sábado, 4 de septiembre de 2010
... PATRICIA ESTEBAN ERLÉS. (Marzo 2010)
Llega la primavera y llega hasta nuestras manos el segundo libro de Patricia Esteban Erlés. Tras Manderley en venta, llega Azul ruso, editado por Páginas de Espuma. Un libro de cuentos envuelto en un color que nos invita a la nostalgia, a una tristeza que siempre nos reserva una ventana esperanzada y reconfortante.
Pregunta: Comentabas en tu blog que el día de la presentación de Azul ruso nos ibas a explicar por qué todo es tan azul y tan gatuno...
Patricia Esteban Erlés: ¿Quieres que me anticipe, eh? Es azul y gatuno a partes iguales. El título es “Azul ruso” que es una raza felina y corresponde a unos gatos que son realmente azules, que tienen el pelo de un gris azulado precioso y en el libro es azul y es felino, porque el azul es el color que predomina en muchos de los cuentos; hay un montón de pinceladas azules... quería que tuvieran un clima frío, un clima melancólico, en ocasiones muy triste, en otras no tanto... y creo que el azul es el símbolo perfecto, la gama cromática que mejor le iba... Es muy felino, porque hay muchos gatos en los cuentos, hay presencias felinas por todas partes, hay una mujer gato, hay una mujer que convierte en gatos a sus amantes, como si fuera una maga circe, pero más elegante... no los convierte en cerdos como los marineros de Ulises, sino que los convierte en gatos, hay gatos que simbolizan la pérdida de la inocencia, hay gatos que simplemente son testigos de catástrofes humanas... creo que está más que justificada, además creo que el gato es un animal muy literario, muy del gusto de grandes escritores que a mí me encantan... y también hay un homenaje a ellos en eso...
Pregunta: También encontramos un homenaje al cine, ya lo hiciste con tu primer libro “Manderley en venta”, pero aquí también encontramos algún que otro felino llamado Cary Grant...
Patricia Esteban Erlés: Sí, bueno... es que Cary Grant es mi ídolo, sí... me encanta... es un actor que siempre me ha parecido fascinante por cómo era capaz de hacer el personaje más seductor, más siniestro en ocasiones... por ejemplo en Sospecha interpreta a un personaje siniestro... también podía ser tremendamente divertido... tenía un registro muy amplio... es alguien que puede ser un hombre distinto en diversas ocasiones, y eso me parece muy enigmático; esa capacidad de ser todos a la vez, de tener tantas facetas... y es un galán de cine clásico que por otra parte, es el cine que más me interesa, porque lo he mamado desde muy niña y he seguido fascinada con él... y creo que es el cine que mejor le va a mis relatos porque me ayuda a crear atmósferas muy definidas, muy inquietantes, muy en blanco y negro... y eso me atrae muchísimo...
Pregunta: Siguiendo con esas atmósferas, comentabas que denominaste de ese modo a tu primer libro porque todos los cuentos transcurrían en una casa, con una atmósfera sombría y en “Azul ruso” también encontramos una casa con escaleras de caracol... muy de Hitchcok...
Patricia Esteban Erlés: Sí, la casa de “Azul Ruso” del cuento llamado así, que creo es el eje que vertebra todo el libro, es también el cuento más extenso y desde luego es una historia de interiores, es una historia donde el hechizo, la magia, es una especie de ratonera, una especie de escalera de caracol a la que van a parar unos cuantos incautos a los que su inquilina convierte en gatos... les reserva un destino, cree que mejor que el que les espera como seres humanos y al final eso se vuelve en su contra... Me parece muy interesante el tema del espacio, de trabajar el espacio como prolongación del personaje, tiene que ser una especie de alter ego en el mobiliario, en el color de las paredes, en cada objeto que destacas... y se establecen relaciones muy diferentes en un espacio y en otro... Me interesa mucho cómo se trabaja en el cine, los decorados, la atmósfera que se crea... y en literatura, creo que también es importante...
Pregunta: ¿Y cuando los personajes no existen, como en “Hungry for your love” el final es asombroso...?
Patricia Esteban Erlés: Sí... lo que pasa es que yo pienso que todos somos un poco fantasmales en la vida de los seres con los que hemos compartido experiencias; creo que tenemos una gran facilidad para volatilizarnos y convertirnos en espectros... aún siendo entes corpóreos, aún siendo seres con nuestra masa corporal bien definida, creo que es fácil que el olvido, la muerte, el paso del tiempo, la distancia, nos convierta en fantasmas y es algo que me interesa mucho, cómo nos resulta difícil al cabo de unos años recordar la cara de alguien que ha sido muy importante, o el tono de voz, o de repente encontramos algo suyo y tenemos una impresión muy fuerte porque es como que esa persona vuelve a nuestra vida... Me resulta muy interesante, me parece muy real y me parece que en literatura da mucho juego...
Pregunta: Desde luego que sí; hablabas también de los cuentos repletos de melancolía, aunque en algunos el final es muy esperanzador, como el de ese superhéroe tan vulnerable...
