De vez en cuando tenemos la oportunidad, el privilegio, el lujo de ver algo más que una obra de teatro. De vez en cuando se unen las palabras, la interpretación, la sensibilidad, la puesta en escena, el ambiente propicio... y surge “Afterplay”. Todos nos prestamos al juego de preguntarnos, de imaginarnos, de crear una nueva historia con los deseos depositados en unos determinados personajes... Hasta los propios intérpretes juegan a ello... quizá vivir sea otro juego ¿verdad? Hemos charlado con Helio Pedregal, Andrei, en este encuentro apasionante...
Pregunta: Siguiendo el título de esta obra, “Afterplay” y siguiendo el posible futuro de estos personajes, ¿volverán a encontrarse... le escribirá Andrei a Sonia?
Helio Pedregal: (risas) Eso pertenece al juego al que todos nos prestamos en seguida... Estamos hablando de dos personajes de otras dos funciones anteriores, a los que se les ha hecho un lapsus de veinte años, para saber qué podía ocurrir con ellos. Estamos en ese momento y es verdad que todos nos preguntamos qué pasará después de esos últimos veinte años también... sería un “AfterAfterplay”... Yo no puedo saberlo... a los actores siempre nos pasa lo mismo... mucha gente apuesta con relación a los personajes que acabamos de representar... y tu personaje, ¿qué hace después? Yo creo que los actores tendemos a pensar que los personajes van a tener más suerte que en el pasado. Yo puedo imaginar que Andrei y Sonia vuelven a encontrarse, sin duda, y... no sabemos qué va a pasar, porque la imaginación de los autores es muy jugosa, de manera que podíamos pensar incluso en que hay una obra posterior, donde Andrei y Sonia tienen hijos... o viven juntos y tienen una finca maravillosa llena de árboles, que es lo que le propone él a Sonia... hay tantas opciones, tantas posibilidades... quizá, de aquí a un tiempo... yo mismo decida, decidirlo... piense en cómo hacerlo...
Pregunta: ...Pero una decisión es ya, pensar que van a tener más suerte que hasta ahora...
Helio Pedregal: Estamos hablando de dos personajes que viven una soledad enorme. Dos personajes fracasados. Dos personajes llenos de dolor... sin embargo, son dos personajes muy vitalistas. Lo que más les importa en este mundo es vivir y lo hacen con verdadera pasión... no obstante, uno cuando termina la función... siente como una desazón importante, al ver que al final no son capaces de encontrarse de una manera definitiva... porque parece que termina la función y que la soledad aparece de nuevo merodeando el panorama... Yo como tengo una muy buena relación con Andrei, el personaje que interpreto, le deseo una suerte un poco mejor de la que ha tenido hasta este momento...
Pregunta: Como bien ha dicho “Afterplay” es el encuentro de dos personas solas, de dos soledades, podríamos decir. Una, Sonia, espera eso que Andrei asegura nunca va a ocurrir y él que vive su fracaso extrayendo de ese presente lo poco o mucho de positivo que contiene. En esa noche, ¿Quién aporta más a quién. Quién necesita más del otro?
Helio Pedregal: Yo creo que en eso, los dos comparten la situación. Siempre me gusta decir que en el fondo lo que ocurre es que se encuentran por pura necesidad primaria, se piden asilo mutuamente. Yo creo que se lo conceden de manera que cuando uno ya se encuentra asilado y se encuentra en una situación con más o menos posibilidades, uno se abre... para mí la gran maravilla, el gran valor de esta función es que vemos todo el proceso de personas que manifiestan una historia o una personalidad que le cuentan al otro llena de cosas que se inventan para poder acceder a esa persona, para no ser rechazado por esa persona... y sin embargo, a los dos les pasa lo mismo... llega un punto en que una vez que están asilados mutuamente van quitándose caretas, van quitándose mentiras y actitudes de personaje, para convertirse en personas tal cual son... para mí ése es el gran valor; que la función termina con una Sonia y un Andrei absolutamente desnudos ante ellos mismos. De ese modo, creo que los dos reciben por igual. Son dos personajes que se complementan estupendamente, de hecho la función termina con ella, asumiendo parte del discurso de él y él asimilando esa esperanza que no tenía, escribiendo y tratando de mantener un futuro en esa relación. Los dos se han intercambiado lo esencial de lo que disponía cada uno.
