domingo, 19 de septiembre de 2010

... JAVIER SIERRA (Julio 2008)



La última novela de Javier Sierra, “La Dama Azul”, navega por las extrañas aguas de los fenómenos místicos, las mal llamadas casualidades y la existencia de una extraña quinta columna que controla nuestro mundo desde dentro. Javier Sierra es un periodista de investigación que ha recorrido ya medio mundo en busca de respuestas a algunos de los grandes enigmas que rodean la humanidad. Hemos querido charlar con el autor de esta fantástica novela, hemos querido caminar a través de las cuatro perspectivas desde las que Javier Sierra nos habla de La Dama Azul y de sus misterios:

Pregunta: “La Dama Azul” nace de una historia real que ha investigado a lo largo de bastante tiempo. ¿Cuánto concretamente?

Javier Sierra: Mi primer contacto con la historia de La Dama azul se remonta a 1991, ya hace unos cuantos años. Yo por aquel entonces era un jovencísimo e inexperto periodista que estaba apasionado por los misterios y por los asuntos sin resolver tanto históricos como científicos y en uno de mis viajes, como reportero, llegué por azar, unas circunstancias bastantes particulares a un pueblecito que está en las faldas del Moncayo, en la provincia de Soria que se llama Ágreda, donde se venera desde hace mucho tiempo la figura de una monja de clausura, llamada Sor María de Jesús que vivió en la época de Felipe IV y que pese a haber estado toda su vida desde que era muy niña, hasta su muerte en 1665, encerrada entre los cuatro muros de su convento, se le atribuyó la evangelización de Nuevo México, Arizona y Texas a 10.000 kilómetros de distancia, gracias a que poseía un don del que casi nadie en nuestros días habla, que es el don de la bilocación, el poder estar en dos lugares a la vez. El caso es que al poco de estar en aquel pueblecito, también por esas casualidades extrañas que tiene a veces esta profesión, mi director entonces, de la revista Más Allá, me envió a Nuevo México a cubrir la información de un congreso que nada tenía que ver con monjas bilocadas ni con misterios del barroco, pero claro estando en Nuevo México, continué con mi investigación y así desde 1991 hasta prácticamente antes de ayer, he estado implicado en esta investigación, recogiendo información de todo tipo y muy fascinado con ese misterio de la bilocación, el saber si alguien es cierto que puede estar en dos lugares a la vez o no y lo que sabemos es que por lo menos los físicos, los físicos de vanguardia, los llamados físicos cuánticos, sí admiten que hay partículas en la materia que pueden estar en dos y hasta en más lugares a la vez...

Pregunta: Lo que nos cuenta se parece mucho a la historia que vive “Carlos” en esta novela. Supongo que en él hay mucho de usted, aunque no sé hasta que punto, ¿también son suyos los dilemas morales y esa búsqueda de ese algo más allá?

Javier Sierra: Sí que va conmigo. De hecho, si decidí escribir la novela desde varios puntos de vista e intercalar capítulos basados o fundamentados en la época histórica en la que tuvieron lugar los prodigios de La Dama Azul y parte en nuestros días, es porque tenía la necesidad imperiosa de contar cómo había llegado yo a Ágreda, cómo me había implicado en un caso como éste, tan peculiar y tan insólito y desde luego refleja muy bien lo que eran mis inquietudes morales, yo soy de una generación joven, de escritores, de personas. Nací en 1971 y aunque nací, crecí y me educaron en la religión católica, la vida moderna te va alejando de este tipo de preguntas trascendentales hasta que en un momento determinado, yo creo que a todos nos pasa, que sentimos cierto vacío existencial y queremos que nos respondan a esas preguntas existenciales, que son tan sencillas como de dónde venimos y tan difíciles de responder... y a dónde vamos... así que... forma parte de ese espejo que es casi toda novela respecto de sus autores.

