sábado, 24 de enero de 2009

... MAGÜI MIRA (Enero 2007)





Magüi Mira inicia un nuevo viaje teatral. Un cuento de invierno triste. Hermoso y triste. Un viaje comprometido con la vida que se traduce en un nuevo concierto de palabras escritas en el siglo XVII, con una actualidad estremecedora, triste y estremecedora. Magüi, nuevamente pretende convencernos de la necesidad de una primavera en la que no sea necesario que un maltratador se arrepienta... porque no exista... en la que no sea necesario que una mujer reviva... porque no la hayan matado... en la que no sea necesario que a una niña perdida la recoja un pastorcillo... porque no haya nadie que la haya abandonado previamente...

Hablamos con Magüi Mira y viajamos a través de ese cuento, a su lado:


PREGUNTA: En un cuento de invierno no sé si descubrimos dos inviernos; el paisaje nevado donde transcurren los hechos y quizá el invierno más frío, el maltrato, la muerte. El invierno emocional de los protagonistas...

MAGÜI MIRA: Hay un invierno, dos inviernos sí... pero también hay una primavera; porque como todos los cuentos tiene una parte terrible que está conectada con la realidad y tiene otra parte que corresponde a un final feliz, o por lo menos un final no feliz, porque yo no he optado por un final feliz, pero sí un final esperanzado. Un final en el que está claro que si queremos con inteligencia y con... que el ser humano, Shakespeare cree en el ser humano, cree que tenemos una vida llena de esperanza por delante, en la que podemos arreglar todas nuestras miserias... y eso es lo maravilloso.

PREGUNTA: Has dicho “si queremos...”, también afirmas que Shakespeare cree en el ser humano... ¿quizá nos falta creer en nosotros mismos, nos falta querer ver esa primavera...?

MAGÜI MIRA: Sí, yo creo que nos falta compromiso... compromiso para tomar un poquito, como él dice en un personaje maravilloso adolescente, tomar las riendas de mi propio destino... O sea, verdaderamente, saber que esta vida es un juego, un viaje con unas cartas, con mucha suerte... pero hay que saberlas jugar y hay que arriesgarse y hay que tomar, como dice él, las riendas de nuestro propio destino...

PREGUNTA: ¿Cómo surgió este proyecto, la idea de dirigir, llevar a escena “Un cuento de invierno”?

MAGÜI MIRA: Son cosas de la vida que te vas tropezando y que te encuentras en, cómo te diría, que te tropiezas con ellas... éste fue un texto que vi , por unos actores en un pueblecito inglés, nunca había pensado en él, pero me conmovió especialmente, ver que Shakespeare ya en el siglo XVII era sensible y decía que la mujer no tiene su lugar, no está donde tiene que estar... y hace un alegato, un homenaje a la inteligencia y a la honestidad de la mujer.

PREGUNTA: ¿Cómo ha sido el proceso de realización y adaptación hasta llevar este cuento a escena?

MAGÜI MIRA: Fíjate, él que bebe en todas sus obras desde “Romeo y Julieta” hasta “Hamlet” de cuentos a veces italianos, contemporáneos, otras de épocas anteriores, ésta es la única vez que titula “Cuento” porque está hablando de una realidad que él transforma en un cuento, porque le quiere dar un final feliz que no existe en la realidad... lo que él plantea es que los maltratadores no se arrepienten, que las niñas abandonadas sí se las comen las fieras, no las recogen pastorcillos y crecen estupendas y que las mujeres asesinadas no vuelven a la vida... eso es lo que él cuenta pero la realidad es lo que te estoy diciendo yo...

PREGUNTA: Has manifestado que contar este “Cuento de invierno” es para ti un ejercicio de limpieza, de comunicación también con los que quieren entender al hombre y hacerle ver el tesoro de su fragilidad oculta... ¿No hemos descubierto ese tesoro, lo escondemos a sabiendas...?