Pregunta: Creo que tanto Blanca Portillo como usted son productores de esta obra. No sé si es la primera vez que asume esta labor en un proyecto teatral. ¿Qué le ha aportado. Cómo se afronta una propuesta tan personal?
Helio Pedregal: Es mi primera experiencia como productor. Hacía mucho tiempo que tenía claro que para no tener que sufrir los embates de la oferta y la demanda, necesitaba hacer algo que me permitiera acogerme a lo que realmente me importa y me interesa. En este caso me he lanzado porque esta función me gustaba mucho y he querido hacerla mía. Un proyecto en el que yo tuviera una parte en todo tipo de decisiones. En ese sentido la experiencia es absolutamente maravillosa para mí. Sé que no es lo más frecuente, porque hablando de esto con otras personas, otros compañeros y con gente que lo había hecho antes, las perspectivas no parecían muy buenas... la mayoría me hablaba de experiencias muy frustrantes... en este caso no ha sido así. En este momento estoy absolutamente satisfecho del proceso que ha seguido esta función tras presentarse en público y no he tenido dificultades. La verdad es que he ido muy bien acompañado. El hecho de que haya sido posible juntar un equipo como el que hay es un auténtico lujo. En este sentido la experiencia es absolutamente positiva y, desde luego, a mí me carga pilas para volverlo a intentar inmediatamente y decir que yo seguramente seguiré produciendo porque eso me permite hacer lo que quiero hacer y “Afterplay” es, para mí, una auténtica declaración de principios. Es el resultado de un trabajo que yo asumo desde la primera hasta la última circunstancia. He hecho lo que he querido hacer. Somos productores por lo tanto, no hemos tenido que hacer ninguna concesión. No hemos padecido ningún tipo de interferencia y al final hemos hecho lo que nosotros queríamos hacer. Para mí, el teatro es o se puede explicar por el resultado de esta función. Decir esto es mucho, pero desde luego, me comprometo a mantenerlo y a defenderlo. El teatro que a mí me interesa es exactamente éste.
Pregunta: ¿Es difícil, hoy en día, hacer lo que uno quiere hacer...?
Helio Pedregal: Es difícil siempre que uno se plantea... da igual la actividad que desarrolles... yo creo que cuando alguien se plantea hacer esa actividad, y más si hablamos de cuestiones creativas o culturales... es complicado porque la demanda no te da demasiadas opciones, tienes que hacer un esfuerzo enorme por satisfacer esa demanda y no renunciar a tu criterio y a tus principios; en ese sentido, es difícil. Yo sé que probablemente, en mi caso, otras personas habrían decidido para su primera experiencia, algo más acorde con esa demanda... una comedia, que están muy en boga y que son las que se solicitan, en gran parte, por el público... pero, yo creo que cuando uno realmente tiene claridad en su cabeza sobre lo que quiere hacer y se encuentra, se tropieza con un asunto como “Afterplay”, que es una función, a mi modo de ver, absolutamente generosa y muy sabia por parte de Brian Friel, uno no puede remediarlo... uno lee eso... yo leí eso y pensé “esto es muy bueno y por qué no va a encajar con la demanda que hay en este momento si se hace de un determinado modo” Nosotros sabíamos que no podíamos hacer esta función sin el director adecuado, y peleamos por eso. Llamamos a José Carlos Plaza que tenía problemas porque estaba ocupado... pero, creo que a él también le interesaba mucho el asunto, porque poco tiempo después nos llamó para decirnos que sí, que estaba dispuesto a hacerlo... creo que el equipo es lo que tiene, realmente, contundencia. Empezando por el autor, por el traductor, Juan Caño y el director José Carlos Plaza... y Blanca Portillo que es... una cosa... inconmensurable... con quien poder compartir el trabajo...
Pregunta: “Afterplay” es una obra muy íntima... ¿También pensaron en la Sala Pequeña del Teatro Español, un recinto muy acogedor y proclive a la intimidad y a la proximidad..?
