“Respeto y amor por la profesión” ésas serían las palabras que caracterizan a nuestro entrevistado: Alberto Vázquez, cantante, actor, futuro director, guionista, productor... ¿Se puede pedir más? Yo creo que no, porque a todo esto se une la sencillez y la humildad de una persona entrañable que ennoblecen el teatro y la palabra “Artista”.
Hemos podido hablar con él y hemos amado el teatro más si cabe... porque este noble arte lo es más si cabe por la nobleza de aquellos que nos regalan la honrada mentira que sobre el escenario nos invita a jugar a la verdad, con o sin música... pero siempre con la palabra y lo que ella nos transmite:
Pregunta: ¿Qué fue antes la música o el teatro?
Alberto Vázquez: Primero fue la música, porque tengo una hermana que se dedica a la música y a la que seguía mucho, sobre todo cuando era más joven... soñaba con cantar, con seguirla y demás... entonces, me apunté en el conservatorio de Valladolid, siendo jovencísimo, porque entonces te dejaban apuntarte con muy corta edad y estuve compaginando los estudios normales con música, solfeo... así que lo primero fue la música, incluso estuve en el coro infantil de Valladolid. Lo que quería era cantar, lo que pasa es que luego, cuando di el paso de ir a Madrid, me di cuenta que ganarte la vida cantando era mucho más difícil de lo que uno se puede imaginar... y ya empezaban a montarse los primeros musicales, que recuerdo fueron “Jesucristo Súperstar” de Camilo Sexto... empecé a presentarme a pruebas... por ejemplo a “My Fair Lady”, que fue el primer musical que hice... y ahí me di cuenta de que había que prepararse actoralmente muy duro... comencé a tomar clases... me fue gustando muchísimo y luego mi representante me incentivó para presentarme a pruebas... se fue dando solo el hecho de que me cogían todo el tiempo para trabajos pequeños... eso me despertó muchas cosas bonitas, el hecho de estudiar actuación... yo era tremendamente tímido y me ayudó mucho a desinhibirme, a relacionarme con la gente, a perder muchos miedos y superar muchos complejos...
Pregunta: Supongo que comenzar con “My Fair Lady” y con actores de la talla de Alberto Closas... también fue algo muy importante...
Alberto Vázquez: Mucho, porque había un elenco impresionante... estaba Alberto Closas, Alfonso del Real, Manuel Aleixandre, Amelia de la Torre... impresionante... era increíble... aparte tuve una relación muy especial con Amelia de la Torre que creo que ha sido una de las grandes actrices que ha tenido este país... y con Alberto Closas también, de hecho me hice muy amigo de toda la familia... y años después cuando me fui a Argentina, Alberto me ayudó bastante... tuve la oportunidad de encontrarlo allí y compartir sus últimos años de vida y se portó como un caballero, todo un señor... fue increíble...
Pregunta: Hablas de Argentina, un país muy importante en tu formación como actor...
Alberto Vázquez: Mucha, es cierto... porque me fui en 1992 a probar porque tenía muchos amigos argentinos que me hablaban mucho del teatro, de los cursos, de los profesores, de los talleres... me fui con idea de estar seis meses y estuve ocho años... Durante los seis meses me enamoré completamente de todo, de lo que era el ambiente teatral, de la forma en la que vivían la profesión, me enamoré de la ciudad... ahora está un poquito hecha un poco “bolsa” como dicen ellos, pero en aquella época era maravillosa... era el París de Sudamérica... empecé a estudiar con profesores magníficos, a ver cosas y a relacionarme con gente que aquí realmente no había... no sabía que hubiera esa misma entrega... y tuve mucha suerte profesionalmente, también... porque me contrató un canal de televisión y estuve casi seis años trabajando para ese canal, sin parar, haciendo series, novelas, trabajando con gente de un nivel... primerísimas figuras... de esas que uno admira profundamente... y me pasaron muchas cosas muy importantes... recuerdo que ser propietario por primera vez de una casa, después de dar tantas vueltas, porque salí muy joven de Valladolid... mi primera casa la compré en Buenos Aires y aquello fue muy importante... tener mi casita y mis llaves, en una ciudad que significaba tanto... y de hecho todavía la tengo y voy siempre que puedo y mis mejores amigos están allí y vienen mucho y yo voy mucho...
Pregunta: Has comentado que cuando llegaste a Argentina comprobaste que el ambiente teatral, cómo se vivía el teatro era diferente a cómo se vivía o se vive en España... No sé si te refieres a la misma profesión o también en relación al espectador, a cómo el público siente el teatro...
