sábado, 12 de junio de 2010
... JOSE TOME (Noviembre 2009)
Ur Teatro es una de las compañías teatrales más veteranas de nuestro país. Hace poquitas fechas cumplía veinte años, aniversario que celebraban con la reposición de uno de sus grandes éxitos “El sueño de una noche de verano”. Mientras tanto, la historia del escritor ruso Bulgákov seguía recorriendo España.
“Cartas de amor a Stalin” es una mirada hacia la dictadura stalinista. Una mirada que nos han regalado Juan Mayorga de la mano de esta prestigiosa compañía.
José Tomé interpreta al escritor que recluido en su casa espera desesperadamente la respuesta del dictador; una llamada que le diga que puede marcharse de ese estado represor. Hemos hablado con el actor, quien con una reflexiva palabra nos ha ayudado a conocer una realidad poco explorada:
Pregunta: ¿Qué censura es más perjudicial: la que viene de fuera o la autocensura?
José Tomé: Yo creo que la más perjudicial es la que nos imponemos nosotros mismos; es la que te frena de las cosas y al mismo tiempo, cuando no la tienes es la que te impulsa a hacer cosas de las que tú mismo te asombras.
Pregunta: ¿Hoy en día existe la censura?
José Tomé: Creo que hay muchos tipos de censura y de autocensura. Seguramente, o en eso confiamos los ciudadanos, los poderes públicos son capaces de ampliar el marco de libertad para que podamos ver más allá de lo que nos ocultan... son realidades paralelas y la democracia en lo que debe avanzar es en eso... en poder disfrutar de un estado que permita al ciudadano arriesgar en sus relaciones y en su trabajo.
Pregunta: Ha comentado que existen muchos tipos de censura y autocensura... ¿Usted como actor, director, escenógrafo, al fin, qué tipos de censura ha tenido que “ver” o “sufrir”?
José Tomé: Nosotros, la particularidad que tenemos es que somos un grupo y al hacer un trabajo desde hace años como grupo el marco de libertad es el que nosotros nos ponemos. Siempre hemos intentado hacer un trabajo que permitiera a la gente joven, sobre todo, pensar y hacerlo a través de la palabra, creo que lo hemos conseguido con más o menos suerte, si los chavales, la gente joven, el público en general logra ver en nuestros trabajos un marco de libertad donde poder expresar unas ideas, pues bien lo habremos hecho... si no es así, es que la autocensura nos habrá machacado, pero creo que en esta aventura el grupo siempre ha intentado ir más allá y Helena Pimenta intenta siempre en sus trabajos no contentarse con el éxito anterior sino buscar sitios, caminos no recorridos...
Pregunta: Interpreta a Bulgákov, el personaje protagonista de “Cartas de amor a Stalin”, su esperanza se abre cuando suena el teléfono, recibe una llamada que se interrumpe... Pero, ¿Esa esperanza es real. Recibe verdaderamente esa llamada?
José Tomé: En realidad fuera de la obra, lo que es la verdad histórica, la llamada se produce, parece que el propio Bulgákov ante los amigos se ríe del propio Stalin, en petit comité... Juan Mayorga, al buscar una estructura dramática, y esto parece ser también real, la relación del arte con el poder... siempre el arte ha necesitado el poder y a la inversa... Bulgákov lo que intenta es dejar de ser fiel a sus ideas, que Stalin le pueda creer, le pueda entender y al mismo tiempo hablan de una metáfora, de la utopía del comunismo y de lo que el stalinismo dejó de esa utopía en el camino... Stalin hablaba de compañeros de viaje y lo que quería era gente afín al sistema que escribiera a favor del régimen y Bulgákov se negó... ésa es la gran aventura...
Pregunta: Creo que lo más interesante de esta propuesta es que habla de la dictadura comunista y del posible exilio de un escritor ahogado por la censura de un régimen de izquierdas, cuando siempre se ha hablado de las dictaduras fascistas...
