domingo, 13 de febrero de 2011

... BERNABÉ RICO (Septiembre 2009)



Hay que tener las cosas muy claras para arriesgarse con una producción privada que no sea “mayoritaria”, que se separe un poco del camino a seguir, de la convención... hay que tener las cosas muy claras para arriesgarse con un texto que se estrena por vez primera en nuestro país. Así de claras las ha tenido Bernabé Rico, un joven actor que también es productor y artífice de esta aventura, que desde la primera vez que vio la versión cinematográfica del texto de Roger Rueff descubrió en él una obra de teatro que era necesario poner en pie. Dos largos años ha mantenido ocupado al actor sevillano la noche en la que tres ejecutivos esperan a su cliente estrella en una suite de hotel. Dos años de trabajo, dos años de sacrificio que en estos momentos está viendo más que recompensados. Hemos hablado con Bernabé Rico:


Pregunta: Has sido el artífice de este proyecto. El productor y el traductor. Cuéntanos cómo fue la génesis de esta aventura.


Bernabé Rico: La génesis se remonta a 2007. Nosotros tenemos un producto que es dar formación utilizando el teatro a empresarios y a trabajadores de empresas, con lo que nos encargaron unas sesiones para empresarios donde se viera el potencial tan grande que tienen las personas que llevan mucho tiempo trabajando en una empresa, mayores de 45 años. Entonces, me recomendaron la película de “El pez gordo”, la vi y me di cuenta que detrás había una obra de teatro, porque había un solo escenario. Comencé a buscar la obra, no la encontraba. A través de internet busqué por Estados Unidos, en todas las librerías virtuales y tampoco; entonces me llamó mucho la atención de que no existiera, porque todos sabemos que si algo no está en internet no existe, eso está claro; así que lo dejé por imposible... pero de repente, un par de semanas después, buscando información sobre el autor, ya ni siquiera de la obra, caí en la página web del mismo, entonces ahí lo encontré todo... él mismo decía que la obra no estaba editada, que él quería tener un control directo sobre las compañías que montaban sus obras, me puse en contacto con él y me cedió los derechos para traducirlo, en primer lugar, luego para montarla y desde 2008 que fue cuando me cedió los derechos, hemos tenido un contacto muy directo... él ha hecho un seguimiento muy cercano de todo el montaje, de los actores, del director, de la misma traducción, las pequeñas adaptaciones que hemos ido haciendo del texto... la verdad es que hasta la semana pasada que ha sido cuando ha venido a ver la obra, ha sido un proceso muy cercano y muy bonito, porque ver que alguien que ha escrito un texto, que la ha imaginado, él mismo, en un hotel.. porque él trabajaba en una empresa de lubricantes industriales, y en cierta forma es autobiográfico, porque ocurrió realmente... el inicio de la obra fue totalmente autobiográfico, lo que ocurre, no; simplemente fue la génesis de decir “ aquí hay material interesante para escribir una obra de teatro”

Pregunta: El Cartel de promoción de esta obra es muy original; de hecho he leído algunas afirmaciones, en las que aseveras que el teatro español está un poco anticuado en ese aspecto...

Bernabé Rico: Bueno, matizo. No me gusta hablar en general, me gusta ser concreto y específicamente lo que no me gusta de España es la forma en que enfoca la venta de una obra y eso implica los carteles, los canales de venta, me refiero a la promoción de la obra... la publicidad, el tipo de publicidad que se hace... y a mí me da mucha pena... Esta obra por ejemplo; si me he lanzado a producirla ha sido porque era la única forma de que llegara a España, por un lado y por otra parte, porque yo soy un actor reconvertido a productor; es decir, si yo no me subiera todos los días a un escenario a hacer esta obra, yo jamás me habría metido en este embolado tan grande, porque llega un momento en el que son los sufrimientos sólo tienen compensación si luego está ahí el público para agradecértelo, porque realmente, si hubiera sido el único productor no habría invertido la cantidad de esfuerzo y dinero en una cosa que no fuera tan personal... es decir, desde el mismo dossier, la página web de internet, todo... yo tenía muy claro que había de ser como yo quería que fuera desde mi personal punto de vista... no he escatimado medios ni económicos ni nada... por eso un productor normal y corriente, jamás lo habría hecho, porque en realidad el porcentaje de compensación económica que vas a recibir es muy pequeño, pero la satisfacción personal es muy grande... el teatro americano me gusta mucho, por eso he traído esta obra... intento ir todos los años a ver montajes a Londres o a Nueva York, y la verdad es que se me cae un poco la cara de vergüenza al ver cómo Madrid que es un núcleo mundial del teatro, porque esa es la realidad... hay muy pocas ciudades en el mundo donde haya tanta oferta teatral por habitante como es Madrid... me da mucha pena ver cómo en una ciudad como ésta, la oferta teatral que hay, por un lado sus carteles sean típicos, las dos, tres caras que están mirando al frente cada uno con su personaje y que no se cuide eso en una forma como se hace fuera... y la razón de que esto sea así, es porque la gente, el público no lo exige, no lo pide, ve un cartel normal, tal y como se hacía en los años cuarenta... y no le llama la atención ni le echa para atrás... y eso se lo achaco un poco a que por un lado, el público no exige más, le da igual lo que el productor haga respecto a eso, y a veces me atrevo a decir que hay una falta de respeto de los productores que ni siquiera hacen algo más que gastarse exclusivamente lo necesario para coger dos fotografías con “photoshop” y meterlas en un fondo azul y las letras... pero bueno, confío en que empiece a haber alguna que otra producción que cuide un poquito eso... incluso en el teatro público, el CDN por ejemplo, desde hace un tiempo, está manteniendo una corriente estética distinta, muy sugerente...

