sábado, 7 de noviembre de 2009

... FLAVIA COMPANY (Marzo 2009)






Flavia Company Navau nace en Buenos Aires, aunque reside en España desde hace diez años. Escritora por vocación, no puede “no escribir”, atesora en su currículum títulos como “Querida Nélida”, “Ni tú, ni yo ni nadie” o “La mitad sombría”. Acaba de presentar su última aventura literaria, un libro de cuentos unidos por un estado, una forma, un momento vital que hace estar a sus protagonistas “Con la soga al cuello”. Cuentos esperanzados, cuentos que quizá nos pueden impulsar a hacer de nuestra vida algo verdaderamente extraordinario, cuentos en los que más de uno podrá verse reflejado. Hemos hablado con la autora de estas 19 historias, de estos 19 momentos visagra editados por Páginas de Espuma:


Pregunta: ¿Vivir es una heroicidad?

Flavia Company: Sin duda alguna, creo que precisamente en “Con la soga al cuello” lo que se pretende es mostrar hasta qué punto las personas que vivimos en nuestras rutinas, en nuestra cotidianeidad, en nuestro día a día, cometemos cada día la heroicidad de superarlo y de superar los malos momentos y las adversidades, desde luego que sí.

Pregunta: Comentas que en tu libro has querido señalar y poner sobre la mesa a todos esos héroes que pasan desapercibidos y quizá son los auténticos héroes...

Flavia Company: Desde luego que sí. Son los grandes héroes. Cuántas veces nos hemos preguntado respecto a personas que conocemos o incluso a nosotros mismos cuando nos hemos enfrentado o nos hemos visto obligado a afrontar una situación difícil, cómo somos capaces de pasar por esto, cómo es posible que lo superemos, cómo es posible que aquella persona que conocemos sea capaz de seguir viviendo tras lo que ha vivido, de lo que ha sufrido... en ese sentido creo que las grandes heroicidades se encuentran a nuestro alrededor, se encuentran en el hecho de que el ser humano es capaz de lo mejor y de lo peor y siendo capaz de todo ello, es al mismo tiempo capaz de ser solidario, de seguir amando, de seguir preguntándose... y en ese sentido los seres humanos, con perdón, somos admirables...

Pregunta: El libro se llama “Con la soga al cuello” y leyendo algunos de los cuentos, de los relatos, me da la impresión de que quizá vivimos, siempre, con una soga al cuello, y que quizá podemos sobrevivir a ello porque no somos conscientes, porque no nos paramos a pensarlo... pero la soga nos acompaña a cada paso... quizá si lo pensáramos no seríamos capaces de continuar...

Flavia Company: Sí, lo que ocurre es que fíjate, por suerte, si comparamos la vida con una soga, con diversos nudos corredizos, esos nudos a veces se aprietan tanto que llegan a ahogarnos, pero es cierto que en otras ocasiones, por suerte, esos nudos están todavía lejos, están distantes de nuestro cuello y nos dejan respirar con calma y es en ese contraste cuando somos de nuevo capaces de tomar aliento y seguir adelante, porque lo que es verdad es que si estuviéramos siempre ahogados, si estuviéramos siempre limitados por una serie de situaciones muy adversas es posible que tuviéramos la tentación de claudicar... pero en cualquier caso es verdad que la vida tiene unos vaivenes... y en es en esos vaivenes cuando demostramos nuestra capacidad de aguante y por otra parte, fíjate que hasta cierto punto la vida es un vaivén entre los momentos aquellos en los que tenemos lo que deseamos y por tanto somos lo que deseamos y aquellos momentos en que tenemos lo que nos toca y somos los que somos... porque delante de lo que a uno le toca, de lo difícil, de lo adverso uno es el que es, no el que se inventa, el que le gustaría... es el que puede, en momentos de crisis, uno es el que puede, el que saca fuerzas de donde sea...

Pregunta: Y el que descubre cómo es realmente... porque hasta ese momento no lo sabemos...

