miércoles, 10 de diciembre de 2008

... MARÍA JOSÉ GOYANES (Noviembre 2007)





Como La Piaf, al preguntarle cuál es el momento más importante de su vida, responde “ Siempre que se levanta el telón”... Aborda con entusiasmo y ganas su último proyecto teatral; una mujer, Dominique, cuya vida ha sido un viaje duro, repleto de frustraciones e ingratitud, la obra es “Dile a mi hija que me fui de viaje”, de Denise Chalem, la producción corre a cargo de la compañía Teatro del Duende, también junto a Jesús Salgado y Marta Belaustegui la veíamos la pasada temporada, no en la ciudad de Madrid, en “La comedia del bebé” de Edward Albee... hablamos de María José Goyanes:



Pregunta: ¿Siempre ha de pagarse un precio tan alto por la generosidad?

María José Goyanes: ...Quizá otras veces salga mejor... pero en el caso de Dominique, es un precio tremebundo, demasiado alto, quizá... pero las circunstancias son ésas, puntualmente.

Pregunta: Esta obra se centra en un aspecto concreto; el mundo carcelario, destinado en teoría a reinsertar, pero sin conseguir hacer eso para lo que está concebido...

María José Goyanes: Sí... no es un buen sitio... en líneas generales se sale... aunque hay gente que sí, que se pone y hace una carrera y toma conciencia... pero eso suelen ser efemérides... generalmente se sale peor de lo que se entra... no sé qué hacemos mal la sociedad, pero lo cierto es que es así... no es una buena escuela...

Pregunta: Esta obra, denuncia este mundo, el penitenciario con respecto a la mujer... pero no sé si en cierto modo, también resulta ser una pequeña ventana a través de la que se ve su situación en general... en todo momento, está presente el hombre, la mujer como madre, como esposa...

María José Goyanes: Sí, digamos que somos prisioneros consorte... de algún modo el hombre que hemos tenido al lado, cualquiera de las dos, tiene un alto porcentaje de responsabilidad... creo que si tanto Dominique como Caroline hubieran tenido otro tipo de hombre al lado, quizá, no estuvieran en la cárcel... entonces, de algún modo, sí creo que la autora pone sobre la mesa la indefensión respecto a la justicia, de la mujer... aún hay desventajas y eso hay que decirlo sobre un escenario y en cualquier foro.

Pregunta: También, estas dos mujeres, desde sus diferencias, de edad, de estrato social alcanzan a encontrar lo que comparten... su humanidad, su sensibilidad...

María José Goyanes: Sí, porque también, una de las cosas más hermosas de esta función creo que es ese toque de atención hacia todos para decir “somos todos muy parecidos. Somos iguales” no hay que prejuzgar, el hecho de que la persona que tienes en frente no vista como tú, no sea como tú en esos guettos que vamos construyendo poco a poco... entre barrios, urbanizaciones, etcétera... la sociedad occidental está cada vez más recluida en pequeños círculos... hay que decir que no, que realmente todos tenemos una sensibilidad, un corazón, todos tenemos necesidad de que nos quieran y ya está bien de rechazarnos los unos a los otros, por raza, condición, cultura... mirar más al que tienes en frente...


Pregunta: Quizá es el desconocimiento, el origen de esos guettos o esas etiquetas...


María José Goyanes: Indudablemente. Yo creo que la gente cuanto más se forma, cuanto más información tiene más busca... porque tiene más datos... no siempre se produce así, pero lo lógico es que sea así... yo creo que la ignorancia es el peor enemigo del hombre... y es una cosa contra la que hay que luchar... creo que la gente obtusa, la gente racista, la gente xenófoba... a la gente que por naturaleza es de ese modo... creo que le faltan datos... creo que es un problema también de educación... creo que eso se quita leyendo parte de la historia... y muchas cosas... yo creo que el ser humano no es así por naturaleza, no es así porque sale así como si fuera un tomate... creo que también es el entorno en el que vive, la escuela en donde se educa, la familia en donde vive y todo ello también configura un determinado perfil y creo que hay que tender a la tolerancia y sobre todo a la comprensión del otro, a la empatía, a ponerse en el lugar del otro... aunque no compartas en absoluto ideologías o criterios... aunque estés en las antípodas de su pensamiento... lo que no puede haber jamás es rechazo hacia un ser humano, por ninguna razón.

Pregunta: Su personaje en “Dile a mi hija que me fui de viaje” es una mujer aparentemente fuerte, ruda... En esta sociedad que hacemos cada día ¿es necesario una coraza protectora como la suya?