José Tomé: Sí. Es la gran aventura que plantea Juan Mayorga, y desde mi punto de vista ha sido muy valiente, por lo que comentas... porque siempre al hablar de censura parece que hablamos de derechas y lo que Juan está planteando es, en este momento de la historia, cómo poder ir más allá y que la política se ponga al servicio de las personas... desde ahí la aventura de Bulgákov lo que tiene de original o de extraordinario es que está destapando cosas que han ocurrido y que conocerlas nos hace más libres.
Pregunta: Más independientes...
José Tomé: Sí, y más capaces de entender lo que estamos viviendo y de poder rebelarnos...
Pregunta: Escribe el autor en el programa de mano, que esta obra también nos ofrece una reflexión sobre el artista que necesita ser amado por el poder y a la inversa... pero yo no sé si un intelectual, un artista debe o no, estar con el poder...
José Tomé: Yo creo que no tiene que estar con el poder, en cuanto que el poder sea algo que se imponga; si es algo que es libre, tampoco entiendo que el viaje no pueda ser en paralelo... Creo que la cultura si tiene algún valor (vuelvo a hacer hincapié en los jóvenes) en este momento, es el valor de ser capaz de generar la curiosidad y abrir nuevas miradas... y a veces eso, el poder no lo permite... el económico, el político... hasta el poder que se da en nuestras relaciones... yo creo que el artista lo que tiene que hacer es plantear caminos nuevos, esté o no de acuerdo con el poder...
Pregunta: Una de las preguntas que se hace Bulgákov es por qué no le dejan marcharse y a otros colegas sí...
José Tomé: La característica de Bulgákov es que era conocido fuera de la URSS y ese conocimiento en el extranjero de la figura de Bulgákov le ocasionaba a Stalin un gran perjuicio si Bulgákov salía de Rusia, porque su opinión iba a ser conocida y respetada fuera de Rusia... ésa es la razón fundamental de la negativa... en el caso del colega que aparece en la obra, es que él, más listo que Bulgákov cuando se presenta ante Stalin, es capaz de dorarle la píldora y darle pena y le dejan salir por esa razón... Bulgákov siempre fue de frente, fue una persona, casi un dandi; él pertenecía a la sección de los blancos que lucharon contra la revolución, tiene la posibilidad de escapar y no lo hace, acepta la revolución, intenta pelear por ella y se encuentra con el límite de Stalin y él lo maravilloso que tiene es que sigue intentando ayudar a la revolución siendo crítico...
Pregunta: ¿Cómo ha sido esta aventura teatral que dura ya más de un año?
José Tomé: Ha sido apasionante... con Juan Mayorga hemos hecho ya cinco montajes... entonces, entendemos bien su escritura; él nos acompaña en los procesos del montaje y tanto para Helena como para el grupo ha sido un placer, porque en las obras de Juan, cuanto te pones a rascar hay mucho... y viajar a través de la obra de Juan y del personaje te puedo decir que para mí, ha sido el trabajo más gratificante... porque siempre encuentras cosas... y te sigue asombrando que público muy diverso pueda ver en la obra algo más que le lleve a decir que no sólo le gusta, sino que le interesa...
Pregunta: Gran diferencia “no sólo gustar, sino además interesar”...
José Tomé: Sí... por esto que decíamos antes, porque el tema que está tratando es muy contemporáneo... y en este momento de crisis, todos estamos intentando buscar más allá de la política, dónde está la vida y Juan lo que está planteando es una incógnita muy bonita, la lucha de alguien por encontrar la libertad y porque esa libertad se respete... yo creo que la guinda la pone Juan con lo que plantea... y aunque no fuéramos nosotros quienes lo hemos llevado adelante, creo que la obra tiene el valor de un clásico... “Cartas de amor a Stalin” reflexiona sobre algo que es muy válido, entonces, lo que hemos podido recibir ha sido eso... el interés más allá de la propia tesis que plantea la obra, el interés de la gente porque se le está contando algo que interesa...
Pregunta: Su trayectoria profesional está muy ligada a Ur Teatro. Una compañía que hace poquito tiempo cumplía veinte años...
