jueves, 31 de diciembre de 2009

... LLUÍS SINTES (Junio 2009)



La curiosidad y el afán por conocer es quizá algo que caracteriza a Lluís Sintes; barítono mahonés, formado en el Orfeón Mahonés dedicándose al canto y al teatro. Estudió con Jaime Francisco Puig (maestro de canto de Jaime Aragall, Vicente Sardinero o Josep Carreras)
El prestigioso artista ha cantado en el Gran Teatre del Liceu (Barcelona), Concertgebouw (Ámsterdam), Grand Theatre (Shanghai) Viena Hall Fuchu (Tokio)... y ha estrenado obras de importantes autores clásicos y contemporáneos como Benguerel, Mestres Quadreny, Rodríguez Picó, Amargós, Guinovart y Brotons, entre otros.
En su último trabajo ha combinado el arte con la investigación, para así, dar a conocer al gran público la inmensa riqueza musical que atesora su isla. “Ave María. Romanticismo Sacramental en la Menorca del S.XIX” es el título de un disco en el que descubrimos auténticas joyas musicales... entre las que encontramos el único Ave María compuesto para voz de barítono.
Hemos hablado con Lluís Sintes:

Pregunta: Desde Port de Maó en 1983, hasta el “Ave María. Romanticismo Sacramental en la Menorca del S. XIX” ¿Cómo ha sido tu camino a través de la música en un país y en un momento en el que parece ser que nadie es profeta en su tierra aunque tú sí lo has sido... y lo estás siendo...?

Lluís Sintes: Has nombrado Port de Maó pero éste fue un disco LP de 1983 en el que cantaba unas canciones semimelódicas, semilíricas, dedicadas a la isla, a Menorca, entonces aquello fue aceptado... pero yo aún no me dedicaba profesionalmente a la música, pero tuve mucho éxito y aquello fue lo que de algún modo me animó a continuar mis estudios musicales y a profesionalizarme dentro del mundo de la lírica... Emprendí el viaje sobre los años 1989-1990 hacia Barcelona, y ahí ya empecé a cantar en muchos teatros, auditorios y efectivamente, la discografía acaba momentáneamente con este Ave María que acaba de salir al mercado...


Pregunta: Un proyecto sumamente interesante en el que la investigación es algo casi primordial...


Lluís Sintes: Efectivamente, yo creo que el cantante, o al menos el hecho vocacional mío propio, me lleva a ser un poco curioso de las cosas y ser investigador, es decir, no me conformo con cantar “Carminas Buranas” y “Turandots”... te nombro estos dos títulos porque son los que más he hecho en mi carrera... pero no me conformo con esto, porque sería un mero repetidor, también es necesario el factor humano para repetir lo que otros compositores han escrito... pero también siento la necesidad de poner mi grano de arena en la historia de la música, entonces, si puedo investigar, si puedo incluso recuperar compositores y músicas, perdidas u olvidadas, entonces me siento más válido, por decirlo así... eso cada cantante es una historia, entonces cada vida, cada persona tiene una visión y la mía es ésta...

Pregunta: Esta faceta, ¿la ejerces de forma individual? Supongo que será complicado, pues siempre se comenta que esa labor la debiera llevar a cabo el ente público que realmente es quien tiene los medios...

Lluís Sintes: Efectivamente... pero de todas maneras, el hecho de meterse a esta labor, tú solito, como cantante individual es bastante suicida... yo realmente vivo de las óperas que hago, de los conciertos... esto me da más seguridad económica, ahora después el corazón ya te lleva por estos derroteros y si puede servir para algo, fantástico... siempre es ampliar el horizonte y la historia de la música, y más cuando todo esto toca la isla de Menorca, que es un territorio tan pequeñito que es también de donde yo soy natural... y entonces, claro, ya te toca la fibra más sensible... además del gusto por la música, y la vocación... va un poquito el “menorquinismo” que llevas dentro... que es propio de la tierra... el amor, el amor a la isla...


Pregunta: Cuéntanos cómo ha sido el proceso de investigación y grabación de este trabajo...


Lluís Sintes: En el siglo XIX en Menorca hubo un gran florecimiento de la música; Menorca estaba inmersa en el contexto de Europa desde el siglo XVIII en que pertenecíamos a la corona británica y los británicos tenían intereses no sólo guerreros o estratégicos, sino que era algo más comercial... ellos querían entrar dentro del comercio mediterráneo y no tenían tierras, con lo que necesitaban unos puntos estratégicos como Gibraltar, Menorca, Malta... y por esta razón nosotros estuvimos bebiendo mucho de la ilustración y de la cultura europea del siglo XVIII, entonces el XIX comienza con un nivel cultural que era realmente envidiable y los sacerdotes de la iglesia de Santa María estaban componiendo lo que estaba de moda en toda Europa, esta música italianizante que después a la larga la misma iglesia se encargó de cortar de raíz, porque la gente iba casi más a escuchar el concierto que la función litúrgica, era como demasiado bonito todo ¿no?, entonces esta música menorquina, ha quedado siempre relegada a unos archivos... y personalmente siempre he estado muy interesado en dar a conocer estos compositores que francamente eran muy buenos y que tienen su gran mérito... entonces, con todos los permisos de la iglesia y con todos los permisos de los eruditos conocedores del fondo patrimonial... he ido recogiendo y fotocopiando algunas piezas, algunos fragmentos de obras de estos compositores que estaban manuscritas y las he ido digitalizando hasta que surgió la idea de componer un concierto... al principio tenía que ser sinfónico porque se había interesado mucho Edmun Colomer un gran director de orquesta, que era en aquel momento titular de la orquesta sinfónica de Baleares, pero él se marchó de la dirección y entonces la cosa quedó un poco aparcada hasta que me dio la idea de hacerlo con el órgano monumental de Santa María de Mahón, un órgano enorme... entonces aquello vio la luz a través de un primer concierto que se grabó y hemos intentado sacar de la isla este material, lo hemos llevado ya a la catedral de Barcelona, lo hemos llevado también a Andorra y estamos intentando llevarlo a Madrid, no sabemos aún cómo... pero estamos intentando que esto se conozca... aparte de que el Conseller Insular nos apoya porque cree también que es una visión nueva de Menorca, es un aspecto que no es conocido, porque Menorca tiene unas playas muy bonitas, en agosto se llena, hay mucho sol... pero Menorca también tiene su historia y su cultura, entonces todo esto puede ser también como algo atractivo de la isla... entonces, hemos hecho unos ocho conciertos con este material y del primer concierto ha salido el disco. Columna Música, que es una editorial discográfica catalana, que se encarga de estas cosas, de editar cosas de la tierra, cosas que quizá con otras discográficas sería más difícil... claro, también para ellos es algo suicida... porque sacar un disco de Puccini, Mozart... esto se vende solo... pero sacar un disco así, de compositores prácticamente desconocidos, también es un acto de valentía...

Pregunta: ... Sí, y en los tiempos que corren es un poco ser “Quijote”...

Lluís Sintes: Efectivamente... el disco, personalmente, me gusta mucho... ha quedado con un sonido muy bello... es como un muestrario de esta época, porque las arias de barítono son de diferentes compositores a lo largo del siglo XIX, pero también es una muestra del gran órgano que tenemos en Santa María en Mahón, dicen que es de los más importantes de Europa, entonces, el registro que el mismo organista Tomé Olives ha elegido para imitar una orquesta o para sustituir una orquesta, porque alguna de las composiciones no eran exactamente para órgano... entonces, claro da pie a que se enseñe también todas las posibilidades del instrumento, claro que este disco llegue a Japón, a Canadá, a Estados Unidos o incluso a Madrid, es muy importante para nosotros porque de alguna manera esto representa una riqueza...

Pregunta: Como bien has dicho editar un disco con este contenido es arriesgado, se suele decir que este tipo de música es minoritaria, tal vez no se conoce como se debiera ¿no?

Lluís Sintes: Efectivamente, si me hablas en concreto de esos compositores, no se conocen absolutamente nada, pero en el contexto de la música sacra hay muchas obras muy bonitas que se saben que no son Mozart ni Haydn ni Schubert... ni autores ya consagrados y que se tienen que ir sacando poco a poco, claro...

Pregunta: Salvando obviamente las distancias, pasa un poco como en la música popular... parece que siempre escuchamos los mismos porque no hay otros y realmente no es así...

Lluís Sintes: Sí, a diferencia de la música popular o música pop o música de vanguardia... estos discos son más como documentales... yo creo que este disco no pasa nunca de moda porque estará siempre en la biblioteca de un conocedor o de un amante de la música... yo tengo las canciones populares de Falla, por ejemplo por Victoria de los Ángeles, por Teresa Berganza... no me importa tener dos o tres versiones... y estas personas ya son mayores... una ya canta poco, la otra murió hace algunos años... pero siempre queda este documento y ahora te estoy hablando de los cantantes, pero también Manuel de Falla tiene unas composiciones que me interesa tenerlas... las cante quien las cante, las interprete quien las interprete... pero son como libros... un libro es una información que yo tengo en mi biblioteca, pero el disco también es una información... y ya estas obras quedan salvadas para siempre... entonces, claro no se puede comparar con un disco de Julio Iglesias, por ejemplo... o David Bisbal, aunque eso ya es un negocio... da muchas ganancias... entonces... bueno esto ya puedes tenerlo o no, puede pasar de moda o no... es otra historia... la música clásica es música con mayúsculas, que sea mejor o peor, es la historia de la música... la música archivada en discos CD o en el soporte que esté de moda...