María José Goyanes: Por supuesto... y más en una cárcel... imagino que o te proteges o te comen ¿no? Creo que Dominique es un ser absolutamente tierno como se va desvelando a lo largo de la función y es precioso ver el proceso que siguen las dos mujeres; tanto la que interpreta Marta Belaustegui como el mío de poco a poco ir encontrándose y finalmente se crea una amistad, una historia de amor, prácticamente... y como se produce casi una pequeña simbiosis entre las dos y Dominique ni es tan ruda ni tan bestia ni tan mal educada... ni Caroline es tan pija o tan glamurosa... acaban estando más cercanas, incluso estéticamente... en el lenguaje... en muchas cosas. Es una de las funciones más hermosas a las que me he enfrentado, también a una de las más duras... y creo que Jesús Salgado que es el productor y el director ha conseguido un espectáculo muy hermoso y muy conmovedor... estamos muy contentas de hacer un trabajo como éste... son dos personajes muy hermoso que a cualquier actriz de nuestras edades le gustaría hacer...

Pregunta: Sí, quizá éste es el viaje más bonito... encontrar la humanidad de los personajes...

María José Goyanes: Sí, el proceso de ensayos es eso, es ahondar, es rebuscar, escarbar, ponerte en la piel del otro... son procesos duros porque te tienes que desnudar absoluta y totalmente... tienes que desnudar el alma, que es lo que más cuesta... es lo más difícil... y tienes que ir sacando cosas, incorporando cosas y buscando allá en los lugares más recónditos de tu “yo”... son procesos en los que te dejas parte de ti... te dejas la piel en ellos... y cada día en la función... es una función demoledora para interpretarla... es irrepetible... hacemos una función sólo, pero es que no podríamos hacer dos... es tremenda.

Pregunta: Es un duelo actoral femenino hermoso... ¿hoy en día es complicado encontrar unos personajes...?

María José Goyanes: Sí, sí... es complicado... no siempre encuentras así como una horma de tu zapato... tan especial y tan hermosa... no es fácil encontrar... porque cuando tienes veinte años quizá hay heroínas y hay muchas... el abanico está más amplio... siempre es difícil encontrar un buen personaje en el teatro contemporáneo y a partir de mi edad pues mucho más... entonces, por eso aún, me apetece mucho este trabajo que estoy haciendo, porque además no tiene nada que ver con las teclas que yo he tocado antes... es otro registro... me enfrento a un personaje que jamás había hecho desde el punto de vista gestual, desde el punto de vista de voz... la voz tiene que estar colocada en otro sitio... es como si partiera de cero... como si casi nada de lo que he hecho anteriormente, bueno todo sirve... todo te deja un bagaje, las cosas van siendo más fáciles a medida que vas acumulando experiencia, pero digamos que no tengo referente ninguno... digamos que casi nada de lo que he utilizado sobre el escenario hasta ahora, en los anteriores personajes que he hecho y he hecho mucho teatro, me sirve para aplicarlo aquí... con lo que ha sido un proceso doblemente arduo y sí... y creo que ha merecido la pena...

Pregunta: Hablaba de anteriores trabajos... la pasada temporada la veíamos en “La Comedia del bebé” de Edward Albee, un texto fantástico... Una pena que no llegara a Madrid...

María José Goyanes: ... También producido y dirigido por Jesús Salgado... Marta Belaustegui, que son la compañía el Teatro del Duende... y sí es una pena... no entendimos muy bien por qué... porque creo que era un espectáculo muy interesante... inquietante como todo Albee... creo que se hacía un buen trabajo, que estábamos Manuel Galiana y yo mano a mano... con dos chavales jóvenes fantásticos, Críspulo Cabezas y Claudia Giráldez... más adelante se fue Claudia, pero vino una chica Carmen Gutiérrez estupenda y creo que había ahí un escenario hermoso... creo que había un trabajo muy bonito y hubiera sido muy interesante poderlo hacer... especialmente para mí, porque era un personaje, en las antípodas... tan diferentes... me hubiera gustado que en Madrid me hubieran podido ver en esa mujer extraña, sofisticada, casi decadente, muy variopinta y multicolor... pero sofisticada y glamurosa... y luego finalmente venir a Madrid con esto, con lo que estamos ahora... creo que hubiera sido estupendo, pero no pudo ser... el teatro está raro... y hay pocos teatro en Madrid, cada vez hay menos... se van abriendo teatros para musicales, pero realmente si nos ponemos a pensar en los últimos veinte años... han desaparecido el Teatro Beatriz, el Teatro Goya, el Teatro Martín... muchísimos teatros que estaban muy bien... en fin, es una lástima... el Teatro Eslava, que ahora es Joy Eslava... todo eso, claro, va en detrimento del propio teatro... entonces es más difícil encontrar un teatro privado y te tienes que limitar a venir a un teatro público o un teatro municipal o de la comunidad o nacional y las temporadas son cortas... en fin, está raro...

