jueves, 13 de octubre de 2011

... NIEVE DE MEDINA. (Mayo 2011)



“Ni con el pétalo de una rosa” es una frase colombiana, que nos indica cómo no se debe pegar a una mujer. Pero hay muchas preguntas muchos porqué que surgen cuando una situación de violencia machista tiene lugar. Muchos porqué que Nieve de Medina ha querido plantear para que pensemos, para que dejemos de juzgar, para que durante un segundo detengamos nuestro paso e intentemos ponernos en el lugar del otro. Tras su estreno en octubre y su regreso en plena primavera, este primer texto de la también directora y actriz gallega, se ha convertido en una pequeña joya, intensa, edificante y rotundamente humana, tan humana como la misma Nieve de Medina, con quien hemos podido charlar:

Pregunta: “Las mujeres que han sido golpeadas de cualquier forma, por ejemplo con el pétalo de una rosa, no se pueden defender, no se pueden defender ni salir de su situación porque ya no son personas... Ya no tienen armas... Ya sólo son animales...” ¿Tu personaje, llega a convertirse en un animal?

Nieve de Medina: Yo creo que a ella le queda todavía el amor propio, que no tiene nada que ver con la soberbia ni con otras cosas... Hay en ella todavía una chispita, cuando casi estás derrumbada, que es el amor a ti mismo, y por eso ella comienza a tirar de ahí, empieza a salir y no se ha convertido en un animal. Por eso mismo puede salir adelante. La función tiene un buen final, ella abandona una relación... Es algo doloroso porque se tiene que encontrar con todo lo que ha sido hasta ese momento, pero bueno, es un camino que tiene que recorrer.

Pregunta: En esta obra, tenemos cuatro formas de ver y actuar ante un caso de violencia machista. Es algo realmente interesante porque esas cuatro miradas se abren ante el espectador de una forma muy limpia, incluso la forma en que esa mujer siente su propia situación al descubrir que quizá los otros creen saberlo mejor que ella...

Nieve de Medina: Sí, “todo el mundo sabe cómo me siento yo, cómo soy yo, cuando yo misma no lo sé...” Eso tiene que ver con la falta de la identidad, con haber perdido un poco el norte, dejar de saber quién eres y empezar a hacer todo lo que otras dicen que eres... Su marido, que opina sobre ella, además de golpearla, Los demás, que dicen que es una maltratada... Pero quién es ella... Mi personaje en la función no tiene ni nombre, esas cosas para los actores, cuando tenemos que coger a un personaje es muy importante. Ella llega a deshumanizarse un poquito, no del todo, porque en el último momento se gira, como te comenté antes, pero... La verdad es que ella se pregunta quién es, porque no lo sabe... en ese largo camino de destrozo ha perdido la idea de quién era ella...

Pregunta: No sé si también al hacerse tu personaje esas preguntas, se critica un poquito a la sociedad que olvida a menudo a escuchar a dar voz a las víctimas, a las mujeres... Quizá la sociedad habla demasiado por ellas, cuando son ellas las que deberían hablar.

Nieve de Medina: Se la escucha desde lo que uno es. Quiero decir, que uno siempre intenta poner el criterio de uno, sobre las cosas que pasan fuera, y a veces eso no es lo correcto. La función lo que ofrece es la posibilidad de ver cómo su hermana opina sobre ella, sobre la actitud y la postura que ha tomado su hermana respecto a ella, la actitud que toma el marido, la actitud que toma la vecina que pasa por ahí... Dónde estamos, cuál es nuestro posicionamiento... Mi intención sobre todo con la función no es dar una clase de nada, es simplemente ver cuál es tu posicionamiento; a lo mejor tu posicionamiento no es ninguno de los que ves en la función, perfecto, pero ¿cuál es. Te lo has preguntado?... Me parece que eso es importante porque para poder enfrentarte al maltrato que sufre otra persona, tendrás que saber cómo te posicionas ante eso; no sólo si criticas o no, o si... No, tienes que ver cuál es tu posicionamiento, cómo lo ves, de qué lado estás tú, qué harías... Para poder entenderla, porque si simplemente decimos si le pega y no deja a su marido, será porque a ella le gusta... Si sólo hacemos esos juicios de valor... Para separarnos y que no nos toque... Eso no vale... ¿Tú que estás aquí, en la sociedad, en la vida, en tu bloque de pisos, si conoces a una amiga de una amiga que le pasó, cómo te posicionas, qué parece, por qué no has llegado a esto..? Ése es el juego de la función, hacer preguntas y que el espectador se las haga.

Pregunta: E incluso el aviso, o el cuidado, de la forma en que nos posicionamos y porque podemos llegar a ser tan violentos como “el hombre que no es bueno”... Ya que la actitud que toma la hermana de tu personaje, llega a ser muy cruel y despreciativa...