Pregunta: Me llama la atención lo que comentas, que al público le da lo mismo... ¿Crees que también le da lo mismo, no sólo al público sino también al productor, lo que ocurra más allá del cartel publicitario?...

Bernabé Rico: Sí. No hay duda; como te comentaba antes, si el espectáculo no tuviera éxito la gente, los productores, empezarían a preguntarse “a lo mejor es que debemos currarnos un poquito más esto de “la venta”” pero no es así. Me es muy triste asistir a espectáculos que a lo mejor, tienen un texto bueno, pero la forma en que están enfocados, dirigidos, es literalmente a buscar la risa fácil... yo, como espectador, he visto un espectáculo bueno, que ha estado totalmente dirigido a buscar la risa fácil y además el público se lo ha agradecido... el público parece que no busca nada más... entonces, si eso es lo que quiere... yo no voy a ser quien se lo eche en cara... pero, como productor no puedo meterme con el otro productor, porque haya hecho lo que el público demanda... a mí, por ejemplo, programas como “La Noria” me parecen horripilantes, pero están ahí porque el público lo quiere... entonces yo no le puedo reprochar absolutamente nada a esos programas... ni tampoco se lo puedo hacer a la gente, porque la gente es libre y por eso estamos en democracia, pero reconozco que me queda un sabor agridulce, al decir “ésta es la gente que me rodea, ésta es la sociedad en la que vivo y qué pena que no haya un sector que demande algo más”... pero sé que lo hay, porque lo vivo, porque todas las noches me subo al escenario y veo cómo reacciona el público... Puedo decir con toda seguridad que, al menos en el teatro privado, no hay actualmente en cartelera ninguna obra como la nuestra. Hecha con rigor, con un texto de ese calado y a la vez, dirigida de esa forma tan amena y con tanto humor... y estamos viendo que hay un público que lo demanda... y aún así, la realidad es que hay otro público que lo que está demandando es que haya tres gags por minuto... y por eso no le puedo pedir al público que quiera lo mismo que yo...

Pregunta: Y aún así tomas el camino “más difícil”... Una especie de Quijote luchando contra gigantes ¿no?... Pues, no es la primera vez que produces y arriesgas, desde hace ya algún tiempo cuentas con tu propia compañía, “Talycual”...

Bernabé Rico: Sí, hace ya cinco años... “Quijote” son palabras mayores... y además, Quijote luchaba por algo imposible... y sólo tenía un allegado que era Sancho Panza... yo he tenido mucha suerte y cuento con muchos allegados, empezando por el pedazo de equipo que tengo, con mis compañeros de reparto, Helio Pedregal y Toni Cantó, con Juan Carlos Rubio que es un director, un autor y un amigo increíble... además todo el mundo que se ha acercado a este proyecto ya sea para trabajar, ya sea como espectador, se ha quedado prendado de él... al revés, más que un Quijote me considero alguien que de repente se ha imaginado algo que le ha gustado, que le ha apasionado... lo ha compartido con gente cercana y esa gente se ha ido sumando a la aventura... con lo que me siento un poco “Flautista de Hamelín”, por buscar un símil literario...

Pregunta: En esta obra encontramos tres personajes, tres hombres que se encuentran en tres épocas distintas de la vida ¿podrían ser una misma persona?