Alberto Vázquez: Es un poco todo... La sociedad tiene una admiración por los artistas desmesurada... es una cosa muy difícil de explicar... pero por ejemplo, aquí recuerdo que cuando te preguntan “A qué te dedicas” y le dices que eres actor... y si no te conocen de la televisión... te replican “qué otra cosa haces”... en cambio, allí dices que eres actor y te responden “No me digas, qué maravilla y con quién has estudiado y qué estás haciendo ahora...” y van a verte y se preocupan y ves que los teatros se llenan, con gente que hace veinte años que no tiene un éxito... y va a Buenos Aires (te hablo también de gente de España... Por ejemplo José Vélez o Braulio o Perales) y va y llena el Teatro de la Ópera que es inmenso durante tres días... aquí ningún artista se atreve a hacer eso en un teatro en la Gran Vía, a no ser que esté lanzando su mayor megaéxito en ese mismo momento... Es gente muy constante, muy fiel a los artistas y profesionalmente a nadie se le ocurre dedicarse a esto sin prepararse, a nadie... todo el mundo en los primeros años tiene un trabajo paralelo, porque sabe que tiene que seguir estudiando y preparándose antes de pasar a lo comercial... eso con respecto a la gente que empieza... y están trabajando sus ocho horas diarias y después se van a su grupo de teatro por las noches para hacer sus funciones nocturnas... y hacen unos montajes, que ya quisiéramos tenerlos aquí, en los grandes teatros... se cosen su ropa y se buscan su escenografía... hay teatros de un nivelazo tremendo en lugares inhóspitos... y hay seiscientas salitas de teatro... y sobre todo, se trabaja mucho sin cobrar y no les importa... aquí por ejemplo con Daniel Freire, hemos montado una productora, hemos hecho cosas bastante interesantes, pero muchas veces hemos querido montar grupos con actores simplemente para estar reciclándonos o preparando cosas, por el simple hecho de trabajar y prepararnos... y es casi imposible... aquí la gente se dedica a esto si cobra y nada más... y además mucha gente sigue dedicándose a esto sin prepararse, sin trabajar... incluso yo sigo yendo a todos los cursos a los que puedo acceder por tiempo y siempre soy el abuelo de la clase... quiero decir, no veo que haya gente ya trabajando, ya consolidada que siga yendo a prepararse, a reciclarse... en cambio allí es de lo más normal... hay una manera de afrontar la profesión muy distinta... es mucho más enriquecedora, es mucho más arriesgada en Argentina y yo alucinaba con eso... y sigo alucinando... cuando voy, cada día veo una obra en los teatros llamados independientes porque es muy atrayente, es una vida cultural riquísima y más teniendo en cuenta los problemas económicos que tienen... o quizá por eso... porque tienen la cultura como pasión, como escape y no va unida a que les solucione la vida económicamente...
Pregunta: Comentas que quizá tienen la cultura como escape... ¿Tal vez en España, el teatro se entiende más como ocio o pasatiempo y no como cultura...?
Alberto Vázquez: Yo creo que aquí estamos inmersos en una cultura del ocio y entretenimiento de lo más banal y cada vez más... y de hecho seguimos teniendo mucho más público en las comedias que en los dramas y en los musicales divertidos que en los musicales dramáticos... y en el cine ocurre lo mismo... la gente va a entretenerse y a divertirse y a olvidar sus problemas... y realmente ya les regalaría yo un par de años en un país como Argentina en plena crisis económica para que se den cuenta de lo que es tener problemas... Entretenerse y divertirse está muy bien, pero pensar y reflexionar también está muy bien... y creo que no sólo España, el mundo occidental está cada vez más inmerso en eso, en el ocio por el ocio... y no creo que sea bueno, sinceramente... reflexionar, pensar y emocionarse y llorar también, no vienen mal por mucho que fuera también las eches o también estés pensando cómo salir adelante, porque lo importante cuando ves un hecho artístico es lo que te conmueve, lo que te despierta dentro, porque en el fondo somos comunicadores, a mí no me gusta sentir que soy como un bufón... o que soy un entretenedor, me gusta sentir que soy un comunicador, que cuento historias y siempre con un objetivo, que no sólo es entretener, intento que la gente se emocione mínimamente... aunque ellos se estén entreteniendo, pero que se emocionen, que piensen que les estamos contando una historia, que detrás de las risas o de los bailes en este caso, pues me está tocando trabajar en un musical, hay una historia... por ejemplo ahora en “Fiebre del sábado noche” la gente baila y se lo pasa bien y alucina con los bailes y con las canciones... pero estás contando una historia, una historia de superación de un chico de barrio... y cuando afronto cualquier trabajo, por muy pequeño que sea, siempre me planteo eso, “qué estamos contando” y que quede muy claro, que se entienda... yo no sé si la gente lo capta...
Pregunta: Eso quería apuntar, porque normalmente se entiende que los musicales o no te cuentan una historia, o vas a una fiesta... ¿es complicado contar historias en un musical?