Pregunta: Esas preguntas “A dónde vamos, de dónde venimos”... tienen posibilidades distintas de repuesta. Hay quien la busca en la religión, hay quien duda de la fe y hay otros que buscan la explicación en la ciencia... todo esto lo recoge en la novela...

Javier Sierra: Sí, porque yo creo que igual que hicieron grandes pensadores en la Edad Media, en el Renacimiento y también en la Ilustración... creo que no hay ninguna respuesta desechable, es decir, no hay por qué descartar la religión como una vía de respuesta a las grandes preguntas y por supuesto, no hay que descartar la ciencia u otras vías de conocimiento. Lo ideal, lo inteligente, lo que nos diferenciaría de una visión dogmática y apriorística de la realidad es escucharlo todo y tomas aquellas cosas que digamos nos van aportando esas respuestas, que muchas veces son respuestas del sentimiento, son respuestas íntimas, que muchas veces son intransferibles... yo con “La Dama Azul” lo que he pretendido ha sido transferir esas respuestas y desde luego, volcar en mis lectores algo que creo que es fundamental, para vivir, para VIVIR con mayúsculas, que es tener esa curiosidad innata por todo y salir a buscar respuestas por uno mismo. Creo que eso es muy importante.

Pregunta: Cuando comentaba anteriormente que la física puede dar una respuesta al don de la bilocación. Cuando se encuentra esa respuesta que viene dada por la ciencia, ¿no se puede producir quizá una cierta desilusión, una cierta frustración?

Javier Sierra: No, en realidad no, porque lo que encontré en esa aportación científica que hasta ahora sólo permite explicar o por lo menos trata de interpretar por qué hay partículas elementales en los estadios mínimos de la materia que pueden estar en dos ó tres o incluso en cincuenta lugares a la vez... esa respuesta lo que hace es confirmarme, fíjate, un viejo conocimiento egipcio; yo soy un apasionado también de la cultura egipcia y los egipcios pensaban que su tierra, la tierra del país del Nilo era un reflejo exacto de lo que había en el cosmos y algunos llegaron a formular la verdad o el adagio de que todo lo que hay ahí arriba tiene un reflejo exacto de lo que hay aquí abajo y todo lo que hay allá mucho más abajo tiene un reflejo exacto en nuestro nivel. Eso que es una enseñanza antiquísima al que llaman el principio Hermético y que tiene no menos de cuatro mil años, está perfectamente reflejado en estos descubrimientos de la física, así como es arriba, es abajo... pues así como es en las partículas elementales puede ser en una mística del siglo XVIII o puede ser en un grupo de espías psíquicos durante la guerra fría en Washington en los años 70.

Pregunta: Sin duda todo autor escribe para vender, para ser leído, para compartir aquello que quiere contar. No sé si la forma de contar que se refleja en “La Dama Azul” tiene ese objetivo, o quizá provocar que el lector que se adentre en esta historia quiera saber más de ella y de una forma rápida... sin duda, desde las cuatro perspectivas a partir de las que nos cuenta este misterio, cuatro perspectivas enlazadas entre sí... nos provoca (hablo como lectora) la necesidad de saber más... desde luego si ése fue el objetivo, lo ha alcanzado al cien por cien...