Pregunta: Hay pocos teatros... ¿también acompaña este adjetivo al interés... hay poco interés por según qué tipo de teatro?

María José Goyanes: Yo creo que sí. Yo creo que de pronto el hecho de que se produzcan éxitos puntuales no quiere decir que el teatro vaya viento en popa... la afluencia media de gente a los espectáculos de palabra, no hablo de “La bella y la bestia” “El hombre de la mancha”... no... ni “Hoy no me puedo levantar” que esos son musicales... es otro género... el teatro de palabra, verdaderamente, son efemérides, cuando se produce un suceso así de esos fantásticos de que haya colas, de que pongas cartel todos los días... son contados... yo creo que sí se ha perdido un poco el interés y sobre todo en la gente joven... aunque de pronto es gratificante cuando vienen y además son muy entusiastas y luego te dicen cómo lo han disfrutado... en líneas generales, muy pocos chavales jóvenes se interesan por el teatro y creo que es un grave error... creo que es desconocimiento, creo que es que no se han acercado a ir a un espectáculo... porque creo que igual que un concierto es apasionante... no es lo mismo tener un buen equipo de música que ver una orquesta, un grupo, un cantante en vivo... igual de la misma manera, sin detrimento para el cine que hay cine maravilloso y yo soy una cinéfila empedernida... pero creo que cuando en el teatro ves algo verdaderamente vivo y vibrante... ese placer es irrepetible... creo que también es desconocimiento... que se fomenta poco, quizá... creo que en los colegios el teatro se debiera fomentar, la actividad teatral en los niños está demostrado que es muy útil... les sirve para desinhibirse, para incrementar su imaginación, quitar dislexias, tartamudeces... creo que es fantástico didácticamente... y creo que eso sería incrementar la pasión por el teatro. Creo que los pueblos que viven de espaldas al teatro, a su teatro, viven también un poco de espaldas a la cultura... y es una pena que haya tanta afición por el fútbol y es una pena que las páginas de cultura son menos que las de deporte en los periódicos, no nos engañemos... entonces, creo que por todas partes estamos poco cuidados, para empezar los medios no nos dan la atención que nos merecemos... y luego es muy difícil que de un programa de televisión te llamen... es muy difícil, generalmente suelen ser programas que están a unas horas extrañas... pero vamos, los programas vespertinos que son magazines, que podía estar incluido el teatro en ellos... antes lo estaba, hace muy poquito estaba... siempre había algún actor diciendo que había estrenado algo... ahora ya no... pero vamos, para nada... es muy raro que alguien... sin embargo, si hacen una película sí van, si hacen un disco también... creo que el teatro es el hermano pobre y que no nos miran mucho... como decía esa niña de un relato de Tennessee Williams “miradme”... yo creo que el teatro está gritando “miradme”...

Pregunta: ¿Puede ser que el teatro se haya alejado un poco de la realidad?