Flavia Company: Exactamente... a mí me interesa mucho el tema de la identidad y en este libro de cuentos, es uno de los temas claves, uno de los temas muy importantes... plantearse cuándo es el momento en el que uno se conoce más a sí mismo... cuándo es el momento en que uno es capaz de demostrar a los demás y a si mismo y ser vulnerable ante los demás, porque cuando tú eres quién eres, no te adornas, no te pones florituras ni maquillajes, cuando eres quien eres, eres también más vulnerable ante los demás y en ese sentido compartes más y eres capaz de compartir una intimidad precisamente que es tan difícil de compartir en la mayor parte de los casos...

Pregunta: Has comentado que a pesar de la dureza de algunos relatos, éste es un libro lleno de esperanza... pero por ejemplo en el relato “Azulejos” ¿Dónde está esa esperanza?

Flavia Company: Es difícil hablar de esperanza cuando a uno le diagnostican una enfermedad incurable o en cualquier caso terminal, sin embargo creo que la esperanza está en la capacidad de reconocer lo que uno ha vivido, y la capacidad de ver lo bueno de la vida, es decir, la capacidad de darse cuenta de que lo importante es haber vivido fiel a nuestros principios, fiel a un amor, fiel a una ilusión... en el hecho de saber que uno ha disfrutado de la vida y que la ha vivido según su manera, según sus principios sin intentar hacer felices sólo a los demás, sino también intentando hacerse feliz a sí mismo y en este caso, el cuento de “Azulejos”, si bien es verdad que es descarnado en ese sentido, porque encontrarse con un diagnóstico duro desde el punto de vista médico es difícil, también es verdad que hay una cantidad de amor... impresionante y esa capacidad de compartir lo difícil, de tirar adelante, a pesar de todos los pesares yo creo que ahí está la esperanza... ¿la esperanza de qué? La esperanza de que el ser humano no se hunde o no se vuelve miserable por el hecho de sentirse ante situaciones adversas, siempre pensamos que lo adverso nos convierte en los peores y no es verdad; lo adverso muchas veces nos convierte en los mejores...

Pregunta: Sí, quizá lo que nos convierte en los peores, en algunos casos es la felicidad, como en el cuento “El jardín”...

Falvia Company: Perfectamente...

Pregunta: Es casi más triste ver que esa soga puede venir por la felicidad, por conseguir lo que hemos conseguido y soñado...

Flavia Company: Me gusta mucho que comentes ese caso, porque es cierto, los nudos corredizos que a veces nos ahogan no son siempre aparentemente malos, a veces, sólo el hastío, la sensación de “lo tengo todo” y ese tenerlo todo... y ¿qué pasaría si...?... esa sensación de “la vida no puede ser esto, porque si ya lo tengo todo es que estoy muerta”... tenemos la tentación de destruirlo para ver qué pasa o en cualquier caso para ver si sentimos algo... porque lo que es duro en esta vida es vivir con la sensación de que uno no está sintiendo nada y de que no está evolucionando ni cambiando ni preguntándose ni nada de nada...

Pregunta: Quizá lo que afloja un poquito esos nudos es la capacidad para ilusionarnos a pesar de todo...

Flavia Company: Es obvio que el deseo forma parte, una parte principal de la vida... a mí me parece y en algunos casos de este libro se deja ver claro que la ilusión, el deseo, el instinto el afán de superación son algunos de los elementos nos mantienen en vilo... es precisamente una expresión a la que se da valor... para seguir adelante, para superarnos, para ser mejores en realidad, por tanto sí, en ese sentido totalmente de acuerdo...

Pregunta: He leído que estos 19 relatos, cuentos, quizá no todos, si están contigo desde 2001...

