tiempo histórico que le tocó vivir, su pasión, su imposibilidad de separar su obra de su vida y todas las bajadas a los infiernos y las escapadas gloriosas a los cielos de la creatividad de este hombre que a mí me parece que junto a tres o cuatro más se explica todo el siglo XX... con Karl Marx, con Freud y con Einstein... con estos tres y Picasso... está todo “explicao”...

Pregunta: ¿Para un actor puede tener más dificultad interpretar a un personaje que ha existido que a otro fruto de la imaginación de un autor... a la hora de interpretar este último puede gozar de una libertad que en el primero es menor..?

José Sacristán: Yo creo que la facilidad o dificultad se encuentran en el soporte dramático, en cómo ha sido escrito el personaje. Siempre será mejor hacer de Napoleón si el guión es bueno que hacer de Mariano Fernández si el guión es malo. En este caso, creo que el personaje está... físicamente no me parezco a Picasso, con lo que tampoco se trata de hacer una imitación, sino que de lo que se trata es de recrear un carácter, un temperamento... pero, insisto, la facilidad o la dificultad se encuentran en la bondad del texto... si es un mal texto ya puede ser un personaje muy desconocido que será dificilísimo hacerlo... y si el texto es bueno, el material sobre el que trabajas es bueno... todo lo hace más fácil... y si hablamos concretamente de éste, quizá lo que más me ha gustado es que se encuentra en un límite, donde lo didáctico no le gana el terreno a lo dramático y donde la información, la reflexión y la invitación a la meditación no está sino provocada por un mundo de pasiones y de hechos vivos...

Pregunta: Se reflexiona en este texto sobre el arte, la cultura, la política... se parte de una situación concreta, París 1941... se habla también de la sociedad de consumo desde dos puntos de vista: Desde el punto de vista del artista y desde el punto de vista de una funcionaria nazi, creo. ¿La obra toma partido, es el espectador quién ha de reflexionar sobre ellos...?

José Sacristán: Eso ya conllevaría desvelar el final... porque la funcionaria nazi no es tan nazi y... a mí se me ocurre explicar esta función como una metáfora de “cosa cósmica”... son dos mundos, dos universos, como dos planetas, uno y otro: El poder del ejército nazi, el tercer Reich en pleno... y Pablo Picasso, nada menos... y entonces, gira uno sobre sí mismo... gira el otro sobre sí mismo... y giran uno alrededor del otro... rotaciones y traslaciones permanentes... y en todo este movimiento acabamos descubriendo tanto de uno como del otro cosas que en principio no eran las que se supone que iban a ser... el personaje de la nazi, es un personaje a observar desde otras perspectivas, otras latitudes intelectuales, morales y demás... que escapan al propio sistema que ella representa y en el mundo de Pablo Picasso hay unas... las bajadas a los infiernos, y unas contradicciones y unos miserabilismos, en ocasiones, que lo hacen un ser humano, por supuesto... pero lo coloca en una dimensión... desde una altura moral, digamos, cuestionable.
Por otro lado, el mensaje, la tesis, el compromiso, son palabras que me ponen un poco en prevención, porque remiten a la urgencia que se vivió en este país durante un tiempo, donde el teatro era el lugar de la ceremonia no artística sino, a veces, política... donde había que decir en claves, más o menos... ahora lo que hay que decir es que hagas lo que hagas, hazlo bien y que todo el mensaje y demás se desprenda de un comportamiento dramático. No hay premisas previas. No hay doctrina a dar previamente, ni hay nada que pretendamos enseñarle a nadie sobre nada, sino que se emocione, que se inquiete, y luego, camino de su casa, los segundos o terceros niveles de lectura a propósito del consumo, del arte, de los tiempos que le tocó vivir a este hombre... en fin, las cuestiones políticas, sociales y demás... que sean algo que estén en los bolsillos del espectador cuando va a su casa pero de entrada, que se inquiete, que se preocupe, que se emocione con lo que está pasando...

(No sé si es sólo mi percepción... pero tengo la impresión de que los que entrevistamos a los actores o directores... somos una especie de torturadores... hay un cierto tono de cansancio en las palabras de José Sacristán, de hastío... me empiezo a sentir culpable...)

Pregunta: ¿Se puede hablar de arte sin libertad?

José Sacristán: No. Yo creo que no y además en este país hemos sufrido durante mucho tiempo una forma de arte que era la permitida, la autorizada, la consentida... en ocasiones ha habido grandes artistas que han vivido en regímenes dictatoriales y han hecho grandísimas obras ¿no? Hay un dicho “Contra Franco se escribía mejor” qué duda cabe... aunque se pudiera... aunque el artista oprimido diera como fruto sus obras más maravillosas eso no justificaría, desde mi punto de vista, en absoluto el que nadie tenga que privar de libertad a nadie. Por encima de todo está la libertad. El ser humano puede vivir... hay una forma de hacer arte... pero, por encima de todo está la libertad y la justicia...

Pregunta: ¿Corren buenos tiempos, en la actualidad para el arte... teatral, en este caso?

(Se quita, por fin, el sombrero y comienza ha hablar con más energía, con más rapidez... )

José Sacristán: Corren otros tiempos y otros vientos... yo no me apunto ni al catastrofismo ni al triunfalismo, estamos hablando en una ciudad que se llama Parla (Recordamos: estamos en abril, concretamente el 27 de abril, dentro de una hora y media más o menos, en el Teatro de esta ciudad, José Sacristán, volverá a ser, sobre las tablas, Pablo Picasso) y esto, hace unos años, no tantos, sería impensable... que tú y yo estuviéramos aquí, hablando de una función que voy a hacer... aquí mismo... o en Pinto, o en Getafe... cuando todo esto, ahora, es un lugar, un teatro que ya lo quisiéramos en Madrid... ahora todo se ha descentralizado, me atrevo a decir, se ha democratizado, a unos les sienta, esto, de una manera y a otros de otra... ahora, el teatro privado, prácticamente ha desaparecido... tienes que depender del criterio, de la bondad, de la sensibilidad del que programa, si te programa, si no te programa, porque si dependes de la taquilla, generalmente los números no salen... ¿de qué informa todo esto? De que el fenómeno social llamado teatro ocupa, hoy, un lugar en la sociedad que es distinto del que ocupaba hace unos años, lógica y naturalmente, cuando no tenía competencia... entonces, lo que está pasando hoy, me parece perfectamente normal, que a unos les jode más y a otros les jode menos, pero yo creo que es que sencillamente, si tuviésemos que depender hoy de, en una ciudad como ésta, considerando el número de habitantes y considerando el número de personas que va a venir a ver la función... yo sé que me dedico a algo que a la gente no le interesa... claro, porque es aterradora la proporción... y sin embargo venimos... el sitio es estupendo... estará lleno el teatro... habrá entusiasmo... pues... es lo que hay... no me atrevo a señalar esto como algo que haya que sufrir y seguramente tampoco como algo por lo que haya que dar saltos de alegría. En mi caso concreto, creo contar con la fidelidad de un número de personas que, a partir de una propuesta determinada, me ofrecen una respuesta y hasta ahora para mí la relación es cordial, es de respeto, es satisfactoria y para mí es suficiente... entonces, el tiempo que me quede todavía para andar incordiando por aquí confío en que esto siga así...

Pregunta: Afirma pues que a la gente no le interesa el teatro...

José Sacristán: No, no digo eso... le interesa a un número de personas...

Pregunta: A una minoría...

José Sacristán: Claro, a un número de personas que no hace posible que esto sea una forma de ganarse la vida en ocasiones... He estado dos años haciendo “El Hombre de la Mancha”, dos años haciendo “My Fair Lady”... he tenido la suerte de estar en éxitos teatrales... pero la realidad es ésta... Madrid, Barcelona, son las únicas ciudades... pero en general, la afición al teatro o la gente que sigue siendo fiel al teatro... ya digo para mí es suficiente, yo no dramatizo, pero si calculas el número de habitantes de una ciudad y proporcionalmente la gente que viene al teatro, las cifras son más bien aterradoras...

Pregunta: No sé si puede haber un claro porqué...

José Sacristán: Sí, sí, mira, sencillamente... la vida es otra, hay otras formas de entretenimiento... yo tengo en mi casa un aparato que le doy a un botón... y llega un momento en el que estoy harto ya de tantas... doscientas mil películas... yo qué sé... ¡es la leche! De hecho al cine le pasa lo mismo... se están cerrando los cines de la Gran Vía...

Pregunta: Sí, pero el cine es distinto al teatro... ves una película y siempre es igual, no hay variación, el actor, la acción en sí siempre va a ser la misma... en cambio cada función de teatro es diferente, hay matices distintos, es distinta en sí...

José Sacristán: ¿Pero quién se atreve a ir a ver dos veces la misma función... si la mayoría no va ni una...? (Risas) No quisiera que se interpretara esto como “¡¡Oh qué pena el teatro...!!” No, es lo que hay y punto. Es lo que hay y punto... y lo que hay, desde luego, es lo que es... pienso que sería de desear que el interés de la gente por el teatro fuera mayor, pero si no lo es, yo entiendo perfectamente las razones... por otro lado, creo que aquí, el otro día lo señalaba Colubi (Alejandro Colubi, empresario del teatro Marquina y Príncipe Gran Vía) en una entrevista, creo que aquí nos queda todavía un camino por recorrer a la gente del teatro para estar a la altura de las circunstancias... yo, por ejemplo, en Argentina, Buenos Aires, tengo muy buena relación, y es envidiable la relación que tienen en esa sociedad con el mundo de la cultura, con el espectáculo, la reciprocidad con la que el profesional del espectáculo en Argentina... tiene una preparación, un interés, una... entiende que hay una relación a cuidar y a alimentar para con la sociedad y la sociedad igual. Hay gente que trabaja gratis y tienen infinitamente más talento que nosotros, lo hacen mucho mejor que nosotros y están mucho más inmersos, más amados y queridos por su propia sociedad, porque ellos se interesan por la sociedad. Aquí nos queda todavía un camino largo por recorrer, en ese sentido. Hay unos modos y unas maneras de entender esto que me parece que, salvo excepciones, por supuesto, no informan de la naturaleza del hecho dramático, como ocurre en otros sitios.

Pregunta: Volviendo a la obra, no sé si es la primera vez que dirige y se dirige a sí mismo...

José Sacristán: En cine he dirigido y me he dirigido ya tres veces... en este caso concreto, siempre hay un espejo... la suerte de contar con la gente, el equipo que me acompaña y a partir de ahí, el nivel de consejo, alguien puede estar viendo algo que yo no veo... pero, son muchos años ya en esto y creo que sobre la base de un texto así, yo no... me atrevería con otras cosas... y contando con la gente con la que he contado no me parecía demasiado difícil.

Pregunta: El pasado año lo veíamos en “Almacenados”... ahora “Un Picasso”... ¿Se quiere centrar en el teatro en la actualidad, se decanta por el teatro...?

José Sacristán: No. Me centro y me decanto por los buenos personajes y las buenas historias. El género y el medio están en un segundo plano, no soy de los actores que dicen donde esté el teatro... pues hay un teatro mal hecho... y prefiero hacer una buena serie de televisión... no hay un género o un medio que se redima por sí mismo... “Siempre será mejor hacer teatro”... eso es mentira... si se hace bien, sí... pero si no... qué coño... “Siempre será mejor hacer Shakespeare”... mentira... mejor hacer Arniches... o lo que sea... o Muñoz Seca... y hacerlo bien. Hagas lo que hagas, hazlo bien. El teatro tiene la ventaja de una disciplina, una gimnasia que te favorece... la independencia del actor con respecto a otros medios... pero el hacerlo bien es igual de difícil... o más, delante de una cámara que delante del público...

Pregunta: ¿Y es difícil encontrar un buen personaje en teatro?

José Sacristán: Hombre, a mí no me es tan difícil... vengo últimamente teniendo la suerte de poder elegir y vengo haciendo desde el Phillip Gellburg de “Cristales rotos” de Arthur Miller, pasando por el Salieri de “Amadeus”, El Hombre de La Mancha, el Profesor Higgins, “Muerte de un viajante”, Edgar de “Danza Macabra”, El Señor Lino de “Almacenados” y ahora este Picasso... tengo la suerte de que si no me gusta lo que me ofrecen o lo que me ofrezco yo, me puedo quedar en mi casa tan tranquilo... si no me divierto, si no me divierto en el escenario o delante de la cámara, fíjate que la palabra es “si no juego”... si esto no es un juego, yo me quedo en mi casa...

Pregunta: Lo personajes que ha nombrado son de escritores extranjeros... no hay personajes interesantes, buenos compañeros de juegos, en las obras de autores españoles...


José Sacristán: No es fácil. Al menos... yo he descubierto en David Desola, el autor de “Almacenados” un talento fuera de serie... y estoy deseando que volvamos a coincidir, pero al menos el material que tengo leído, no... fácil no es... no quiero decir que sea difícil o imposible, pero fácil no es...

Pregunta: “Un Picasso” nos sitúa en un momento histórico, recordamos París, 1941. Actualmente, en este momento histórico, está recorriendo España...

José Sacristán: Sí, y ayer se cumplían los setenta años del bombardeo de Guernica...

Pregunta: ¿Cómo es este momento histórico... cómo lo ve usted, cómo lo analiza...?

José Sacristán: Hombre a nosotros no nos afecta, este período preelectoral, el 11 de marzo, el ayuno de De Juana Chaos... en fin, todas estas cosas que... como actor no me afecta, como ciudadano sí... pero como actor no me afecta y la gente viene al teatro o no viene, eso es otra cosa, pero no... no hay ninguna repercusión...

Pregunta: ¿cómo le afecta como ciudadano?

José Sacristán: Estoy deseando que pase toda esta confrontación electoral y que ocurra la siguiente para que las aguas vuelvan, confío, a un cauce menos crispado, más normal, más tranquilizador... y más próximo a la realidad. Creo que desde el once de marzo de aquel siniestro año en el que ocurrió lo que ocurrió, ha habido un sector de la sociedad española que se ha negado terminantemente a aceptar aquello como un acontecimiento que ocurrió... lo bueno y lo otro... lo terrible y lo que consiguió y lo que subió y todavía esas secuelas siguen... hay una negación, una obstinación en no aceptar ni moral ni políticamente unos hechos e intentar cambiarlos, tergiversarlos, manipularlos... yo creo que todo esto se va a resolver, ahora, en esta primera confrontación electoral y luego por supuesto en la siguiente... y mientras tanto esperamos lo más serena e inteligentemente posible...

Pregunta: “Un Picasso” llegará a Madrid, supongo...

José Sacristán: No, de momento no. Vamos a seguir dando vueltas, porque ya tenemos compromisos adquiridos y hablaremos más adelante, porque no hay tantos teatros... por unas razones y por otras hay que negociar...son muchas cosas...

No hay proyectos en la cartera de José Sacristán, al menos eso me ha dicho... la verdad, me resulta increíble y penoso... sí, penoso... que este actor me diga que no sabe si llegará a la capital, porque no hay teatros, porque es difícil, porque son muchas cosas... y sí haya teatros en la capital para ciertas obras que... en fin...

Sofía Basalo.

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