Helio Pedregal: Sin duda, sin duda alguna... Creo que todo esto toma visos de realidad cuando nosotros sabemos que Mario Gas está de acuerdo en que sea allí donde se pueda estrenar... a partir de que nosotros sabemos que esa sala está disponible para la obra... es cuando todo empieza a rodar. Creo que es lugar ideal. Nosotros hemos trabajado para hacerlo en ese espacio y, la verdad, es que muy pocas veces en mi vida profesional he podido sentarme en un escenario para hacer mi trabajo con tanta libertad. Aquí, como dices, tratándose de un asunto muy íntimo y muy privado... el lugar ideal era éste, donde uno se puede comportar de esa misma manera, con esa misma intimidad... aquí el menor suspiro, el menor respiro, el menor detalle del comportamiento de los personajes es perfectamente audible y visible. Nosotros tenemos ahora que comprobar qué pasa en otros lugares, porque terminamos aquí el 23 de diciembre y tenemos ya organizada y firmada una gira que nos va a llevar a espacios, algunos de ellos, muy diferentes... pero ése es otro trabajo... yo creo que una vez que lo esencial está bien definido, circunstancias como la diferencia del local, la distancia de los espectadores etc, es algo que nosotros, profesionalmente, podemos solucionar... aunque, creo que vamos a recordar mucho las funciones que estamos haciendo en el Teatro Español, justamente por esa razón.
Pregunta: Hablaba anteriormente de la demanda, del público... En el programa de mano, podemos leer algo escrito por José Carlos Plaza, “Después de una buena obra de teatro el espectador debe salir transformado” ¿Es costosa, hoy en día, esta empresa?
Helio Pedregal: Yo creo que el espectador tiene que estar dispuesto a eso. Es lo mismo que ocurre con otras disciplinas. Cuando uno lee un buen libro, uno sabe que ese buen libro, si es que lo es, va a aportar a su vida cosas útiles... José Carlos se refiere a eso. Uno no lee un libro por puro ocio... aunque hay mucha gente que lo hace... pero estamos hablando de gente con los ojos y las puertas abiertas para recibir un resultado creativo lo que pueda significar algo útil para su vida real. En ese sentido yo creo que el teatro como definición tiene esa característica. El teatro que no es útil para el espectador, es un teatro que para mí está muerto. No tiene valor ni sentido. El teatro se inventó para hablar de las cosas que nos importan y si hablamos de cosas que nos importan en esa conversación, los resultados todos pretendemos que sean positivos y útiles...
Pregunta: ¿Hoy se habla en el teatro de las cosas que nos importan...?
Helio Pedregal: Es algo muy complejo... se habla con mucha frecuencia y desde hace muchísimo tiempo de que el teatro atraviesa por dificultades... yo creo que esto no sólo pasa en el teatro, sino que también pasa con la música, con la literatura... las librerías están llenas de Bestsellers, están llenas de libros de gran éxito y todos sabemos que hay, en cambio, otros libros con mucha más enjundia y mucho más útiles y generadores... que no son bestsellers... este es el mundo que hemos creado y estamos en ese mercado en el que no siempre lo bueno es lo que más éxito tiene. Esto lo sabemos todos... pero creo que hay personas que sí están dispuestas a no hacer demasiadas concesiones y que insisten en sus propios criterios... no se someten de una manera total a los criterios del mercado que, lamentablemente, en todos los sentidos, en este momento son bastante deficientes, creo yo... hablemos de cine, de la televisión, de la música, de la literatura... hay cosas que tienen mucho éxito y no son las mejores cosas que se están haciendo...
Pregunta: Como bien ha dicho, Andrei y Sonia son personajes que a lo largo de esta obra se van desnudando... en ese proceso vamos descubriendo su humanidad y descubrimos que hay muchas “Sonias” que pueden haber muchos “Andreis”... ¿Hay más “Sonias” que “Andreis”. Es más difícil esperar... o afrontar la vida con lo que tenemos, aunque no sea eso que soñamos...?
Helio Pedregal: Yo creo que, en definitiva, todas esas cosas nos pasan a todos. Creo que el fracaso es algo que le ocurre o que se plantea... si realmente uno se lo quiere plantear... si uno quiere verlo ¿no? Porque hay gente que está sometida al fracaso y sin embargo no lo mira de frente, simplemente pasa al lado y no se lo plantea... pero creo que cualquiera de las dos cosas está en cualquiera de nosotros. Yo mismo como persona real... si me separo un poco de mi trabajo y de mi profesión y demás... cómo no voy a entender lo que es fracasar, es decir, no haber cumplido los sueños que uno ha podido tener a lo largo de muchos años... claro que lo entiendo y claro que me ha pasado... y en el caso de Sonia, igual, quién no ha sentido el dolor de la no correspondencia... yo creo que son cosas que no se pueden separar... en el fondo están hablando de lo que le ocurre al ser humano, en un sentido general... y al personalizarlo no hacemos posible que una cosa sea más mala o menos mala que la otra, sino que son dos colores diferentes de una misma paleta...
