jueves, 2 de septiembre de 2010

... JULIÁN LAGO (2008)



Un hombre solo. Casi unas memorias, es el último trabajo de Julián Lago. Veterano Periodista y escritor. Es éste un libro en el que el autor se ha desnudado dando paso a una literatura hermosa, casi lírica, a partir de la que descubrimos al hombre y también una época de nuestra historia. Para hablar de este libro y adentrarnos en el mundo del periodismo hemos podido charlar con Julián Lago, quien comenzó su trayectoria en “El Norte de Castilla” especializándose en el género de la entrevista; la continuó en medios tan importantes como la revista “Interviú”, “El periódico de Cataluña”, “Tiempo” y en televisión lo recordamos tras “La máquina de la verdad” o “Misterios sin resolver”. Nos llenamos de humildad y de ganas de aprender y comenzamos nuestra charla:


Pregunta: ¿Cómo nace este “hombre solo”, este libro y por qué el narrador de estas memorias o casi memorias ha tomado la forma de payaso?


Julián Lago: El libro nace como una necesidad, entonces como tal, yo busqué expresarme porque me encuentro en una situación, en una encrucijada en mi vida que tengo que, evidentemente, hacer una especie de catarsis y ponerme frente a mi realidad y a mi pasado... frente a mi vida en definitiva. Eso es un ejercicio doloroso, lo he hecho afortunadamente y me ha servido para mucho el libro éste, y aunque no se hubiera publicado no me hubiera importado... porque lo que quería era poder reconstruirme en un hombre nuevo y al fin se ha realizado. La figura del payaso es porque a mí me impactó muchísimo el personaje de una novela del premio nobel Henry Böll, “Opiniones de un payaso”... me impresionó hace treinta años, de tal forma que ha estado habitando dentro de mí, dentro de mis sentimientos hasta hace seis meses que inicié esa experiencia dramática, metido en una bañera, cinco noches, intentando luchar contra un reflejo de mi vida que no me gustaba nada... y ahondaba en mí, abandonando lo que era el lenguaje, incluso en las formas periodístico, para intentar recuperar un lenguaje más literario, más emocional que me permitiera ser más yo mismo... y realmente, creo que es un camino, ya sin retorno, me parece que la literatura y la poesía han salido a mi encuentro y me ha atrapado simplemente... me he sentido totalmente atrapado por ese proceso imaginativo de creación...


Pregunta: Comentó en un programa de televisión que siempre había estado solo y que esta soledad había sido una enfermedad que lo había acompañado... ¿Por elección, por carácter...?


Julián Lago: Creo que uno no es lo que quiere ser, sino lo que le deja la vida ser. Yo me sentí solo desde muy joven, me he sentido siendo niño solo, a los seis años, a los siete años... y siempre he sido solo porque es un sentimiento que se tiene aunque estés acompañado; evidentemente el sentimiento se vela y queda en un plano secundario, poco perdido, cuando tienes alguna pasión en la vida... para mí las pasiones en la vida han venido de manos del periodismo y de mano de las mujeres, y casi siempre unidas ambas cosas, periodismo y mujeres. Yo, la revista “Tiempo” la hice para ponerla a los pies de una mujer que no era periodista y a la que yo hice periodista y así te podría contar uno detrás de otro de los proyectos profesionales en los que yo he estado. Yo necesito vivir enamorado porque sino me siento muerto.


Pregunta: Qué hermoso. Realmente sin pasión poco podemos hacer en esta vida...


Julián Lago: Sin pasión, en realidad eres un zombie que se pasea... esta sociedad está llena de zombies y de hombres y mujeres y personas que no atreven a admitir que están solos... es una sociedad de grandes soledades y te tienes que plantear un día el por qué de esa soledad; por qué estás solo... probablemente tú tengas la culpa... pero si tú tienes la culpa y no te gusta estar solo... cómo puedes salir de esa soledad... y yo he salido de esa soledad íntima y destructiva de la mano de la literatura y de la creación.


Pregunta: Son quizá las mejores terapias...


Julián Lago: Desde luego son las que me han salvado... y es que yo creo que... de momento, el lenguaje, la palabra... y estos son los que nos diferencian sustancialmente de las manifestaciones y de las expresiones de los animales... yo amo inmensamente el lenguaje de siempre... para mí el lenguaje, entiendo que al lenguaje hay que acariciarlo, con un guante de terciopelo. El lenguaje nos hace sentirnos libres, nos hace sentirnos más uno mismo y en definitiva la palabra escrita, la palabra hablada es lo mismo... yo creo que... decía el poeta León Felipe “Quédate con la casa, la hacienda y la pistola, yo me quedo con el lenguaje de la tierra mía”... no es exactamente así, pero eso es lo que quería decir... que él se quedaba con la palabra... la palabra es muy importante...


Pregunta: ¿... Y por qué la maltratamos tanto?