Nieve de Medina: Porque no nos apetece nada tener a alguien triste a nuestro lado, no nos apetece tener a alguien perdido a nuestro lado, no nos apetece tener a alguien que nos cuestione mínimamente nuestra forma de vida... entonces, claro, ella había idealizado a una hermana que ponía el belén los inviernos, y de repente ve que tiene esto... esta tipa que deja que la sacudan, o que deja que alguien pase y que la pisotee... claro, eso no lo queremos nadie al lado, pero sin darse cuenta, con su actitud la está tratando igual, está siendo tan maltratadora como la pareja de esta mujer... ella está haciendo lo mismo, por eso creo que es muy importante posicionarnos, y la verdad es que la función sólo pretende que lo mires y digas “ah, pues es cierto”... con eso me doy por pagada, más que pagada... me doy por satisfecha.. claro, puedes decir “yo no haría lo que hace esa hermana”... pero claro ¿Tú qué harías. Dónde estás tú, en la que calla y plancha. Tú quién serías. Venga dímelo? Lo importante es que eso cree una reflexión en los casos de los malos tratos, al menos yo lo hice con esa intención... La hermana, además, están marcados los momentos en los que tiene que despreciarme más o menos, y ayer, el director, le pidió a mi compañera, que creo que lo hace estupendamente bien, que es Marta Poveda, le pidió que no se excediera tanto porque entonces iba a haber un momento en que no se iba a entender lo que hacía, a veces está tan metida en el personaje, porque marta es una actriz magnífica, y quizá parece que va un poco más allá de lo que habíamos propuesto ¿no? Porque es muy fácil, y eso también es bonito, perderte en la violencia, es muy fácil...

Pregunta: Lo que también consigues con esa discusión que no vemos y escuchamos es una intensidad absoluta... No vemos lo que pasa pero la inquietud que producen esos gritos es sobrecogedor...

Nieve de Medina: Cuando escribí la función de teatro, lo hice pensando en el Teatro Lara, no la escribí primero y después la adapté al espacio del Lara. La función se desarrolla en el Hall del Teatro Lara, no en el teatro a la italiana, el teatro lara, precioso que se llamaba La Bombonera, se desarrolla en el Hall. Este espacio tiene unas características muy concretas, un espacio que nos marca una serie de acciones, yo imaginé la función de teatro y la escribí, pensando en el Hall y como me ofrecieron escribir algo para ese lugar, dije, “vamos a pensar a ver”... Y lo primero que vino a mi mente fueron unas voces que se oían arriba, esas voces pasaron rápidamente a ser una bronca... Y rápidamente tuve el tema... Para mí es muy importante que las peleas que tienen ese hombre y esa mujer no se vean, sólo se oigan, porque es muy inquietante y porque no me apetecía hacer algo muy explícito que todos hemos visto, sino recurrir a la teatralidad, a esta cosa que tiene el teatro y es su facultad para hacerte pensar, para hacerte evocar cosas... Lo que tú no ves, la pelea que está arriba, tú no la ves... Pero, ¡uf! No sé yo...

Pregunta: Es sobrecogedora...

Nieve de Medina: Lo digo porque yo la hago, pero no la puedo oír, aunque en alguna otra entrevista, nos las han grabado y nos las han puesto en radio... Y... No veas, oír las peleas... lo llevo mal... me pongo muy nerviosa, porque es impactante... oír algo que no ves, intuir imaginar que algo está pasando...

Pregunta: Algo también muy interesante es que en esta obra, nadie es culpable... ni esa niña, a la que esa mujer en un momento dado quiere proteger, para protegerse a sí misma, liberarse y reconocerse...


Nieve de Medina: A mí lo que me parecía muy importante es que la fuerza la cogiese de esa niña que fue, de la niña valiente que fue... Creo que, cuando empezábamos la entrevista te decía que le quedaba un hilito con el que ella todavía podía ser humana, el amor propio, y ese hilo es la niña, esa niña de once años que fue... No sé si hay víctimas y verdugos, pero he intentado ponerlos a todos en el mismo lugar. Yo pienso que si tú le das una paliza a una niña de seis años el verdugo eres tú y la víctima es ella, no hay duda; si tú eres más fuerte que una mujer y la sacudes constantemente, el verdugo eres tú y la víctima es ella, no hay otra; bien; partiendo de esta base, también digo, el que sacude también es un ser humano, qué le ha pasado a ese ser humano para que llegue a eso... tiene que haber tenido un deterioro, porque si yo digo que a una persona cuando la maltratas deja de ser persona y la conviertes en un animal, qué le ha pasado a él para llegar a ser ese animal que golpea... A mí me parecía muy interesante presentarlos así, y no juzgarlos... Esto me parecía que era mejor... Hay gente que sale convencida de que él es el culpable, y hay gente que sale diciendo lo que tú has dicho, que no hay culpables... Aquí hay un desarreglo total... Sí, hay un poco de todo, pero es de nuevo, lo de antes, cómo lo vemos, desde qué punto, desde qué prisma... qué le ha pasado a él para que llegue a eso... es que sino, si sólo señalamos culpable, culpable, culpable... no avanzamos....