José Tomé: Sí, estamos de pie, que es lo que vale (risas) Ur nace en un instituto en Rentería y ha ido creciendo con los años, ha ido cambiando... el intento ha sido seguir manteniendo un trabajo de equipo y poder ofrecer obras tanto clásicas como contemporáneas en las que la palabra tenga un papel fundamental... por ahora no nos tiran tomates, nos siguen llamando y es lo que queremos, hacer todo lo mejor que podamos... Queremos hacer un teatro que llegue a todo el mundo, que nos ayude a todos a pensar y es el teatro en el que creemos... un teatro que pueda cambiar alguna cosita...
Pregunta: Helena Pimenta ha comentado alguna vez que el recorrido ha sido difícil, complicado y que hoy en día el reto está en sugerir e interesar... ¿Creen que la palabra ya no es tan importante?
José Tomé: Creo que es una sociedad del espectáculo en el que a veces lo que no sea llamativo, desde una cara famosa o algo que contenga morbo... está siendo relegado a un segundo plano... y eso me parece un error. No hablo de ser sesudo o ser serio o ponerse trascendente... Creo que se puede hacer las cosas divirtiendo e interesando y desde ahí, en este momento sea un tipo de teatro o de cultura que no interesa desde el punto de vista de la comunicación y sin embargo nuestra experiencia ha sido que ver vibrar a gente de catorce o quince años con el texto de Romeo y Julieta es muy emocionante y para nosotros muy valioso porque esa gente tal experiencia le queda para toda la vida... tienen el disco duro todavía muy nuevo y son capaces de incorporar las experiencias y el teatro permite acumular estas experiencias... entonces desde ahí parece que sería una responsabilidad hacer una cultura que llegara a la gente que le permitiera valerse de las herramientas que la cultura le puede proporcionar... a lo mejor estoy equivocado y los shows televisivos son los que nos hacen recapacitar... pero desde mi punto de vista, no creo que sea un momento muy lúcido...
Pregunta: ¿Podemos decir que, en cierto modo, el poder está dando la espalda a la cultura?
José Tomé: No sé... a lo mejor es que al poder no le interesa mucho que la cultura sea independiente y que haya discursos alternativos... por desconocimiento, que ya me parece grave o por consciencia... que me parecería aún más grave...
Pregunta: ¿Han sentido alguna vez que estaban nadando contra corriente?
José Tomé: No sabría decirte... porque no me gustaría quejarme... nosotros creemos en lo que hacemos... para nosotros es una aventura maravillosa y mientras que haya fuerza lo seguiremos haciendo... no le quiero echar la culpa a nadie de nuestros éxitos ni de nuestros fracasos. Intentamos reflexionar siempre sobre el último trabajo, siempre sacar nuestras consecuencias y desde ahí plantearnos con qué armas podemos pelear para que si esta contra corriente existe poderla vencer... creo que ahora mismo es la única posibilidad... contra corriente ya es difícil dedicarse al teatro en este país y desde este punto, quien lo haga ha de saber que le va a tocar pelear... y mientras que haya fuerzas... nosotros somos muy pesados y nos van a tener ahí...
Pregunta: Es además profesor de voz, ortofonía, interpretación... ¿Es una buena generación la que ahora mismo está comenzando, hay mucho intrusismo que desilusiona a los jóvenes que empiezan... esos rostros conocidos que son llamados al escenario...?
José Tomé: Hay gente muy conocida que es valiosísima y que pelea con todo el amor al oficio como hacemos todos... para el actor que empieza, el camino es estrecho porque las posibilidades de triunfar están muy marcadas por procesos muy cortos y mucha gente que en un momento dado puede alcanzar la fama de una manera prematura y después no continúa porque el producto es cambiado por otro que sea más joven, más guapo... y que dé lo que tiene que dar... a mí... no sé, quizá lo que creo es que debería haber una estructura más amplia que hubiera más posibilidades de preparación, de continuidad en los procesos... porque ser “freelance” es muy difícil... ir de un estilo a otro... de un tipo de producción a otra no es fácil... yo admiro a la gente que puede hacer este camino... quizá es eso, si se pudieran encontrar estructuras más estables que pudieran tener circuitos alternativos que no fuera el comercial... dentro de la educación... si se pudieran valorar otras cosas...creo que ayudaría a que hasta los que estamos en la profesión viéramos en ella caminos distintos... ahora está muy condicionado por el mercado...