Javier Sierra: Sí, fíjate que la respuesta a eso es muy difícil, porque yo escribí la historia que necesitaba contar, pero cuando elegí cuatro puntos de vista en líneas temporales distintas que se van mezclando y van dando una visión de conjunto coherente, no estaba eligiendo precisamente la fórmula del Bestseller o la fórmula del libro aparentemente sencillo de seguir y sin embargo, el resultado creo que ha sido muy convincente en el sentido de que le aporta al lector una visión poliédrica desde distintos puntos de vista de la realidad. De alguna manera es como si estuviera invitando al lector a bilocarse también a presenciar la historia desde distintas ópticas y a tener una visión casi de divinidad sobre lo que ocurre, una visión casi omnisciente. Por otro lado, quiero comentarte que el libro concluye con una serie de apéndices donde reproduzco algunos documentos que son históricos. Traduzco por ejemplo tres páginas del llamado “Memorial de Benavides” que es un documento de 1630, en el que un franciscano, el encargado de la cristianización de Nuevo México, en la época de la conquista, muestra su estupefacción porque los indios de las regiones en torno al Río Grande, le pidieran el bautismo después de que se les manifestara una misteriosa Dama Azul, que más tarde ese mismo fraile que escribió estas páginas, identificaría con Sor María Jesús de Ágreda y también reproduzco un recorte de prensa, un viejo recorte de prensa, del año 1972, publicado por el diario del Heraldo de Aragón de Zaragoza, en el que se habla de una máquina para obtener imágenes y sonidos del pasado que fue desarrollada por el vaticano en los años 50, y que un monje benedictino cometió la indiscreción de comunicar o de comentar a un periodista... pues, esa indiscreción que es uno de los pilares del libro, una de las tramas como antes has dicho, está basada en hechos reales, en hechos que aparecieron en la prensa en su época y he querido aportar también ese pequeño desconcierto al lector, para que cuando termine de leer una novela se haga la pregunta fundamental en toda obra, de esta naturaleza... de hasta qué punto esto es real... o es sólo el fruto de una imaginación calenturienta y la respuesta es muy sencilla... es más real de lo que uno puede imaginar...

Pregunta: Yo no sé si quizá, porque es más real de lo que uno puede imaginar, en ese momento, la iglesia no quiso beatificar ni ha querido proclamar santa a esta Dama Azul, a Sor María Jesús de Ágreda, que hoy en día tan sólo es “Venerable”...

Javier Sierra: Bueno, no ha querido proclamarla santa más por un problema burocrático que por un problema real, me explico, Sor María Jesús de Ágreda fue una brillante pluma del Siglo XVII, yo creo que incluso a la altura de las plumas místicas de aquel tiempo, veneradas aquel tiempo, como Santa Teresa o San Juan de la Cruz, dejó muchos escritos y uno de ellos, el fundamental, se titula “Mística Ciudad de Dios”; es una vida de la Virgen que según ella contó, le fue revelada por la propia Virgen. Esa palabra, decir que le fue revelada, que fue poco más o menos, dictada por la virgen desde el cielo, es lo que le valió inmediatamente el recelo del Santo Oficio, que además descubrió que en el libro, se defendía el dogma de la inmaculada concepción. Se defendía la idea de la inmaculada concepción, que en aquel tiempo no era dogma... fue dogma a partir del siglo XX... y eso generó que el libro fuera condenado durante unos meses en el índice de libros prohibidos que hizo también que los procesos de beatificación de esta monja en Roma, se ralentizasen hasta el punto en que hoy en día, estando en una situación un poco letárgica... a los papas desde la época de la monja de Ágreda a nuestros días, les ha dado un poco de pereza reabrir un expediente que es enorme, inmenso, aunque milagros para apoyar esta beatificación y razones de naturaleza teológica para respaldarla le sobran...

Pregunta: He leído en varias páginas webs que en su libro hay una buena película ¿Te atrae la idea o según el resultado de algunas aventuras no tanto...?

Javier Sierra: Yo con este libro son muy providencialista, creo que hay una buena película, pero tiene que hacerse con una sensibilidad muy especial y tal vez, pronto haya noticias porque yo recibo de tanto en tanto propuestas de directores, de actores para llevar esta novela al cine y hace pocos días me llegaba una carta de una actriz norteamericana que vive en estos momentos en Nuevo México y que estaba interesada en adquirir los derechos... no sé, a ver qué pasa... me atrae la idea por un lado y por otro también me asusta, porque ya sabes que no hay visión más poderosa que la literaria... cuando el lector es el que le pone cara a los personajes y no lo hace el celuloide, no trabaja por ti el mundo audiovisual...

Sofía Basalo.

Emitida en Cope Madrid 2 y publicada en www.abpress.net

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