Pregunta: Exacto. Quizá esta obra contenga algo que escasea en la sociedad: La comprensión. El hecho de pararse para reflexionar, para entender, para ponerse en el lugar del otro...

Nieve de Medina: Claro, es que... me parece muy complicado ponerse en el lugar del otro, porque vivimos en una sociedad en la que prima el yo... todo el rato “yo”... todo lo juzgamos desde el “yo”... Y juzgamos a los demás, no hacemos críticas constructivas, siempre juzgamos, siempre decimos “esto no se hace así porque...” No, espera, vamos a ver ¿sabes?... Ponte en el lugar del otro, pregúntate por qué esa persona está haciendo eso, porque todos tenemos siempre un estado de vivir en la posesión de la verdad y eso varía en el momento en el que te colocas en el lugar del otro... Ponte a pasar lo que pasó él, ponte a vivir como vivió él, ponte ahí, a ver si va a resultar que opinas lo mismo que él o vuelves a opinar lo que opinas tú... eso nos cambia... Y parece que es interesante...

Pregunta: En algún medio de comunicación te he escuchado comentar que para huir del tópico, has consultado con psicólogos, para saber cómo es el hombre que no es bueno y has hablado de algo muy interesante: Los Micromachismos...


Nieve de Medina: Sí... Luis Bonino, que es un psicólogo de maltratadores y Andrés Montero que es otro con los que me he entrevistado y con los que también se entrevistó Itziar Bollaín, por lo menos con Andrés estuvo, porque él me lo comentó, cuando hizo la película “Te doy mis ojos” con Laia Marull y Luis Tosar... Luis Bonino ha estado muchos años dedicándose a eso, ya no, porque tiene un desgaste importante, Tanto él como Andrés, quizá él más, hablan de “los micromachismos” que son una serie de pequeños acuerdos tácitos que están en la sociedad y que están en todos los lados y que es una manera de ningunear o no hacer visible a una mujer o de no valorarla... nunca se dice “tú ganas más que tu compañero”, rara vez... pero siempre o se dice o se deja entrever, cuando alguien, si es masculino, gana más o ha tenido un ascenso o un logro importante a destacar o cosas de éstas. Hace muchos años que las mujeres hacemos las dos cosas, hacemos la vida de dentro y la vida de fuera, y eso parece que no se valora, si eso lo hicieran los hombres, se valoraría una barbaridad. Yo tengo la oportunidad, por la vida en que vivimos, de conocer a varios hombres que tienen custodia compartida o que ya la situación de las parejas es muy diferente a la que era cuando nuestros padres se casaron y se separaron en aquella época y siempre me llama la atención de que estas personas siempre buscan y tienen a otra persona que las ayuda; generalmente ese trabajo lo hace la mujer, la mujer que se queda sola con sus hijos trabaja dentro y fuera... Es decir, hay un montón de pequeñas cosas que se pactan, que tienen que ser así y sin embargo lo que hacen es silenciar ciertos logros de la mujer, cierto esfuerzo, ciertos valores que no se han tenido en cuenta... y sin embargo cuando los hace un hombre sí se tienen en cuenta... Entonces, Luis Bonino siempre me decía “la mentira es la estrategia y el argumento más importante que tiene el hombre”. Yo me preguntaba cómo podía decirme esto un hombre... y él lo repetía, “el hombre tiene una estrategia que es la mentira”... En cambio, cuando una mujer hace eso... es tremendo, mientras que en el hombre está, no institucionalizado, pero está aceptado... Y sobre todo, silenciar cualquier logro de la mujer... Y esto ocurre en la función... Por ejemplo “Yo no te digo que no te prepares unas oposiciones, pero que cuando yo llegue a casa que la casa esté hecha”... ¡Jo, si estoy estudiando para las oposiciones, no tengo tiempo de hacer la casa!... pero si yo te exijo a ti que lo hagas todo, lo más seguro es que no llegues a nada, y si no llegas a nada, es complicado que saques las oposiciones, con lo que la conclusión que sacas es que no eres lo suficientemente buena. Todo este pequeño mecanismo que dirás “¡qué maquiavélico!” no lo es, míralo a tu alrededor... está pasando todo el rato... Mi madre, que era muy sabia, decía siempre: “No te digo que barras, pero ahí tienes la escoba” (risas)... Esto es un poco eso... Es decir, nunca se celebran los logros de la mujer, no se dicen, o si se dicen se dicen de pasada, estamos en una conversación en una mesa y te pido que te calles porque tú de esto no entiendes... Esto es ningunear ¿eh?...

Pregunta: Y lo que ocurre es que cuando pones todo esto sobre la mesa y reivindicas tu lugar y tu logro, como son gestos tan sutiles... De repente surgen las voces que te tachan de retorcida, feminista radical, demagoga....

Nieve de Medina: Claro... Y eso de ser una feminista radical, me encanta porque ya nadie es una feminista radical, pero enseguida sí, se te ataca con eso... Y dices, bueno, si en el caso de ellos no se dice que sea un exceso de algo, sin embargo, no estás... Es como el sexismo en el lenguaje, ¡¡Ay por favor que no es para tanto!! Y es que es todos los días, eso es la moneda de cambio que tenemos a la hora de relacionarnos... O sea que, sí se pueden tener en cuenta esas cositas...

Pregunta: Directora de teatro, actriz y ahora dramaturga , cómo surge esta oportunidad y cómo han sido los ensayos, supongo que ha sido un proceso muy arduo...

Nieve de Medina: Yo soy licenciada en dirección de escena, además de actriz, y el texto es mío, pero elegí a una persona que se llama Juanfra Rodríguez, que fue profesor en la Cuarta Pared y luego tuvo su propia compañía y además fue compañero de carrera y bueno, me gusta mucho trabajar con él porque me entiendo con él, algo muy básico pero no siempre es así, y te apetece estar con la gente con la que te entiendes y con las que sabes que... no que no vayas a tener problemas, porque montar una función es problemático, sino que vamos a tener un estilo común, un lugar común donde llegar... Y yo le pedí a Juanfra que lo hiciera y en el momento en el que se lo digo y él lo acepta, yo me convierto en una actriz y abandono por completo el texto... porque yo no puedo estar metiendo mano aunque la haya escrito yo... esto es complicado, porque callarte... el estar... Y decir “muérdete la lengua, no es tu función, ya no lo es, porque esta persona tiene su propia manera de sentir y leer y cuando lo hace lo lee de manera diferente a como lo has querido montar tú”... Y eso me costaba más a mí... pero he estado muy contenta y el proceso de ensayos ha sido muy agradable porque tuvimos la oportunidad de ensayar en el Teatro Lara, nos lo cedieron y fue maravilloso, porque yo había pensado la función para ese lugar, entonces ensayar directamente con escenografía, porque el espacio es nuestra escenografía, no tenemos otra; es un teatro desprovisto de todo, en el que el espacio es la escenografía...

Pregunta: ... Con esas escaleras...

Nieve de Medina: Sí, esas escaleras maravillosas... Es que el Lara es un lugar maravilloso. El Lara es... cuando se apaga la luz, se apaga todo, me quedo a oscuras, arriba, que tengo que empezar a bajar las escaleras... madre mía, yo no sé si está o no, Lola Membrives y me está ayudando... es que tiene un embrujo el lugar... todo el mundo lo dice... Las escaleras, el violín, cómo suena el Lara, es que suena... que te mueres... El teatro es precioso y nos está acogiendo tan bien... Fíjate, que creo que llega un momento en el que ese hall llega a convertirse en una casa de vecinos auténtica, en el que unos estáis dentro, las escaleras están vivas porque no paran de pasar cosas en esas escaleras... No sé, a mí me parece que el lugar es muy importante...

Pregunta: Creo que estrenasteis en Octubre...

Nieve de Medina: Sí, estrenamos en octubre, estuvimos un tiempito con estas cosas que tiene el Lara y después decidimos, Antonio Fuentes y Mónica Regueiro, decidieron que volviésemos. Tenían mucha programación y nosotros estábamos encantados, de hecho como se concibió para el Lara... Pues volver ahí es maravilloso, y vamos a estar lo más seguro hasta finales de junio, porque el público está respondiendo francamente bien...

Pregunta: ¿Tenéis previsto girar con la función?

Nieve de Medina: Sí, de hecho nada más acabar aquí, fuimos a Lanzarote y ahora hay alguna posibilidad de algunos bolillos, pero bueno, todavía estamos viéndolo. Lo que sí sabemos es que en octubre, vamos a retomarlo en un centro cultural y supongo que va a ocurrir todo en verano... Hay varias cosillas pero no están cerradas.

Sofía Basalo.

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