Pregunta: Hablabas de documentos... sobre todo cuando encuentras un Ave María que es la única escrita para barítono...

Lluís Sintes: Bueno, nosotros creemos que es la única para barítono... las más conocidas son las de Schubert, Gounod... todas estas Ave Marías están escritas para soprano o para una voz muy angelical, entonces cuando se transportan a un tono más grave para que la cante un barítono o un bajo... como que no es el color que corresponde o que el compositor quería o escribió... por muy bien que cantes... entonces, encontrar un Ave María para voz de barítono, porque incluso el título de la partitura manuscrita decía “Ave María para voz de barítono” está en clave de Fa, naturalmente, tiene una tesitura genial para el barítono, pero es que el mismo título escrito de puño y letra de su compositor lo decía... y yo estoy buscando y buscando y creo que es la única que existe, entonces esto también es una riqueza, y ya están todos los barítonos esperando que les pase la partitura...

Pregunta: Hay una frase que me gusta mucho y que incluyes en tu página web donde destacas la importancia del sentimiento, de llegar al alma con la música... pero eso sí, manteniendo, conservando y aprendiendo una técnica... ¿es complicado hallar el equilibrio? Porque a veces encontramos mucha técnica y poco corazón...

Lluís Sintes: Sí... es el caso de los artistas fríos... que tienen mucha técnica pero no dicen nada ¿no? Yo creo que éste es el caso. Creo que la técnica y la voz o el instrumento, no son más que vehículos... la técnica es un vehículo... ¿para qué sirve la técnica?... cantas en el Real o en el Liceo con una orquesta de noventa personas en un espacio tan amplio y tal, necesitas una técnica, sino te romperías las cuerdas vocales, éstas son del tamaño de la uña del dedo pequeño... es decir, que es algo muy frágil... es decir, necesitas esa técnica, pero es una necesidad... el estudio del canto, de la estética... pero en realidad todo esto no es más que un vehículo para que el que exprese sea tu corazón... para que seas capaz de decir cosas, de expresar, de transmitir... yo creo que es el arte en general, el arte tiene que ser... creo que ya sea un pintor, un músico, un escultor... todo esto no es más que un vehículo para expresarse... tiene que ser así... si el arte no emociona, entonces ya no es arte...


Pregunta: ¿Cuesta emocionar?


Lluís Sintes: En realidad es como una distorsión de la realidad, no tiene por qué ser la realidad pura y dura que la pones en un escenario o en un cuadro... es una distorsión que habla por ti mismo, que de algún modo te ayuda a transmitir lo que llevas dentro...

Pregunta: ¿... Y es complejo que esa distorsión de la realidad llegue a ser una realidad ante los ojos del público?

Lluís Sintes: Hoy en día pasa una cosa y es que la sociedad, en general, la gente está viviendo dentro de un ámbito muy negativo, mucha crisis, hay muchas guerras, muchos partidos políticos, terrorismo... entonces, estamos siempre viviendo en unas noticias malas... entonces, a la que tú seas capaz de ofrecer algo positivo... en el momento en el que el público entra en un teatro, se sienta en una butaca... durante dos o tres horas debería olvidarse de todo... apagas el móvil... entonces desconectas... si lo que hay en el escenario, en el altar... donde sea... es algo que te está transmitiendo positivo... la gente absorbe esto mucho... de algún modo, se nota que hay una comunicación, es algo como rápido, enseguida... es decir, si lo que expresas es positivo, existe esta comunicación... no es difícil, lo complicado es saberlo hacer... que el artista sea consciente de que está transmitiendo en este momento... yo creo que éste es el secreto o debería serlo...

Pregunta: Si vemos tu currículum es impresionante... lo has cantado prácticamente todo en la lírica...

Lluís Sintes: En mi caso, es que siempre he sido muy curioso y me ha gustado probar de todo... cuando salí de Menorca, salí habiendo cantado varias zarzuelas como amateur, con el orfeón mahonés, pero cuando me fui, de algún modo, lo que se veía desde la isla de fuera, era la ópera... dijéramos el género más bonito, más rimbombante, más colorista y el que llegaba más a la isla a través de la televisión o a través de los amigos de la ópera que llevaban de vez en cuando una ópera y te dejaban alucinado... parecía que eran seres de otro planeta... entonces claro, cuando salí, lo hice directamente para ser cantante de ópera, porque me gustaba eso... ahora al salir fuera, a la península, al empezar a viajar, me di cuenta de que la ópera no era más que un género... yo tengo posibilidades para dedicarme a muchas otras cosas... y la ópera es el género grande, más bonito, más completo... pero la zarzuela no la tenemos que menospreciar... la zarzuela es algo que... si me ha salido una zarzuela en plan profesional, la he aceptado de corazón porque también es nuestro lenguaje... y otras cosas que he hecho... el concierto, el oratorio, la canción... y dentro de esta curiosidad mía y esta “intrepidez”... me he atrevido con las canciones de García Lorca... en el setenta aniversario de su muerte... tampoco quiero... está el dicho castellano “Quien mucho abarca poco aprieta”... tampoco quiero que sea esto, pero sí que de algún modo, me enriquece haber tocado tantas teclas... me enriquece porque en cada género no me quedo a cantar Rossini, a cantar Mozart... un estilo... quiero dedicarme a muchas cosas y conocer... porque creo que el hecho de... la especialización, también crea unos espacios grandes de ignorancia...


Pregunta: ¿Te limita en cierto modo?


Lluís Sintes: Sí, te limita y hace que ignores todo lo demás... entonces de alguna manera aunque no llegue a ser el mejor del mundo... porque para ser el mejor del mundo tienes que coger tres óperas y cantar siempre lo mismo... y luego a base de repetir, repetir, repetir llegas a ser “la hostia”... pero empobrece mucho... como persona, como artista... como creador... entonces, para oír una cosa perfecta, pongo el CD de quien sea y ya lo escucho perfecto... yo he querido tocar muchas teclas y la verdad es que no puedo estar más contento, porque creo que lo que tengo ahora dentro de mí, que además no me lo quedo para mí solo porque intento extrapolarlo a mis compañeros, a mis amigos, a la gente que quiere que les hable... pues todo esto es un conocimiento que es una riqueza personal, creo yo...


Pregunta: ¿También es la curiosidad la que te ha llevado a escribir poesía?


Lluís Sintes: Mi primer libro se llama “Pecat Venial” y venía a ser una especie de perdón... es el pecado más perdonable... sabes que existe el sacrilegio, el percado mortal y el venial que es el más leve... a ver, yo digo que claro, meterte en el terreno de los poetas... ya es como un pecado, pero el hecho es que mi hobbie, mi afición que era la música, pasó a ser mi profesión... en el momento en el que soy profesional del canto, como me gustaba tanto y como me sigue gustando tanto, estoy siempre pensando en ello... cuando ensayo, cuando estudio, cuando actúo y cuando no... entonces, pensé que para las neuronas y para el corazón también es muy bueno saber desconectar en un momento determinado y pensar en otra cosa... entonces, un día pensé que tenía que tener un hobbie... había perdido uno, se había convertido en mi profesión y yo necesitaba otro... y por esto empecé a escribir y no se me daba mal... y mira, de esto han salido ya varias publicaciones... me lo presentó Poncio Pons un poeta menorquín, pero dentro de la literatura catalana está considerado como lo mejor... y como es una persona tan sencilla, tan sincera y tan honesta, él fue quien me apoyó... me animó y entonces le dije que sí a la editorial que me lo iba a publicar... y él fue quien me lo presentó, quien lo prologó y la verdad es que sigo pensando que es un pecado venial, pero pecado... tuve la suerte que tenía unos conciertos en Tokio y la pianista me dijo “hombre, ya que escribes, podías escribir algo ex profeso para estrenar en Tokio, que algún compositor contemporáneo te pudiera musicar porque también me he dedicado mucho a la música contemporánea, he grabado varias cosas para compositores de ahora...” con lo que Jesús Rodríguez Picó me puso música a un grupo de seis poemas que se llama “La flor del cerezo” y entonces esto lo estrené en septiembre en Tokio y tuve la suerte de que como Rodríguez Picó es un compositor catalán actualmente muy considerado, entonces a él le edita la editorial Clivis, entonces también me editaron a mí, y entonces, casi a la vez salió “Pecat Venial” y “La flor del Cirerer”... y ahora estoy mirando a ver si pronto estos conciertos vienen a España y puedo estrenarlo aquí... creo que sería justo y necesario...

Pregunta: Cuando comentas música de ahora, te refieres a música clásica actual... pues siempre que pensamos en la música clásica nos remontamos con el pensamiento varios siglos atrás...

Lluís Sintes: Existe la música contemporánea que es la continuación de la música clásica... no tiene muchos adeptos porque en los años ochenta y noventa aquello cogió un camino muy abstracto, era una música que no se entendía mucho, ahora a partir de 2000 los compositores parece que están volviendo a la tonalidad... está volviendo la melodía un poquito... también es un camino que se va recorriendo y que es necesario que lo apoyemos... llevo grabados el Réquiem de Xavier Benguerel a la memoria de Salvador Espríu con la sinfónica nacional de Cataluña, también tengo grabada “El paradís de les Muntanyes” con la Barcelona Moderm Proyect, que es una orquesta especializada en este repertorio, y ahora en octubre voy a grabar una ópera que se llama “Urbs”... el personaje del barítono es la ciudad y Rodríguez Picó la ha escrito para mí, no fue un encargo ni una petición pero él ya que le he cantado estas canciones y le grabé el disco de “El paradís de les Muntanyes” él pensó este personaje para mi voz... entonces se lo tengo que estrenar y grabar en octubre... y “Urbs” es una ópera muy conceptual, el barítono es la ciudad que engulle a la inmigración, sale un tenor que es un payés, la soprano es una magrebí, el bajo es un chico de los países del este... es una cosa muy conceptual y muy bonita... creo que estará muy bien... pero también considero que hay que apoyar a las nuevas creaciones...


Pregunta: ¿Qué otras voces te han servido de inspiración a lo largo de tu carrera o al inicio de la misma?


Lluís Sintes: Claro... generalmente más del mundo de la ópera... porque es un mundo que ya de niño y de jovencito me fascinó y fue el detonante de que yo quisiera dedicarme a esto... y dar el salto... porque en aquella época dar el salto desde la isla era muy complicado... no es como ahora que hay tantas compañías... que el mundo se está cercando mucho... en aquélla época Menorca quedaba muy lejos o la península para nosotros quedaba muy lejos... era otro mundo... La primera voz que me fascinó fue la de Vicente Sardinero, siempre fui un admirador de Vicente Sardinero... un barítono lírico que incluso solía venir por Menorca, cantaba allí, seguí su discografía, estuvo con Montserrat Caballé durante muchos años como colaborador... Sardinero fue una de las voces que más me impresionó... no por su poder, sino por su belleza, la elegancia del canto, porque lo que cantaba lo convertía en algo elegante, en algo bonito y sincero... creo mucho en la sinceridad de las voces, porque es muy fácil caer en la tentación de querer imitar... ves chavales que están estudiando canto y ves que quieren poner esas voces importantes, oscuras... no, por favor... sé sincero, canta con la voz que Dios te ha dado... que ya de por sí es bonita... búscale la belleza... que muchas veces la belleza está en la frase, en la inspiración, en la emoción de lo que estás diciendo, si lo que dices es sincero y verdadero, seguramente la voz saldrá bonita...


Pregunta: Nunca había escuchado esta calificación de la voz “la voz sincera”...


Lluís Sintes: Sí... precisamente en ópera y en lírica hay muchos imitadores y parece que hay unos cánones y unas voces que se tienen que poder imitar... si haces una Traviata y haces el “Germond” cuanto más te parezcas al barítono típico mejor... pues no es esto... las voces tienen que tener también una personalidad... creo mucho en eso y te lo digo yo que soy un barítono lírico y al principio tenía que luchar mucho con esto, porque mi maestro me decía “disfruta del lirismo que esto no lo tienen todos”... un barítono lírico tiene un repertorio maravilloso... y aprendí a disfrutarlo...

Pregunta: Sí, parece que siempre el barítono, y a veces se ha dicho, tiene en la ópera asignados los papeles más siniestros, menos lucidos...

Lluís Sintes: Bueno, esto es muy relativo porque la voz del barítono... a mí me parece la más bonita de todas... es la más viril... tú sabes que los hombres tenemos cuatro voces: Contratenor, tenor, barítono y bajo y dentro de cada gama también hay diferentes colores, el bajo profundo, el bajo cantante... el barítono dramático, el barítono estándar, el barítono lírico... y los tenores, ya no te digo... empezando por los tenores lírico-ligeros que harían Rossino... bajando hasta llegar a José Cura o a Carreras que son las voces amplias y anchas... pero cada uno, lo principal es saber encontrar cuál es el repertorio adecuado que también es saludable hacerlo... porque entonces estás facilitando el camino para que este vehículo pueda caminar con ligereza...

Sofía Basalo.

domingo, 13 de diciembre de 2009

... MANEL BARCELÓ (Junio 2009)




Alguien ha dicho que estamos ante el actor que puede serlo todo, él en cambio afirma que lo que ocurre es que no es comodón, que cuando quiere contar algo, lo escribe y lo interpreta y hasta el momento le ha salido bien. Manel Barceló, actor por vocación y también con una formación más que completa, se ha puesto ahora en la piel de un peculiar y peligrioso profesor, que intenta mostrar el camino a seguir, a una astuta e inocente alumna en “La Lección” de Ionesco. Hemos podido conversar con él:

Pregunta: ¿Qué es más decepcionante vivir en la ignorancia y creernos libres o saber que no somos libres y luchar sin embargo por esa libertad intuyendo que nunca será nuestra...?

Manel Barceló: Yo creo que no es tanto decepción como “Qué es lo más importante”... creo que saber y ser conscientes incluso de que hay limitaciones, de que nos han puesto limitaciones, es positivo, porque siempre tienes la opción de poder luchar contra esta imposición... en cambio permanecer ignorantes es lo más cómodo, seguro, pero la ignorancia no nos hace libres, lo que nos puede hacer libres es tener opciones y para tener opciones hay que saber, al menos, en qué situación estamos...

Pregunta: Sabiendo en qué situación estamos y luchando, dentro de nuestras posibilidades, por salir de esa situación... ¿alcanzamos alguna vez la luz?

Manel Barceló: Yo creo que no, pero los seres humanos, al menos en nuestra cultura actual, occidental, siempre fijamos metas a muy pequeño plazo, nos importa mucho nuestra vida y nos importa mucho el hecho de pasar nuestro período vital de la manera mejor posible, pero hay cosas que no se consiguen en una sola generación y que se consiguen en muchas generaciones, siempre y cuando cada una tenga un objetivo y lo comparta y lo enfrente a ese presente para hacer un futuro mejor, y creo por tanto, que hay que intentar tener la mejor vida posible y disfrutarla porque sólo tenemos eso, pero realmente si nos planteamos la vida a tan corto plazo, nadie recibe una herencia de nuestro paso por la vida y eso también es muy triste... y creo que es importantísimo que haya siempre objetivos que no tengan necesariamente que cumplirse en nuestro propio hecho vital, sería entonces muy estresante, pero si el mundo ha conseguido avances, si nuestra civilización ha conseguido algún avance, ha sido precisamente porque las metas no se habían fijado a tan corto plazo, sino porque había gente que estaba dispuesta incluso a sacrificar su vida por tirar adelante con sus objetivos.

Pregunta: Ha hablado de comodidad y objetivos... ¿Se suele decir que el ser humano hoy en día se ha acomodado, vivimos quizá sin objetivos...?


Manel Barceló: Yo creo que lo que sí tenemos hoy en día es muchísima información pero no creo que de eso se destile una información básica, es decir, tenemos internet, medios de comunicación audiovisuales que nos traen no sólo el relato de lo que está pasando en el mundo sino imágenes por las cuales nos podemos sentir más o menos emocionados y compartir empatía con otras personas, con otras situaciones que están a nuestro alrededor, pero eso no significa precisamente que estemos informados que tengamos conocimiento, simplemente tenemos muchísima información, lo que hace falta es una educación en la que nosotros podamos destilar qué es lo que realmente importa, es decir, que a base de “todo importa” nada es importante y creo que nuestra cultura ha dado un giro sobre unas aspiraciones, la aspiración de conocer, de saber, de tener información, pero están abocadas de tal manera incluso en muchos casos están muy mediatizadas... y ante esto sí tenemos la sensación de que nos bombardean con mucha información, pero que nadie, ni nosotros mismos, somos capaces de sacar una conclusión sobre eso... continuamente ante un hecho doloroso viene otro que tapa el primero... y además todos los medios de comunicación giran en torno a un factor de esa comunicación y se olvidan otros que a lo mejor serían el contraste como para entender qué es lo que está pasando realmente...

Pregunta: Ésa era una de las preguntas que tenía, en “La Lección” reflejáis muy bien, en la escenografía, la intemporalidad del poder, siempre es el mismo, pero si pensamos un poco y vemos todo el progreso que ha habido, todo ese acceso que tenemos a la información... ¿podemos decir que hoy en día el mecanismo o los mecanismos de poder deberían ser distintos, al menos más visibles para ser conscientes de ello y evitarlos o burlarlos...?