Bernabé Rico: Sí, de hecho, lo curioso es que es algo que no está en la obra escrito, que ni siquiera está implícito, pero al tiempo de leerla y de empezar a trabajar en ella, en su traducción, se me empezó a ocurrir que de forma muy sugerente podía estar ahí la idea... y como te he comentado que el autor y yo habíamos tenido muy buena relación, él había hecho un seguimiento del proceso de creación del montaje, lo dejé caer un día, como por casualidad, y el autor se me quedó mirando como diciendo “es que es eso”... y con el tiempo, cuando vino a ver la obra, comentó que es algo que él nunca lo dice al principio porque le gusta que sea el mismo director o los mismos actores los que se vayan dando cuenta de esto... y lo curioso es que todas las personas, los artistas que montan esta obra, no importa el país que sea, siempre los que hacen un buen montaje, acaban dándose cuenta de esto, de que es una especie de una sola persona, durante tres etapas de su vida. Para nosotros es muy gratificante escuchar cosas como la que nos dijo después de ver la obra la primera noche (porque vino tres) que era una de las mejores producciones que ha visto de esta obra en todo el mundo... entonces, la verdad es que eso te llena de satisfacción y antes de irse nos dijo una cosa muy bonita y es que se iba con la tranquilidad de saber que su obra se iba a estar representando cada día, de la forma en la que él la había escrito aquí, en España... entonces, saber que el autor y tu producción están en la misma sintonía es algo que te anima a subir cada noche a hacer tu trabajo.

Pregunta: De igual modo has comentado que el final de esta obra es un final esperanzado... pero yo no lo tengo muy claro, pues tu personaje en un principio cree que se puede nadar en esa pecera defendiendo sus propios principios, pero el personaje de Toni Cantó nos demuestra que no, que hemos de envolvernos en otra piel más dura, más fuerte...

Bernabé Rico: Sí... una piel de tiburón... yo sí creo que tiene mucha esperanza ese final, porque para empezar, yo creo que el personaje de Toni Cantó, es una persona que encierra una gran humanidad, lo que le ocurre es que está rodeado de una coraza y de un pragmatismo que a veces incluso puede parecer que sea lo contrario... pero lo bonito es que a lo largo de la obra ves que él tiene una línea de pensamiento muy clara y muy humana en su forma de proceder con el mundo... por ejemplo, por un lado él intenta transmitir sus conocimientos, lo que ha aprendido a lo largo de la vida, a mi personaje que es el más joven, el que está comenzando... el problema está en que yo tengo mis ideales y los llevo como un estandarte, como sinónimo de “esto es lo que hay que hacer porque es lo correcto, es decir, tengo la razón porque creo en esto”... y en cambio el personaje de Larry (Toni Cantó) es “me parece muy bien, tus ideales están muy bien y son algo muy loable, pero en la vida hay algo más que eso”... el problema de la religión está en que si tú tienes una cosa que es la fe, fe en algo externo que directamente ya te viene impuesto porque no se puede discutir en lo que tú crees... la imposición que hace la iglesia de todo esto... con lo que tú lo tomas como un dogma de fe y sino, estás fuera de la iglesia, entonces, eso ya te salva porque no tienes que pensar ni luchar por nada, simplemente luchar en nombre de la religión y el personaje de Toni lo que dice es que se tiene que pensar por uno mismo, se tiene que ser consecuente con el mundo para lo bueno y para lo malo... en la parte en la que Toni intenta explicarme a mí lo importante que es para él ser honesto en el trabajo, lo que implica a veces no tener que tragar con un montón de cosas... hay una parte muy bonita en la que le explica a mi personaje cómo a un cliente de otra empresa que quiere que le venda un producto, después de aguantarle horas y horas de mentiras, de repente, planta los cubiertos sobre la mesa y le dice “mira hasta aquí hemos llegado, eres un mentiroso y me da igual todo...” Ese ejemplo, es cómo Larry (Toni Cantó) ve la vida... y yo sí creo que hay esperanza porque al final de la obra, el personaje de Helio Pedregal, nos dice que aparte de todas las confrontaciones que puede haber entre el personaje totalmente idealista y obcecado en una ideología sumamente cegadora como es tomar una religión de una forma fanática, y el personaje de Toni Cantó que lo único que tiene en mente en ese momento es conseguir el contrato, porque sino se iban a la calle... al final el personaje de Phil (Helio Pedregal) lo que le da es la coherencia de decir “ni es lo uno ni es lo otro”... la vida es otras cosas... en ella están la familia, los amigos... esas cosas que dejamos de lado cuando nos quedamos con un único punto de mira.
El autor cuando estuvo aquí, ponía de ejemplo a Estados Unidos, su país, y decía que se estaba dando cuenta de que en tiempos de crisis, como ahora, parece ser que su obra cobraba un especial significado, porque parecía como si la gente con la crisis, hiciera una especie de catarsis porque se da cuenta de que realmente como no tienen dinero para comprarse otro coche, otra casa, ir de vacaciones... lo que hace es encerrarse en su propio ámbito, entorno y hablan más con sus hijos, se relaciona más con su familia, con sus amigos, se apoyan más los unos a los otros... las relaciones se refuerzan y se consolidan... Es curioso porque eso es lo que pasa en la obra... Los tres personajes acaban totalmente cambiados y lo que le queda al espectador es que realmente no es el fin del mundo...