Flavia Company: Es cierto. La cuestión es que los libros de cuentos, no los escribo, no son cuentos acumulados, sumados, durante un tiempo... sino que son, de algún modo, libros unitarios que surgen de una intención, idea, concepto, voluntad, un deseo, un objetivo... en ese sentido se parecen a las novelas; si bien es verdad que en las novelas hay una serie de personajes que comparten una historia, en mis libros de cuentos hay una serie de personajes que comparten un concepto, una manera, una idea, una forma... en este caso, el estado éste de estar con la soga al cuello... lo podemos definir también como un momento visagra, un momento de estos en que estás a punto de cambiar de rumbo... estás en un estado, una situación irremediable a la que debes enfrentarte de una manera inmediata... un estado en que te cambia el rumbo e inmediatamente cambias esa dirección... y te vas hacia otro lado... esa visagra es la que une a todos los personajes... es cierto que no están unidos por una sola historia pero en cambio están unidos por una manera, por esa humanidad que se duele, que se resiente de la adversidad y que debe enfrentarse a ella... entonces, yo tardo mucho tiempo en escribir mis libros de cuentos porque a la manera de las novelas, tienen este nexo que sea más difícil, porque claro, uno no se pone a escribir cuentos en serie... a lo que salga... pues no, porque como comprenderás, imagínate, con la soga al cuello es la destilación de una serie de historias porque había escrito bastantes más, he descartado unas cuantas, algunas las he tenido que corregir de manera cansina casi, para conseguir el resultado que yo considero que debía tener que es un resultado destilado, sintético... si te fijas hay muy poco adorno en este libro... es un libro muy austero, en el mejor de los sentidos.

Pregunta: Un proceso largo, estudiado, incluso tratado con mucho mimo... para no demasiados lectores... ¿es cierto que no hay demasiados lectores de cuentos?

Flavia Company: Sí los hay... lo que pasa es que están ocultos (risas) Sí hay lectores de cuentos, lo que pasa es que hay una perversidad en el sistema del mercado editorial actual en el que hay pocas editoriales que editen con dignidad y entusiasmo libros de cuentos, casi te diría que muchas editoriales, sobre todo las grandes, editan los libros de cuentos que, de vez en cuando, escriben sus autores entre novela y novela, para que no se les escapen de la editorial... pero los editan con muy poca ilusión... los editan como el mal menor de esos autores que publican normalmente novelas... pocos son los casos en los que los libros de cuentos que están editados como merecen a la altura de la novela, del interés que tienen y por ejemplo, claro para cualquier autor es un lujo publicar en una editorial como “Páginas de espuma” en la que el cuento no sólo es tratado como lo que merece, sino que es tratado de manera única y específica, porque es una editorial de cuentos... entonces, creo que los lectores existen lo que pasa es que no les llegan los libros de cuentos, porque en los tiempos en que vivimos en que todos estamos apurados, con prisas, en que vivimos estresados, qué mejor que un libro de cuentos, que te permite leer durante unos minutos, tal vez media hora, tal vez quince minutos... una historia completa que te da lo que da la literatura, reflexión, la compañía en instantes que no merecen o no necesitan esa tremenda concentración que necesita la novela, puesto que el trabajo que hace la memoria con la novela es mucho más grande... son textos que se pueden leer, fíjate en el metro, antes de irse a dormir o incluso en el lavabo ¿por qué no? Donde tú quieras... son momentos de recogimiento que uno puede tener breves, instantes... creo que sí, existen lectores de cuentos lo que ocurre es que el mercado editorial dificulta el contacto entre los lectores y los libros.

Pregunta: Comentas que quizá estos libros no llegan a los lectores, ¿No debería también, el público, buscar estos libros, poner de su parte un poquito para que la comunicación sea fructífera?

Flavia Company: Sin duda alguna y de hecho los lectores de cuentos buscan ¿no? Buscan y encuentran porque hay cuentos maravillosos en este mundo... libros de cuentos de una potencia que muchas novelas querrían para sí mismas... ahora estamos viviendo en un momento en el que creo que los libros de cuentos además se están moviendo en otro ámbito, que es el ámbito de los blogs, internet, en el que las recomendaciones de los libros están pasando por otro lugar distinto al habitual... los suplementos de libros quizá no tengan el ascendente que tenían antes y ahora hay ciertos “lobbies” creados en los blogs que hacen que se pongan en contacto lectores con intereses comunes y entre los que los libros de cuentos están en un buen lugar... de manera que confío en que finalmente en este país nuestro se llegue a tener la conciencia de que los cuentos ofrecen no menos que las novelas, en cualquier caso, y muchas veces más como tienen claro muchísimos países de Latinoamérica o por ejemplo Estados Unidos, también.