Esperar a que algo ocurra... mientras asumimos nuestros fracasos... propiciar que eso esperado ocurra... quizá eso es lo que nos quiere decir “Andrei”... mientras fundiéndose en la penumbra de un encuentro probable... comienza a escribir una carta...
Sofía Basalo.
Pregunta: Siguiendo el título de esta obra, “Afterplay” y siguiendo el posible futuro de estos personajes, ¿volverán a encontrarse... le escribirá Andrei a Sonia?
Helio Pedregal: (risas) Eso pertenece al juego al que todos nos prestamos en seguida... Estamos hablando de dos personajes de otras dos funciones anteriores, a los que se les ha hecho un lapsus de veinte años, para saber qué podía ocurrir con ellos. Estamos en ese momento y es verdad que todos nos preguntamos qué pasará después de esos últimos veinte años también... sería un “AfterAfterplay”... Yo no puedo saberlo... a los actores siempre nos pasa lo mismo... mucha gente apuesta con relación a los personajes que acabamos de representar... y tu personaje, ¿qué hace después? Yo creo que los actores tendemos a pensar que los personajes van a tener más suerte que en el pasado. Yo puedo imaginar que Andrei y Sonia vuelven a encontrarse, sin duda, y... no sabemos qué va a pasar, porque la imaginación de los autores es muy jugosa, de manera que podíamos pensar incluso en que hay una obra posterior, donde Andrei y Sonia tienen hijos... o viven juntos y tienen una finca maravillosa llena de árboles, que es lo que le propone él a Sonia... hay tantas opciones, tantas posibilidades... quizá, de aquí a un tiempo... yo mismo decida, decidirlo... piense en cómo hacerlo...
Pregunta: ...Pero una decisión es ya, pensar que van a tener más suerte que hasta ahora...
Helio Pedregal: Estamos hablando de dos personajes que viven una soledad enorme. Dos personajes fracasados. Dos personajes llenos de dolor... sin embargo, son dos personajes muy vitalistas. Lo que más les importa en este mundo es vivir y lo hacen con verdadera pasión... no obstante, uno cuando termina la función... siente como una desazón importante, al ver que al final no son capaces de encontrarse de una manera definitiva... porque parece que termina la función y que la soledad aparece de nuevo merodeando el panorama... Yo como tengo una muy buena relación con Andrei, el personaje que interpreto, le deseo una suerte un poco mejor de la que ha tenido hasta este momento...
Pregunta: Como bien ha dicho “Afterplay” es el encuentro de dos personas solas, de dos soledades, podríamos decir. Una, Sonia, espera eso que Andrei asegura nunca va a ocurrir y él que vive su fracaso extrayendo de ese presente lo poco o mucho de positivo que contiene. En esa noche, ¿Quién aporta más a quién. Quién necesita más del otro?
Helio Pedregal: Yo creo que en eso, los dos comparten la situación. Siempre me gusta decir que en el fondo lo que ocurre es que se encuentran por pura necesidad primaria, se piden asilo mutuamente. Yo creo que se lo conceden de manera que cuando uno ya se encuentra asilado y se encuentra en una situación con más o menos posibilidades, uno se abre... para mí la gran maravilla, el gran valor de esta función es que vemos todo el proceso de personas que manifiestan una historia o una personalidad que le cuentan al otro llena de cosas que se inventan para poder acceder a esa persona, para no ser rechazado por esa persona... y sin embargo, a los dos les pasa lo mismo... llega un punto en que una vez que están asilados mutuamente van quitándose caretas, van quitándose mentiras y actitudes de personaje, para convertirse en personas tal cual son... para mí ése es el gran valor; que la función termina con una Sonia y un Andrei absolutamente desnudos ante ellos mismos. De ese modo, creo que los dos reciben por igual. Son dos personajes que se complementan estupendamente, de hecho la función termina con ella, asumiendo parte del discurso de él y él asimilando esa esperanza que no tenía, escribiendo y tratando de mantener un futuro en esa relación. Los dos se han intercambiado lo esencial de lo que disponía cada uno.
Pregunta: Creo que tanto Blanca Portillo como usted son productores de esta obra. No sé si es la primera vez que asume esta labor en un proyecto teatral. ¿Qué le ha aportado. Cómo se afronta una propuesta tan personal?