Pregunta: En un momento de la obra se dice que el personaje de Toni Cantó es “Honesto”, pero tú lo has calificado como “tiburón” ¿Hay algún tiburón honesto?


Bernabé Rico: Toni, en verdad es un pez globo con piel de tiburón... si fuera un tiburón auténtico en el sentido de la palabra más intrínseco, me habría comido a la primera zarpada... nada más entrar en escena y verme allí como un pardillo, directamente se me habría echado a la yugular y me habría quitado del medio... el personaje de Toni es un hombre que no necesita mostrar sus ideales, su forma de pensar, su modus vivendi... su forma de ver la vida, la tiene de un modo tan intrínseco que él vive así, no hace falta que cuente cuál es su forma de vivir, ni su forma de pensar... simplemente él vive... lo que sí tiene es esa piel de tiburón, una piel externa, que hace que tenga una gracia innata, una verborrea casi diarreica, no puede parar de hablar y tiene mucho encanto... tiene muchísimo encanto, porque te embelesa... y piensas pero si puede venderme cualquier cosa... es un poco así, pero sí es honesta, porque vive como él piensa de verdad... tú puedes ser honesto y no llevar la mejor vida posible, pero si eres honesto en cómo lo planteas, entonces te conviertes en una persona que va con la verdad por delante... yo creo que Larry es una persona que va con la verdad por delante, y esto no quiere decir que todo lo que exponga haya que tomárselo en serio... he visto muchas personas como Larry, como el personaje de Helio Pedregal y como el mío propio, más aún cuando he estudiado durante diez años en un colegio del Opus Dei... eso te crea mucho material para trabajar...

Pregunta: ¿Cómo fue esa experiencia?

Bernabé Rico: Bueno... la experiencia fue que llegó un momento en el que directamente les dije a mis padres “o me voy o me voy”... la única forma de irme en ese momento era estudiar en el extranjero y lo conseguí... conseguí embelesarles con mi piel de tiburón, y les hice ver que lo mejor era ir a estudiar en Estados Unidos, porque me apetecía muchísimo... aunque en realidad lo que más me apetecía era salir de un colegio donde todo era “a+b=c” y en ningún momento puedes cuestionarlo... no podía ni tener el pelo largo, como lo tenía yo; de hecho, con el tiempo, me enteré que ésa fue una de las cuestiones por las que se me ayudó a que me fuera... No sé si la cosa habrá cambiado pero, tampoco ha resultado ser una experiencia traumatizante... si bien, si tuviera algún hijo, el último colegio al que lo apuntaría sería a uno del Opus Dei...

Pregunta: Creo que uno de tus últimos proyectos teatrales ha sido “A la luz de Góngora” ¿Qué tal se vive a la luz de este autor?

Bernabé Rico: Es ir a las antípodas de lo que estoy haciendo ahora... ha sido curioso porque “El pez gordo” se gestó mientras estaba actuando en “Humo” con Juan Luis Galiardo y Kiti Manver y cuando empezamos la gira de “Humo” comenzó el proyecto “A la luz de Góngora” que ha dirigido Kiti. Me llamó y compaginamos “Humo” con “A la luz de Góngora” y yo ya estaba con “El pez gordo”... con lo que venía de hacer una obra ambientada en España en la época actual, de repente tenía que compaginarla con una obra ambientada en el siglo de oro y estaba con la cabeza en la traducción de una obra americana que hablaba sobre lubricantes industriales y tres ejecutivos en una habitación de un hotel de Kansas... fue muy curioso todo... mi experiencia de Góngora ha sido muy enriquecedora... es muy bonito trabajar cosas que no conoces de primera mano y llega un momento en que ya son parte de ti... todo el proceso de trabajo con los compañeros, con Kiti Mánver, con Juan Luis Galiardo ha sido muy interesante y sobre todo ver que puedes compaginar tanto trabajo y tan diverso, te alivia mucho...

Pregunta: La pena es que “A la luz de Góngora” no haya llegado a Madrid...


Bernabé Rico: No aún no ha llegado... pero te digo que si hay una persona que sea muy muy constante entre todas las que conozco, ésa es Kiti Mánver... y sigue intentándolo... con lo que no te extrañe que pueda llegar en un momento dado... (risas)

Sofía Basalo.

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