María José Goyanes: Según... no sé, esta función que yo estoy haciendo es realidad pura... más vigente no puede estar... y luego si de repente ves un clásico... aunque vayan vestidos del XVII o del XIX... Chejov habla del alma humana, “La Gaviota” está tan vigente ahora como cuando se escribió y seguirá vigente dentro de cientos de años, porque los clásicos llegan a serlo por eso... cuando hice “Las Troyanas”... dos mil quinientos años nos contemplan... Eurípides lo escribió quinientos años antes de Cristo... y cuando yo la hice, la gente en Mérida, que por cierto Marta Belaustegui estaba en este espectáculo haciendo una Casandra maravillosa... la gente lloraba a moco y baba... se oían cómo se sonaban... era tremendo... el aplauso, un día duró como doce minutos... nos íbamos al camerino, estábamos desvistiéndonos y teníamos que salir... hay funciones clásicas que da igual cuándo estén escritas...son intemporales... hablan de lo que nunca cambia... el odio, las guerras, el poder, el amor... cubre todo lo que te pueda pasar... entonces creo que el teatro hay que dejar de verlo como algo museístico porque no lo es y porque tiene la obligación de ser algo vivo y vibrante y está hecho en el momento, nace y muere en el momento... es un arte vivo y eso tiene un valor... también cuando vas y ves un mal espectáculo te quieres retirar... a mí me ha pasado... pensar “no me quiero dedicar a esto... qué horror”... porque de pronto ves una cosa de la que abominas... pero es como en todo... también hay selección y también hay criterio para elegir y en fin... hay como en todo, también hay películas que son auténticas cagadas... y también hay exposiciones que nunca tendrías un cuadro en tu casa... el arte es así... hay gente que tiene mucho talento, hay gente que tiene menos y sobre todo hay actos fallido y aciertos plenos... creo que es un error pensar que el teatro está más alejado de nuestra realidad porque eso es desconocer el teatro... porque tú pones una obra de Valle-Inclán y dices “qué barbaridad, qué moderno, parece que está escrito ayer”... al teatro hay que mimarlo un poco más y estoy convencida de que si los Estudios 1 volvieran, que si alguna cadena tomara esa antorcha sería fantástico, se apuntarían un tanto, creo que volverían a funcionar, que mucha gente a partir de los treinta se acuerdan de los Estudios 1... incluso hay gente que se ha dedicado al teatro porque se aficionó entonces y creo que estaría muy bien... estaría muy bien que lo hiciera la pública, naturalmente... es un poco su obligación...

Pregunta: Eso mismo me comentaba un director hace pocos días... y yo le decía que hace pocas fechas, en la segunda cadena de televisión española, una cadena que en teoría no se rige por las audiencias, empezó a hacer una serie de programas dedicado a una serie de actores, llamado “Protagonistas del recuerdo”...

María José Goyanes: Sí, sí... yo salí en el de Ismael Merlo y en el de Jesús Puente...

Pregunta: Exactamente... pues fueron siete programas, no sé cuántos pensaban hacer... comenzó un día a un horario y sin avisar lo fueron cambiando hasta que lo eliminaron...

María José Goyanes: Sí, sí... al segundo ya lo cambiaron de horario... el de Irene Gutiérrez Caba y ...

Pregunta: José Bódalo...

María José Goyanes: Sí... una vergüenza... y ahora los venden en los kioscos... me parece una vergüenza... me parece que hay que mantener el horario, un prime time... me parece que esos actores que nos han dado tantas satisfacciones, nos han regalado su arte... me parece que merecían... porque además estaba hecho muy bien... creo que estaban hechos con mucho rigor, estaba muy bonito... además hablaban sus allegados, compañeros más próximos, había trozos de funciones irrepetibles... y era muy hermoso... lo han ninguneado y lo han quitado... y lo han puesto por la mañana un domingo... un día me llama no sé quién y me dice “estás saliendo”... no sé si era en el de Jesús Puente o en el de mi cuñado Ismael Merlo... no lo sé... pero a la una de la tarde, un domingo, de repente a otras horas... una lástima... si verdaderamente la administración, el estado cuida tan poco este tipo de cosas y la televisión pública hace esto... ¿qué podemos esperar de las privadas que van a ganar dinero y a hacer concursos...?... además creo que sería más barato hacer Estudios 1... que esos concursos donde sacan tres camiones, cuatro caballos y yo que sé... y hacen unos decorados impresionantes... no entiendo nada de cómo funciona la televisión y por qué criterios se rige, pero lo que sé es que no todo se puede ver y que hay cosas realmente horrendas y aburridas...

Pregunta: ¿Qué le queda de su toda su trayectoria, qué guarda en sí de todo su trabajo, qué le queda por hacer...?