Alberto Vázquez: Es complicado que la historia que hay detrás de la música llegue... porque la música llega mucho antes y el baile también... lo comento con compañeros de teatro que no hacen musicales... cuando estás queriendo emocionar con un texto necesitas un tiempo, una transición, que la gente esté atenta, que te estén entendiendo bien lo que dices, que te sigan... pero con una canción a veces lo consigues abriendo la boca... simplemente con el primer compás... hay canciones mágicas que en cuanto empiezas a cantarlas, a la gente se le ponen los pelos de punta... y no importa lo que estás diciendo... no importa, incluso... la gente se emociona y te aplaude un montón... con los musicales pasa mucho... una canción, un baile, un momento... pero la historia escrita queda en segundo plano... a mí por eso me gustaba tanto “Mamma Mía”... este musical tenía una historia con mucho peso que era seguida con tanto interés como las canciones... y por eso la gente pasaba por diferentes estados, por reírse mucho, por llorar mucho... había momentos para todo y había mucho recorrido por los personajes... aún siendo muy simple era muy intenso... me gusta ese tipo de musical, donde el libreto está tan cuidado como todo lo demás... yo creo que el gran público, la mayoría quizá, no se preocupa en averiguar cuál es la historia... se queda en la forma pero no va al fondo y eso es un problema cultural de esta época que nos toca vivir, donde la gente ve más cine que nunca, pero lo entiende menos que nunca...
Pregunta: Y no sé si lo más triste es que tampoco les importa no entenderlo...
Alberto Vázquez: Claro, pero es que como tenemos acceso a todo, y gratis, no puedes quedarte tampoco... yo tengo amigos que llevan doscientas películas en el “Ipod” y las ven en una pantallita donde es imposible ver ni los ojos del actor... y así no se ven las películas... se transitan... no la puedes ver, es imposible... no puedes ver un trabajo de meses, mientras hablas por teléfono, vas al baño y una tras otra... y a los diez minutos la apagas porque te aburre... es tremendo... es un exceso tal que afortunadamente eso está ayudando a que la gente cada vez vaya más al teatro y a los espectáculos en vivo, porque aunque no se den cuenta, están restando tanta importancia a lo que es el soporte grabado... que en el fondo se desea profundamente ver algo en vivo... no creo que esté pasando por leer un libro... pero llegará... porque las canciones igual, se bajan miles de canciones, para que suenen un ratito mientras hacen no sé qué... es muy triste... la gente que se dedica a la música y se queda convertida en eso... en ruido de fondo... porque quién se para a escuchar una canción...
Pregunta: Todo esto quizá puede favorecer el hecho de que “todo valga” para subirse a un escenario... para dedicarse a la música... de que cualquiera se suba a un escenario y diga “soy artista. Soy actor. Soy cantante”...
Alberto Vázquez: Sí, pero creo que la gran responsable de esto es la televisión... y los ídolos que construye y desecha a una velocidad de vértigo y de cualquier manera... estamos rodeados de gente que es mediáticamente importantísima durante unos meses y después la dejamos de ver eternamente y nunca más se supo... pero claro la gente que en un principio quiere dedicarse a esto, lo que ve es eso... y ve que a él le gustaría estar ahí y salir ahí y hacer eso... y entonces lo primero que se les ocurre es presentarse a un cásting de Gran Hermano o de repente ven series, con todos mis respetos, como “HKM”... donde todos son niñatos, que se ve que no son actores y que están ahí porque son monos y porque se han presentado a un cásting o saben tocar la guitarra un poquito... y en fin, la gente que empieza lo que quiere es eso, quiere estar ahí... y ven que no les hace falta más... porque una niña que quiere ser actriz, ve por ejemplo a Nerea Camacho en “Camino” sabe que tiene que prepararse, que es duro... en cambio, si lo primero que ve es a los niños de “HKM” piensa que esto es “pan comido”... y lo peor es que a algunos les sale bien... pero es el propio medio el que construye estos ídolos de barro... en el cine pasa menos, son más exigentes... y el teatro también...
Pregunta: En el teatro... depende... a veces aparece algún que otro personajillo sobre el escenario...
Alberto Vázquez: Sí, es verdad... lo que pasa es que son personajillos... muy pocas veces los verás como protagonistas... te hablo del teatro de texto... porque es mucho peso, es mucho riesgo y no todo el mundo puede, no todo el mundo sabe... aunque lo que haga o la persona no te guste, tiene que tener unas bases técnicas, cierta preparación... de entrada es que mucha gente que hace tele o cine que directamente no les interesa... eso de estar tres meses ensayando un espectáculo y luego ir todas las noches al mismo sitio para hacer lo mismo y cobrar mucho menos... no les interesa... hay muchos actores de cine y de televisión que no van al teatro... ni siquiera como curiosidad de ver qué actores hay trabajando, qué directores hay funcionando, no les interesa... y no te quiero decir nada de los musicales... muchos nos consideran el “culo del mundo”...
Pregunta: Sí, hay quien dice que el musical no es teatro...
