domingo, 31 de enero de 2010

... RAQUEL FRANCO (Noviembre 2009)



Necesitaba escribir y decidió no sólo pensarlo. Quería escribir una historia que la conmoviera y paseó por su infancia recordando lo que sus abuelos le habían contado de pequeña. Creó un pueblo en una Andalucía que visitó hace mucho tiempo, cuando era niña. Vivió dos vidas, necesitaba conocer a los habitantes de una localidad a la que le arrebatarían el futuro. Raquel Franco en su primera novela, “Ocho años de silencio” (Ed. Viceversa) nos regala una historia íntima, llena de autenticidad, llena de pequeños detalles y repleta de esperanza. Hemos podido hablar con la joven autora:


Pregunta: ¿El silencio es peor que la muerte?

Raquel Franco: En ocasiones el silencio es igual a la muerte, por otro lado, siempre que hay muerte, hay silencio, pero a veces hay silencios tan equiparables o más que la muerte...

Pregunta: ¿Puede haber silencios muy sonoros, ruidosos, que hagan daño al oído?

Raquel Franco: Sí, es el silencio pasivo agresivo... es el silencio que es más constante y más presente que el propio chillido.

Pregunta: ¿Cómo es el silencio de tu primera novela?


Raquel Franco: Es un silencio de ausencia de esperanza, de ausencia de futuro... les quitan cualquier posibilidad de seguir teniendo ilusiones por vivir... afortunadamente las recuperan...

Pregunta: Creo que has comentado en algún medio de comunicación que este libro no es autobiográfico pero que le debe mucho a tus abuelos...

Raquel Franco: Sí... yo no viví la posguerra ni la guerra civil, pero está basado en las historias que me contaban mis abuelos y en el día a día que nos explicaban cuando éramos pequeños... ellos nos contaban lo que vivían e intentando juntar... ellos habían vivido una situación muy dura, complicado pero siempre te hablaban con alegría, con ganas de seguir adelante, con una ausencia de rencor que, desde luego, admiro...

Pregunta: Ausencia de rencor... ¿Quizá en la actualidad echamos de menos esa ausencia de rencor? Parece que sí hubo rencor y que lo sigue habiendo...


Raquel Franco: Efectivamente, yo creo que una de los problemas que existen es ese rencor enquistado en la sociedad, tendríamos que aprender a ver el futuro asumiendo que sucedió y mirando hacia delante; el pasado sucedió, es lo que hay, pero tenemos cosas nuevas que hacer y a veces, perdonar no desde un punto de vista magnánimo ni paternalista, sino, bueno, lo que pasó, pasó, vamos a aprender de ello, y vamos a intentar no repetirlo.

Pregunta: ¿Se perdona recordando y leyendo historias como ésta aunque se pueda decir “otra historia de la guerra civil” o tal vez es mejor olvidar...?

Raquel Franco: Yo creo que recordar es muy importante y recordar no sólo desde el punto de vista de los hechos históricos, sino de las personas, de la gente individual que vivía allí, y seguro que si pensamos así, descubriremos que tenemos más cosas en común que pensando en grandes ideas o grandes situaciones que son las que nos alejan...

Pregunta: No sé, si también, comprendiendo; porque en los primeros capítulos, hablas de Martín Vallejo-Nájera, que es tal y como es, porque recibió una educación determinada; hablas de la importancia de esos niños que son arrancados del regazo de sus madres o sus padres...

Raquel Franco: Sí, es un poco lo que pretendía... que todos al final, incluso yo, somos lo que somos por lo que hemos ido aprendiendo de niños, por lo que hemos visto, lo que nos han inculcado... también la gente que hace cosas con las que no estamos de acuerdo, son así porque lo han recibido, porque lo han aprendido de esa manera... eso es entender al otro, saber por qué actúa de esa manera... Ésta era una de las cosas que yo quería investigar en esta novela.

Pregunta: Me parece muy interesante, porque en muy pocos libros encontramos la figura de Vallejo-Nájera, tan importante...