Pregunta: Hablando de blogs, en el tuyo escribes que a veces te duele que te haya tocado se escritora y que es injusto...

Flavia Company: (risas) Es verdad, es que lo de escribir es muy duro, a veces, entonces, cuando una se da cuenta de que dedica todo su tiempo libre a ganarse la vida para poder seguir escribiendo... todo ese tiempo libre que los demás, los amigos de una, dedican al cine, al teatro, a charlar, a las cenas, a irse de copas... a veces es verdad que cuando dedicas esos ratos a trabajar, a ganarte el dinero para seguir escribiendo... piensas “¿Y si yo pudiera no escribir?” pero realmente yo escribo porque no puedo “no escribir”... si pudiera “no escribir” no escribiría... a veces es una condena, en otras ocasiones, la mayor parte afortunadamente, es un placer y un privilegio, porque los momentos en los que una tiene la sensación de haber escrito lo que quería y de la forma en que quería hacerlo son impagables... es algo... es una delicia... es un privilegio, es cierto...

Pregunta: ¿Es complicado hallarse en ese instante en el que sientes que has escrito lo que querías y del modo que querías...?

Flavia Company: Sí, claro... es cierto que es difícil, además fíjate que yo por ejemplo que dejo mucho tiempo los libros en el cajón, siempre tengo miedo de, al cabo del año, más o menos, que es cuando vuelvo a releer el libro antes de llevarlo a la editorial, tengo miedo de encontrarme con algo inesperado... es decir, cuando termino los libros pienso que están muy bien, entonces los guardo en el cajón y al cabo de un año tengo miedo de encontrarme con el fantasma de lo erróneo, lo equivocado que no aporta nada... cuando ocurre eso, lo tiro a la basura y cuando no, es cuando me alegro y entonces empiezo a trabajar el libro para llevarlo a la editorial... empieza el tiempo de corrección, de destilación... esos momentos son muy bonitos... es decir, te puedes leer desde fuera y darte cuenta de que en efecto has escrito el libro que querías...

Pregunta: Destacas de igual forma la portada de este libro. Dos mujeres, dos rostros, dos miradas, una desafiante, quizá desconfiada, temerosa... y otra guiñando un ojo, mostrando cierta felicidad o ganas de ser feliz... Las dos caras de la vida ¿no?

Flavia Company: Sí, fíjate que... a mí me parece un acierto esta portada, un acierto absoluto de la editorial, naturalmente me consultaron pero lo acepté rápidamente... me parece fabulosa, porque también recupera cierto concepto que está en el libro que es esta cosa fronteriza entre la belleza y el horror, entre un lugar y otro, no se sabe muy bien dónde está... tú dices además dos mujeres, fíjate que hay un ochenta y cinco por ciento de personas que ven la portada que piensan que son dos mujeres y hay un quince por ciento entre quienes por cierto me encuentro y también el editor, que piensan que son un hombre, el de la izquierda, que está travestido y una mujer... curiosamente, te lo digo porque fíjate, hasta podemos ver las cosas como queremos y lo que me parece es que no sabes muy bien si están por ejemplo a punto de vivir una fiesta o de terrible resaca... es decir, es una foto muy fronteriza... muy en el límite... no sabes si están en un lado o en otro... en ese sentido me parece que recupera o tiene ese concepto del momento visagra, no sabes muy bien si han pasado ese momento o están antes del momento... no sabes si están viviendo el vértigo o están en horas después del vértigo... esto me interesa mucho y me parece que en ese sentido, la portada es un acierto radical... tiene mucha potencia...