Patricia Esteban Erlés: Sí.. y tan escatológico (risas)... Al final también me interesa que queden puertas abiertas, que quede alguna ventana abierta por la que se cuele algún rayo de luz y de esperanza, creo que la tristeza está en nuestra vida y tenemos que aprender a valorarla como un componente más, porque sino, no existiría la alegría como contrapunto a ella... y creo que el momento de cambio, muchas veces viene acompañado de tristeza, el momento de los grandes cambios en la vida de las personas tienen que ver con la tristeza, es la puerta, es la antesala a que nos puedan ir las cosas mejor o todavía peor, en cualquier caso, el personaje que mencionas, Superwind” sí me parecía... es un personaje que ha perdido casi al mismo tiempo la fe en sí mismo, en lo que es capaz de hacer y en el amor y me parecía bonito pensar que para él también había una persona o una superheroína adecuada, que estaba al otro lado de la puerta... Abrir la puerta, en ese cuento, tiene un valor también simbólico, porque significa el paso de la luz y de la esperanza...
Pregunta: ¿Por qué la melancolía es un estado de ánimo flatulento?
Patricia Esteban Erlés: (risas) Bueno, tengo la sensación de que la melancolía es una tristeza que se mira mucho el ombligo, es una tristeza que no te deja incorporarte y te deja a veces en un estado fetal, tumbado encima de la cama, mirando el ombligo muchas horas al día y sin parar, es de las que empachan... hay tristezas que no producen gases, hay tristezas que son etéreas, que son estéticas, que son incluso agradables... no creo que esté mal sentir tristeza a veces, pero la tristeza que se regodea y que se alimenta de tristeza, al final es flatulenta...
Pregunta: Creo que desde el principio de tu carrera literaria te decantaste por los cuentos...
Petricia Esteban Erlés: Sí, porque me da mucha rabia que sea un género, aún considerado por sectores importantes de la crítica y de los medios de comunicación como un género menor... e incluso los escritores a veces... mira, me doy cuenta a veces que los “cuentistas” vamos pidiendo un poco disculpas por dedicarnos a esto y yo creo que no es un hermanos menor ni disminuido físico de la novela... No es una novela mutilada, ni es menos valioso ni entraña menos trabajo o es fuerzo que una novela... y creo que a veces exige mucho más, es un reto escribir un relato que con menos espacio, con menos páginas, tengas que envolver al lector y hacerlo vivir en esa historia y en ese mundo que has creado, y me parece algo precioso cuando se logra... por eso, como lectora he disfrutado muchísimo y lo sigo haciendo con cuentistas, aunque me encanta la novela, la poesía, otros géneros... pero sí creo que tiene un plus el cuento y me interesa mucho...
Pregunta: También te dedicas a la docencia, eres profesora... A la hora de impartir clase a tus alumnos, a la hora de impartir talleres literarios, ¿Se requiere una técnica mayor, más precisa a la hora de escribir relatos cortos?
Patricia Esteban Erlés: Para escribir un cuento, creo que uno tiene que tener un espíritu de contención muy acusado, porque a cada momento tienes que tener en cuenta que el tiempo y el espacio juegan en tu contra. Un cuento ocupa ocho páginas, una novela puede tener ocho páginas, diez... A partir de veinte no sé si lo consideraría un cuento... Una novela, puede tener mil páginas... Ya sabes que hay algunas que si las llevas en el bolso te puedes lesionar la espalda... Entonces, a la hora de escribir es un poco lo mismo; a la hora de escribir un cuento, cada palabra tiene que estar seleccionada con un rigor muy grande, un adjetivo te puede definir a un personaje; en la novela, para definir a un personaje puedes tener a tu disposición dos páginas, puedes decir cómo tiene el pelo o qué le gusta comer... el cuento te exige un mecanismo de precisión, de intensidad y la novela... a la hora de explicarlo es muy difícil que los alumnos entiendan que no se puede contar todo lo que uno quiere contar, sino que tiene que hacer un proceso de selección y ponerse a dieta todo el rato al escribir.
Pregunta: También se dice que la verdadera pericia de un autor literario es contar mucho en muy poco espacio, o con pocas palabras...
Patricia Esteban Erlés: Hombre con pocas palabras, frases cortas... Personalmente, soy de periodos largos. Me gusta mucho jugar con el lenguaje, me interesa mucho crear belleza, lo intento al menos, con lo que escribo... y creo que la belleza exige complicación, casi como la claridad exige brevedad en muchas ocasiones, la belleza gusta de lo alambicado... y a mí, al menos, es el tipo de belleza o de lenguaje que me interesa cultivar. Creo que aún así, cualquiera que se pone a escribir aunque no lo haga con frases cortas y le guste como a mí, meterse en líos, lo tiene complicado; es siempre un reto, un desafío siempre, enfrentarte a un lector que tiene su propia construcción del mundo, su propia manera de ver las cosas, intentar comunicarle la tuya y compartir ese momento; que haya una especie como de mundo paralelo, en el que tú y ese lector os encontráis y estáis viendo justamente lo mismo... No sé, casi me parece un proceso alquímico, me parece magia que eso pueda llegar a ocurrir.
Pregunta: Has comentado que te molesta que los cuentos sean considerados como un género menor; Personalmente no lo creo, pero no sé si es quizá un género minoritario...
Patricia Esteban Erlés: Creo que sí, creo que desgraciadamente sí. Creo que hay muy buenos lectores de cuentos, creo que hay gente aficionada al cuento, pero es que desde el punto de vista comercial el lector se lo piensa... creo que a veces hay una consideración de la literatura casi al peso... y piensa uno “si me llevo esta novela por 20 euros...” tiene la sensación de que está pagando menos por una historia más larga y por eso sale beneficiado... porque la relación con los personajes también es más larga... Creo que el cuento tiene muchas ventajas, no tiene porqué ser enemigo de la novela, sino que es un género paralelo a ella, diferente si quieres, pero que tiene también sus alicientes y son muchos. Creo que el cuento te traslada una historia en pocas páginas, y puedes sumergirte en muchas historias diferentes en un solo libro, puedes leer un cuento cuando tienes menos tiempo para leer y por tanto te puede resultar más fácil que una novela... Pero en cambio sí nos cuesta y me duele, porque hemos tenido una tradición cuentística importante, en el S.XIX y principios del S.XX, los cuentos se publicaban en los periódicos, eso ahora es casi impensable. Grandes novelistas y novelistas de textos muy extensos como Pérez Galdós, Clarín o Emilia Pardo Bazán, publicaban sus cuentos en periódicos y eran como válvulas de escape que tenían... con lo que, el cuento no tiene porqué ser cultivado solo. No tienes porqué ser cuentista o novelista, puedes ser ambas cosas, pueden ser facetas diferentes, y creo que deberían estar vistos como géneros compatibles comercialmente... Pero es cierto, en los periódicos no se publican cuentos, y si lo hacen son por encargo y lo hacen a gente conocida, pero que a lo mejor no trabajan el cuento habitualmente y tampoco son los que cabría esperar, es complicado...
Pregunta: Como decíamos anteriormente, el primer libro lo situaste en “Manderley” de ahí su título. ¿En qué mansión cinematográfica situarías las historias de Azul Ruso?
Patricia Esteban Erlés: La casa de Azul Ruso, es una idea que estuve barajando mucho tiempo y que no encontraba la manera de contarla, quizá porque me faltaba el espacio y eso era muy importante. El caso es que me gustaría, ya me parece fantástico que te recuerde a alguna película de Hitchcok porque soy muy fan, me parece genial lo que hacía con el terror, el miedo controlado que nos hacía pasar y cómo era capaz de convertir un cuchillo de cocina en un arma mortífera... en fin, todo... Pero, en el caso de Azul Ruso, donde yo lo situaría, la casa que me dio la pista por dónde conducir el cuento, fueron unas fotografías que encontré a través de internet, buscando escaleras de caracol, de una casa en Praga, un patio pintado de verde esmeralda, en Praga... Saqué varias fotos de ese lugar y a partir de las fotos de ese patio y de las escaleras de caracol, comencé a imaginar los interiores...
Pregunta: ... Verde como la criptonita...
Patricia Esteban Erlés: Sí... que es un símbolo de mi generación que abogo por recuperar, al igual que el rosco del UHF, los anoraks y los pasamontañas... creo que muchas de las personas que ahora tenemos entre treinta y cinco y cuarenta y tantos años, fuimos a ver Superman al cine, y nos quedamos encandilados con esa piedra color verde esmeralda que lo convertía en fosfatina al pobre... Superman ha sido también un símbolo trágico, por lo que le pasó después al actor que lo interpretó, Christopher Reeve... y sí, es una nostalgia compartida, una época de revival que estamos viviendo que me interesa recuperar...
Pregunta: ¿En esta sociedad puede todavía haber alguien que crea en otra persona que como sí mismo se muerde las uñas?...
Patricia Esteban Erlés: Ah... eso es muy bonito... eso me encantó, es un comentario que me dejo una chica en el blog... Mira, eso me parece una de las claves del libro. Pese a todo el elemento fantástico que hay, o irreal... pese a toda la “ida de olla” que se me pueda achacar... creo que los cuentos tienen una base muy real, tienen una vitalidad si quieres, una capacidad de transmitir al lector (y es lo que he querido) que ellos habían pasado por esa misma situación... y de ese cuento, de “Criptonita” que alguien te diga “yo también me muerdo las uñas y he querido encontrar a alguien que también se muerda las uñas... en encontrar a un chico (o a una chica) que se las mordiera como yo”... pues creo que ésa es la esencia del cuento... El cuento está basado en la búsqueda de una persona que no encuentra a la persona que quiere, que le gustaría compartir su vida con ella y que lo basa todo en eso, en que sea alguien que se muerda las uñas... es como una pista, una señal, que te lleva a encontrar a semejantes...
Sofía Basalo. Emitida en Copemadrid 2.
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