Julián Lago: La maltratan mucho sí... sobre todo en los medios de comunicación... ahí se maltrata más que en ningún lado... tenemos un empobrecimiento muy grande debido a internet... internet nos está poniendo muy cerca de los demás pero nos está alejando mucho de nosotros mismos y creo que es un factor de destrucción del lenguaje. Tenemos cada día menos vocabulario, no nos importa tener cada día menos vocabulario y la gente ya se manifiesta en los mensajes como si fuéramos indios “yo querer comer patatas”...


Pregunta: Incluye una frase en el libro, una frase de Francisco Umbral que dice así “La buena literatura sólo es posible desde el resentimiento, desde el rencor” ¿es cierto?


Julián Lago: Sí. Yo creo que eso que dijo Paco Umbral es verdad. Los factores sentimentales y emocionales son capaces de crear literatura, lo demás... tú puedes escribir situaciones y paisajes pero la literatura te tiene que salir de las entrañas... y las entrañas una de las cosas que las mueven es el amor, el resentimiento, puede ser cualquier tipo de expresión emocional... sólo así... yo creo que hay mucho márketing en la literatura... hay un señor que se mete y dice treinta gramos de sentimiento, treinta gramos de poder político y otros treinta de poder social y dinero... y con eso hacemos una novela... y parece que el márketing funciona... pero yo escribo única y exclusivamente para al fin ser yo mismo... no escribo para otra cosa...


Pregunta: Estamos pues ante un oasis en un desierto en el que se escribe, se hace música... todo se elabora con el fin de crear un producto de cara a una venta masiva...


Julián Lago: Bueno, yo he sido de los que trabajaba para el consumo, para el gran mercado del consumismo y no me interesa porque ahora quiero sobre todo estar bien conmigo mismo y haber recuperado la verticalidad del ser, del individuo como persona... eso es lo más importante...


Pregunta: ¿Es difícil despertar de esta ceguera...?


Julián Lago: Nos deslumbran las luces de neón... nos deslumbran los grandes bienes de consumo... al deslumbrar a toda una sociedad... en fin... yo tengo mucha envidia a la gente que en su vida tiene un ideal, se entrega a los demás... yo tenía un amigo jesuita que murió en la universidad de El Salvador, por las guerrillas paramilitares y creo que es una muerte que merece la pena, una muerte a favor de los demás, de los desheredados, de los campesinos, de la gente sin tierra, de aquellos que proceden de la miseria... yo creo que al final parece que con mi libro lo único que quiero hacer es decir a la gente que muchos estamos solos y que a veces estás solo y no lo sabes... y nada mejor que hacer algo por los demás, nada mejor para abandonar esa soledad...


Pregunta: ¿Teme quizá que eso que pretende quede enturbiado por los nombres, famosos nombres y la información al respecto que se incluye en su libro?


Julián Lago: Yo creo que eso forma parte de mi vida, han estado ahí, han pertenecido a una escenografía en la que yo también formaba parte como protagonista y no los puedo borrar, es al revés, lo que quiero decir es que yo quiero ser un hombre nuevo y quiero recuperar determinados valores, determinados principios y determinada forma de vivir que no es la propia de esta sociedad tan tremenda y tan deshumanizada que hay, no me interesa lo que he sido... y si me interesa sólo es para no volver a serlo.


Pregunta: Hemos comentado que comenzó su carrera en “El Norte de Castilla” donde se especializó en el género de la entrevista. ¿Cuál es la fórmula para hacer una buena entrevista, para atrapar a nuestro interlocutor?

Julián Lago: Sí, me especialicé en el género de la entrevista y la caricatura. Las practicaba las dos por igual... y las hacía todos los días... La fórmula es ser humilde. Esto es lo primero, lo segundo intentar suscitar los elementos dinamizadores de la inteligencia emocional al interlocutor, de tal forma que cuando le haces la primera pregunta el interlocutor diga “Hombre, éste no me pregunta lo de los demás”... y después única y exclusivamente como los grandes banderilleros tirar del capote poco a poco, poco a poco... sin romper al interlocutor. Creo que el secreto de la entrevista es tener la conciencia de que es un género que hacen los dos y que cobra uno solo.


Pregunta: Realmente hermoso. Me ha recordado un consejo que un compañero me dio una vez. Me dijo que siempre que hiciera una entrevista comenzase con una pregunta que desconcertase al entrevistado, que lo sorprendiese...

Julián Lago: Es la que más cuesta. Es la única que uno tiene que llevar en la cabeza. La única, todo lo demás surge de escuchar la voz de la persona a la que entrevista e ir enlazando con lo que se va abriendo él poco a poco. Creo que no hay que producir ningún estado de violencia. La entrevista creo que es como entrar en una barca que va descendiendo por un río hasta la desembocadura. Tiene que ser sin grandes rápidos, pero tiene que tener un ritmo y una pausa y sobretodo un respeto muy grande al entrevistado que si no estuviera ahí no te podrías desarrollar tú como entrevistador.


Pregunta: Creo que a este libro “Un hombre solo” van a seguir algunos más, ¿no es así?



Julián Lago: Sí, ya me ha pedido el editor que escriba la segunda parte... no estaría mal un título así, a ver qué te parece “El gran seductor. Otras casi memorias”.

Sofía Basalo. Publicada en www.abpress.net

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