María José Goyanes: Me queda todo... con la limitación de la edad, claro... porque ya no puedo hacer según qué personajes... ir cumpliendo años te va limitando y ya cada vez quedan menos personajes por hacer emblemáticos... pero no creas que se me han quedado tantas cosas en el tintero... me he pegado unos gustos morrocotudos... he tenido la suerte de poder producir con mi ex marido, Manolo Collado... tuve compañía propia muy pronto, a los 18 años... me he pegado unos cuantos gustazos maravillosos... “La gata sobre el tejado de Zinc”, “La Gaviota” “Casandra” de Galdós... “Educando a Rita” “Usted también podrá disfrutar de ella” de Ana Diosdado... “La Dama Boba”, “La Dama Duende”... “La casa de Bernarda Alba”... me lo he pasado muy bien... y lo que quiero es seguir aprendiendo, no detenerme jamás... seguir creciendo como ser humano y como actriz... he trabajado con Emilio Gutiérrez Caba, con Guillén, con La Sampietro, Luis Peña... yo soy como “La Piaf” que le preguntan “¿Cuál fue el día más importante de su vida?” y contestó “Siempre que se levanta el telón”... para mí cuando salgo al escenario siento que estoy en el sitio que debo estar y me parece que ahí está el universo... es lo más importante de mi vida... para mí el trabajo no es un modus vivendi... para mí el teatro o la interpretación forma parte de mi vida, es una actitud vital... todo gira en torno a eso... y al margen de los quereres, de los afectos, de los amores, de las amistades... pues... ésa es mi vida, no tengo otra... es lo que más me importa y es por lo que lucho y por lo que me cuido...

Pregunta: Una última pregunta ¿Quizá lo que nos falta aún es creer en el teatro?

María José Goyanes: ... Conocerlo, en definitiva... para creer en algo hay que conocerlo, previamente... acercarse al teatro, quitarse esa telaraña de la mente, de que teatro es sinónimo de aburrimiento... no, el teatro puede ser apasionante si lo hacen como debe ser... y hay autores apasionantes y hay actores que merecen la pena verse... y hay directores esplendorosos... y cuando se pasa bien en el teatro... se pasa maravillosamente... entonces, creo que el teatro leído que es como llega a los chicos jóvenes, en los colegios... es como si vieras la mitad de una escultura, como si sólo vieras los pies... o si a una obra de arte maravillosa, “La Gioconda”, por ejemplo, de ella vieras sólo la mitad... entonces piensas que quieres verla entera... al teatro leído le falta encarnarlo... por lo tanto le falta un cincuenta... yo diría más... por ciento... hay gente incluso de nuestra profesión a la que no nos gusta leer teatro... no es una lectura... o sea, no lo coges como una novela... es duro, arduo de leer... entonces claro, lo que les llega a estos chicos es teatro leído y puede parecerles un rollo... pero claro, porque no están viendo el hecho en sí... y el hecho es cuando se pone sobre un escenario, la magia que se produce con una determinada luz, con unos determinados decorados, con unos intérpretes, con unas voces... con unas calidades humanas... es lo que le falta... entonces claro, no puedes juzgar... el verso, por ejemplo, si no lo dices bien, puede incluso parecerte ripioso y extraño y “qué manera más rara de hablar”... mi último clásico ha sido “Casa con dos puertas mala es de guardar” de Calderón, hace tres años, por cierto fue en el Centro Cultural de la Villa y fue un exitazo rotundo... y a los cinco minutos se le olvidaba a la gente que estaba escuchando verso... y reían y entraban perfectamente... en el momento en que oyen cuatro frases dichas... ya entras en esa convención y es una gozada escuchar el verso bien dicho... sin que suene engolado o ampuloso... sino vivo, sino dicho como si fuera prosa... sólo que tiene una métrica y una puntuación... pero que un buen actor no puede dejar ver... hay que hacer como que eso no está... como que el entramado tiene que borrarse para que no se vea... es una gozada... y son vodeviles, igual que los vodeviles modernos... puertas que se abren, amantes que se esconden... son muy divertidos... y hay obras hermosas, filosóficas que son una maravilla... como “La vida es sueño”... que te pone los pelos como escarpias... pero vamos, quiero decir que el siglo de oro tiene unas comedias divertidas ligeras que se llaman “de capa y espada” que son un “ja,ja,ja” absoluto... yo recuerdo cuando hacía “La Dama Duende” en el clásico que un día a la semana iban los niños... era un martes... era para colegios y la gente que iba a comprar una entrada se le avisaba de ello... porque había gente que no quería porque quizá pensaban que la función iba a ser más bulliciosa... pero salía una persona, un actor y les decía que tenían que guardar mucho silencio y tal... bueno, no sabes qué público tan delicioso... pero niños de diez años que era la primera vez que pisaban un teatro y cómo se reían, cómo nos esperaban a la salida... inolvidables, de verdad... se quedaban “flipando” vaya... de cómo escribía el autor, de cómo se lo habían pasado... a los niños hay que llevarlos al teatro... cuando es una función tremebunda que no van a comprender, a lo mejor no ... pero hay otras muchas que pueden ver perfectamente igual que ven una película de adultos que no es de Disney... creo que ése sería el camino... sí...

Sofía Basalo.

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