Raquel Franco: Efectivamente; el bisabuelo, creo; jefe de los servicios de psiquiatría del franquismo... y del que se sabe muy poco... una figura yo creo, muy controvertida...

Pregunta: Es extraño leer sus diagnósticos, sus teorías...

Raquel Franco: Exacto. La eugenesia de la raza, eso de que las mujeres son inferiores porque les faltan las inhibiciones propias de los hombres o que el marxismo y el comunismo son enfermedades mentales... esas cosas que hoy en día a cualquier persona, piense como piense, de la ideología que sea, le repugna... y dice “no, no, esto no es así”... pero existió y se tiene que entender que existió... ahora ya sabemos que no es así...

Pregunta: Afortunadamente...

Raquel Franco: Por supuesto. (risas)

Pregunta: Quizá esa importancia de los niños y de esa educación es el origen de la portada del libro...

Raquel Franco: Sí. Los niños son el futuro... en mi familia hemos tenido la suerte de que han nacido muchos niños en poco tiempo, éramos una familia... que bueno, yo soy de las más pequeñas, tengo 33 años, imagínate... cuando han llegado los niños, ha llegado la alegría y aprendes de ellos muchísimo... de las cosas que hacen, de cómo aprenden y como asocian las ideas... y eso es tan importante... y de eso es de lo que les privan a los Arquienses, que genera su silencio... y lo importante que es recuperar ese futuro, esos niños... No elegí esa portada, cuando me la enseñaron en la editorial me emocioné porque me parece que es preciosa... cómo capta la esencia...

Pregunta: Es tu primera novela, aunque no es tu primer trabajo literario, puesto que antes escribiste un libro de cuentos llamado “El pintor deshonesto”...


Raquel Franco: Sí, siempre he querido escribir, pero ya sabes lo que sucede en la vida... tienes que trabajar y también me gusta mucho mi profesión, soy abogada... y un día, tuve que decidir y me decanté por el derecho, pero hubo un momento en el que echaba mucho en falta escribir más, y entonces, me tomé un período sabático y en él me dije que si quería escribir, tenía que escribir... no sólo decir “quiero escribir” sino hacerlo, escribir de verdad... y en ese escribir de verdad, surgieron unos cuentos que eran ocho o nueve cuentos, que recopilé, dándoles el título de uno de ellos que era “El pintor deshonesto”.

Pregunta: ¿Es más complejo escribir un cuento, un relato corto que una novela; es más arriesgado quizá, al tener menos lectores?

Raquel Franco: A mí los cuentos me encantan. Me gusta leerlos y escribirlos y creo que son distintos a la novela, pero a la hora de enfrentarte a escribirlos, lo afronto del mismo modo. Necesito conocer los personajes, necesito saber qué quiero decir, cómo voy a decirlo y me planifico un poco de la misma forma. Luego resulta que la extensión del cuento es la que te pide la historia, ella te reclama una extensión más o menos corta, ella te señala lo extensa o corta que va a ser... pero el enfrentarte a escribirlo es exactamente igual, al menos en mi caso. Sí es cierto que los cuentos han de ser más contundentes, tienen que ser más impactantes...

Pregunta: Has hablado de conocer a los personajes... según vamos adentrándonos en este pueblo, en esos años, casi los tenemos frente a nosotros, de una forma muy carnal, muy real...

Raquel Franco: Eso me preocupaba mucho, tenía muy claro los tipos de personajes que quería que habitasen en Arquía y para poder conocerlos mejor, escribí sus historias, no están en la novela... pero sí escribí cómo se conocieron, si eran matrimonio, qué pasó, cómo fueron sus relaciones, cómo han llegado a la situación en la que se encuentran... todo ese trabajo que no consta en la novela, pero que creo que si no hubiera estado, se habría notado, porque creo que era muy importante que yo supiera quiénes eran para que lo que hacían y cómo actuaban fuera coherente, dentro de la novela. Esa es una de las cosas en las que trabajé más... incluso aquí en Barcelona tenemos el Mercat de San Antoni que es un mercado antiguo y me iba para ver fotos antiguas y para leer periódicos de la época y escuchaba mucha música de aquellos años... un poco para recrear... como si yo estuviera allí y os lo estuviera contando...

Pregunta: Por lo que estás comentando ha sido un período de preescritura muy intenso...


Raquel Franco: He tardado cinco años... 168 páginas... lo que pasa es que al tener otro trabajo tampoco le puedes dedicar todo el tiempo que quisieras... a veces tienes que pasar muchas noches sin dormir, los fines de semana, las vacaciones y sobre todo eso... investigar... investigar siempre... porque al final esta historia la llevaba tan incorporada a mí que estaba trabajando en otras cosas y buscaba por internet también historias y personajes y situaciones que me ayudasen, que me inspirasen... ha sido un proceso muy largo...

Pregunta: Es como vivir dos vidas...

Raquel Franco: Totalmente!!... Como la historia está situada en Andalucía y nunca he ido a Andalucía, bueno fui una vez hace muchos años, siendo pequeña... tenía la idea de imaginar Andalucía... teniendo allí una vida y aquí en Barcelona, la otra... fue curioso...

Pregunta: Hablando contigo se nota que tenías muchas ganas de escribir, se nota la pasión que has puesto en este libro. Hoy en día en la literatura, en la vida en general se echa tanto de menos ese sentimiento o ese afán por hacer las cosas bien...

Raquel Franco: No sé qué contestarte... yo creo que en la literatura no, creo que todo el mundo que escribe lo hace por vocación, porque quiere contar una historia que lleva dentro y se apasionan con su historia... te guste más o menos, creo que la persona que se dedica a algo creativo, ya sea pintura, fotografía, música, lo hace desde un punto de vista apasionado, no mercantilista... en la vida... yo creo que a veces estamos muy acostumbrados, ya desde mi generación a las más pequeñas, estamos acostumbrados a tenerlo todo demasiado fácil... entonces, cuando, en algún momento tenemos algún inconveniente, algún hándicap que tenemos que superar, ahí ya nos acobardamos y no seguimos... quizá nos falta esa capacidad de lucha que sí tenían nuestros abuelos, esa capacidad para seguir hacia delante, luchar por lo que quieres... nosotros preferimos quedarnos donde estamos y criticar el medio, sin pensar que el medio puede ser cambiado... Yo estuve en ese período, cuando decidí que iba a dedicarme más a escribir, también me quejaba mucho... y hacía poco...

Pregunta: Comentas que lo que tenemos que decirnos a nosotros mismos es que podemos cambiar el medio... ¿Quizá nos falta fe en nuestra capacidad para cambiarlo o en el fondo no queremos cambiarlo?

Raquel Franco: Yo creo que a veces es más fácil no querer cambiarlo porque de ese modo tienes una excusa; Por ejemplo, cuando escribes una novela, si la vas a dar a leer y te dicen que no, es mucho más frustrante que si decides desde el primer momento no escribir porque no tienes tiempo... entonces, siempre tienes esa excusa “yo quiero hacer esto pero claro, si tuviera esto o lo otro...” pero si coges, lo haces y luego no funciona o no va bien, te sientes más fracasado... con lo que hay que quitar de la mente esa idea, el resultado no es lo importante, es hacerlo, lo que es interesante y divertido y el escribir la novela ha sido... te puedo decir que he llorado, he reído... muchísimo... a veces era un poco ridículo, estar ante el ordenador y que se te cayeran las lágrimas... eso ha sido el proceso más bonito y ahora cuando hay gente que no conoces y te dice que le ha gustado... pero el proceso de escribirlo ha sido mucho más emocionante de lo que podía imaginar...

Pregunta: Cuando el período de escribir esta historia que ha sido tan emocionante, concluye... no sé si se siente una especie de vacío...

Raquel Franco: Totalmente... sientes que has acabado en un momento... y ahora ¿qué?... afortunadamente siempre surgen nuevas historias en las que te involucras pero hay un período casi de duelo, es como si hubieras tenido una relación, durante mucho tiempo, has estado muy bien y se acaba... y volver a iniciar otra, te cuesta... te da pereza, pero al final sabes que tienes que enamorarte de nuevo y seguir adelante... y siempre te vuelves a ilusionar... pero durante un período sí te sientes vacía...

Pregunta: ¿Cómo fue el proceso de edición, publicación...?


Raquel Franco: Fue muy bonito, porque yo, como todo el mundo, tenía miedo al rechazo y tenía miedo a que me dijeran que no y casi ni me había movido... pero tengo un amigo que también escribe y le dije que por qué no intercambiábamos los libros, nuestros escritos y lo hicimos. A él le gustó, me dijo que conocía a alguien que trabajaba en una agencia literaria. Envié el libro, a esta agencia le gustó, lo movieron y al cabo de muy poco tiempo, el día de mi cumpleaños me lo dijeron... fue el mejor regalo, sin duda... no lo podía creer, era un sueño hecho realidad...

Pregunta: Has hablado de escribir un libro como si se tratara de una relación amorosa. Cuando concluyes el libro, concluyes también la relación, con la esperanza de encontrar un nuevo amor... ¿Por dónde anda en tu caso ese nuevo amor?


Raquel Franco: Andamos conociéndonos... Hemos tenido algunas citas, estamos ahí... estoy ilusionada, yo creo que va a ser una relación duradera... de momento nos hemos conocido bastante...

Pregunta: No eres entonces, de las que piensan que todo está contado...


Raquel Franco: No, para nada... al contrario, creo que hay muchas cosas que contar, seguramente no somos originales en cuanto al objeto ¿no? Me acuerdo de algo que contaban, sobre un guionista que se levantaba a medianoche porque había tenido una idea genial y la anotaba en la libreta que tenía al lado y por la mañana se levantaba y leía “Una historia de amor”... claro, una historia de amor ya se ha contado muchas veces... pero el cómo... cómo es esa historia, cómo se aman los protagonistas, eso siempre será diferente...

Pregunta: ¿Crees que en nuestro país se lee de verdad o se compran los libros porque hace bonito?


Raquel Franco: Yo creo que se lee, sí se lee... quizá no se lee tanto como se debiera pero sí creo que existen lectores... cuando cojo el metro o el autobús siempre encuentro a gente leyendo, si cojo un avión igual... siempre hay gente leyendo, quizá no se lee tanto como se debiera... y también hay gente excluida completamente de la lectura...

Pregunta: No sé qué es más complicado, si conseguir que te publiquen una primera novela o seguir con una segunda, tercera...


Raquel Franco: Hay muchos escritores de una sola novela... y creo que es por esa sensación de vacío... cuando escribes una novela a mí me gusta mucho leer las primeras novelas de los autores, porque creo que hay más defectos literarios, porque claro, estamos aprendiendo, pero son más puras... mientras que en siguientes novelas, la técnica mejora pero quizá la historia... quizá se van acabando o puedes ser repetitivo... creo que es importante obligarse a hacer lo que a uno le gusta, los hobbies son hobbies, pero las pasiones son pasiones que tienes que alimentar... yo seguiré escribiendo, de eso no tengo duda, lo que no sé es si me volverán a publicar (risas) no depende de mí... pero escribir me es muy necesario...

Pregunta: Me ha parecido muy interesante la observación que has realizado sobre las primeras novelas y su pureza frente a la perfección técnica de las siguientes... Siempre dicen que en el equilibrio está la virtud, pero como es difícil alcanzarlo, ¿con qué te quedarías tú, qué le pondrías más a una novela tuya, pasión o perfección técnica? Personalmente me quedo con la pureza...

Raquel Franco: Yo también... creo que una novela que te consigue transmitir, con la que consigues conectar emocionalmente... da igual que tenga defectos, porque lo que quería el autor y lo que quería el mismo lector, se ha logrado... Creo que la sinceridad, la valentía también por parte del autor y del lector al dejarse arrastrar por la historia es más importante que todas las técnicas existentes...

Sofía Basalo.

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