Helio Pedregal: Es mi primera experiencia como productor. Hacía mucho tiempo que tenía claro que para no tener que sufrir los embates de la oferta y la demanda, necesitaba hacer algo que me permitiera acogerme a lo que realmente me importa y me interesa. En este caso me he lanzado porque esta función me gustaba mucho y he querido hacerla mía. Un proyecto en el que yo tuviera una parte en todo tipo de decisiones. En ese sentido la experiencia es absolutamente maravillosa para mí. Sé que no es lo más frecuente, porque hablando de esto con otras personas, otros compañeros y con gente que lo había hecho antes, las perspectivas no parecían muy buenas... la mayoría me hablaba de experiencias muy frustrantes... en este caso no ha sido así. En este momento estoy absolutamente satisfecho del proceso que ha seguido esta función tras presentarse en público y no he tenido dificultades. La verdad es que he ido muy bien acompañado. El hecho de que haya sido posible juntar un equipo como el que hay es un auténtico lujo. En este sentido la experiencia es absolutamente positiva y, desde luego, a mí me carga pilas para volverlo a intentar inmediatamente y decir que yo seguramente seguiré produciendo porque eso me permite hacer lo que quiero hacer y “Afterplay” es, para mí, una auténtica declaración de principios. Es el resultado de un trabajo que yo asumo desde la primera hasta la última circunstancia. He hecho lo que he querido hacer. Somos productores por lo tanto, no hemos tenido que hacer ninguna concesión. No hemos padecido ningún tipo de interferencia y al final hemos hecho lo que nosotros queríamos hacer. Para mí, el teatro es o se puede explicar por el resultado de esta función. Decir esto es mucho, pero desde luego, me comprometo a mantenerlo y a defenderlo. El teatro que a mí me interesa es exactamente éste.
Pregunta: ¿Es difícil, hoy en día, hacer lo que uno quiere hacer...?
Helio Pedregal: Es difícil siempre que uno se plantea... da igual la actividad que desarrolles... yo creo que cuando alguien se plantea hacer esa actividad, y más si hablamos de cuestiones creativas o culturales... es complicado porque la demanda no te da demasiadas opciones, tienes que hacer un esfuerzo enorme por satisfacer esa demanda y no renunciar a tu criterio y a tus principios; en ese sentido, es difícil. Yo sé que probablemente, en mi caso, otras personas habrían decidido para su primera experiencia, algo más acorde con esa demanda... una comedia, que están muy en boga y que son las que se solicitan, en gran parte, por el público... pero, yo creo que cuando uno realmente tiene claridad en su cabeza sobre lo que quiere hacer y se encuentra, se tropieza con un asunto como “Afterplay”, que es una función, a mi modo de ver, absolutamente generosa y muy sabia por parte de Brian Friel, uno no puede remediarlo... uno lee eso... yo leí eso y pensé “esto es muy bueno y por qué no va a encajar con la demanda que hay en este momento si se hace de un determinado modo” Nosotros sabíamos que no podíamos hacer esta función sin el director adecuado, y peleamos por eso. Llamamos a José Carlos Plaza que tenía problemas porque estaba ocupado... pero, creo que a él también le interesaba mucho el asunto, porque poco tiempo después nos llamó para decirnos que sí, que estaba dispuesto a hacerlo... creo que el equipo es lo que tiene, realmente, contundencia. Empezando por el autor, por el traductor, Juan Caño y el director José Carlos Plaza... y Blanca Portillo que es... una cosa... inconmensurable... con quien poder compartir el trabajo...
Pregunta: “Afterplay” es una obra muy íntima... ¿También pensaron en la Sala Pequeña del Teatro Español, un recinto muy acogedor y proclive a la intimidad y a la proximidad..?
Helio Pedregal: Sin duda, sin duda alguna... Creo que todo esto toma visos de realidad cuando nosotros sabemos que Mario Gas está de acuerdo en que sea allí donde se pueda estrenar... a partir de que nosotros sabemos que esa sala está disponible para la obra... es cuando todo empieza a rodar. Creo que es lugar ideal. Nosotros hemos trabajado para hacerlo en ese espacio y, la verdad, es que muy pocas veces en mi vida profesional he podido sentarme en un escenario para hacer mi trabajo con tanta libertad. Aquí, como dices, tratándose de un asunto muy íntimo y muy privado... el lugar ideal era éste, donde uno se puede comportar de esa misma manera, con esa misma intimidad... aquí el menor suspiro, el menor respiro, el menor detalle del comportamiento de los personajes es perfectamente audible y visible. Nosotros tenemos ahora que comprobar qué pasa en otros lugares, porque terminamos aquí el 23 de diciembre y tenemos ya organizada y firmada una gira que nos va a llevar a espacios, algunos de ellos, muy diferentes... pero ése es otro trabajo... yo creo que una vez que lo esencial está bien definido, circunstancias como la diferencia del local, la distancia de los espectadores etc, es algo que nosotros, profesionalmente, podemos solucionar... aunque, creo que vamos a recordar mucho las funciones que estamos haciendo en el Teatro Español, justamente por esa razón.
Pregunta: Hablaba anteriormente de la demanda, del público... En el programa de mano, podemos leer algo escrito por José Carlos Plaza, “Después de una buena obra de teatro el espectador debe salir transformado” ¿Es costosa, hoy en día, esta empresa?
Helio Pedregal: Yo creo que el espectador tiene que estar dispuesto a eso. Es lo mismo que ocurre con otras disciplinas. Cuando uno lee un buen libro, uno sabe que ese buen libro, si es que lo es, va a aportar a su vida cosas útiles... José Carlos se refiere a eso. Uno no lee un libro por puro ocio... aunque hay mucha gente que lo hace... pero estamos hablando de gente con los ojos y las puertas abiertas para recibir un resultado creativo lo que pueda significar algo útil para su vida real. En ese sentido yo creo que el teatro como definición tiene esa característica. El teatro que no es útil para el espectador, es un teatro que para mí está muerto. No tiene valor ni sentido. El teatro se inventó para hablar de las cosas que nos importan y si hablamos de cosas que nos importan en esa conversación, los resultados todos pretendemos que sean positivos y útiles...
Pregunta: ¿Hoy se habla en el teatro de las cosas que nos importan...?
Helio Pedregal: Es algo muy complejo... se habla con mucha frecuencia y desde hace muchísimo tiempo de que el teatro atraviesa por dificultades... yo creo que esto no sólo pasa en el teatro, sino que también pasa con la música, con la literatura... las librerías están llenas de Bestsellers, están llenas de libros de gran éxito y todos sabemos que hay, en cambio, otros libros con mucha más enjundia y mucho más útiles y generadores... que no son bestsellers... este es el mundo que hemos creado y estamos en ese mercado en el que no siempre lo bueno es lo que más éxito tiene. Esto lo sabemos todos... pero creo que hay personas que sí están dispuestas a no hacer demasiadas concesiones y que insisten en sus propios criterios... no se someten de una manera total a los criterios del mercado que, lamentablemente, en todos los sentidos, en este momento son bastante deficientes, creo yo... hablemos de cine, de la televisión, de la música, de la literatura... hay cosas que tienen mucho éxito y no son las mejores cosas que se están haciendo...
Pregunta: Como bien ha dicho, Andrei y Sonia son personajes que a lo largo de esta obra se van desnudando... en ese proceso vamos descubriendo su humanidad y descubrimos que hay muchas “Sonias” que pueden haber muchos “Andreis”... ¿Hay más “Sonias” que “Andreis”. Es más difícil esperar... o afrontar la vida con lo que tenemos, aunque no sea eso que soñamos...?
Helio Pedregal: Yo creo que, en definitiva, todas esas cosas nos pasan a todos. Creo que el fracaso es algo que le ocurre o que se plantea... si realmente uno se lo quiere plantear... si uno quiere verlo ¿no? Porque hay gente que está sometida al fracaso y sin embargo no lo mira de frente, simplemente pasa al lado y no se lo plantea... pero creo que cualquiera de las dos cosas está en cualquiera de nosotros. Yo mismo como persona real... si me separo un poco de mi trabajo y de mi profesión y demás... cómo no voy a entender lo que es fracasar, es decir, no haber cumplido los sueños que uno ha podido tener a lo largo de muchos años... claro que lo entiendo y claro que me ha pasado... y en el caso de Sonia, igual, quién no ha sentido el dolor de la no correspondencia... yo creo que son cosas que no se pueden separar... en el fondo están hablando de lo que le ocurre al ser humano, en un sentido general... y al personalizarlo no hacemos posible que una cosa sea más mala o menos mala que la otra, sino que son dos colores diferentes de una misma paleta...
Esperar a que algo ocurra... mientras asumimos nuestros fracasos... propiciar que eso esperado ocurra... quizá eso es lo que nos quiere decir “Andrei”... mientras fundiéndose en la penumbra de un encuentro probable... comienza a escribir una carta...
Sofía Basalo.
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