Alberto Vázquez: Por eso mismo... ahora estoy seguro que si supieran cantar te aseguro que les encantaría hacer un musical... hay una forma de afrontar la profesión aquí un poco extraña, porque volviendo a Argentina... recuerdo un espectáculo maravilloso donde hay una primerísima figura del cine y la tele que se llama Virginia Lago que hizo un musical sobre la vida de Violeta Parra, que se llamaba “Violeta vuelve a nacer” una maravilla de musical y lo hacían “a la gorra”, algo bastante frecuente en Argentina... la entrada es gratis y los mismos actores al término de la función salen a la puerta a darte las gracias por haber ido, con una gorrita en la mano y tú echas lo que voluntariamente quieras... y esa mujer es como si aquí lo hiciera Carmen Machi... y eso es normal en Argentina, ¿por qué? Porque el proyecto la enamoraba, porque el proyecto le encantaba y porque por sistema es otra forma de hacer cosas que quieren vivir... y experimentar... es admirable...
Pregunta: Antes nos has comentado que también tienes una productora, junto a Daniel Freire... más riesgo aún si cabe...
Alberto Vázquez: Sí, nos hemos dado unas buenas tortas... es muy difícil el mundo del teatro en España... políticamente está montado de una manera muy complicada... pero hemos tenido algunas grandes alegrías como “Bent”. Ahora hemos montado una especie de compañía repertorio, tenemos un espectáculo infantil, se llama “La damita del abanico azul”, también “Buena presencia”... cuesta mucho ponerlo en pie... cuesta mucho conseguir bolos, porque como todo pasa por las administraciones políticas estatales y municipales... todos sabemos lo que pasa... quien tiene contactos o amigos dentro son los que se llevan las giras, las subvenciones... es bastante ingrato... pero lo seguimos haciendo porque nos gusta y por trabajar y encontrar textos que nos diviertan y trabajarlos y estar siempre con algún compañero al que le guste la idea... y seguimos y seguiremos con ello... cuando podamos trabajaremos nosotros... aunque de momento no podemos, afortunadamente, por otro lado...
Pregunta: ... Y creo que también has dirigido...
Alberto Vázquez: He dirigido una de estas obras, también otra obra para el ciclo de Teatro por la Identidad que fue una experiencia maravillosa, dirigí a Chusa Barbero que es una actriz excelente... cogimos un texto profundísimo sobre los desaparecidos en Argentina y fue una experiencia maravillosa, ahí se hizo una gira bastante interesante, incluso estuvimos en el Español y fue muy bonito... me gusta mucho dirigir, pero como no he tenido la oportunidad de hacer un buen curso de dirección... no me he atrevido a dar el paso más en serio pero lo haré, pero es que llevo cinco años sin parar de trabajar... sin parar... y con más de una cosa... no he tenido tiempo material... también quiero estudiar guión, porque estoy escribiendo, ni dirección...
Pregunta: Eres una especie de hombre del renacimiento...
Hemos podido hablar con él y hemos amado el teatro más si cabe... porque este noble arte lo es más si cabe por la nobleza de aquellos que nos regalan la honrada mentira que sobre el escenario nos invita a jugar a la verdad, con o sin música... pero siempre con la palabra y lo que ella nos transmite:
Pregunta: ¿Qué fue antes la música o el teatro?
Alberto Vázquez: Primero fue la música, porque tengo una hermana que se dedica a la música y a la que seguía mucho, sobre todo cuando era más joven... soñaba con cantar, con seguirla y demás... entonces, me apunté en el conservatorio de Valladolid, siendo jovencísimo, porque entonces te dejaban apuntarte con muy corta edad y estuve compaginando los estudios normales con música, solfeo... así que lo primero fue la música, incluso estuve en el coro infantil de Valladolid. Lo que quería era cantar, lo que pasa es que luego, cuando di el paso de ir a Madrid, me di cuenta que ganarte la vida cantando era mucho más difícil de lo que uno se puede imaginar... y ya empezaban a montarse los primeros musicales, que recuerdo fueron “Jesucristo Súperstar” de Camilo Sexto... empecé a presentarme a pruebas... por ejemplo a “My Fair Lady”, que fue el primer musical que hice... y ahí me di cuenta de que había que prepararse actoralmente muy duro... comencé a tomar clases... me fue gustando muchísimo y luego mi representante me incentivó para presentarme a pruebas... se fue dando solo el hecho de que me cogían todo el tiempo para trabajos pequeños... eso me despertó muchas cosas bonitas, el hecho de estudiar actuación... yo era tremendamente tímido y me ayudó mucho a desinhibirme, a relacionarme con la gente, a perder muchos miedos y superar muchos complejos...
Pregunta: Supongo que comenzar con “My Fair Lady” y con actores de la talla de Alberto Closas... también fue algo muy importante...
Alberto Vázquez: Mucho, porque había un elenco impresionante... estaba Alberto Closas, Alfonso del Real, Manuel Aleixandre, Amelia de la Torre... impresionante... era increíble... aparte tuve una relación muy especial con Amelia de la Torre que creo que ha sido una de las grandes actrices que ha tenido este país... y con Alberto Closas también, de hecho me hice muy amigo de toda la familia... y años después cuando me fui a Argentina, Alberto me ayudó bastante... tuve la oportunidad de encontrarlo allí y compartir sus últimos años de vida y se portó como un caballero, todo un señor... fue increíble...
Pregunta: Hablas de Argentina, un país muy importante en tu formación como actor...
Alberto Vázquez: Mucha, es cierto... porque me fui en 1992 a probar porque tenía muchos amigos argentinos que me hablaban mucho del teatro, de los cursos, de los profesores, de los talleres... me fui con idea de estar seis meses y estuve ocho años... Durante los seis meses me enamoré completamente de todo, de lo que era el ambiente teatral, de la forma en la que vivían la profesión, me enamoré de la ciudad... ahora está un poquito hecha un poco “bolsa” como dicen ellos, pero en aquella época era maravillosa... era el París de Sudamérica... empecé a estudiar con profesores magníficos, a ver cosas y a relacionarme con gente que aquí realmente no había... no sabía que hubiera esa misma entrega... y tuve mucha suerte profesionalmente, también... porque me contrató un canal de televisión y estuve casi seis años trabajando para ese canal, sin parar, haciendo series, novelas, trabajando con gente de un nivel... primerísimas figuras... de esas que uno admira profundamente... y me pasaron muchas cosas muy importantes... recuerdo que ser propietario por primera vez de una casa, después de dar tantas vueltas, porque salí muy joven de Valladolid... mi primera casa la compré en Buenos Aires y aquello fue muy importante... tener mi casita y mis llaves, en una ciudad que significaba tanto... y de hecho todavía la tengo y voy siempre que puedo y mis mejores amigos están allí y vienen mucho y yo voy mucho...
Pregunta: Has comentado que cuando llegaste a Argentina comprobaste que el ambiente teatral, cómo se vivía el teatro era diferente a cómo se vivía o se vive en España... No sé si te refieres a la misma profesión o también en relación al espectador, a cómo el público siente el teatro...
Alberto Vázquez: Es un poco todo... La sociedad tiene una admiración por los artistas desmesurada... es una cosa muy difícil de explicar... pero por ejemplo, aquí recuerdo que cuando te preguntan “A qué te dedicas” y le dices que eres actor... y si no te conocen de la televisión... te replican “qué otra cosa haces”... en cambio, allí dices que eres actor y te responden “No me digas, qué maravilla y con quién has estudiado y qué estás haciendo ahora...” y van a verte y se preocupan y ves que los teatros se llenan, con gente que hace veinte años que no tiene un éxito... y va a Buenos Aires (te hablo también de gente de España... Por ejemplo José Vélez o Braulio o Perales) y va y llena el Teatro de la Ópera que es inmenso durante tres días... aquí ningún artista se atreve a hacer eso en un teatro en la Gran Vía, a no ser que esté lanzando su mayor megaéxito en ese mismo momento... Es gente muy constante, muy fiel a los artistas y profesionalmente a nadie se le ocurre dedicarse a esto sin prepararse, a nadie... todo el mundo en los primeros años tiene un trabajo paralelo, porque sabe que tiene que seguir estudiando y preparándose antes de pasar a lo comercial... eso con respecto a la gente que empieza... y están trabajando sus ocho horas diarias y después se van a su grupo de teatro por las noches para hacer sus funciones nocturnas... y hacen unos montajes, que ya quisiéramos tenerlos aquí, en los grandes teatros... se cosen su ropa y se buscan su escenografía... hay teatros de un nivelazo tremendo en lugares inhóspitos... y hay seiscientas salitas de teatro... y sobre todo, se trabaja mucho sin cobrar y no les importa... aquí por ejemplo con Daniel Freire, hemos montado una productora, hemos hecho cosas bastante interesantes, pero muchas veces hemos querido montar grupos con actores simplemente para estar reciclándonos o preparando cosas, por el simple hecho de trabajar y prepararnos... y es casi imposible... aquí la gente se dedica a esto si cobra y nada más... y además mucha gente sigue dedicándose a esto sin prepararse, sin trabajar... incluso yo sigo yendo a todos los cursos a los que puedo acceder por tiempo y siempre soy el abuelo de la clase... quiero decir, no veo que haya gente ya trabajando, ya consolidada que siga yendo a prepararse, a reciclarse... en cambio allí es de lo más normal... hay una manera de afrontar la profesión muy distinta... es mucho más enriquecedora, es mucho más arriesgada en Argentina y yo alucinaba con eso... y sigo alucinando... cuando voy, cada día veo una obra en los teatros llamados independientes porque es muy atrayente, es una vida cultural riquísima y más teniendo en cuenta los problemas económicos que tienen... o quizá por eso... porque tienen la cultura como pasión, como escape y no va unida a que les solucione la vida económicamente...
Pregunta: Comentas que quizá tienen la cultura como escape... ¿Tal vez en España, el teatro se entiende más como ocio o pasatiempo y no como cultura...?
Alberto Vázquez: Yo creo que aquí estamos inmersos en una cultura del ocio y entretenimiento de lo más banal y cada vez más... y de hecho seguimos teniendo mucho más público en las comedias que en los dramas y en los musicales divertidos que en los musicales dramáticos... y en el cine ocurre lo mismo... la gente va a entretenerse y a divertirse y a olvidar sus problemas... y realmente ya les regalaría yo un par de años en un país como Argentina en plena crisis económica para que se den cuenta de lo que es tener problemas... Entretenerse y divertirse está muy bien, pero pensar y reflexionar también está muy bien... y creo que no sólo España, el mundo occidental está cada vez más inmerso en eso, en el ocio por el ocio... y no creo que sea bueno, sinceramente... reflexionar, pensar y emocionarse y llorar también, no vienen mal por mucho que fuera también las eches o también estés pensando cómo salir adelante, porque lo importante cuando ves un hecho artístico es lo que te conmueve, lo que te despierta dentro, porque en el fondo somos comunicadores, a mí no me gusta sentir que soy como un bufón... o que soy un entretenedor, me gusta sentir que soy un comunicador, que cuento historias y siempre con un objetivo, que no sólo es entretener, intento que la gente se emocione mínimamente... aunque ellos se estén entreteniendo, pero que se emocionen, que piensen que les estamos contando una historia, que detrás de las risas o de los bailes en este caso, pues me está tocando trabajar en un musical, hay una historia... por ejemplo ahora en “Fiebre del sábado noche” la gente baila y se lo pasa bien y alucina con los bailes y con las canciones... pero estás contando una historia, una historia de superación de un chico de barrio... y cuando afronto cualquier trabajo, por muy pequeño que sea, siempre me planteo eso, “qué estamos contando” y que quede muy claro, que se entienda... yo no sé si la gente lo capta...
Pregunta: Eso quería apuntar, porque normalmente se entiende que los musicales o no te cuentan una historia, o vas a una fiesta... ¿es complicado contar historias en un musical?
Alberto Vázquez: Es complicado que la historia que hay detrás de la música llegue... porque la música llega mucho antes y el baile también... lo comento con compañeros de teatro que no hacen musicales... cuando estás queriendo emocionar con un texto necesitas un tiempo, una transición, que la gente esté atenta, que te estén entendiendo bien lo que dices, que te sigan... pero con una canción a veces lo consigues abriendo la boca... simplemente con el primer compás... hay canciones mágicas que en cuanto empiezas a cantarlas, a la gente se le ponen los pelos de punta... y no importa lo que estás diciendo... no importa, incluso... la gente se emociona y te aplaude un montón... con los musicales pasa mucho... una canción, un baile, un momento... pero la historia escrita queda en segundo plano... a mí por eso me gustaba tanto “Mamma Mía”... este musical tenía una historia con mucho peso que era seguida con tanto interés como las canciones... y por eso la gente pasaba por diferentes estados, por reírse mucho, por llorar mucho... había momentos para todo y había mucho recorrido por los personajes... aún siendo muy simple era muy intenso... me gusta ese tipo de musical, donde el libreto está tan cuidado como todo lo demás... yo creo que el gran público, la mayoría quizá, no se preocupa en averiguar cuál es la historia... se queda en la forma pero no va al fondo y eso es un problema cultural de esta época que nos toca vivir, donde la gente ve más cine que nunca, pero lo entiende menos que nunca...
Pregunta: Y no sé si lo más triste es que tampoco les importa no entenderlo...
Alberto Vázquez: Claro, pero es que como tenemos acceso a todo, y gratis, no puedes quedarte tampoco... yo tengo amigos que llevan doscientas películas en el “Ipod” y las ven en una pantallita donde es imposible ver ni los ojos del actor... y así no se ven las películas... se transitan... no la puedes ver, es imposible... no puedes ver un trabajo de meses, mientras hablas por teléfono, vas al baño y una tras otra... y a los diez minutos la apagas porque te aburre... es tremendo... es un exceso tal que afortunadamente eso está ayudando a que la gente cada vez vaya más al teatro y a los espectáculos en vivo, porque aunque no se den cuenta, están restando tanta importancia a lo que es el soporte grabado... que en el fondo se desea profundamente ver algo en vivo... no creo que esté pasando por leer un libro... pero llegará... porque las canciones igual, se bajan miles de canciones, para que suenen un ratito mientras hacen no sé qué... es muy triste... la gente que se dedica a la música y se queda convertida en eso... en ruido de fondo... porque quién se para a escuchar una canción...
Pregunta: Todo esto quizá puede favorecer el hecho de que “todo valga” para subirse a un escenario... para dedicarse a la música... de que cualquiera se suba a un escenario y diga “soy artista. Soy actor. Soy cantante”...
Alberto Vázquez: Sí, pero creo que la gran responsable de esto es la televisión... y los ídolos que construye y desecha a una velocidad de vértigo y de cualquier manera... estamos rodeados de gente que es mediáticamente importantísima durante unos meses y después la dejamos de ver eternamente y nunca más se supo... pero claro la gente que en un principio quiere dedicarse a esto, lo que ve es eso... y ve que a él le gustaría estar ahí y salir ahí y hacer eso... y entonces lo primero que se les ocurre es presentarse a un cásting de Gran Hermano o de repente ven series, con todos mis respetos, como “HKM”... donde todos son niñatos, que se ve que no son actores y que están ahí porque son monos y porque se han presentado a un cásting o saben tocar la guitarra un poquito... y en fin, la gente que empieza lo que quiere es eso, quiere estar ahí... y ven que no les hace falta más... porque una niña que quiere ser actriz, ve por ejemplo a Nerea Camacho en “Camino” sabe que tiene que prepararse, que es duro... en cambio, si lo primero que ve es a los niños de “HKM” piensa que esto es “pan comido”... y lo peor es que a algunos les sale bien... pero es el propio medio el que construye estos ídolos de barro... en el cine pasa menos, son más exigentes... y el teatro también...
Pregunta: En el teatro... depende... a veces aparece algún que otro personajillo sobre el escenario...
Alberto Vázquez: Sí, es verdad... lo que pasa es que son personajillos... muy pocas veces los verás como protagonistas... te hablo del teatro de texto... porque es mucho peso, es mucho riesgo y no todo el mundo puede, no todo el mundo sabe... aunque lo que haga o la persona no te guste, tiene que tener unas bases técnicas, cierta preparación... de entrada es que mucha gente que hace tele o cine que directamente no les interesa... eso de estar tres meses ensayando un espectáculo y luego ir todas las noches al mismo sitio para hacer lo mismo y cobrar mucho menos... no les interesa... hay muchos actores de cine y de televisión que no van al teatro... ni siquiera como curiosidad de ver qué actores hay trabajando, qué directores hay funcionando, no les interesa... y no te quiero decir nada de los musicales... muchos nos consideran el “culo del mundo”...
Pregunta: Sí, hay quien dice que el musical no es teatro...
Alberto Vázquez: Por eso mismo... ahora estoy seguro que si supieran cantar te aseguro que les encantaría hacer un musical... hay una forma de afrontar la profesión aquí un poco extraña, porque volviendo a Argentina... recuerdo un espectáculo maravilloso donde hay una primerísima figura del cine y la tele que se llama Virginia Lago que hizo un musical sobre la vida de Violeta Parra, que se llamaba “Violeta vuelve a nacer” una maravilla de musical y lo hacían “a la gorra”, algo bastante frecuente en Argentina... la entrada es gratis y los mismos actores al término de la función salen a la puerta a darte las gracias por haber ido, con una gorrita en la mano y tú echas lo que voluntariamente quieras... y esa mujer es como si aquí lo hiciera Carmen Machi... y eso es normal en Argentina, ¿por qué? Porque el proyecto la enamoraba, porque el proyecto le encantaba y porque por sistema es otra forma de hacer cosas que quieren vivir... y experimentar... es admirable...
Pregunta: Antes nos has comentado que también tienes una productora, junto a Daniel Freire... más riesgo aún si cabe...
Alberto Vázquez: Sí, nos hemos dado unas buenas tortas... es muy difícil el mundo del teatro en España... políticamente está montado de una manera muy complicada... pero hemos tenido algunas grandes alegrías como “Bent”. Ahora hemos montado una especie de compañía repertorio, tenemos un espectáculo infantil, se llama “La damita del abanico azul”, también “Buena presencia”... cuesta mucho ponerlo en pie... cuesta mucho conseguir bolos, porque como todo pasa por las administraciones políticas estatales y municipales... todos sabemos lo que pasa... quien tiene contactos o amigos dentro son los que se llevan las giras, las subvenciones... es bastante ingrato... pero lo seguimos haciendo porque nos gusta y por trabajar y encontrar textos que nos diviertan y trabajarlos y estar siempre con algún compañero al que le guste la idea... y seguimos y seguiremos con ello... cuando podamos trabajaremos nosotros... aunque de momento no podemos, afortunadamente, por otro lado...
Pregunta: ... Y creo que también has dirigido...
Alberto Vázquez: He dirigido una de estas obras, también otra obra para el ciclo de Teatro por la Identidad que fue una experiencia maravillosa, dirigí a Chusa Barbero que es una actriz excelente... cogimos un texto profundísimo sobre los desaparecidos en Argentina y fue una experiencia maravillosa, ahí se hizo una gira bastante interesante, incluso estuvimos en el Español y fue muy bonito... me gusta mucho dirigir, pero como no he tenido la oportunidad de hacer un buen curso de dirección... no me he atrevido a dar el paso más en serio pero lo haré, pero es que llevo cinco años sin parar de trabajar... sin parar... y con más de una cosa... no he tenido tiempo material... también quiero estudiar guión, porque estoy escribiendo, ni dirección...
Pregunta: Eres una especie de hombre del renacimiento...
Alberto Vázquez: No... qué más quisiera... lo intento... pero me gusta experimentarlo... llevo escribiendo seis meses un libro y creo que va para largo... tengo que darle forma y demás... la experiencia me está gustando mucho...
Pregunta: ¿Qué tal tu disco “Canciones Robadas”?
Alberto Vázquez: Muy bien... estuve los últimos seis meses del pasado año dedicado a ello y me dio muchas alegrías... se ha vendido bastante bien para no ser un disco comercial, he ido a muchos sitios a presentarlo, he hecho muchos programas de televisión, radio... colaboró gente magnífico, a la que quiero y admiro muchísimo y creo que el resultado fue estupendo... comprobé en mis propias carnes lo durísimo que es el mundo de la música comercial... sin tener una multinacional detrás o un sello potente... pero aún así, fue muy bonito... sobre todo cómo reaccionaba la gente... es muy bonito... era un capricho que tenía... un disco con canciones que han significado mucho para mí y que guardo en la memoria... y lo pude hacer con gente muy importante... de un nivel muy bueno... pensé que iba a ser un disquito pero finalmente fue un discazo...
Pregunta: ¿Qué tiene que tener una canción para robarla?
Alberto Vázquez: Tiene que permanecer en la memoria... los discos nunca los compro al principio... cuando los compra todo el mundo... yo espero a que pasen de moda y si sigo con esa idea y sigo cantándolo y sigue gustándome entonces lo compro, porque significa que va a quedar en el tiempo y que realmente es importante para mí. Compro mucho recopilaciones de artistas... este disco realmente es una recopilación de canciones que seguían en la memoria después de mucho tiempo y que por tanto significa que han sido muy importantes... pero había canciones españolas, italianas, sudamericanas... y Arnau Vila que es el director de “Mamma Mía” y de “Fiebre del sábado noche” le supo dar una forma a todo eso para que sonara de una manera homogénea... y lo hizo de maravilla... ha hecho unos arreglos y una orquestación sensacionales...
Pregunta: Has sido nominado como mejor actor a los Premios Gran Vía (aunque el ganador fue Joan Crosas) por un musical con una gran historia “Ana Frank. Un canto a la vida”...
Alberto Vázquez: Tremenda... ¿ves lo que te decía?... ese musical a la gente le tiraba para atrás... cuando me lo propusieron pensé “qué maravilla, qué buena idea”... pero luego a la gente le daba pereza ir a verlo porque iba a pasar un mal rato... ¿pero cómo un mal rato? No lo entiendo... porque sabían que iban a llorar, porque el final era muy triste... porque por otra cosa, no lo entiendo... realmente la gente que iba salía contentísima y era un éxito diario... hacerlo era duro pero a la vez te llenaba de satisfacción y de vida pasar por esos momentos y saber que te acercabas mucho a una historia real que fue tan tremenda... y que tuvimos la oportunidad de vivirla tan de cerca, conocerla tan de cerca y profundizar en ella y estar en los lugares donde ocurrió y conocer a gente que lo vivió... fue muy fuerte... entonces el hecho de que se acordasen de nosotros, la verdad, es que me llenó de alegría... y sobre todo que uno de los premios fuese para nuestra Ana Frank (Isabella Castillo)
Pregunta: Creo que fue más que merecido...
Alberto Vázquez: Yo creo que sí...
Pregunta: Ahora mismo estás en “Fiebre del sábado noche” y qué más proyectos tienes entre manos...
Alberto Vázquez: Hemos empezado la grabación de “Cuéntame cómo pasó”, con el personaje de Arturo y estaré todo el año, toda la temporada, así que muy contento... estamos terminando una película, también, que se llama “Y viceversa” donde soy uno de los protagonistas, es una película que promete ser bastante interesante, es la historia de parejas de cuarentones que son incapaces de formalizar una relación... esto que les pasa tanto ahora a muchos... la falta de compromiso, la falta de riesgo y está contada con doble pantalla y ha sido dura de hacer porque métricamente hemos tenido que hacer casi dos películas, porque lo que se ve en un lado de la pantalla o en otro son las dos visiones de los dos miembros de la pareja... cómo ven una misma situación dos personas diferentes...
Ha sido un trabajo muy interesante porque hemos tenido que hacer las mismas escenas con muy pequeñas variaciones, sobre todo de gestos, de ritmos, porque los textos son iguales y las situaciones... ha sido un trabajo muy interesante... teníamos un poco de miedo por si la cámara lo estaba captando o si el director iba a ser capaz de plasmarlo, porque es muy sutil todo... pero hemos visto un primer pase y estamos muy contentos... es una película independiente... en fin, a ver qué pasa...
Sofía Basalo.
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