sábado, 14 de enero de 2012

... MAITE BRIK (Septiembre 2011)



Defiende con pasión cada uno de sus personajes, por muy ásperos que estos puedan parecer. Le gusta el teatro exigente, difícil, retador. Le gusta recoger “los garbanzos” que el director le brinda en cada ensayo, en cada descubrimiento, en cada duelo a muerte con el rostro de un personaje que no es cruel porque sí, que sufre las consecuencias fatales de un hecho que le aterra. Ella es Maite Brik. Actriz curtida en mil y una batallas teatrales. Actriz que emprende cada aventura con absoluta pasión. Así emprendió esta “Reina de Belleza de Leenane”. No esperaban el éxito que han tenido en Argentina y Uruguay, el que están teniendo en el Teatro Nuevo Alcalá de Madrid y el que les espera más allá del 23 de octubre. Pudimos charlar con la veterana actriz, esto fue lo que nos dijo:

Pregunta: ¿El miedo es egoísta?

Maite Brik: Mucho, muchísimo. El miedo es tremendamente egoísta; es la dependencia total.

Pregunta: ¿Qué es lo primero que aparece en el ser humano: El miedo o la soledad?

Maite Brik: Yo creo que van implícitos. El miedo camina de la mano de la soledad. La soledad es horrible y el miedo viene producido por ella. Cuando no estás solo, supongo que los miedos son menos, pues puedes compartirlos con alguien.

Pregunta: En “La reina de belleza de Leenane” tu personaje, es una mujer que está sola, que aparentemente es tiránica, cruel. ¿Quizá es el miedo el que habla, el que se manifiesta en cada momento a su través?

Maite Brik: Vamos a ver. Yo quiero defender a mi personaje. Es una mujer que como bien dices está sola. Su físico apenas le responde, es casi un vegetal; entonces esa tiranía de la que habláis, o de la que habla la gente que la ve, creo que es dependencia, es necesidad, como los niños pequeños, necesidad de que te atiendan, de que estén por ti y luego, la tiranía y la crueldad no la conlleva simplemente el hecho de que esté sola y de que necesite atención, sino, hay un hecho concreto que se produce y que la convierte en una mujer cruel y manipuladora. Es el terrible temor a que su hija desaparezca de su casa. Ella, en principio, es como cualquier anciano que necesita que lo atiendan, hay una dependencia, entonces ése es mi personaje. Yo defiendo siempre a los personajes que interpreto, es una mujer muy real, la puedes encontrar en cualquier esquina... No es tirana porque sí, su calidad humana no es la tiranía. La tiranía le viene a raíz de un hecho que la desespera.

Pregunta: ¿Tal vez falte entre esas dos mujeres comunicación, contarse lo que sienten, ponerse una en el lugar de la otra, comprenderse mutuamente?

Maite Brik: Yo creo que cuando la gente está frustrada y amargada, no tiene mucha conversación; es más bien un soliloquio lo que tienen. Yo estoy conmigo, ella está con ella... Entonces, cualquier pequeño roce, les lleva a la respuesta desagradable, a la rabia que tienes de no poder prescindir de esa situación. Es un círculo vicioso, el hecho de no poder marcharse, hace que se convierta en un ser desagradable. Es una situación cotidiana de dependencia de desamor, porque el amor se gasta y se gasta con el aburrimiento, con la apatía, con el no hacer otra cosa... Es que al no salir, al no hacer otra cosa que estar en esa casa... Es desesperante... Creo que no hay a qué agarrarse, estás las 24 horas del día, encerrado con una sola persona... No hay más... Por eso la madre cada vez que aparece el niño, es como un soplo de aire fresco... Incluso llega a ser otra persona, no es la que está con la hija... Hay otra comunicación, hay otra entrega...
Por otro lado, Maureen, (la hija) no es un ser tierno, acogedor... Maureen es bastante despectiva y bastante dañina, porque hace todo lo que a la madre pueda molestarle; así se defiende de su propia incapacidad para relacionarse con el mundo...

Pregunta: Sí, quizá culpa a la madre, pero no se para a pensar que ella también es responsable...

Maite Brik: Ella no tiene amigos. La madre se lo dice: “Tú tienes un problema, no hablas con nadie”... No se comunica con nadie en el pueblo. Ella baja a la compra, sube de la compra y no habla con nadie, entonces todo eso, supongo que la va quemando... Y esas relaciones se dan en la vida cotidiana...

Pregunta: Sí, yo creo que ése es uno de los puntos más atractivos de la obra, estamos tan dentro de ese salón...

Maite Brik: Mira, yo desgraciadamente, cuando salgo a la calle, me encuentro con la gente que ha visto la función y oigo: “Dios mío, eres igual que mi madre... ¡Madre mía, qué horror!... Te pareces hasta físicamente...” Ésos son los comentarios que oigo... Es una función que toca mucho a la mujer, porque realmente la mujer es madre, es más directamente madre... puesto que has pasado por un ciclo de nueve meses, en los que has llevado ahí al niño y es más tuyo que de nadie... Entonces, creo que esta obra toca más a la mujer que al hombre... Es una obra en la que se reconoce el ser humano... Yo creo que ahí radica el atractivo de la obra, aparte de que tiene su misterio, su sorpresa, su intriga, su humor...

Pregunta: Lleváis un largo tiempo de gira, habéis estado en Argentina, incluso... ¿Cómo ha sido o está siendo esta aventura?

Maite Brik: Al principio no sabíamos que iba a ser tan fascinante... Y lo está siendo... Ahí donde hemos ido, la obra ha tenido una gran acogida, sobre todo llegar a Buenos Aires, con todos los carteles puestos, pues Buenos Aires es una ciudad eminentemente teatral, donde se hace un teatro magnífico, hay unos actores fabulosos... Y no sé, teníamos miedo... Pero fue llegar y asombrarnos, porque las críticas han sido maravillosas, las localidades han estado agotadas todos los días, no podíamos ir por la calle... Ha sido como una fiesta estar en Buenos Aires... También visitamos Uruguay, ahí la gente es más seria, es como más serena, porque Argentina es muy hacia fuera, te halaga muchísimo, te sientes estrella en Argentina... Pero las críticas en Uruguay y el público de Uruguay, han sido maravillosos.. Estamos como niños con zapatos nuevos... Estamos encantados, nos gusta mucho lo que estamos haciendo, lo hacemos con muchísimo amor y los cuatro, tenemos una entrega ya sea dentro y fuera del escenario, que da gusto trabajar así. No es fácil encontrar una compañía que se complemente tanto como nosotros lo hemos hecho, aparte de que hemos tenido un director maravilloso, nos ha conducido... Al menos yo siento que me ha ido poniendo garbancitos en el camino que he ido recogiendo, espero que él también esté satisfecho de que me los haya llevado todos... Espero haber recogido todos los garbanzos que me ha dejado, porque he sido muy feliz ensayando con él...

Pregunta: ¿Echáis de menos en España, ese reconocimiento del que hablas habéis sentido en Argentina?

Maite Brik: Somos más introvertidos. También pasa en Uruguay, la gente es más reservada. Quizá haya un pudor exagerado a manifestar lo que uno siente. Creo que el argentino es más expresivo y nosotros somos un poco más... nos lo quedamos para nosotros mismos, para dentro... Pero de todas formas cuando salimos del teatro, hay gente esperándonos y manifestando, en voz baja pero manifestando, su pasión por la obra, lo bien que lo han pasado, cómo lo han disfrutado... Y también lo mal que lo han pasado... Es una mezcla, lo pasas bien y lo pasas mal, porque claro, llega la reflexión y ahí está...

Pregunta: Comentas que no siempre se encuentra una compañía tan compenetrada, donde se trabaje también... Pero también debe ser complicado encontrar un personaje con tantos matices, con tantas aristas, tan rico como éste ¿no es así? Un personaje en el que haya que ahondar tanto para encontrar su esencia... Debe de ser apasionante...

Maite Brik: Eso es una joya, un regalo para cualquier actriz. Ambos personajes son un regalo. Llegar hasta ellos ha sido una gozada porque hemos ido paso a paso, encontrando unas reacciones que no buscábamos. Esta obra nos ha salido sin buscarnos, nos íbamos encontrando, porque el texto te empuja a encontrarte... Entonces, para mí ha sido difícil la composición física, el hecho de estar sentada en una mecedora y no poder dejar escapar a ese caballo desbocado que llevas dentro, en los momentos dramáticos, tener que frenar el caballo... Es lo que más me ha costado, pero la relación con mi hija ha salido fluida, ha ido saliendo poco a poco y hemos encontrado lo que hemos encontrado, no sé si es lo pertinente o no... pero creo que sí, que ha habido un encuentro muy natural, nada forzado.

Pregunta: Tienes tras de ti una trayectoria profesional muy importante. Creo que comenzaste con Nuria Espert...

Maite Brik: Sí, y he hecho con Nuria trabajos maravillosos... He hecho La Solange de “Las criadas”, La loca de “Yerma” de la que me enamoré perdidamente... Después ya, con mi compañía he hecho uno de los personajes más bellos que he sentido dentro de mí, que es “Frida Khalo” ése es uno de los personajes con los que yo me he sentido más entregada y más identificada en el escenario.

Pregunta: ¿Cómo han sido esos años? Porque nos estás hablando de obras difíciles, comprometidas... así como sus personajes... ¿Te gustan los retos?

Maite Brik: Me encantan los retos. Uno de los personajes más difíciles que he hecho ha sido el Lucky de “Esperando a Godot”... Lo hice siendo jovencísima... Fue uno de los retos más fuertes... En la composición física, de voz... todo... Era otra cosa, no reconocible ni por mi madre... Ahí empezó mi amor por los retos. Me gusta el teatro donde haya que jugarse cosas y donde puedas enviar algo a quien te ve... Me apasiona el teatro difícil... También hice un personaje precioso, en una obra sobre El Quijote, se llamaba “La noche de los Quijotes” donde interpretaba a Sancho Panza (risas) Yo era un mesonero que al final resultaba ser una mesonera, pero era el equivalente a Sancho Panza, pero me fascinó hacerlo.

Pregunta: ¿Es complicado encontrar hoy en día esas oportunidades de hacer teatro difícil, teatro como un reto para el actor, teatro donde cada día tengas que jugarte cosas... O se ha ido caminando hacia un teatro más fácil?

Maite Brik: Hombre, hoy en día hay un teatro fácil, la televisión es uno de los factores que propician ese teatro más llevadero, más suave, digámoslo así... Pero no, se siguen haciendo cosas interesantes, con personajes difíciles y con temas que tocan al ser humano. Se siguen haciendo, lo que ocurre es que las compañías privadas no lo tenemos muy fácil, ya que económicamente todo se ha puesto muy caro... Entonces, Gloria López ha tenido un valor enorme... Ha sido admirable que haya puesto en escena esta obra, que haya apostado por ella... Es admirable y muy difícil de conseguir, porque cuesta todo mucho dinero... Ahí estamos, atravesando momentos difíciles, haciéndolos fáciles... También la contratación es difícil, porque hay un exceso de proposiciones, de propuestas importantes y creo que es difícil escoger a quien contratas... Hay tanto de todas las comunidades que hacen cosas interesantes, que también es difícil vender... Las compañías privadas, pequeñas, no lo tenemos muy fácil...

Pregunta: Comentas que hay un exceso de ofertas, muchas interesantes... Pero ¿no crees que también a veces quienes contratan se dejan llevar por un cabeza de cartel...?

Maite Brik: Hoy en día, si no tienes a un televisivo en el reparto no vendes.

Pregunta: No todos los televisivos son malos, pero es una pena que tengas que supeditarte a un nombre, sea el que sea ¿no?

Maite Brik: Claro... No sé lo que sucede pero yo siento que tienes que buscar un nombre que esté en cartelera para que la obra tenga una mejor salida... Y yo reconozco que los actores jóvenes de hoy en día, son maravillosos... Ya quisiera yo haber tenido unos actores así en mi juventud... Éramos buenos, pero estos están más preparados... Sin embargo, creo que las obras que son buenas si tienen la suerte de salir sin cabecera de cartel, está bien, y deben de tener su oportunidad...

Pregunta: Estáis en cartel hasta finales de octubre...

Maite Brik: Sí, estamos hasta el día 23 de octubre... Después tenemos otra pequeña gira y pendientes de otros compromisos que están en el aire y que esperamos que bajen a la tierra y podamos seguir adelante...

Pregunta: ¿Si estuviera en tus manos mejorar el teatro en la actualidad. Qué harías?

Maite Brik: Qué difícil... Quizá le añadiría un poquito de interés por parte de las alturas (risas) por esta profesión que creo está un poco abandonada...

Pregunta: Quizá es difícil contemplar al teatro como vehículo de cultura...

Maite Brik: El teatro es cultura pero también es ocio... Yo soy muy partidaria del teatro fácil y amable... Pero también tiene que haber un teatro difícil, quizá este teatro no tenga la salida popular, pero ha de dársela la administración, porque tenemos todo el derecho del mundo de mostrar obras que no tienen un tirón del público pero que están ahí y hay que mostrarlas y hay que estar para los cuatro, cinco o diez que vengan a verla... Creo que tendrían que promover ese teatro...

Pregunta: Quizá habría que encontrar un equilibro entre el negocio que sin duda es y la cultura que también es...

Maite Brik: Claro que sí, debería haber una partida de pérdida... Hacer una inversión, mostrar ese teatro... Invertir en cultura...

Sofía Basalo.

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