MAGÜI MIRA: Esto tiene que ver con la madurez, pero no sólo individual, sino también social y cultural... efectivamente creo que el hombre a veces tiene posiciones en las que no admite su fragilidad, su cintura, su poder para transgredir, para romper moldes, para avanzar y darse cuenta de que la vida se mueve, que todo cambia y que hay que estar ahí captando y teniendo cintura para conectarse con la realidad de cada día... la vida se mueve y precisamente la muerte es lo que permanece quieto, eso es el thanatos, la inmovilidad... la vida es movimiento todo el tiempo... y en ese sentido lo digo... pienso que entonces quizá no tendríamos esas posturas tan encontradas y como resultado de ese encuentro no se ejercería la violencia machista que ejerce el hombre sobre la mujer...

PREGUNTA: ¿Cómo han sido los ensayos. Lucía Jiménez en un doble papel, también has contado con el actor inglés Will Keen, con una gran experiencia en el teatro de Shakespeare...?

MAGÜI MIRA: Sí... es un lujo... qué mejor para un Shakespeare que tener un actor inglés con acento inglés... y en ese acento van dos cosas: La manera de trabajar y el acento lingüístico que es real pero que por otro lado, bueno, llevamos oyendo a nuestra reina hablar con acento griego o alemán, mejor dicho... toda nuestra vida... quiero decir que eso creo, no tienen mayor trascendencia y por otra parte, qué mejor un Shakespeare con acento inglés... Y Lucía... una actriz joven llena de talento, por supuesto, está aprendiendo, como cualquier actriz joven. Está haciendo un trabajo muy comprometido que va a sorprender... estoy realmente feliz con tenerla a mi lado, por su inteligencia, su frescura y por el oficio que tiene como actriz...

PREGUNTA: Está repitiendo la palabra compromiso... ¿No hay teatro sin, precisamente, compromiso?

MAGÜI MIRA: Para mí, no. La vida es un compromiso. En el momento en que te levantas y decides qué ropa te pones si te la pones de marca o no o qué periódico compras... ya te estás comprometiendo... yo creo que estamos todos dentro de esta sopa y que hagas lo que hagas te estás comprometiendo... lo que pasa es que puede ser consciente o no de ese compromiso y entonces en el momento en el que eres consciente vas en una dirección o en otra... yo creo que la vida es compromiso y, por supuesto, el teatro que para mí no es más que un concierto de vida... pues no lo entiendo sin compromiso... compromiso en la profesión y compromiso en lo que cuentas. Porque yo no cuento cualquier cosa. Cuento lo que quiero contar, lo que me interesa.

PREGUNTA: ¿Cómo has concebido el espacio escénico de un cuento en el que hay música, baile...?


MAGÜI MIRA: Pues mira, es la mejor: Nada. Los actores, vestuario, texto y luz. Ésa es la escenografía...

PREGUNTA: Me parece muy interesante, cuando hablas con compañeros o amigos y te dicen que en tal o cual espectáculo falta escenografía... me parece muy interesante ese “nada” que realmente ha de llenar el actor ¿no?

MAGÜI MIRA: Exactamente. Es un reto, porque mira yo pienso que la vida cotidiana ya la retrata el cine y la retrata muy bien. A mí eso no me interesa. A mí me interesa la esencia, la poética escénica. Por supuesto con la gran verdad de los actores, eso sí, la verdad emocional, la verdad de pensamiento... pero fíjate, nosotros lo único que usamos es una silla y un triciclo en dos horas y media de función... y te aseguro que no hace falta más. Es un reto para mí y para los actores porque lógicamente están mucho más cómodos resolviendo las secuencias con apoyos cotidianos... aquí no los tienen, aquí están ellos solos con su mente, su corazón y el texto. Ésa es la belleza, la gran belleza... porque hay un lenguaje esencial que yo creo que llega mucho más directo al corazón del espectador.

PREGUNTA: Magüi Mira actriz, directora... ¿cómo se afronta una nueva aventura teatral desde esas dos perspectivas?


MAGÜI MIRA: Tengo la suerte de poder sumar, porque yo sé cómo ayudar a los actores, entiendo su proceso, me pongo a su lado, escucho... para mí dirigir es sobre todo convencer... no es imponer. En ese sentido creo que es una gran suerte toda mi experiencia como actriz... el resto lo estoy aprendiendo...

PREGUNTA: ¿Es difícil hoy en día convencer?


MAGÜI MIRA: Sí, sí lo es... sobre todo si verdaderamente estás rodeada de gente como estoy yo con actores inteligentes que tienen sus propias opiniones y que opinan y que a veces ven las cosas desde otro lado y de una manera muy diferente a como las veo yo... efectivamente, a veces es muy difícil... lo que pasa es que para mí un actor que está haciendo cualquier acción en un escenario, por pequeña que sea la acción... si no está convencido de lo que hace para mí no tiene interés... ése es mi reto como directora...

PREGUNTA: Hemos dicho directora, actriz... también, creo que has impartido clases... tienes una extensa trayectoria convenciéndonos delante y detrás del escenario... ¿Cómo de convincente encuentras hoy en día el teatro?

MAGÜI MIRA: Creo que ahora hay poco riesgo empresarial. Creo que falta política cultural, pero yo creo que el teatro está ahí, mantiene su interés su nexo... yo creo que cuanto más se aleje de la industria mejor, porque ésa es la esencia del teatro... la industria es el cine, la televisión... el teatro es artesanía... yo creo que cuanto más lejos se posicione de toda esta industria, más se valorará a sí mismo y creo que es lo que está pasando...

PREGUNTA: ¿Cuál será tu siguiente proyecto o quizá estás inmersa en esta aventura...?


MAGÜI MIRA: Mira, en este momento tengo varias nebulosas... pero no puedo ni pensar, ni decidir porque estoy absolutamente inmersa en este viaje que no acaba porque estrenamos mañana, pasado mañana... y al otro y al otro... seguiremos trabajando porque cada noche es distinta y siempre hay algo que se puede mejorar...

PREGUNTA: Sí, cada noche es un estreno ¿verdad?

MAGÜI MIRA: Sí...

PREGUNTA: Una última pregunta, y nos centramos en el tema de fondo de “Cuento de Invierno” ¿Cuántos inviernos vamos a tener que pasar hasta llegar a una primavera real... hasta llegar a un momento en el que no sigamos contando más mujeres muertas por la violencia machista?

MAGÜI MIRA: Mira... tristemente yo no lo tengo nada claro... me parece que es un tema sobre todo que tiene que ver con la cultura... que tiene que ver con los niños desde que aparecen por el vientre de su mamá, digo de su mamá, porque ya sabemos que la paternidad no existe... ¿comprendes?... a ellos lo único que les hace ilusión es el vídeo del parto... te lo digo en general pero te lo digo en serio ¿eh?... no tienes nada más que ver lo que ha pasado con esta señora que ha parido a los sesenta y siete años... entonces no es moral que los niños tengan una madre de repente de setenta u ochenta años, pero que aparezcan “papuchis” por todas partes... a todo el mundo le parece bien... ¿entiendes?.... a todo el mundo le parece muy bien que los padres puedan tener sesenta, setenta u ochenta años... no importa... pero las madres no... las madres somos amorales si, de repente, parimos cuando ya somos “viejas”... entonces, todo esto tan patético... a mí me parece que ningún niño debe tener padres, digo padres (padre y madre) octogenarios... Entonces, bueno, como tú misma dices... vamos a tener que pasar por muchos inviernos... porque esto tiene que venir desde la cuna... es un tema de cultura... en el que creo que los gobiernos tienen mucho que hacer... y por supuesto, cada uno tenemos nuestras responsabilidades....

Dejamos a Magüi Mira, dejamos los inviernos que nos quedan por atravesar... con un dato muy interesante que ella misma nos ha facilitado. “Cuento de invierno” será el primer espectáculo de texto en castellano que viajará a China... “Cuento de Invierno” viajará a Shangai... Como ella misma nos comentaba, en anteriores y en numerosas ocasiones han viajado espectáculos musicales, de danza... en los que no se requiere texto, en fin... Esto será durante la última semana de abril. Hasta entonces, le quedan por cumplir muchos estrenos... ése es nuestro deseo.

Sofía Basalo.

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