Manel Barcelo: Yo creo que sí, lo que pasa es que con todo esto que estamos hablando, creo que también ha habido una especie de abandono de una determinada ética... ahora mismo hay casos flagrantes de abuso de poder y de la trivialización de la política o de determinados estamentos de poder... y el ciudadano no reacciona ante esto, ante un hecho que en otros estamentos podían imputárseles incluso penas judiciales... lo hace el político de turno y entonces la gente lo comprende o de alguna manera lo justifica... el ciudadano ha llegado ahora, al menos en lo que es respecto a la respuesta que debería ser, a tener una especie de fatalismo, dice “bueno, es lo que hay, seguramente esto no puede cambiar” y es cierto que el poder siempre ha podido utilizar muchos mecanismos pero uno de ellos, el que era seguro, era lanzar mensajes que ocultaran su abuso, pero es que ahora mismo, lo estamos viendo por ejemplo en el caso de Berlusconi, con todo lo que está lloviendo y este señor está gozando de una impunidad absoluta... y nadie le está pidiendo cuentas sobre eso... y no sé si su popularidad ha decrecido entre la ciudadanía votante... pero ahí está... o el caso de Bush y la guerra y todo lo que ha traído consigo... hay países en los que se reacciona y en otros no... pero realmente en lo que respecta a lo que el mensaje a lo que el poder da de “por favor todos tenéis que ir en esta dirección, no se pueden permitir desvíos de ningún tipo...” y retrata una determinada ética que después ellos se las saltan... pero en otros momentos, ha sido más cauto, más prudente, pero ahora es que es directamente la desfachatez... y yo creo que ante esto, no estamos reaccionando debidamente porque una cosa es que se pueda suponer que en el ejercicio del poder se sacrifican determinados aspectos de la libertad por el bien común, yo no lo entendería nunca, pero es que ahora ya no estamos hablando de esto, estamos hablando de la patochada...

Pregunta: Quizá es que hoy en día diversos estamentos se sitúan incluso por encima de la ley que ellos mismos dictan o aplican...


Manel Barceló: Sí... aunque yo creo que realmente nuestra cultura ha llegado a unos márgenes de libertad bastante amplios, por suerte, no tiene nada que ver la sociedad actual con la sociedad romana o con una sociedad medieval... ha habido democracia y la gente puede decidir sobre su futuro, sobre quién va a gestionar el poder público, quién va a hacer todo esto... otra cosa es que esto no es sólo un mecanismo... esto significa una responsabilidad, es decir, que si tú estás como ciudadano comprometido con el hecho democrático, te toca votar... y no votar con la nariz tapada, sino que te toca ser crítico y no delegar absolutamente la gestión del poder público en unos determinados señores... yo creo que el poder, por supuesto, y cada vez se ve más claro organiza su estructura de tal manera que se hace cada vez más invulnerable... entonces, si hay esos mecanismos en los que realmente a alguien se le puede pedir cuentas, pues el ciudadano tiene que pedir cuentas... y si realmente el poder está tan anquilosado... yo creo que en una estructura como ésta, creo que siempre hay resquicios a través de los que tú puedes ejercer tu derecho a exigir el comportamiento ético... exigir que las personas que abusan del poder salgan de esos cargos que están ocupando...

Pregunta: No sé si nos hemos acostumbrado o quizá nos sentimos demasiado pequeños como para conseguir algo a través de nuestras acciones individuales... aunque tal vez es que estamos perdiendo nuestra humanidad... me pareció interesante lo que escribía el director en el programa de mano, con respecto a la reacción de su perro en la escena final de la obra a lo largo de todos los ensayos... el ser humano es poco sensible ante la injusticia...

Manel Barceló: Hombre... eso... evidentemente hay una ingenuidad en el animal, una nobleza que parte de esa ingenuidad... él no aceptaba ese juego... él sabía que no había daño, porque creo que si hubiera visto una escena real hubiera reaccionado de otra manera, pero le ponía nervioso que jugáramos a eso... la ventaja que tiene el teatro sobre otros medios de comunicación es que es una emoción en directo, es una historia compartida entre un público que sabe que va a ver una ficción y unos actores que están trabajando una ficción desde genuinas emociones, por mucho que nos entrenemos y que ensayemos eso no pierde la pureza de la emoción. Sabemos mentir porque es nuestro oficio y lo hacemos implicándonos en la mentira, como hacen los críos cuando están jugando, exactamente lo mismo y el público evidentemente entiende este lenguaje y se emociona con ello... nosotros que ya llevamos unas cuantas funciones de “La Lección” sabemos que en el momento en que se desarrolla la broma, en que el absurdo de Ionesco corre por el cauce de la comedia, entonces hay una reacción del público absolutamente dispuesta a reírse y a disfrutar de lo ridículo de la exposición del profesor... pero en el momento en que la violencia se instala, el momento en el que el profesor se quita la máscara y se convierte en ese poder que mata impunemente, las risas ya han cambiado de calidad, seguimos compartiendo esa mentira, el público sabe perfectamente que yo, que el actor no ha matado a la actriz, pero sí entiende que el profesor ha matado a la alumna... y entonces cambia el registro, cambia la emoción y evidentemente al final como vuelve a tocar el tema de la comedia, la gente se ríe, pero ya se ríe con una sonrisa helada... yo creo que la ventaja del teatro y ahora más en épocas de crisis, es la capacidad del debate... es un debate en el que no nos sentamos y hablamos los actores con los espectadores y contamos cómo ha ido el proceso y demás, pero sí que hay un debate a algún nivel... sobre todo si el espectáculo está comprometido con la crítica... yo creo que entonces el público entra en el debate, se cuestiona a nivel solitario pero a veces en grupo de aquello que estamos hablando... no tiene un efecto revulsivo, la gente no sale de la obra deseando cargarse el sistema educativo de ningún país, pero sí reflexiona sobre determinadas cosas... identifica los factores que la obra critica y los coloca en su sitio...

Pregunta: En esta obra encontramos tres personajes; el que consiente, la tercera persona que está observando todo, tapándose los ojos, los oídos, la boca... el opresor que sería su personaje, el profesor y el oprimido, la alumna... Quizá el que consiente es el personaje más cruel, el Opresor con mayúsculas... No sé si en algún momento, tu personaje, ha sido también un oprimido antes de convertirse en opresor...

Manel Barceló: Sí, evidentemente... eso nosotros lo hemos potenciado en el espectáculo, no estaba en la obra original de Ionesco, pero sí se ha querido dar esos factores, porque el profesor en determinados momentos, dentro de su locura, se remite a poderes fácticos... hay momentos en que se convierte en cura, en un militar, en un policía... y al final, cuando le toca la impunidad se viste con una toga... lo que sí es cierto es que ese señor, seguramente ha sufrido una educación como la que él quiere impartir a la alumna... en un principio igual decía que el verdadero poder era la sirvienta, ella era la que movía los hilos, pero creo que el poder no está identificado... es una opinión mía... y nuestra pretensión ha hecho una cosa bastante más atractiva, y es que el poder se manifiesta por determinados individuos que actúan según mecanismos que no están visibles, que no se identifican... este señor está actuando así, porque hay un sistema que lo ha puesto como profesor y que le ha hecho sufrir unos procesos por los cuales ha desembocado en ser un ejecutor, lo que él hace es ejecutar un rito en el que intenta enseñarle a una presunta alumna cuáles son los requisitos para llegar a tener poder, para poder tener el doctorado total, en el que ella ya podrá desarrollar esa misma acción con otras personas... pero él directamente no es el poder, éste se halla por encima de eso, el poder está incluso fuera de esa habitación y está fuera de nuestra visión, está ahí... es algo intangible, simplemente se manifiesta por un determinado individuo que actúa de aquella manera, pero ese individuo ha sufrido un proceso, ese individuo ha conocido a otro intermediario, a otro ejecutor que lo puso en esa situación, como el ejecutor que lo educó a él... es como una especie de tradición, como un pulpo invisible cuyos tentáculos están por todas partes, creo que esto, es lo que “enseña” La Lección... versión nuestra, evidentemente...

Pregunta: Quizá por eso ha comentado el director de esta propuesta que el verdadero poder no tiene rostro...


Manel Barceló: No... si hoy en día se encontrara al responsable de la crisis evidentemente sería todo más fácil... pero creo que hay muchos factores, que unidos, forman este poder... pero al contrario de lo que pasa con las piezas de una investigación policial, creo que se escapa que va más allá de eso... sería imposible... es como si fuera un sistema que se genera por sí mismo, tiene una fórmula de regeneración continua en la que se puede llevar a la cárcel a personas que han hecho desfalcos, que han provocado una situación económica gravísima sobre todo para personas inocentes y confiadas... podríamos encontrar el responsable, pero es que realmente no hay sólo un responsable... hay otros... y unos con otros forman algo que no tiene rostro... es todo un sistema, un engranaje que tiene esa disfunción y que mientras todo va bien, no hay problema, pero en el momento en el que uno de esos mecanismos se hace cancerígeno... directamente provoca una catástrofe... y nadie es culpable... lo son muchos y quizá lo seamos todos por delegar absolutamente y esto significaría que la ciudadanía tendría que estar en alerta y esto, claro, es imposible... y si alguna vez se da... siempre acaba mal... para evitar esto, tendría que haber más vigilancia... más mecanismos de control...

Pregunta: Nos has ofrecido unas pinceladas de cómo ha sido el proceso de dar a luz esta propuesta...


Manel Barceló: Nunca había trabajado con Joan María Gual aunque me conocía... este proyecto lo llevaba desde hacía mucho tiempo... cuando acepté el trabajo me encontré con dos actrices con las que no había coincidido nunca, ni siquiera las había visto en televisión... un grupo de personas que no nos conocíamos de nada que se puso a hacer una lectura; en ésta se creó un ambiente eléctrico porque realmente se dio la circunstancia de que Maica Barroso había interpretado “La Lección” en otras dos ocasiones en el papel de alumna, por lo que se conocía muy bien el texto, yo lo estaba aprendiendo porque como es un texto complicado, no quería empezar los ensayos sin saberlo... y entonces se produjo una lectura que fue muy buen augurio porque la gente se rió muchísimo... Entonces Gual que tenía una serie de ideas sobre el montaje fue tan generoso como para ir abandonando determinadas opciones porque veía que sólo con la fuerza interpretativa de los actores ya la cosa podía funcionar... fue una historia en la que entramos como en un juego, porque al fin y al cabo el teatro es un juego... y además el texto de Ionesco tiene una estructura de comedia muy noble, es realmente una gran comedia, absurda... como se le quiera llamar... pero es una comedia y nosotros hemos trabajado a fondo esos temas... y evidentemente siendo conscientes de que tras ese trabajo, esa dedicación al texto puro y duro, había algo que destilar y pasar al público... simplemente trabajamos en esta dirección... y en fin, normalmente cuando se trabaja así, con la confianza del director para con los intérpretes y con ganas de funcionar, cuando la gente entiende que vamos en la misma dirección, el teatro si tienes un buen texto te da estas satisfacciones y creo que tanto para Itziar, para Maica y para mí, por supuesto, esta “Lección” ha sido un bonito viaje, un viaje en el cual hemos podido hacer nuestra labor simplemente confiando en la mirada exterior que era Joan María Gual, que decía lo que le interesaba y que además nos dejó absoluta libertad para crear, para aportar ideas, movimientos, tonos... Creo que el director ha sido generoso, no ha sufrido para nada el síndrome “Yo soy la máxima autoridad” creo que estaba entendiendo muy bien que el teatro no es una cuestión de jerarquías sino de talento y creatividad... el director puede ser quien hace la propuesta creativa, pero el talento de los actores es el que acaba redondeando esto y dando sorpresas al mismo director... Esto ha sido así y este espectáculo ha sido algo que hemos sentido muy nuestro, es decir, sabíamos por qué nuestras interpretaciones estaban ahí, por qué esos tonos, esos gags, ese movimiento... y se defendía desde el sentirse creador, instrumento creativo del espectáculo...

Pregunta: Creo que además de ser un gran actor, usted es autor y director...


Manel Barceló: Sí, he sido autor... lo que no he sido es un actor comodón... y lo digo con todo respecto... he sido un actor que cuando no ha tenido trabajo o cuando no se le estaba cruzando por el horizonte ninguna cosa interesante, pues si consideraba que tenía que decir algo, que había algún tema que quería desarrollar y contarlo, lo escribía y lo ponía en pie; de hecho todos los espectáculos que he escrito los he representado... los he estrenado... normalmente han sido espectáculos para ser interpretados por mí, porque ahí estaba parte de la gracia... pero no me considero un dramaturgo, yo sé que esto no te lo concedes tú, te lo conceden los otros... como el hecho de que seas actor, tú puedes tener muy buena opinión de ti, pero en el fondo esto es bastante más democrático y es la gente la que opina, he escrito espectáculos sobre todo de cabaret, donde había una cierta libertad de tono y de lenguaje, y entonces ahí, por ejemplo mi primer trabajo fue “Cabaret” porque quería investigar el tema de un actor convertido en muchísimos personajes y valió un premio... luego con el tema de la guerra de Bosnia, la plataforma en contra de esta guerra me pidió un favor, que hiciera una acción para promocionar el hecho de estar contra esta guerra y me inventé un espectáculo que era muy heredero del otro y también valió un premio... luego, sí he escrito algún otro texto, pero básicamente lo he hecho en un tono más bien ligero, no me he puesto a hacer la dramaturgia que es lo que da la etiqueta de “dramaturgo”... Me consideran dramaturgo porque estoy en la SGAE y he cobrado el porcentaje que le corresponde a un dramaturgo, pero me siento más actor, cajón desastre, es decir que puedo hacer muchas cosas porque he estado en muchas aventuras... entre las que incluyo la dramaturgia o la dirección... Por otra parte, soy también guionista de historieta, o sea que el tema de la escritura no se ciñe sólo al teatro, sino que lo hago asiduamente porque junto con mi mujer colaboramos en la revista “El Jueves” y con eso ya llevamos 24 años... con lo que sí, algo de escritor, sí tengo...


Pregunta: Quizá por ello dicen de usted que es un actor diferente porque puede serlo todo...


Manel Barceló: (risas) Bueno... yo tengo una enorme curiosidad por mi profesión, a la que llegué tarde, para mi gusto... empecé a ser actor profesional a los 25 años y no tuve una formación académica de ir a una escuela de arte dramático... era un actor vocacional y tenía cierta timidez a la hora de plantearlo a mi familia porque en ella no había precedentes... y también por los prejuicios que rodean el mundo del teatro... Entonces, lo que siempre hice fue apuntarme a todos los cursillos que veía... con lo que hice cursillos muy variados, simplemente porque no quería comprometerme al punto de entrar en una escuela de arte dramático... quería probar si esa vocación estaba fundamentada, si tenía alguna posibilidad de llegar o no... en los cursillos siempre destacaba, los profesores me alentaban... hasta que un compañero me dijo, que era imposible que siguiera trabajando donde lo hacía, (trabajaba en una empresa pública) y me dijo que debía dedicarme al teatro... con lo que por su insistencia abandoné esa timidez y me dediqué al teatro... pero ya mi formación fue muy ecléctica, muy variada... y por otro lado, nunca he pensado que ser actor tenga fronteras, en todo caso las pones tú, yo creo que tanto cualquier género como la alternancia de géneros es buena, precisamente no hace mucho hice un espectáculo (Había hecho un personaje en televisión, me pidieron que contara cuentos para niños por mi tradición de espectáculos de monólogos, y yo improvisaba delante de las cámaras, desarrollando todas las situaciones, los personajes...) de esto se hizo un espectáculo y en el momento en el que lo hice, interpretando a un señor, vestido de sabio loco contando cuentos para niños... mucha gente se quedó perpleja, cómo Manel Barceló con una trayectoria de Teatro Dramático, que está haciendo protagonistas continuamente, de repente se rebaje a hacer teatro infantil... es que yo creo que no te puede pesar la imagen de lo que estás haciendo... hay muchos géneros que tienes que probar... yo he sido presentador en Musichall, una etapa de la que sí me arrepiento porque soy un negado en la faceta de presentador... pero si la vida te lleva a estos sitios, como el aprendizaje no se acaba nunca y tampoco se ciñe a un solo género, digamos que cada una de estas experiencias por las que he pasado... el hecho de haberme preparado vocalmente para cantar y ser capaz de cantar canción lírica... todo ello lo he hecho porque quería probar dónde estaban mis límites... y si no las encontraba, buscar otras y lo que fuera... y yo creo que luego, esto te ofrece una serie de recursos, lo digo con toda humildad, porque son herramientas que tienes y puedes utilizar... y creo que además es una opción muy compartida, hoy en día la gente ya sabe que el mundo del espectáculo no es sólo una opción, que hay muchas y que cuanto más preparado estés y cuanta más curiosidad tengas por ello, mejor profesión tendrás y sobre todo eso... es que es un mundo apasionante, no sólo el hecho prodigioso de almacenar, coleccionar técnicas, es simplemente que en el momento en que te pones a hacer un musical y tienes que cantar acompañado por doce músicos, hay una responsabilidad, una forma de colocar tu energía y eso es apasionante...

Pregunta: Cuando comentaba que no te puede pesar nunca la imagen... He pensado, que quizá en cierto modo quien impone una determinada imagen a un actor o una actriz es el mismo público...

Manel Barceló: Claro, es que aquí hay un problema, a veces un actor o una actriz es muy efectivo en determinados papeles, que no significa que no lo sea en otros papeles, y entonces, ya no es un problema del público, el problema es de las personas que te encargan este trabajo... porque el público podría verte tranquilamente en otra imagen... si resuelves bien, el problema no es del público... creo que es más la precaución que tienen determinados creadores. Yo, por ejemplo, hasta no sé qué edad tenía cuando hice una obra de Harold Pinter “La última copa”, la hice en Barcelona... y resolví muy bien el personaje, que era el torturador, del hombre que está a cargo del centro de detención e inmediatamente se me adjudicaron todos los bichos malos del teatro... de repente la gente te ve en esos papeles, los directores e incluso una vez un director me dijo “cómo es posible que siempre te demos papeles de “mala persona” con lo buena persona que eres”... y yo le respondía “pregúntatelo tú que eres quien me ha dado el trabajo” (risas) De cara el público, has de demostrar que tanto en un registro como en otro resuelves bien, pero creo que es más la precaución el hecho de la comodidad... yo, evidentemente siempre agradezco mucho el hecho de que alguien haga una apuesta por mí que difiera de lo que me dan normalmente ¿no?... porque pienso que es la confianza y que además lo agradezco porque realmente me gusta trabajar en diferentes direcciones... aunque he de decir que he sido “el malo” oficial en todas las series de televisión que se emiten en Cataluña, hasta hace relativamente poco que rechacé un papel por eso mismo y me dieron otro en el que interpretaba a un hombre que amaba a su mujer, a sus hijas... yo evidentemente agradecí mucho hacer este papel porque el que me adjudicaban era lo mismo... Por otro lado, hace unos meses estuve interpretando a Antonio Tejero Molina en TVE... Si son papeles interesantes, tampoco importa mucho... mientras el personaje es interesante, rico, complejo y le puedas aportar humanidad porque lo puedas hacer, está bien; ahora, de vez en cuando es saludable hacer unas risas y divertirte con el personaje y buscar otras formas de interpretar... porque también en eso hay fórmulas ¿no?

Pregunta: ¿Qué Lección le queda por aprender al teatro español?

Manel Barceló: Voy a decirlo en el sentido más práctico, una lección que tiene que aprender el teatro español es que ahora mismo, desconoce mucho de lo que hay en España de teatro... Y eso pasa en todas las Comunidades Autónomas... Realmente es muy difícil la traslación de profesionales de un centro de producción a otro, a veces hay temas lingüísticos, por ejemplo en Cataluña se hace mucho teatro en catalán, pero el mundo de la cultura ha creado unas ciertas fronteras geográficas no sólo por una cuestión lingüística sino también por una cuestión de funcionamiento, quiero decir que cada comunidad tiene sus peculiaridades, recordemos que la cultura está transferida... entonces, en lugar de hacer un trasvase lógico, nos encontramos con fronteras culturales... personalmente estoy muy feliz por estar en Madrid, además ésta es la primera producción que hago aquí... es decir, yo me he presentado en Madrid en otras ocasiones, pero con producciones que venían de Cataluña, si eran en catalán se habían traducido...
Por otra parte, creo que hay talento y que tenemos una gran cultura propia, un gran teatro clásico, que creo que hay que revisitar y revalorizar de nuevo, como hacen los ingleses que saben mucho de todo esto... pero sobre todo, lo que debe haber es un conocimiento entre nosotros... Por suerte viajo bastante y a veces he estado trabajando en Valencia y ahora en Madrid y evidentemente para mí descubrir a Itziar Miranda o Maica Barroso... que no las he visto nunca en un escenario porque no han estado nunca en Barcelona... ha sido muy enriquecedor, porque conozco otras gentes, otras formas de actuar... somos como una gran familia que en estos momentos está compartimentada...

Pregunta: Por último, ¿Cuáles son sus próximos proyectos?

Manel Barceló: Tengo proyectos a corto y largo plazo... en principio, está pendiente la gira, los bolos de Ricardo II de Shakespeare, que estuve interpretando antes de venir aquí... Es un montaje que ha dirigido Carme Portaceli y que ha sido un éxito absoluto en Barcelona... y esperamos los bolos, nos encantaría hacer la versión castellana y que se viera en toda España... por ahí, ya he adelantado el problema con el que podemos encontrarnos... por otro lado, ahora justo vuelvo a Barcelona y me incorporo a un espectáculo que está funcionando allí, hago una sustitución porque uno de los actores tiene que dejarlo... es un papel bonito... hecho con el esfuerzo de Pep Tosá que ha sido el autor, director y actor principal... esas cosas que a veces se hacen... en cinco jornadas aprenderte un guión y ponerte al día... y ya más adelante, el año que viene, hay un texto de Juan Mayorga, trabajar más con Carme Portaceli... y cómo no, tenemos la intención de hacer gira con “La Lección” porque ha funcionado muy bien, ha sido un éxito, todo el mundo ha disfrutado con ello, y siempre te queda la sensación de que esto tiene que girar, que cuando algo vale la pena no se puede ceñir a una temporada tan corta, sino que se tiene que repetir en el mismo teatro si puede ser y también girar por toda España...

Sofía Basalo.

martes, 8 de diciembre de 2009

... DANIEL FREIRE (Abril 2009)



En televisión lo vemos en la serie de Antena Tres “Doctor Mateo”. En teatro produce “La dama del abanico azul” y “Buena presencia”... Entre una y otra actividad ha hecho un paréntesis para ponerse a las órdenes de Jesús Cracio y encarnar a un abogado con éxito y tristemente dependiente de la enfermedad de una sociedad que ha perdido sus valores y lo conduce hacia un pozo sin fondo... si bien en su camino arrastra a todo aquel con quien llega a cruzarse... Es Daniel Freire ese abogado. Ese hombre que no es capaz de ser feliz en una sociedad vestida de infelicidad e insatisfacción. Es siempre un placer charlar con este actor, tal vez porque de su mano o de su palabra podemos viajar más allá de las paredes de cualquier espacio teatral... quizá eso mismo sea el teatro... quizá en eso resida su magia, la inexistencia de paredes que puedan limitar la vida...


Pregunta: ¿Quién o qué le pone las cadenas al ser humano?


Daniel Freire: Quién con nombre y apellidos... hay muchos que ponen cadenas, rejas o cepos... desde los reales... que hay muchos lugares en el mundo, sobre todo en el llamado tercer mundo que están llenos de minas enterradas... pero creo que hay un concepto de hombre que se ha empezado a desarrollar a partir de los años noventa, o ha empezado a crecer a partir de los años noventa más o menos, con el neoliberalismo instalado en los gobiernos más potentes que sólo identifica al ser a partir de lo que se tiene ¿no? O de lo que se puede obtener... es un concepto filosófico que va calando en nosotros y lo peor de todo esto es que este concepto de ser humano, creo que se ha instalado incluso en aquellos que no tienen acceso a ese sistema... el sistema te ofrece, te seduce con cosas para acceder a él, insertarte y formar parte de la felicidad de la que él te propone... qué se yo, si pudiéramos dar nombres, podríamos ver entre los más nombrados últimamente por la caída que han tenido los Madoff, pero hay otros que están más abajo y que generan, influyen o van desarrollando en los seres humanos esta necesidad de ser felices en un mundo donde la infelicidad está ausente, porque la insatisfacción es el estado constante del hombre, o al menos el sentir constante... el sentimiento constante es la insatisfacción...


Pregunta: El sentimiento constante es la insatisfacción... Quizá ése es el sentimiento que predomina en tu personaje...


Daniel Freire: Claro, es el que lo desarrolla... es el ser que no tiene límites, porque como es un insatisfecho total siempre quiere más y todo lo que descubre o lo que obtiene no lo satisface, porque en realidad no hay límite para esa satisfacción, siempre quiere más y como él tiene el concepto de que con el dinero puede comprar lo que quiere no hay límite... ni siquiera es capaz de comprender lo que le pertenece y lo que no, porque él cree que lo puede poseer...


Pregunta: Has comentado que su personaje es un abogado triunfador y quien le ha preguntado ha dicho que quizá lo que es, es un abogado corrupto. ¿El poder, el triunfo, hoy en día, en este mercado va unido a la corrupción. El poder corrompe?


Daniel Freire: Yo creo que el poder corrompe. Hay quienes pueden capear la corrupción, sin ensuciarse demasiado, pero creo que el poder corrompe porque te vincula con sectores o con intereses muy enfrentados en determinados momentos y tienes que decidir hacia dónde tirar... yo no sé si he dicho “triunfador” o “exitoso”... pero creo que él es un abogado de éxito, que ha triunfado en el mundo en el que le tocó vivir, pero ha triunfado en el mundo que él ha elegido, no ha triunfado defendiendo a prostitutas o a mujeres golpeadas... él mismo dice en una de las secuencias: “Yo sólo defiendo a las empresas porque son las que pagan fortunas”. Él está situado en un lugar que lógicamente lo vincula a la corrupción, y si no es con que tú seas corrupto sí, con espacios de corrupción que pueden comerte, porque entras en un juego en el que “yo te doy en la medida en que tú me puedes dar algo”... no hay allí nada que surja desde la afectividad o desde la solidaridad... Yo no digo que sea toda la gente que se mueva por ahí, pero sí creo que el poder en algún punto corrompe, el dinero corrompe... yo, tengo cinco centavos y quiero comprar una manzana que cuesta cuatro... con lo que para no quedarme sin nada, entro en el mercado y la escondo en mi bolsillo... y salgo por la puerta... el dinero, el que todo cueste en este mundo, nos lleva a especular y la especulación es corrupción... creo que es eso, cuando entramos a especular con las cosas es cuando entramos en el terreno de la corrupción...


Pregunta: Al final, cuando vemos a tu personaje salir en los medios de comunicación, mostrando su rostro más amable, mostrando quien no es... tengo la sensación de que realmente estamos atrapados en este mercado y que casi no podemos hacer nada por salir de él, cuando las personas que deberían guiarnos nos engañan, con lo que al leer lo que escribe el autor “Es signo de salud estar bien adaptado a una sociedad enferma”... pienso que en el fondo no nos queda más remedio que adaptarnos...


Daniel Freire: También puedes enfrentarte al sistema...


Pregunta: ¿Qué conseguiríamos en tal caso?


Daniel Freire: ¿Ganó Cristo?... ¿Ganó Barrabás?... ¿Ganó el Che Guevara?.... no ganaron... Cristo terminó clavado en una cruz, si la historia es cierta... no hablo del cristianismo, hablo del hecho histórico... todo tiene su riesgo, pero al menos si nos adaptamos, hemos de saber que nos estamos adaptando a una sociedad enferma y por tanto estamos enfermos... y la enfermedad tampoco es una buena salida...


Pregunta: ¿Es quizá la peor salida?


Daniel Freire: Sí, porque además es una salida consciente que no te va a llevar más que a la muerte, en la otra, tienes al menos la posibilidad de una esperanza, el resistir... yo no sé cómo se hace, de hecho en general uno se va adaptando porque cree, porque quiere confiar, porque la democracia, porque la revolución, porque... En las sociedades nos vamos adaptando mínimamente porque... en fin, compremos la casita, el patio, los tres perros, tengamos los niños, casémonos por la iglesia o en el registro civil... nos vamos adaptando porque creemos que podemos hacer una sociedad más justa, más solidaria, más... pareja... y de pronto descubrimos que los bancos se quedan sin dinero por haber prestado más de lo que debían prestar y por prestárselo a gente que no correspondía prestársela... cuando a uno lo estaban ahogando con la casita que se había comprado... entonces dices... A ver ¿dónde estoy parado?... y creo que la obra si bien es del vínculo de una mujer prostituta y un hombre, un abogado de triunfo, habla de estas cosas... y cuando este concepto de cómo nos adaptamos al mundo y que la adaptación a este nuevo mundo que yo creo que es un concepto que nos viene desde los años noventa que es donde realmente toma fuerza... y entonces cuando esto se instala en nosotros, en los sentimientos sobre todo, cuando tenemos ese concepto de “me pertenece” es “mi pareja”... son “mis hijos”... cuando se produce esa dependencia del otro ser, más allá del vínculo que tenga conmigo estamos entrando en un terreno pantanoso bastante complejo...


Pregunta: Quizá esa necesidad la hemos creado nosotros mismos... sin darnos cuenta...


Daniel Freire: El sentido de propiedad privada se ha instalado en todo en esta sociedad... nosotros necesitamos poseer y esto viene desde mucho antes... pero este sentido de propiedad privada que tenemos sobre las cosas, también las llevamos a los seres humanos y “mi hijo me pertenece” hasta tal punto que yo muchas veces puedo decidir qué tiene que hacer en su vida... muchas veces somos dueños hasta de la persona que hemos amado durante toda la vida... mira estos casos que ahora han salido, este padre que tuvo encerrada a su hija con quien tuvo hijos... creo que los seres humanos somos bastante terribles o cosas... la impunidad con la que se maneja la gente que accede al poder, eso ya es corrupción... y no quiero dar nombres porque entonces nos vamos ya a un color político... y en realidad en este aspecto todos los colores políticos tienen una mancha similar... pero no sé, a mí me ha llamado mucho la atención que un expresidente como fue José María Aznar, tiempo después en una reunión en una bodega dijera en un discurso que a él nadie le puede decir lo que debe beber para conducir, creo que ese nivel de irresponsabilidad o de impunidad con la que se mueve esta gente nos hace daño porque nos va formando a nosotros... que una cadena de televisión mande una nota diciendo “los personajes de esta serie no pueden ni fumar ni decir tacos porque va a las diez de la noche y nosotros debemos empezar a limpiar el lenguaje de las series” que me parece muy bien por un lado si quisieran, pero a las cuatro de la tarde tienes un programa donde invitas a la gente a que se pelee delante de cámara... entonces digo, ese nivel de impunidad que es la que manejan los dueños de las cadenas, o los dueños de bancos o los ex ex... nos van formando y van formando al hombre nuevo... entonces puedes decir “uy la juventud no tiene valores”... pero de quién va a coger los valores... si nosotros les estamos dejando un mundo de mierda... y perdona la palabra... es así, yo creo que hubo generaciones, la mía quizá, que tenía a la generación precedente como... había ciertos personajes o hechos que uno los tomaba como bandera, últimamente los seres, los hechos que se provocan no son bandera más que del horror... la guerra, los desastres económicos, la malaria, no sé... enfermedades que podrían estar extinguidas y que se siguen desarrollando en el mundo cuando hay gente que no podría ni en cuatro vidas gastar el dinero que tienen... hay uno momento en el que no puedo entenderlo... cuando sale el Papa éste, el Ratzinger, que hasta parece mecánico, como su nombre... a bendecir en Roma, rodeado de ese edificio monumental lleno de oros y en África y en Asia y en mi América, se están muriendo de hambre los niños... no lo puedo comprender... y pienso que aquí hay algo que está mal... y claro, reflexiono y digo “claro hace veinte o treinta años la gente joven que veía esto y pensaba de esta manera, agarraba un fusil y salía a matar”... y me paro y digo “no sé si ésta es la manera... seguro no”... pero hay que buscar otras maneras... y las nuevas formas que nos han dado nos entrampan cada vez más, como decías, terminan haciéndonos creer que nos tenemos que adaptar a un mundo enfermo...


Pregunta: Lo que estás diciendo, me hace pensar en lo que ahora se debate sobre el endurecimiento de las penas, en la pena de muerte... cuando considero que quizá la solución se acerque más a la educación como prevención de todo esto...


Daniel Freire: Exacto... sí, cuando lo piden resulta más fácil y lo que es peor es que entramos ya en su terreno... endurecemos las penas en lugar de corregir los errores... yo cuando voy por la carretera y de pronto giro en una esquina y pegan un pitido de policía que me detiene porque me he pasado un semáforo en rojo... pienso “ustedes no pueden estar en la esquina previniendo que yo me pase el rojo, en lugar de estar detrás de la garita para reprimir lo que yo hice”... yo creo que la educación es la prevención... y luego claro nos pelearemos para definir cuáles son los valores que la educación debe marcar... hay discusiones que yo no entiendo en este país y en este mundo, porque estas discusiones se dan en todos lados... que si tenemos que enseñar a ser ciudadanos o a no ser ciudadanos... hay cosas que no entiendo, cómo no vamos a educarnos... luego podemos discutir los contenidos de esas cosas, pero cómo no nos van a educar a convivir, a cuáles son los valores que nos rigen en esta sociedad que intentamos construir, creo que hay cosas que tenemos que acordar los seres humanos, porque sino, vamos a pasar por encima del otro... y porque creo que el abogado de la obra de “Mercado libre”, mi personaje, tiene un discurso que es bastante coherente y que tiene una fundamentación bastante filosófica e ideológica y él la expresa con mucha claridad, pero él tiene toda una fundamentación de por qué hace lo que hace, aunque lo que haga sea un horror... y creo que entonces lo que tenemos que entrar a discutir es cuáles son los valores necesarios para vivir en este mundo, dada la realidad que tenemos delante de los ojos... ahora nos vemos inmersos en una crisis que parte de algo que no existe, o por lo menos tiene su origen en una fracción de algo que no existe como es el dinero, ese dinero que se ha invertido mal, es todo dinero virtual, no es dinero contante y sonante, papel, billete... ¿en qué mundo vivimos? Por ejemplo, yo tengo una deuda ahora con esta sociedad, de un dinero que no existe... qué estamos viviendo.....


Pregunta: Todo vale, quizá...


Daniel Freire: Yo creo que sí, y eso es lo que es terrible... todo vale... y alguien tiene que empezar a hacerse cargo de las cosas que ocurren... creo que la obra habla de estas cosas, profundiza en estos temas... no sólo en el aspecto de “qué bien me lo paso con la prostituta” que también... esas son las puertas que le van abriendo a él sus oscuridades...


Pregunta: También esta sociedad se mueve por la apariencia, por la hipocresía...


Daniel Freire: Sí, totalmente... ahí tenemos las escuelas de modelos... incluso hasta en la televisión... el problema es cuáles son los valores que debo imitar para ser un modelo en esta sociedad y eso es lo que me parece que está menos claro... necesitamos modelos en la vida, pero son otro tipo de modelos... no los modelos de la apariencia, de qué guapos somos y qué bellos... son otros, los valores que identifican un modelo de ser... sin embargo estamos en el mundo de la apariencia...


Pregunta: Es complicado hacer que el público vea más allá de la apariencia...


Daniel Freire: No, el público no es tonto... la gente no somos tonta... y fíjate de repente Berlusconi, con lo burro que es termina ganando tres o cuatro elecciones seguidas... en un país como Italia, cuna de la cultura... no somos tontos pero a veces, lo que ocurre, es que nos adaptamos... la gente no es tonta, la gente lee... a mí por ejemplo, en teatro siempre se hacen funciones previas a los estrenos... y yo he invitado a amigos míos y en general como todo el mundo uno tiene más amigos en el ámbito donde trabaja... pero también invito a gente de mi barrio, vecinos, gente del bar donde desayunamos... y se han quedado impresionadísimos, gente que no tiene nada que ver con el mundo nuestro... se han quedado impresionadísimos con el discurso de la obra... nadie hasta este momento me ha hablado de los desnudos de la obra, nadie... todos hablan de lo que ocurre en la obra con esos dos personajes... con esto lo que te quiero decir es que prefiero que la evaluación de cómo va la atención del espectáculo me venga de gente que no tiene nada que ver con este ámbito... y con esta obra ha pasado que la gente ha comprendido muy bien su discurso... aunque tampoco sé qué es comprender muy bien, lo ha comprendido, cada uno a su manera y me parece perfecto...


Pregunta: Y el teatro en este mercado qué papel juega. Cuáles son sus cadenas si es que tiene algunas....


Daniel Freire: Todos tenemos cadenas... el teatro sigue cumpliendo las mismas funciones que ha cumplido siempre, nosotros somos el divertimento, somos el circo... el circo a través del cual se pueden plantear líneas que nos lleven o nos abran otras puertas, pero nosotros somos el divertimento, aunque el teatro me permita reflexionar, yo voy al teatro, todo el mundo va al teatro a divertirse, a pasar un buen momento. Vamos al cine a divertirnos, no vamos al cine con la intención de reflexionar cómo es el mundo, en todo caso, después de salir del cine reflexionamos sobre ello, pero no antes... El teatro tiene eso como potencia, pero los teatristas sabemos que ese teatro puede tener una dimensión un poco más profunda, no porque divertirse no sea profundo, y me parece una de las necesidades vitales del hombre “divertirse”... pasarlo bien, entretenerse, pero nosotros sabemos también que a ese teatro que divierte que entretiene, se le puede dar una dimensión más grande y podemos reflexionar a través de la diversión y del divertimento podemos reflexionar sobre un montón de cosas que nos pasan a los hombres... Me parece que la función primera del teatro es el entretenimiento, no es diferente que el de la televisión, aunque los intereses de uno y otro estén absolutamente en lados opuestos...


Pregunta: ¿En lados opuestos?


Daniel Freire: Sí, porque creo que el interés de la televisión está manejado por banqueros... y en general, el teatro está manejado por teatristas, actores, directores... escritores... son mundos que tienen otros niveles de sensibilidad, ni mejores ni peores, sólo otros... entonces, a la televisión en general, la maneja el dinero... si un programa no me hace subir en bolsa, lo quito porque no me conviene... aunque tenga un millón y medio de espectadores... Una serie se hace para sostener la tanda publicitaria, si no logro más de un dieciséis por ciento de audiencia, lo quito porque a mis inversores de las tandas no les conviene, cuando en realidad tendría que ser que la tanda publicitaria estuviera en apoyo económico del programa que estoy generando... En general, los directivos de televisión son banqueros y yo no le puedo decir a un banquero que piense como otra cosa, porque me parecería un error... Ahí es donde todo se empieza a confundir... y los intereses del teatro son otros... somos más pobres...


Pregunta: Y aún así, os arriesgáis, tú por ejemplo con tu productora teatral...


Daniel Freire: Sí, desde hace tiempo tengo una compañía, con la que he llevado adelante algunos proyectos, “Freno de mano”, “Bent” y ahora estamos haciendo dos obras, una infantil y una adulta, para venderla a los ayuntamientos y cubrir dos horarios, el de niños y el de adultos, entonces con el mismo diseño espacial, el mismo elenco y el mismo diseño de luces, cambiando algunos elementos de escenografía y el vestuario y la historia claro... contamos dos historias. Una que se llama “La dama del abanico azul” que es para niños y otra que se llama “Buena presencia” que habla de esto mismo, de esto que hablábamos, que es para adultos y es la historia de un joven que llega a un lugar a buscar un empleo que le han ofrecido y poco a poco va descubriendo que no existe... no existe ni el puesto de trabajo ni empresa... que están huyendo porque todo se viene abajo para dejarnos a nosotros con el marrón...


Pregunta: ¿Qué es más difícil ser empresario o ser actor?


Daniel Freire: Yo no sé ser empresario. Yo he montado una compañía que la llevamos entre amigos, pero no sé ser empresario, no sé ser un productor, no sé producir... hay gente dentro de la compañía que se ocupa de eso, porque yo no lo sé hacer. En principio soy un actor, pero porque hace mucho tiempo que lo he decidido, pero no porque no pueda ser un empresario, si me lo hubiera propuesto, sería un empresario... no me parece que serlo te haga mala persona, lo que ocurre o lo que te ubica en el mundo de una determinada manera es la acción que como tal llevas adelante, sea como actor o como empresario... hay empresarios con los que me sentaría a cenar y compartiría mi mesa y mi pan... e me iría al fin del mundo y hay actores con los que no quisiera volver a cruzarme en mi vida... porque la función que uno tenga en la vida no determina que seas bueno o malo....


Pregunta: ¿Y actualmente el teatro es bueno o malo, también está en crisis... ?


Daniel Freire: Desde que tengo uso de razón vengo escuchando que el teatro está en crisis... y sin embargo, según de donde hablemos... estar en crisis el teatro significa que la gente no va al teatro, estar en crisis el teatro significa que no hay ideas para desarrollar, que no hay una estética, una fórmula expresiva que pueda desarrollar y eso no está pasando, yo creo que la gente está yendo al teatro, creo que hay ideas, que hay movimiento en el mundo de la creación del teatro y por tanto eso no me habla de crisis... estamos insertos en la misma crisis que todo el mundo, una crisis económica global que tiene mucho más de psicológico que otra cosa pero no hay otro tipo de crisis, al contrario, creo que hay una ebullición de ideas en el teatro que hablaría más de una producción, en todo caso, me cuestionaría si no estamos más perezosos para producir o demasiado adaptados... a una sociedad a la que no queremos mirar pero para desarrollar hay mil cosas...


Pregunta: Una crisis psicológica...


Daniel Freire: Sí, no quiero decir que no haya crisis... pero creo que hay un gran aspecto psicológico, el otro día escuchaba una entrevista, donde unos economistas que habían sacado un nuevo libro para afrontar la crisis... decían algo así como que estábamos acostumbrados a vivir como nuevos ricos y tenemos que vivir como obreros... entonces, el obrero ha vivido toda la vida y ha podido vivir hasta bien, yo he hecho teatro para obreros... entonces, han podido hasta disfrutar del divertimento, y creo que está muy bien expresado lo que él dijo, porque nos hemos acostumbrado a vivir al día a comprarnos cosas que no necesitamos... a entrar al gran centro comercial a comprar cosas... y que siempre estábamos comprando algo, nos cambiábamos el teléfono cada dos o tres meses... o por semana si era posible y ahora tenemos que vivir comprando el pan, la mantequilla, un kilo de carne y veremos si podemos preparar el puchero para el mediodía... entonces, creo que es más psicológica y que además la gente con esto de que “¡¡la crisis que viene la crisis!!” se cagó, guardó el dinero, no sale, no gasta... pero sinceramente, en la calle los bares los veo llenos, los restaurantes los veo llenos... los teatros vienen muy bien... no veo crisis en el teatro... desde ese lugar no se puede leer crisis en el teatro... entonces, supongo que hay mucho de psicológico...


Pregunta: Volviendo a “Mercado Libre” ¿Qué ha sido lo más complicado a la hora de enfrentarte tanto tú como tu compañera al texto, a la puesta en escena?


Daniel Freire: El proceso de ensayos fue lo más duro porque uno ahora en el juego de la representación vamos a eso... a divertirnos a disfrutar... si bien no es un texto con el que puedas decir “cómo he disfrutado”... yo salgo agotado, con angustia... necesito caminar y tomar aire... lo más duro ha sido el proceso de ensayos y descubrir a estos personajes, verlos, visualizar cómo son, dónde se meten, qué van descubriendo de sí mismos y luego buscar en ti, cuáles son los aspectos parecidos o parentales con cada uno de estos personajes... no sé, uno está lleno de oscuridades también, todos tenemos nuestros secretos... nuestras oscuridades, nuestras debilidades, que a veces desarrollamos y a veces no... por diferentes razones, escrúpulos, prejuicios, decisión... no las desarrollamos... entonces investigar en esos lados, en esas cuestiones de uno, sin resbalarse e irse a ningún lado... gracias a los compañeros y al director... creo que eso fue lo más difícil porque el teatro en esa búsqueda te lleva a conocerte, a descubrirte a ti mismo y a descubrir cosas que no te gustan de ti... y entonces, tiene algo también de proceso terapéutico... porque, creo que eso es lo más difícil, haber encontrado en uno, tener que encontrar en uno qué cosas se igualan o se empatizan con las características de ese personaje... un personaje con características horribles, la verdad... llega a unos límites a los que no quisiera llegar nunca en mi vida... y ojalá no tuviera nunca la posibilidad de acceder a esos espacios... pero creo que eso fue lo más complejo.


Sofía Basalo.