Pregunta: El primer cuento que encontramos en este libro, lo escribe Adolfo Bioy Casares... Una Vida...

Flavia Company: Sí, lo elegí yo. Es un microrrelato...

Pregunta: Maravilloso.

Flavia Company: Sí, maravilloso... es un homenaje a este texto de Bioy Casares... porque en cierto modo es cierto que recoge esa barbaridad que es a veces la vida humana y esa capacidad de superar una vida tan anodina como pudo ser la que se cuenta en esas líneas, tan pocas... cinco líneas... que son maravillosas... se cuenta toda una vida en apenas cinco líneas... una vida tremenda...

Pregunta: También me parece muy interesante la oportunidad de crear, que nos dais a los lectores, porque más allá de esas cinco líneas está como has dicho esa vida que el lector crea e imagina...

Flavia Company: Siempre los lectores de cuentos, ¿verdad?, tienen una actitud muy activa delante del cuento porque son lectores privilegiados, creativos, entusiastas... los lectores de cuentos son lectores que participan muchísimo de lo que leen y a mí lo que me gustaría pensar es que en este libro de alguna forma todos los lectores y lectoras se van a encontrar porque creo que contiene una muestra de personajes suficiente como para que cualquiera que se acerque a estas páginas se encuentre reflejado en ellas... a mí me da la sensación de que no va a haber nadie que diga “yo aquí no me veo” porque me parece que hay un poco todo lo que estamos viviendo y todo nuestro entorno... me parece que en ese sentido es un libro muy cotidiano, muy de nuestro más inmediato entorno...

Pregunta: Sí, y aunque algunos nos ofrezcan un paisaje gris, pueden ser el punto de partida para cambiarlo ¿no?

Flavia Company: Claro, es como se comenta en el primer cuento titulado “En tránsito”... nosotros tenemos que atrevernos todos a vivir nuestra vida como un viaje no organizado, tenemos que atrevernos a ello... y asumir que aunque compremos un viaje organizado, aunque pensemos que la vida puede llegar a ser un viaje organizado, la vida está llena de imprevistos, porque la vida tiene mucha más imaginación que nosotros y por tanto, como debemos asumir esa imaginación de la vida, debemos ser capaces de vivirla, a nuestra manera, a nuestra felicidad, teniendo en cuenta por supuesto a los demás, pero crear nuestra vida, esa vida que cuando miremos hacia atrás estemos contentos de recordar... eso es un poco el mensaje que subyace en algunos de los textos...

Pregunta: Comentas que cuando concluyes un libro te invade la sensación de que quizá sea el último...

Flavia Company: Es cierto, cuando una termina un libro que le gusta, del que está contenta... es decir, cuando publicas un libro es que más o menos estás satisfecha con él... estás satisfecha y la sensación es que has contado lo que tenías que contar y en la forma en que debías contarlo... hasta que vuelve ocurrir... y una piensa que puede no volver a ocurrir... es decir, si yo publico un libro más es porque pienso que puedo aportar algo a lo que ya he hecho... entonces, piensas que eso puede no volver a ocurrirte... pero escribir siempre es igual de difícil y es incierto, porque no sabes si vas a volver a escribir... yo no soy una profesional, soy una vocacional... mi literatura es fruto de la necesidad, de la vocación entre otras cosas es porque no me gano la vida con la literatura sino con otras cuestiones que tienen que ver con ella pero no en cualquier caso con los libros y por tanto escribo porque verdaderamente quiero, y porque no puedo “no escribir”... en ese sentido nunca sabes, a lo mejor ya está... lo que ocurre es que en este caso, como hace tiempo que terminé este libro y lo he tenido tanto tiempo en el cajón y el proceso de producción siempre es largo y pasan bastantes meses hasta que sale a la calle hasta que tú lo entregas, en esta ocasión pues ya tengo algún proyecto nuevo entre las manos y por tanto en principio pienso que este no va a ser el último... espero que no, ojalá...

Sofía Basalo

No hay comentarios: