Escrupulosamente puntual nos encontramos en el Centro Cultural de La Villa, concretamente en la puerta de entrada de artistas. Con suma amabilidad me conduce hacia su camerino, el más próximo al escenario. Es un lugar relativamente espacioso. Sobre la mesa, el actor ha colocado numerosas fotos familiares, supongo; me llama la atención una, por el color quizá, debe ser más antigua, como de los años setenta... hay también una postal de la obra y un cuaderno. Me siento en una butaca color naranja, hay dos, y Carlos Álvarez-Nóvoa se sienta frente a mí. Saco la grabadora, el micrófono “lo sujeto yo” me dice y comienza nuestra charla:
Pregunta: ¿Qué es un héroe?
Carlos Álvarez-Nóvoa: Miralles lo repite a lo largo de la obra; “no hay héroes vivos. Los héroes nacen en la guerra y mueren en la guerra y todos están muertos” Miralles creo que nunca define lo que es un héroe, lo que sí asegura es que él no lo es... y que nadie que esté vivo puede serlo, porque la heroicidad deriva de la muerte. El concepto que personalmente tengo de la heroicidad es más simple, más cercano. Creo que un héroe es quien es capaz de vivir honestamente, de acuerdo con sus ideas y teniendo la generosidad de dar todo incluso su vida por alguien a quien ama o en quien cree.
Pregunta: ¿Por qué Miralles no es un héroe?
Carlos Álvarez-Nóvoa: Él no cree ser un héroe, se niega a que lo consideren un héroe... quizá piensa que su vida ha sido como ha sido, por circunstancias, yo no sé este hombre a lo largo de tantas guerras, tantas luchas y tantas batallas qué historias nobles o innobles habrá acumulado... Yo sí lo considero un héroe, porque como Cercas escribe y dice, gracias a seres desconocidos y anónimos que nadie recuerda la civilización se salvó, sobre todo en aquellos momentos en los que el peligro fue tan grave por lo que supuso el tercer Reich y el nazismo... y hombres que lucharon contra la dictadura... y gente como Miralles que después de la guerra de España se alistó con los aliados contra los nazis o bien quienes vinieron como por ejemplo estos hombres (me muestra una fotografía que tiene en el cuaderno) que vinieron a luchar en las brigadas internacionales.
Carlos Álvarez-Nóvoa habla despacio, meditando cada palabra, cada frase. Sujeta con las dos manos suavemente el micrófono mientras le formulo la siguiente pregunta y piensa tal vez en Miralles...
Pregunta: En algunas publicaciones he leído que quizá cuando el autor va en busca de Miralles, va en busca de un héroe y se encuentra a un soldado cabreado... no sé si esto es simplificar un tanto a la persona con la que se encuentra... quizá hay mucho más que un simple cabreo en esa persona... decepción, desencanto ante una sociedad para la que puede no haber servido de nada esa lucha... Quizá lo que espera Miralles es algo que no mate definitivamente la memoria de las personas anónimas, héroes, que han muerto en esas guerras y que él recuerda..
Carlos Álvarez-Nóvoa: Exacto. Lo hubiera dicho igual... yo creo que para este soldado cabreado y viejo lo más importante y por lo que precisamente siente ese rechazo a que lo consideren un héroe es porque entiende que los verdaderos héroes sus compañeros, que han dado su vida, los que han muerto... nadie los recuerda y nunca los va a recordar. Están vivos, en tanto en cuanto, él cada día piensa en ellos; de la misma manera que en un momento dado, Cercas le dice lo que pensaba Bolaños también, que mientras alguien piense y recuerde a esas personas, esas personas estarán vivas...
Pregunta: El olvido puede ser una nueva muerte...
Carlos Álvarez-Nóvoa: Claro, el olvido es una segunda muerte y cuando Miralles muere, con él mueren muchos otros... esas ocho personas que él recuerda cada día... el día que Miralles muere, ellos mueren con él de nuevo... porque no queda nadie para recordarlos... Creo que Bolaños, en boca de Cercas, lo expresa muy claramente; cuando Bolaños descubre esa pancreatitis y sabe que va a morir, su mayor pena es porque quisiera dar vida a muchos amigos y gente conocida suya que pensaba convertir en personajes de sus novelas y que no ha tenido tiempo para escribir... entonces, en ese sentido Bolaños podría haber dado vida en futuras novelas, cumpliendo ese deseo, a esos amigos que él sabe que nadie más va a recordar... de la misma manera, en la vida íntima y mental de Miralles esos amigos también están vivos y perecen una vez él desaparece...
Pregunta: No sé qué puede ser más importante si hallar las respuestas al porqué no mató Miralles a Sánchez Mazas... o el hecho en sí de que por una vez, en un momento dado, una persona supo ver más allá de nombres, cargos, política...
Carlos Álvarez-Nóvoa: Yo, lógicamente, me he hecho esa pregunta, por qué Miralles no disparó o por qué no le delató... podría haber hecho las dos cosas... ¿Por qué no le disparó...? Eso lo tengo más claro en el sentido de que cuando dos personas se miran y ninguna de ellas es un asesino, mirándose a los ojos, creo que es muy difícil que una persona mate a otra... y ¿por qué no le delató?... yo creo que Miralles estaba entonces, en aquella guerra... era un chiquillo, estaba allí obligado como otros tantos... en un bando o en otro... y cuando las personas se concretan en una cara, en unos ojos, en una situación como es ésta, en un temor, como es el que sentía Sánchez Mazas en ese momento... ya, el enemigo no es una abstracción, el enemigo no es una sombra lejana en contra de la que una dispara para defenderse... es un ser humano que está delante de nosotros... quizá no fue ni compasión siquiera... el sentimiento de Miralles fue... “¿por qué... quién soy yo para matar a este hombre, por qué lo voy a delatar si está vencido, si está derrotado...?” Creo que esa noche Miralles durmió más tranquilo que nadie en el mundo.
Pregunta: Quizá éste es uno de los valores que se pueden extraer de esta propuesta que más allá de las ideologías políticas, está el ser humano...
Carlos Álvarez-Nóvoa: Yo creo que ése es el mensaje de Javier, en el sentido de que... no creo que quiera hacer nada moralizante, no quiere ejemplificar con nada, simplemente es una mirada documental, objetiva en la que como decías, son seres humanos los que están ante esa mirada... yo creo que Sánchez Mazas fue responsable, importante responsable, de lo que después ocurrió... pero, qué quiere decir eso, que políticamente se equivocó... pero no que fuera una persona radicalmente mala... yo creo que nadie es radicalmente malo ni nadie es radicalmente bueno... todos somos buenos y malos... unos desarrollan más unas cualidades o unos defectos, pero todo lo bueno y todo lo malo está en cada uno de nosotros... y las personas aciertan o no aciertan en sus opciones. Yo considero que Sánchez Mazas se equivocó radicalmente, y no porque no coincida con mi ideología, porque yo sea un hombre de izquierdas y Sánchez Mazas fuera un hombre de derechas, sino porque objetivamente Sánchez Mazas con su actitud política causó un daño terrible e irreparable... ese millón de muertos que derivan del esfuerzo que él y otros cuántos como él hicieron para derrocar el régimen legal de la república y traer a España un enfrentamiento y provocar una guerra como la que se provocó...
Pregunta: Pero, ¿puede separarse totalmente la moral y la política. La ideología política?
Carlos Álvarez-Nóvoa: La ideología es parte del ser humano... tu ideología deriva de tus neuronas y de tu experiencia y de tus opciones a lo largo de la vida... de todo eso tu actitud ante la vida es parte de tu ser... pero esa opción personal de cada uno que lo lleva a alistarse en una dirección o en otra creo que sí se puede separar de otros comportamientos que como ser humano puede tener; el problema es cuando esta ideología se entrecruza con sus comportamientos y deriva de esa ideología un daño hacia los demás, ése es el problema... yo creo por ejemplo que la actitud de un nazi por muy alienado que esté... una persona que haya estado activamente participando de la represión de los nazis yo creo que no es salvable, humanamente... hay conductas y comportamientos que no te pueden salvar nunca... no puedes estar asesinando a la gente y decir que lo haces por un ideal... esas personas son radicalmente malas...
Pregunta: Es ésta una obra de teatro exigente, tanto para el actor y para el público, además de diferente de lo que vemos actualmente en la cartelera...
Carlos Álvarez-Nóvoa: Por la forma de hacer de Joan Ollé que es un hombre meticuloso y exigente y cuidadoso, los ensayos han sido intensos, es decir que Joan Ollé exigía muchas cosas para hacer un trabajo muy direccionista y también para que se acercara lo más posible a la realidad. La propuesta evidentemente es una propuesta distinta de la habitual sobre todo en la primera y en la segunda parte, en la tercera, en la que yo intervengo, digamos que se acerca un poquito más a lo que es el teatro al uso pero ese estatismo del gesto, del cuerpo, de la figura durante la primera hora del espectáculo es una propuesta que evidentemente exige un esfuerzo grande de quienes la interpretan y un esfuerzo grande a quienes reciben el mensaje, pero en conjunto yo creo que unos y otros vencen la prueba.
Pregunta: Usted comenzó en el teatro en 1957 y lo ha podido vivir, experimentar, contemplar desde una perspectiva muy amplia...
(En este momento, los intérpretes que intervienen en la primera parte de la obra, el coro, comienzan los ensayos que vemos a través del monitor que está situado en la parte superior del camerino de Carlos Álvarez-Nóvoa)
Carlos Álvarez-Nóvoa: Bueno, han cambiado las cosas... es cierto, he sido y soy desde entonces actor, director y autor y profesor de teatro... todas las facetas del teatro las he recorrido y durante cincuenta años ininterrumpidamente la de actor, la de director más en la primera parte y la de autor siempre, también. La diferencia fundamental yo creo que es la del mismo contexto social en el que se desarrolló esa actividad. Durante la dictadura, procedo del teatro universitario, después en el teatro independiente y después en el teatro profesional. Durante la dictadura, el teatro lo vivimos tanto en la universidad como en el teatro independiente, muchos de los que estábamos entonces en ello, como el arma que teníamos a nuestro alcance para luchar por la libertad. Entonces era un teatro comprometido que te obligaba a un ejercicio continuo de sortear las dificultades que la censura te imponía... una censura terriblemente rígida... a parte de la previa que se hacía sobre las obras que se permitían o no... dentro de las permitidas, sobre el texto, las supresiones y prohibiciones que había... y ahí no terminaba la historia, sino que en el ensayo general todavía iba el censor y quitaba tal música, tal vestuario, tal entonación o tal intención... y había que ser muy hábil utilizando recursos que a veces eran muy simples porque los censores, en general, aunque los había de distinto tipo, no eran muy inteligentes y no era difícil engañarlos... Buero Vallejo lo hizo simplemente cambiando la localización histórica de las historias que contaba cuando era muy claro a qué se estaba refiriendo... o Alfonso Sastre o Rodríguez Méndez... o tantos otros que escribieron entonces obras comprometidas con la realidad española cuando no se permitía ese compromiso ¿no?... entonces, el teatro para nosotros fue un instrumento de lucha contra el franquismo, por eso precisamente muchos durante la dictadura no estuvimos en el teatro comercial aunque algunas cosas había de interés en el teatro comercial... y una vez que se inicia la transición y se comienza a caminar hacia la democracia el teatro adquiere otra dimensión...
Pregunta: ¿Contra el franquismo se hacía un teatro de más calidad?
Carlos Álvarez-Nóvoa: Los momentos difíciles han podido suponer un estímulo para la creación, yo no utilizaría una fórmula tan tajante o tan concreta... la utilizará de un modo más general y es que efectivamente, cuando se viven momentos difíciles, de cualquier tipo el estímulo de creación artística puede funcionar quizá de manera más intensa que en otros momentos más apacibles; ahora, centrándonos en el tema del teatro y en España y valorando la creación a textos de autor... si comparamos los textos que se escribían en los años cuarenta, cincuenta y sesenta y los que se escriben ahora... yo creo que ahora que hay más libertad, la sociedad ha evolucionado culturalmente y habiendo como hubo autores de gran interés en aquella época creo que cuantitativamente la creación teatral, es ahora mucho más intensa, mucho más amplia de lo que era entonces...
Pregunta: Pero los autores se quejan de la dificultad de estrenar en la actualidad...
Carlos Álvarez-Nóvoa: Yo creo que no es difícil estrenar... en aquellos tiempos quienes estrenaban sin ninguna dificultad era Alfonso Paso y los autores que escribían un teatro tranquilizante, para la burguesía... los autores jóvenes o desconocidos no estrenaban nunca... ahora sin embargo, dependen de las comunidades autónomas y hay algunas que han hecho apuestas muy serias de apoyo a la joven dramaturgia, por ejemplo la Junta de Andalucía, el apoyo que se está prestando en Cataluña, en Galicia, en el País Vasco... que aún debería ser mayor del que es, pero hoy, para un autor joven es mucho más fácil publicar y estrenar de lo que era entonces...
Pregunta: Entonces, usted no cree que en los últimos tiempos la realidad española le ha dado la espalda al teatro...
Carlos Álvarez-Nóvoa: No, en absoluto... no digo que el apoyo no debiera ser mayor de lo que es, pero de espaldas estaba en la dictadura, donde lo estrenabas ni publicabas si no estabas dispuesto a elogiar al régimen... pero hoy no... depende de las comunidades, pueden apoyar en mayor o menor medida... pero la situación es infinitamente mejor, sin duda.
Pregunta: Ha rodado numerosos cortos, pero en el cine no comienza a trabajar hasta la década de los años noventa, ¿por qué ese comienzo tardío quizá?
Carlos Álvarez-Nóvoa: Porque mi opción no fue hacer ese camino, yo opté por ir a vivir a Sevilla, vivía del teatro, era un hombre de teatro y aunque había hecho alguna cosa con Martín Patino, una cosa muy bonita que se hizo en Andalucía, “Andalucía un siglo de fascinación”... había hecho cosas muy puntuales... y si no es por la película de Benito Zambrano quizá no hubiera iniciado ese camino o quizá sí... ahora, una vez lo inicié con cincuenta y muchos años me encantó ver que se abría un nuevo sendero, que estoy recorriendo paralelamente al teatro. ¿Por qué no lo hice antes? Porque antes no surgió la ocasión, porque antes tampoco yo me empeñé... en los años sesenta, setenta u ochenta... incluso noventa... y en Andalucía en el siglo que estamos, para hacer cine si no te conocían, tenía que estar en Madrid o en Barcelona... sobre todo en Madrid. Mi opción no fue esa, fue vivir en la ciudad que escogí, Sevilla y desde allí seguí desarrollando mi actividad teatral...
Pregunta: Y acaba de estrenar “El Vuelo del Guirre”...
Carlos Álvarez-Nóvoa: Sí se estrenó en Tenerife. Yo asistí a una especie de estreno en el Festival de Las Palmas y hace diez días (la entrevista la manteníamos el 23 de mayo) se estrenó en Tenerife de forma oficial. De momento las pocas copias que tienen, porque no es una productora potente, están distribuyéndose en Canarias... en la península aún no se ha estrenado... sé que en junio va a ver una presentación en Madrid para productores extranjeros y nacionales, quizá a partir de ahí comience una distribución mayor...
Pregunta: Volviendo a “Soldados de Salamina” y a la época en la que la acción transcurre, ¿Es oportuna esta propuesta dada la situación tensa o “crispada” que se vive hoy en día en España?
Carlos Álvarez-Nóvoa: Sí es oportuno. Primero yo le quitaría las comillas que has puesto, creo que se vive en este momento y hay unos responsables directos de esa crispación... hoy mismo estuve escuchando a este personaje que no sé por qué todavía sigue hablando si ya hizo su recorrido, que fue el ex presidente Aznar... me parece que sus intervenciones son absolutamente penosas y que estamos padeciéndolas... en esa línea él como otras personas del mismo tipo acusan a otros de esa crispación, pero creo que las provocaciones están viniendo de gentes como este señor que parece estar empeñado en que esas dos inevitables Españas de las que hablaba Antonio Machado... “una de esas dos Españas han de helarte el corazón...” sigan enfrentadas... yo nunca he vivido en este país, ni en la dictadura, la sensación de crispación que estoy sintiendo ahora, es decir, eso lo noto en mí mismo... yo en un café, oigo una opinión contraria a la mía y antes me daba igual, ese señor pensaba lo que pensaba y pasaba de él... hoy me incomoda de una manera especial, porque me noto continuamente aguijoneado y creo que han conseguido, el partido popular, concretamente, crispar a este país como nunca lo había estado.,.. desde que yo recuerde... nací después de la guerra, yo no viví lo que ocurrió antes... pero a nivel de experiencia, de vivencia personal, la crispación que estamos viviendo ahora yo no la he vivido nunca. Entonces, en este momento en que la política que para mí es la tarea más noble que puede desarrollar un ser humano y tengo la convicción además de que a parte de los casos de corrupción que puede haber, son muchísimos más los políticos honestos que, generosamente, desarrollan su labor... no tiene sentido que se convoquen manifestaciones en apoyo de uno o de otro, da igual, salen millones a la calle, convoquen unos o convoquen otros... España está completamente dividida... en este momento de crispación tan grande en el que hay políticos que a pesar de que considere que la política es la profesión más noble de un ser humano, y que haya tantos políticos honestos como creo que hay, sin embargo en este momento los políticos están haciendo un flaco servicio al desarrollo social. Estamos viviendo unos momentos en los que ese deseo de ocupar el poder que es muy legítimo; lógicamente un político quiere estar en el poder para a través de esa situación lograr llevar su ideología a la práctica y eso es la política, llevar a la práctica una ideología, ahora los caminos que se están recorriendo para ello, en este momento me parecen perniciosos y en algunos casos hasta absolutamente obscenos... en este sentido, la visión de Cercas que no es nada moralizante, y es una visión tranquila y objetiva en la que nos ofrece delante son hombres que pueden acertar o equivocarse en sus opciones políticas pero que no son indignos, sino que actúan conforme a sus ideas... sí me parece que es una lección oportuna en este momento.
Pregunta: En esta crispación, ¿Qué papel juegan los medios de comunicación?
Carlos Álvarez-Nóvoa: Creo que es evidente, hay una alineación clarísima. Todos sabemos que no hay prensa independiente por mucho que intenten definirse como tal. No hay radio independiente, no hay periódico independiente y todos sabemos quiénes se posicionan en un lado y quiénes se posicionan en otro, ahora la diferencia brutal son las formas y pongo sólo un ejemplo; yo soy oyente en radio de la Cadena Ser y lector de El País, en el dial cuando cambio de ciudad o cuando voy en coche y sale la emisora local de la Ser en un informativo o sobre todo, en un debate, en un coloquio con contertulios y puedo dudar si es la Ser, porque escucho voces discordantes al lado de las que apoyan la opción que defiende la Ser que es evidentemente cercana a la del partido del gobierno, al PSOE; sin embargo, escucho la COPE... bueno, escucho no, si caigo en la COPE puedo aguantar diez segundos... es decir, es el insulto, la no posibilidad de una idea distinta de la que los personajes que están en esa cadena de obispos transmiten... entonces, creo que los medios de comunicación, dentro de esa crispación, algunos medios, en concreto, son responsables en gran medida de la misma... y cito clarísimamente a la COPE y el diario EL MUNDO.
Pregunta: En 1977 usted escribió una obra de teatro llamada “Así es España, señores”... treinta años después, ¿Cómo es este país?
Carlos Álvarez-Nóvoa: Yo me presenté a las primeras elecciones democráticas como candidato al congreso por un partido que no estaba legalizado todavía, estaba situado a la izquierda del PCE, entonces, esa obra era una obra electoral, me la encargó el comité central del partido del trabajo y los personajes eran pues El Socialisto, el Anarquisto, el “Efe auténtico”, el Alianzo Popular, el Eurocomunisto y el Comunisto que era el bueno... después el comité central me reprochó que el Anarquista caía demasiado simpático, yo creo que en el fondo como asturiano tengo una vena anarquista clara, aunque yo militaba y me presentaba por un partido comunista, como era el partido del trabajo... esa obra era una farsa que se estrenó con todos los permisos legales durante la campaña electoral y se representó en Andalucía que era donde competía fundamentalmente el Partido del Trabajo con posibilidad de obtener algún resultado... aunque no se logró... entonces, aquella visión era una visión de la España de entonces que a diferencia de lo que ahora ocurre y comparando aquellas elecciones con éstas... aquéllas en las que yo participé de forma muy directa a veces daba hasta cinco mítines diarios y por la noche era profesor en un instituto de bachillerato y a las doce de la noche teníamos una reunión en Sevilla y yo volvía en moto a las tres o las cuatro de la mañana ... y a veces no sabía qué pueblo había pasado ni cuándo había pasado... fueron unas elecciones ilusionantes en las que la competencia entre la derecha y la izquierda creo que fue, a pesar de que todavía el entrenamiento democrático se había perdido tras la dictadura, mucho más civilizada que la que estamos viviendo ahora... ahora me incomoda cuando oigo el discurso de los políticos, sobre todo por los niveles, sigo echando de menos a grandes políticos que tenían otros niveles de comunicación... pienso en Carrillo, en Felipe González, en Tierno Galván, incluso en Fraga Iribarne, cada uno con sus ideologías... era un nivel distinto de transmisión del mensaje... me parece todo tan pedestre, tan simplón en general...
En poco más de media hora, el telón se alzará de nuevo en el Centro Cultural de La Villa y la historia llena de humanidad de Miralles y Sánchez Mazas volverá a darnos una de las muchas lecciones que aún nos quedan por aprender.
Sofía Basalo.
Pregunta: ¿Qué es un héroe?
Carlos Álvarez-Nóvoa: Miralles lo repite a lo largo de la obra; “no hay héroes vivos. Los héroes nacen en la guerra y mueren en la guerra y todos están muertos” Miralles creo que nunca define lo que es un héroe, lo que sí asegura es que él no lo es... y que nadie que esté vivo puede serlo, porque la heroicidad deriva de la muerte. El concepto que personalmente tengo de la heroicidad es más simple, más cercano. Creo que un héroe es quien es capaz de vivir honestamente, de acuerdo con sus ideas y teniendo la generosidad de dar todo incluso su vida por alguien a quien ama o en quien cree.
Pregunta: ¿Por qué Miralles no es un héroe?
Carlos Álvarez-Nóvoa: Él no cree ser un héroe, se niega a que lo consideren un héroe... quizá piensa que su vida ha sido como ha sido, por circunstancias, yo no sé este hombre a lo largo de tantas guerras, tantas luchas y tantas batallas qué historias nobles o innobles habrá acumulado... Yo sí lo considero un héroe, porque como Cercas escribe y dice, gracias a seres desconocidos y anónimos que nadie recuerda la civilización se salvó, sobre todo en aquellos momentos en los que el peligro fue tan grave por lo que supuso el tercer Reich y el nazismo... y hombres que lucharon contra la dictadura... y gente como Miralles que después de la guerra de España se alistó con los aliados contra los nazis o bien quienes vinieron como por ejemplo estos hombres (me muestra una fotografía que tiene en el cuaderno) que vinieron a luchar en las brigadas internacionales.
Carlos Álvarez-Nóvoa habla despacio, meditando cada palabra, cada frase. Sujeta con las dos manos suavemente el micrófono mientras le formulo la siguiente pregunta y piensa tal vez en Miralles...
Pregunta: En algunas publicaciones he leído que quizá cuando el autor va en busca de Miralles, va en busca de un héroe y se encuentra a un soldado cabreado... no sé si esto es simplificar un tanto a la persona con la que se encuentra... quizá hay mucho más que un simple cabreo en esa persona... decepción, desencanto ante una sociedad para la que puede no haber servido de nada esa lucha... Quizá lo que espera Miralles es algo que no mate definitivamente la memoria de las personas anónimas, héroes, que han muerto en esas guerras y que él recuerda..
Carlos Álvarez-Nóvoa: Exacto. Lo hubiera dicho igual... yo creo que para este soldado cabreado y viejo lo más importante y por lo que precisamente siente ese rechazo a que lo consideren un héroe es porque entiende que los verdaderos héroes sus compañeros, que han dado su vida, los que han muerto... nadie los recuerda y nunca los va a recordar. Están vivos, en tanto en cuanto, él cada día piensa en ellos; de la misma manera que en un momento dado, Cercas le dice lo que pensaba Bolaños también, que mientras alguien piense y recuerde a esas personas, esas personas estarán vivas...
Pregunta: El olvido puede ser una nueva muerte...
Carlos Álvarez-Nóvoa: Claro, el olvido es una segunda muerte y cuando Miralles muere, con él mueren muchos otros... esas ocho personas que él recuerda cada día... el día que Miralles muere, ellos mueren con él de nuevo... porque no queda nadie para recordarlos... Creo que Bolaños, en boca de Cercas, lo expresa muy claramente; cuando Bolaños descubre esa pancreatitis y sabe que va a morir, su mayor pena es porque quisiera dar vida a muchos amigos y gente conocida suya que pensaba convertir en personajes de sus novelas y que no ha tenido tiempo para escribir... entonces, en ese sentido Bolaños podría haber dado vida en futuras novelas, cumpliendo ese deseo, a esos amigos que él sabe que nadie más va a recordar... de la misma manera, en la vida íntima y mental de Miralles esos amigos también están vivos y perecen una vez él desaparece...
Pregunta: No sé qué puede ser más importante si hallar las respuestas al porqué no mató Miralles a Sánchez Mazas... o el hecho en sí de que por una vez, en un momento dado, una persona supo ver más allá de nombres, cargos, política...
Carlos Álvarez-Nóvoa: Yo, lógicamente, me he hecho esa pregunta, por qué Miralles no disparó o por qué no le delató... podría haber hecho las dos cosas... ¿Por qué no le disparó...? Eso lo tengo más claro en el sentido de que cuando dos personas se miran y ninguna de ellas es un asesino, mirándose a los ojos, creo que es muy difícil que una persona mate a otra... y ¿por qué no le delató?... yo creo que Miralles estaba entonces, en aquella guerra... era un chiquillo, estaba allí obligado como otros tantos... en un bando o en otro... y cuando las personas se concretan en una cara, en unos ojos, en una situación como es ésta, en un temor, como es el que sentía Sánchez Mazas en ese momento... ya, el enemigo no es una abstracción, el enemigo no es una sombra lejana en contra de la que una dispara para defenderse... es un ser humano que está delante de nosotros... quizá no fue ni compasión siquiera... el sentimiento de Miralles fue... “¿por qué... quién soy yo para matar a este hombre, por qué lo voy a delatar si está vencido, si está derrotado...?” Creo que esa noche Miralles durmió más tranquilo que nadie en el mundo.
Pregunta: Quizá éste es uno de los valores que se pueden extraer de esta propuesta que más allá de las ideologías políticas, está el ser humano...
Carlos Álvarez-Nóvoa: Yo creo que ése es el mensaje de Javier, en el sentido de que... no creo que quiera hacer nada moralizante, no quiere ejemplificar con nada, simplemente es una mirada documental, objetiva en la que como decías, son seres humanos los que están ante esa mirada... yo creo que Sánchez Mazas fue responsable, importante responsable, de lo que después ocurrió... pero, qué quiere decir eso, que políticamente se equivocó... pero no que fuera una persona radicalmente mala... yo creo que nadie es radicalmente malo ni nadie es radicalmente bueno... todos somos buenos y malos... unos desarrollan más unas cualidades o unos defectos, pero todo lo bueno y todo lo malo está en cada uno de nosotros... y las personas aciertan o no aciertan en sus opciones. Yo considero que Sánchez Mazas se equivocó radicalmente, y no porque no coincida con mi ideología, porque yo sea un hombre de izquierdas y Sánchez Mazas fuera un hombre de derechas, sino porque objetivamente Sánchez Mazas con su actitud política causó un daño terrible e irreparable... ese millón de muertos que derivan del esfuerzo que él y otros cuántos como él hicieron para derrocar el régimen legal de la república y traer a España un enfrentamiento y provocar una guerra como la que se provocó...
Pregunta: Pero, ¿puede separarse totalmente la moral y la política. La ideología política?
Carlos Álvarez-Nóvoa: La ideología es parte del ser humano... tu ideología deriva de tus neuronas y de tu experiencia y de tus opciones a lo largo de la vida... de todo eso tu actitud ante la vida es parte de tu ser... pero esa opción personal de cada uno que lo lleva a alistarse en una dirección o en otra creo que sí se puede separar de otros comportamientos que como ser humano puede tener; el problema es cuando esta ideología se entrecruza con sus comportamientos y deriva de esa ideología un daño hacia los demás, ése es el problema... yo creo por ejemplo que la actitud de un nazi por muy alienado que esté... una persona que haya estado activamente participando de la represión de los nazis yo creo que no es salvable, humanamente... hay conductas y comportamientos que no te pueden salvar nunca... no puedes estar asesinando a la gente y decir que lo haces por un ideal... esas personas son radicalmente malas...
Pregunta: Es ésta una obra de teatro exigente, tanto para el actor y para el público, además de diferente de lo que vemos actualmente en la cartelera...
Carlos Álvarez-Nóvoa: Por la forma de hacer de Joan Ollé que es un hombre meticuloso y exigente y cuidadoso, los ensayos han sido intensos, es decir que Joan Ollé exigía muchas cosas para hacer un trabajo muy direccionista y también para que se acercara lo más posible a la realidad. La propuesta evidentemente es una propuesta distinta de la habitual sobre todo en la primera y en la segunda parte, en la tercera, en la que yo intervengo, digamos que se acerca un poquito más a lo que es el teatro al uso pero ese estatismo del gesto, del cuerpo, de la figura durante la primera hora del espectáculo es una propuesta que evidentemente exige un esfuerzo grande de quienes la interpretan y un esfuerzo grande a quienes reciben el mensaje, pero en conjunto yo creo que unos y otros vencen la prueba.
Pregunta: Usted comenzó en el teatro en 1957 y lo ha podido vivir, experimentar, contemplar desde una perspectiva muy amplia...
(En este momento, los intérpretes que intervienen en la primera parte de la obra, el coro, comienzan los ensayos que vemos a través del monitor que está situado en la parte superior del camerino de Carlos Álvarez-Nóvoa)
Carlos Álvarez-Nóvoa: Bueno, han cambiado las cosas... es cierto, he sido y soy desde entonces actor, director y autor y profesor de teatro... todas las facetas del teatro las he recorrido y durante cincuenta años ininterrumpidamente la de actor, la de director más en la primera parte y la de autor siempre, también. La diferencia fundamental yo creo que es la del mismo contexto social en el que se desarrolló esa actividad. Durante la dictadura, procedo del teatro universitario, después en el teatro independiente y después en el teatro profesional. Durante la dictadura, el teatro lo vivimos tanto en la universidad como en el teatro independiente, muchos de los que estábamos entonces en ello, como el arma que teníamos a nuestro alcance para luchar por la libertad. Entonces era un teatro comprometido que te obligaba a un ejercicio continuo de sortear las dificultades que la censura te imponía... una censura terriblemente rígida... a parte de la previa que se hacía sobre las obras que se permitían o no... dentro de las permitidas, sobre el texto, las supresiones y prohibiciones que había... y ahí no terminaba la historia, sino que en el ensayo general todavía iba el censor y quitaba tal música, tal vestuario, tal entonación o tal intención... y había que ser muy hábil utilizando recursos que a veces eran muy simples porque los censores, en general, aunque los había de distinto tipo, no eran muy inteligentes y no era difícil engañarlos... Buero Vallejo lo hizo simplemente cambiando la localización histórica de las historias que contaba cuando era muy claro a qué se estaba refiriendo... o Alfonso Sastre o Rodríguez Méndez... o tantos otros que escribieron entonces obras comprometidas con la realidad española cuando no se permitía ese compromiso ¿no?... entonces, el teatro para nosotros fue un instrumento de lucha contra el franquismo, por eso precisamente muchos durante la dictadura no estuvimos en el teatro comercial aunque algunas cosas había de interés en el teatro comercial... y una vez que se inicia la transición y se comienza a caminar hacia la democracia el teatro adquiere otra dimensión...
Pregunta: ¿Contra el franquismo se hacía un teatro de más calidad?
Carlos Álvarez-Nóvoa: Los momentos difíciles han podido suponer un estímulo para la creación, yo no utilizaría una fórmula tan tajante o tan concreta... la utilizará de un modo más general y es que efectivamente, cuando se viven momentos difíciles, de cualquier tipo el estímulo de creación artística puede funcionar quizá de manera más intensa que en otros momentos más apacibles; ahora, centrándonos en el tema del teatro y en España y valorando la creación a textos de autor... si comparamos los textos que se escribían en los años cuarenta, cincuenta y sesenta y los que se escriben ahora... yo creo que ahora que hay más libertad, la sociedad ha evolucionado culturalmente y habiendo como hubo autores de gran interés en aquella época creo que cuantitativamente la creación teatral, es ahora mucho más intensa, mucho más amplia de lo que era entonces...
Pregunta: Pero los autores se quejan de la dificultad de estrenar en la actualidad...
Carlos Álvarez-Nóvoa: Yo creo que no es difícil estrenar... en aquellos tiempos quienes estrenaban sin ninguna dificultad era Alfonso Paso y los autores que escribían un teatro tranquilizante, para la burguesía... los autores jóvenes o desconocidos no estrenaban nunca... ahora sin embargo, dependen de las comunidades autónomas y hay algunas que han hecho apuestas muy serias de apoyo a la joven dramaturgia, por ejemplo la Junta de Andalucía, el apoyo que se está prestando en Cataluña, en Galicia, en el País Vasco... que aún debería ser mayor del que es, pero hoy, para un autor joven es mucho más fácil publicar y estrenar de lo que era entonces...
Pregunta: Entonces, usted no cree que en los últimos tiempos la realidad española le ha dado la espalda al teatro...
Carlos Álvarez-Nóvoa: No, en absoluto... no digo que el apoyo no debiera ser mayor de lo que es, pero de espaldas estaba en la dictadura, donde lo estrenabas ni publicabas si no estabas dispuesto a elogiar al régimen... pero hoy no... depende de las comunidades, pueden apoyar en mayor o menor medida... pero la situación es infinitamente mejor, sin duda.
Pregunta: Ha rodado numerosos cortos, pero en el cine no comienza a trabajar hasta la década de los años noventa, ¿por qué ese comienzo tardío quizá?
Carlos Álvarez-Nóvoa: Porque mi opción no fue hacer ese camino, yo opté por ir a vivir a Sevilla, vivía del teatro, era un hombre de teatro y aunque había hecho alguna cosa con Martín Patino, una cosa muy bonita que se hizo en Andalucía, “Andalucía un siglo de fascinación”... había hecho cosas muy puntuales... y si no es por la película de Benito Zambrano quizá no hubiera iniciado ese camino o quizá sí... ahora, una vez lo inicié con cincuenta y muchos años me encantó ver que se abría un nuevo sendero, que estoy recorriendo paralelamente al teatro. ¿Por qué no lo hice antes? Porque antes no surgió la ocasión, porque antes tampoco yo me empeñé... en los años sesenta, setenta u ochenta... incluso noventa... y en Andalucía en el siglo que estamos, para hacer cine si no te conocían, tenía que estar en Madrid o en Barcelona... sobre todo en Madrid. Mi opción no fue esa, fue vivir en la ciudad que escogí, Sevilla y desde allí seguí desarrollando mi actividad teatral...
Pregunta: Y acaba de estrenar “El Vuelo del Guirre”...
Carlos Álvarez-Nóvoa: Sí se estrenó en Tenerife. Yo asistí a una especie de estreno en el Festival de Las Palmas y hace diez días (la entrevista la manteníamos el 23 de mayo) se estrenó en Tenerife de forma oficial. De momento las pocas copias que tienen, porque no es una productora potente, están distribuyéndose en Canarias... en la península aún no se ha estrenado... sé que en junio va a ver una presentación en Madrid para productores extranjeros y nacionales, quizá a partir de ahí comience una distribución mayor...
Pregunta: Volviendo a “Soldados de Salamina” y a la época en la que la acción transcurre, ¿Es oportuna esta propuesta dada la situación tensa o “crispada” que se vive hoy en día en España?
Carlos Álvarez-Nóvoa: Sí es oportuno. Primero yo le quitaría las comillas que has puesto, creo que se vive en este momento y hay unos responsables directos de esa crispación... hoy mismo estuve escuchando a este personaje que no sé por qué todavía sigue hablando si ya hizo su recorrido, que fue el ex presidente Aznar... me parece que sus intervenciones son absolutamente penosas y que estamos padeciéndolas... en esa línea él como otras personas del mismo tipo acusan a otros de esa crispación, pero creo que las provocaciones están viniendo de gentes como este señor que parece estar empeñado en que esas dos inevitables Españas de las que hablaba Antonio Machado... “una de esas dos Españas han de helarte el corazón...” sigan enfrentadas... yo nunca he vivido en este país, ni en la dictadura, la sensación de crispación que estoy sintiendo ahora, es decir, eso lo noto en mí mismo... yo en un café, oigo una opinión contraria a la mía y antes me daba igual, ese señor pensaba lo que pensaba y pasaba de él... hoy me incomoda de una manera especial, porque me noto continuamente aguijoneado y creo que han conseguido, el partido popular, concretamente, crispar a este país como nunca lo había estado.,.. desde que yo recuerde... nací después de la guerra, yo no viví lo que ocurrió antes... pero a nivel de experiencia, de vivencia personal, la crispación que estamos viviendo ahora yo no la he vivido nunca. Entonces, en este momento en que la política que para mí es la tarea más noble que puede desarrollar un ser humano y tengo la convicción además de que a parte de los casos de corrupción que puede haber, son muchísimos más los políticos honestos que, generosamente, desarrollan su labor... no tiene sentido que se convoquen manifestaciones en apoyo de uno o de otro, da igual, salen millones a la calle, convoquen unos o convoquen otros... España está completamente dividida... en este momento de crispación tan grande en el que hay políticos que a pesar de que considere que la política es la profesión más noble de un ser humano, y que haya tantos políticos honestos como creo que hay, sin embargo en este momento los políticos están haciendo un flaco servicio al desarrollo social. Estamos viviendo unos momentos en los que ese deseo de ocupar el poder que es muy legítimo; lógicamente un político quiere estar en el poder para a través de esa situación lograr llevar su ideología a la práctica y eso es la política, llevar a la práctica una ideología, ahora los caminos que se están recorriendo para ello, en este momento me parecen perniciosos y en algunos casos hasta absolutamente obscenos... en este sentido, la visión de Cercas que no es nada moralizante, y es una visión tranquila y objetiva en la que nos ofrece delante son hombres que pueden acertar o equivocarse en sus opciones políticas pero que no son indignos, sino que actúan conforme a sus ideas... sí me parece que es una lección oportuna en este momento.
Pregunta: En esta crispación, ¿Qué papel juegan los medios de comunicación?
Carlos Álvarez-Nóvoa: Creo que es evidente, hay una alineación clarísima. Todos sabemos que no hay prensa independiente por mucho que intenten definirse como tal. No hay radio independiente, no hay periódico independiente y todos sabemos quiénes se posicionan en un lado y quiénes se posicionan en otro, ahora la diferencia brutal son las formas y pongo sólo un ejemplo; yo soy oyente en radio de la Cadena Ser y lector de El País, en el dial cuando cambio de ciudad o cuando voy en coche y sale la emisora local de la Ser en un informativo o sobre todo, en un debate, en un coloquio con contertulios y puedo dudar si es la Ser, porque escucho voces discordantes al lado de las que apoyan la opción que defiende la Ser que es evidentemente cercana a la del partido del gobierno, al PSOE; sin embargo, escucho la COPE... bueno, escucho no, si caigo en la COPE puedo aguantar diez segundos... es decir, es el insulto, la no posibilidad de una idea distinta de la que los personajes que están en esa cadena de obispos transmiten... entonces, creo que los medios de comunicación, dentro de esa crispación, algunos medios, en concreto, son responsables en gran medida de la misma... y cito clarísimamente a la COPE y el diario EL MUNDO.
Pregunta: En 1977 usted escribió una obra de teatro llamada “Así es España, señores”... treinta años después, ¿Cómo es este país?
Carlos Álvarez-Nóvoa: Yo me presenté a las primeras elecciones democráticas como candidato al congreso por un partido que no estaba legalizado todavía, estaba situado a la izquierda del PCE, entonces, esa obra era una obra electoral, me la encargó el comité central del partido del trabajo y los personajes eran pues El Socialisto, el Anarquisto, el “Efe auténtico”, el Alianzo Popular, el Eurocomunisto y el Comunisto que era el bueno... después el comité central me reprochó que el Anarquista caía demasiado simpático, yo creo que en el fondo como asturiano tengo una vena anarquista clara, aunque yo militaba y me presentaba por un partido comunista, como era el partido del trabajo... esa obra era una farsa que se estrenó con todos los permisos legales durante la campaña electoral y se representó en Andalucía que era donde competía fundamentalmente el Partido del Trabajo con posibilidad de obtener algún resultado... aunque no se logró... entonces, aquella visión era una visión de la España de entonces que a diferencia de lo que ahora ocurre y comparando aquellas elecciones con éstas... aquéllas en las que yo participé de forma muy directa a veces daba hasta cinco mítines diarios y por la noche era profesor en un instituto de bachillerato y a las doce de la noche teníamos una reunión en Sevilla y yo volvía en moto a las tres o las cuatro de la mañana ... y a veces no sabía qué pueblo había pasado ni cuándo había pasado... fueron unas elecciones ilusionantes en las que la competencia entre la derecha y la izquierda creo que fue, a pesar de que todavía el entrenamiento democrático se había perdido tras la dictadura, mucho más civilizada que la que estamos viviendo ahora... ahora me incomoda cuando oigo el discurso de los políticos, sobre todo por los niveles, sigo echando de menos a grandes políticos que tenían otros niveles de comunicación... pienso en Carrillo, en Felipe González, en Tierno Galván, incluso en Fraga Iribarne, cada uno con sus ideologías... era un nivel distinto de transmisión del mensaje... me parece todo tan pedestre, tan simplón en general...
En poco más de media hora, el telón se alzará de nuevo en el Centro Cultural de La Villa y la historia llena de humanidad de Miralles y Sánchez Mazas volverá a darnos una de las muchas lecciones que aún nos quedan por aprender.
Sofía Basalo.
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