Pregunta: “Muy condicionado por el mercado”... más aún ahora que “estamos en crisis”... ¿La han notado desde su vivencia?
José Tomé: Ahora mismo nosotros tenemos en cartel dos funciones: “El sueño de una noche de verano” y “Cartas de amor a Stalin”... y la gente se ha acercado igual... dicen que en los tiempos de crisis la gente quiere evadirse... en nuestro caso, “Cartas...” que es una tragedia, que hace reflexionar, ha tenido un apoyo del público igual que lo ha tenido “El sueño...” que es una comedia... entonces, desde ahí, no sabría decirte porque sería generalizar, pero creo que la gente es lista, sabe lo que quiere y cuando se le ofrece algo de interés responde... y que en un momento de crisis no es un mal momento para dejar de reflexionar... quizá sea el mejor tiempo para ello, porque nos hemos convertido en un país que consume muy rápido... somos nuevos ricos... ha entrado el dinero muy rápido y nos hemos olvidado de cosas que antes estaban en la sociedad y permitían que ésta se alimentara de otras cosas...
Pregunta: Sí, pero dicen que el hecho de pensar, de reflexionar se ha convertido en el único acto revolucionario...
José Tomé: Pues será... qué miedo... yo creo que la realidad nos está devolviendo ese espejo... se han hecho muchas cosas mal... algunas bien, pero otras mal... muy rápido y de una manera muy atolondrada... y el progreso es un hilo muy débil y todos debemos cuidarlo... no me quiero poner trascendente... (risas) hay que reflexionar pero conservando el sentido del humor.
Pregunta: ¿Qué aportaría José Tomé al teatro en la actualidad?
José Tomé: Yo pondría mucha gente joven en el patio de butacas... tal vez es por deformación, porque venimos de ahí... pero, siempre nos quejamos de que son muy violentos, de que beben mucho y de cosas así... a veces las grandes ciudades ofrecen muy pocas alternativas de ocio y cultura a la gente jovencita... yo llenaría los teatros, intentaría entender, porque no lo tengo claro, qué es lo que les puede interesar, desde dónde se les puede cazar, desde dónde nosotros con el granito de arena que podamos ayudar... atraer a esa gente a los teatros, a la cultura, a los libros, a la palabra, al diálogo... yo no creo que sólo quieran “Bacalao”... se les da “Bacalao” sólo... que es más fácil... son buenos consumidores... y creemos que con eso nos los ganamos... y la publicidad sabe dónde tocar la tecla, el que será el público del futuro... Eso es lo que le aportaría al teatro: “Menos Fashion y más cultura social”...
Pregunta: ¿Cuál es el precio de la independencia?
José Tomé: No hablo por mí, porque tampoco creo que lo sea totalmente... pero el precio de la independencia puede ser muy alto... y Bulgákov muere ciego y abandonado... y hablamos de uno de los grandes personajes de la literatura, al que no conocía antes de hacer la función... El precio de la independencia a lo mejor es el olvido...
Pregunta: Teniendo esto en cuenta, viendo el final de la función... quizá pueda provocar una reacción negativa en el público... La reflexión sí, pero tal vez la pregunta ¿para qué. Es casi mejor estar adocenado antes que rebelarse e intentar ser uno mismo? Este escritor lucha y pierde...
José Tomé: Mira, yo creo que aún ciego, en su casa... algo le debería mantener muy derecho y con la cabeza alta... Pierde... comodidad... le dan y le dan bien... pero él se mantuvo de una manera tan digna... Es que a lo mejor no se puede ganar (risas)... y como todos queremos ganar y que nos pongan una estatua aunque sea en nuestro barrio... pues es que a lo mejor no se puede ganar... quizá si entendiéramos eso, la cosa iría mejor... porque todos queremos ganar...
Pregunta: A lo mejor ganar es otra cosa...
José Tomé: Sí, ganar es intentarlo... el triunfo está en la lucha y en eso Bulgákov es un héroe, como otros muchos...
Sofía Basalo.
Etiquetas:
Cartas de Amor a Stalin,
José Tomé,
Teatro Jaime Salom,
Ur Teatro
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario