viernes, 8 de enero de 2010

... RAMÓN LANGA (Febrero 2009)



Es la primera vez que Ramón Langa comparte escenario con Jaime Blanch, y el encuentro está siendo un rotundo éxito. La voz de Bruce Willis da vida al “Hombre de negro” un asesino a sueldo que en el momento de realizar su misión, conoce al Señor Pignon (Jaime Blanch). A partir de ahí comienza la excelente comedia de Francis Weber que podemos ver actualmente en el Teatro Príncipe Gran Vía. Hemos hablado de ella con Ramón Langa:

Pregunta: Creo que es la primera vez que trabaja con Jaime Blanch y lo hace por partida doble. Es su director y también compañero de escenario...


Ramón Langa: Sí es la primera vez que trabajo con Jaime Blanch en teatro y en cualquier otra cosa, nunca había trabajado con él. La experiencia ha sido muy gratificante y creo que para él también. Estamos muy contentos, el uno con el otro. Como hemos estado durante el pasado año haciendo la gira, esto se ha convertido casi en un matrimonio ¿verdad?... pareja artística ya somos (risas)...

Pregunta: ¿Cómo apareció en su “agenda” “Aquí un amigo” y cuáles han sido los avatares de esta aventura?

Ramón Langa: ¿Avatares? Los habituales aunque dificultad en construir el personaje y en ensayarlo no ha habido ninguna, todo lo contrario... todo han sido facilidades, Jaime, como es un actor veterano y además muy bueno, imagino que lo que ha hecho es dirigirnos como le gustaría que le dirigieran a él... entonces, dificultad no ha habido ninguna, todo han sido facilidades... a la hora de estar en el escenario e interpretar el personaje actuando delante del público una de las cosas que más me costó hacer es una parte en la que me pinchan (al personaje le pinchan) una dosis de anfetamina para quitarle una droga que le habían inyectado anteriormente y entonces éste tiene que hacer unos espasmos muy acusados, porque le da un ataque de nervios... y eso es casi lo más difícil porque me entrego mucho y además es un ejercicio físico importante... es una dificultad que tampoco es una dificultad... porque no hay ninguna dificultad es en tal caso cuando más se sufre sobre el escenario... Aparte, es una función en la que se sufre poco, porque aunque es muy dura, muy dinámica y requiere un gran trabajo físico... con mucho texto, mucha rapidez... no es un trabajo difícil en absoluto y además se muy gratificante porque el público se ríe muchísimo, entonces cuando ocurre esto todo parece maravilloso y vamos, como si dijéramos, una cuarta por encima del suelo... cuando ves que el público está reaccionando bien, lógicamente se olvida el dolor, el sufrimiento, se olvida todo, estás gozando con el público, constantemente... y cómo no aceptar esta obra... te ofrecen compartir cartelera nada menos que con Jaime Blanch, con una obra de un autor de éxito, con un papel maravilloso, con una gira de 100 actuaciones por toda España... luego llega el Teatro Príncipe para hacer temporada hasta junio... era imposible decir No... y además me vino muy bien porque yo estaba en un momento en el que rodaba una peliculita allí... estaba en un momento en el que hacía muchas cosas pero siempre cortitas... una colaboración especial en una serie, un papelito de colaboración en una peli... y estaba un poquito que tenía mucho tiempo libre... algo que en esta profesión no es demasiado bueno... con lo que me llegó en un momento muy bueno y muy oportuno y estoy súper agradecido a Jaime que contase conmigo... y la verdad... es que el personaje me va bastante bien... (risas) El caso es que estoy muy agradecido a Jaime porque ha llegado en un momento muy bueno y además hay una temporada muy buena de teatro en Madrid y estoy disfrutando muchísimo formando parte de toda esta historia teatral.

Pregunta: Bien ha dicho que estamos viviendo una muy buena época teatral en Madrid... No hay crisis, pues, en el teatro...


Ramón Langa: Mira, yo no hablo de crisis... hombre crisis existe, pero siempre ha habido crisis... unas por un lado, otras por otro... siempre hay problemas... siempre hay paro, siempre hay gente en la calle, siempre hay enfermedades, siempre hay recesiones económicas... es decir, como estoy tan convencido de que esto de la crisis así como suena en plan oficial, es una maniobra y una estrategia política y financiera... no es otra cosa la crisis... la crisis es lo que le pasó a los argentinos que se quedaron sin una peseta... eso es una crisis... esto es un juego político y financiero y nada más... porque al final de la crisis ¿quién se beneficia?... a los grandes... los grandes bancos, las grandes empresas, las multinacionales... o sea que lo de la crisis... ni hablo de la crisis... el otro día iba paseando desde el Teatro Príncipe al Teatro Marquina que pasas por un montón de calles... ¡y todos los restaurantes que vi, los vi llenos! Y dije ¡anda, jódete!... o sea, quiero decirte que no hay que hacer caso... porque hay mucha psicosis también... aparte de que habrá crisis, que estamos en un momento económico duro y difícil, pero también hay mucho miedo y eso es lo que hay que evitar... la psicosis, porque esto es... ya sabes que a río revuelto ganancia de pescadores... entonces la gente tiene que mantener la calma, estar tranquila, no gastar el dinero en cosas que no necesita... esa sociedad de consumo tan absurda que tenemos de ¡compre un móvil, cámbielo...! Pero por qué me tengo que cambiar de móvil si el que tengo me funciona fenomenal... es que estamos en una sociedad de locos en la que no hacemos más que gastar y gastar... para nada... eso es lo que tiene que hacer la gente, tener calma y hacer las cosas bien, nada más.

Pregunta: Ha hablado de lo bien que se lleva con Jaime Blanch, director también de esta puesta en escena. En algún medio de comunicación ha comentado que no tiene nada en contra de los directores, aunque en contra de algunos sí. ¿Es complicado encontrar un buen director de teatro?


Ramón Langa: Hay directores muy buenos y también hay directores que no lo son tanto. Lo que ocurre es que yo necesito un buen director cuando actúo tanto en una película como en una obra de teatro, necesito al director... por tanto no tengo nada en contra, lo que tengo es mucho a favor... lo que pasa es que como en todo hay directores buenos y directores malos, directores más hábiles y directores menos hábiles... y también directores torpes... entonces el director sí sabe lo que quiere, hay directores que lo saben más o menos, otros que navegan... creo que el tema está en que el director sepa transmitir al actor lo que quiere, entonces el actor tiene que hacer un proceso y proponer lo que se le ocurra y entonces el director va dirigiendo lo que el actor ha propuesto... pero yo en el fondo estoy muy a favor de los directores, necesito, como actor, a un director para desarrollar mi trabajo... sino, no hago nada... en el caso de Jaime, es un director magnífico porque como él es actor, sabe muy bien cómo dirigir a los actores, porque él sabe cómo le gustaría que le dirigieran a él y creo que así lo ha hecho... Lo ha hecho de una manera muy sencilla muy fácil para que todo vaya creciendo, él ha ido poniendo la semillita, regando esta flor aquí, allá... y ha ido creciendo, creciendo... y en fin lo ha hecho muy bien. Además creo que ha hecho un montaje muy rápido, muy dinámico y divertido donde al público no se le da tiempo a pensar nada y se le hace cortísima la función a todo el mundo, ha habido gente que nos ha dicho incluso que pensaba que el final de la función era el descanso... o sea, que creo que ha hecho una labor estupenda y ha cumplido el objetivo que se perseguía, desde luego.

Pregunta: Algo importante en su carrera es el doblaje y también ha comentado que ya no es lo que era...

Ramón Langa: Sí, es la auténtica verdad. La calidad del doblaje ha disminuido muchísimo desde muchos años hasta ahora. No sé cual es la razón exacta, me imagino que tendrá mucho que ver las prisas, el hacer las cosas deprisa, el abaratar los precios, todo eso lógicamente revierte en la calidad del producto y el doblaje no se hace como antes... el doblaje era muy bueno, muy serio, los directores de doblaje eran gente que sabían muy bien dirigir a los actores, hacían unas adaptaciones absolutamente sublimes y que se estilaba lo que en realidad se tiene que estilar cuando se dobla; que el doblador tiene que mirar a los ojos del actor al que dobla no a la boca; la boca se da por supuesto que ya sabes dónde va y cuándo ha dicho buenos días, el muñeco al que doblas... lo que hay que saber es prescindir de tu voz para imitar una intervención que ya está hecha y eso se ha perdido bastante... se ha perdido bastante por las prisas, por abaratamiento de precios... ha habido muchas huelgas absurdas que han destrozado también la profesión... en fin, el doblaje está muy bien y en España aún se sigue haciendo muy bien, pero no es lo que era, antes era infinitamente mejor.

Pregunta: Quizá como se suele decir en ciertos ámbitos, por ejemplo en el teatro, ¿se ha perdido el respeto a la profesión, todo vale, cualquiera se sube al escenario y cualquiera dobla?

Ramón Langa: Hombre, eso depende de quién. Yo desde luego... yo nunca he dirigido, me parece que es una cosa muy difícil, algún día lo haré, supongo... pero cuando estoy trabajando en el teatro, a mí no me vale lo de “vale todo”... lo que pasa es que hay montajes buenos y montajes malos, como en todas partes... de hecho ahora en Madrid afortunadamente, tenemos una cartelera muy buena, porque se han presentado obras muy buenas, muy bien interpretadas y muy seriamente hechas... o sea, la seriedad no se pierde, lo que pasa es que el que es vago, es vago... y al que le vale todo, le vale todo, pero eso es ahora y siempre... y el que es exigente y se lo curra y se trabaja las cositas, lo sigue haciendo exactamente igual y ahí está la prueba... y quizá por eso el teatro ahora está funcionando muy bien.

Pregunta: Alguna vez ha dicho que de verse obligado a elegir entre cine, doblaje y teatro siempre se quedaría con el teatro...


Ramón Langa: Sí como actor ésa sería mi elección, es lo que más me gusta. El doblaje, de hecho ya lo dejé, lo abandoné hace más de diez años porque me quería volver a dedicar al cine y al teatro y claro, no es compatible... estar todo el día doblando películas y luego hacer cine y teatro... no tienes tiempo... yo ya cumplí mi objetivo en el doblaje, tuve unos diecisiete o dieciocho años maravillosos, donde doblaba todo y fue una época muy buena de mi vida, y bueno, volví a retomar los escenarios y las pantallas y como actor, sí, lo que más me gusta es el teatro... y también el cine...

Pregunta: Sin embargo a Bruce Willis sólo le dobla usted...

Ramón Langa: Sí a Bruce Willis le sigo doblando porque es ya algo simbólico... cuando hace alguna película, me llaman y voy y le doblo encantado de la vida además.

Pregunta: Cree que existe la amistad, es difícil encontrar un amigo verdadero o quizá la mayoría se parecen a ese Sr Pignon...


Ramón Langa: La amistad del Señor Pignon es una caricatura de amistad, aquí ya como dice el leiv motiv de la obra “hay amigos que hubiera sido mucho mejor no haberlos conocido”... porque con todo su cariño, todo su amor y sus buenas intenciones, al final te acaba haciendo polvo... pero bueno, la amistad sí es algo difícil, siempre se dice que los verdaderos amigos se cuentan con los dedos de una mano... pero eso es una cosa que sabemos desde siempre... se sabe desde los clásicos, filósofos de la antigua Grecia...

Pregunta: Repite mucho “siempre”... como quitando importancia a según qué cosas...

Ramón Langa: Sí, la vida es una sucesión de ciclos... y se repite siempre... hay un ejemplo muy fácil de entender... yo recuerdo, de repente me cuentan un chiste, ahora mismo me cuentan un chiste y yo no lo conocía y me muero de risa “¡qué bueno es el chiste!”... entonces llego y le cuento el chiste a mi madre... y ella me dice “hijo ese chiste me lo contó tu padre hace cuarenta años”... (risas)... la vida es una sucesión de ciclos, todo pasa y todo se repite... lo único es que hay que tratar de que todo vaya mejorándose un poco... pero vamos, creo que somos seres humanos, y somos iguales desde siempre... lo que ocurre es que se supone que se va evolucionando, se va aprendiendo, se va creciendo, se van hermanando los pueblos... bueno, se van hermanando entre comillas... porque otros ya se ve que se están destrozando... o sea que la evolución es también un poco entre comillas... progresamos mucho tecnológicamente pero espiritualmente seguimos en pañales, ahí está la prueba tenemos armas y armas y lo que hacemos es utilizarlas y destruirnos los unos a los otros... tú fíjate el progreso... casi no se ve por ningún lado... siempre es lo mismo...

Pregunta: ¿No hay valores que seguir hoy en día?

Ramón Langa: Yo creo que los valores que priman hoy en día va en las personas... en la época y en las personas... hay valores de hoy en día que hay gente que tiene los mismos valores y los mismos principios y hay otra gente que evoluciona y tiene otras formas de pensar, otras formas de hacer las cosas... yo creo que afortunadamente en eso sí hemos avanzado... de la Santa Inquisición al día de hoy, hemos avanzado bastante afortunadamente, aunque creo que por ahí queda algún resquicio... pero creo que sí, que la gente en general se tolera más, hay más diálogo, hay más permisividad y todo es bueno, aunque también es cierto que eso tiene un peligro y es que se vaya demasiado allá... y la libertad y la permisividad se convierta en un descontrol y en un caos... entonces creo que el punto medio es intentar sujetar las emociones y las cositas, entre otras cosas para ir guardando y teniendo, no se puede soltar todo de golpe... porque sino luego te quedas sin nada...

Sofía Basalo.

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