sábado, 9 de mayo de 2009

... MARTA ANGELAT (Junio 2008)





“Las Voces” es la tercera aventura teatral que Marta Angelat ha emprendido como directora.. Una aventura veraz, apasionante y apasionada que ha permanecido largo tiempo en la cartelera catalana. A mediados del mes de mayo recalaba en la Sala Pequeña del Teatro Español. De ese gran proyecto y del humano universo que queda reflejado en el texto de Penhall, hemos hablado con la actriz y directora:

Pregunta: ¿Cuál es el límite entre la normalidad y la anormalidad. Entre la cordura y la locura?

Marta Angelat: Es un límite impreciso y fácil de cruzar. Todos estamos expuestos a cruzarlo alguna vez en nuestra vida. Además, el concepto de “normalidad” lo establece la sociedad y varía según las épocas, las modas y las creencias. Es algo muy subjetivo que depende de muchos factores.

Pregunta: He leído alguna crítica en la que se escribe que “Penhall no ofrece esperanza porque no la hay”. ¿No hay esperanza realmente. No es posible otro tipo de sociedad en la que “los diferentes” tengan un lugar, un lugar igual que el resto?

Marta Angelat: Penhall plantea un final que evidentemente es real y que existe, pero que no es el único final posible. Lo que hace es evidenciar un problema para poder reflexionar sobre él. Yo sí creo que otro tipo de sociedad es posible, pero, desde luego es un proceso muy lento en el que debemos implicarnos todos, si realmente queremos que se produzca.

Pregunta: Esta obra aborda el tema de la enfermedad mental, pero también aborda la enfermedad social... ¿Cuál es más grave?

Marta Angelat: Quizás si no existiera la enfermedad social la enfermedad mental tendría mucha menos incidencia. El “diferente” tendría su sitio y se le respetaría como ser humano que es.

Pregunta:“Cinco seres humanos buscando la manera de convivir con sus recuerdos... “ Supongo que esa búsqueda es algo que nos une, todos estamos inmersos en esa búsqueda ¿verdad?

Marta Angelat: Por supuesto, y me gusta mucho esta pregunta. Esa búsqueda es necesaria y común en todos los seres humanos y es precisamente en esa búsqueda donde algunos se pierden y son incapaces de encontrar la fórmula que les permita convivir con sus recuerdos. Quiero resaltar que esa búsqueda puede producirse en el plano inconsciente y no por ello ser menos importante.

Pregunta: Es también esta obra una especie de retablo de soledades, cinco soledades... ¿Es quizá la soledad “la voz” que más nos daña, que más nos hiere...?

Marta Angelat: Cuando la soledad se convierte en la incapacidad de compartir, sí creo que es realmente perjudicial. De todas formas pienso que hay que aprender a estar solo con uno mismo. Muchas veces detrás de la necesidad de compañía nos encontramos con el miedo a enfrentarnos a nosotros mismos, con el miedo a la muerte. Esa es una signatura que no te enseñan en la escuela y sería muy beneficiosa para todos.

Pregunta: He leído que esta es la tercera obra que diriges, ¿Qué has visto en estas voces, que te han dicho para que te embarques en esta nueva aventura?

Marta Angelat: Me atraparon sus personajes y las relaciones entre ellos. Me pareció un vehiculo perfecto para hacer el trabajo que me apetecía hacer con los actores. La búsqueda de la sinceridad. Me gusto la dureza del texto y al mismo tiempo su gran carga poética. No se, me enamoré.

Pregunta: Un aspecto importante de la puesta en escena es la veracidad y la rigurosidad con la que afrontáis estos personajes, con unas características proclives quizá a la caricaturización o exceso. ¿Cómo tomó forma esta puesta en escena y cómo los trabajasteis?

Marta Angelat:Yo tuve muy claro desde el primer momento que no íbamos a juzgar sino a tratar de comprender. Comprender las motivaciones internas y buscar los puntos de unión con nosotros mismos. Me interesaba por encima de cualquier otra cosa la verdad de cada personaje y de cada situación. Lo más importante fue encontrar la emoción de los personajes y canalizarla de manera adecuada para que llegara al público con la intensidad necesaria.

Pregunta: La esquizofrenia es un tema más en una obra en la que se abordan temas sumamente interesantes, como por ejemplo la mujer y su indefensión ante el maltrato, ¿no es así?

Marta Angelat: En efecto, pero no sólo eso. Vemos una mujer incapaz de liberarse del hombre que la maltrata, está inmersa en una relación adictiva y ni tan siquiera es consciente de ello. El tema del papel de la mujer en el maltrato me interesa muchísimo. Tanto, que estoy escribiendo un texto sobre ese tema para una futura función.

Pregunta: ¿Podemos ser libres en una sociedad como en la que vivimos?

Marta Angelat: Menuda pregunta. Yo creo que la libertad verdadera sólo podemos encontrarla dentro de nosotros mismos. La búsqueda y la aceptación de uno mismo es lo que nos hace libres. Deberíamos ser mucho más conscientes de nuestro interior y no buscar tanto en el exterior lo que sólo encontraremos dentro de nosotros mismos. Otra cosa son las libertades individuales que hay que defender y exigir. Me refiero a la libertad sexual, la libertad de creencias, la libertad de opinión, la libertad de ser como cada uno es, en definitiva.

Pregunta: ¿Por qué las flores en el cartel de presentación de la obra?

Marta Angelat: Me enamoré de un campo de amapolas cuando estaba en la preproducción del proyecto y enseguida pensé que sería el campo en el que se besan Ray Y Laura. Las amapolas se convirtieron en un símbolo. Desprenden pasión pero son frágiles y vulnerables como el personaje de Ray. Me pareció que debían ser la imagen de Las Voces.

Pregunta: Tienes una extensa carrera como actriz, qué te aporta esta faceta en tu trabajo de dirección, ¿cómo decidiste un día dar ese paso?

Marta Angelat: Decidí dirigir de manera profesional después de cinco montajes con niños y adolescentes que realicé en la escuela de mis hijos. Puse en pie El Mago de Oz con veinticuatro niños y niñas de doce años y ahí pensé que si había sido capaz de hacerlo con niños ruidosos y habladores, también podría hacerlo con adultos que se dedicaban a eso. Mi experiencia como directora de doblaje fue un elemento importante en mi decisión. Y creo que ha sido la mejor decisión que he tomado en los últimos años. Me atreví a confiar en mi misma y he descubierto unas capacidades que ignoraba que tenía. Finalmente puedo aplicar todo lo que he aprendido. Y convertir en reales mis mundos imaginarios. Ser actriz me permite trabajar desde dentro, desde “los fogones” del teatro, y me permite entender al actor, saber como se siente un actor en el escenario y ayudarle. Al menos eso es lo que pretendo. La directora completa a la actriz y la actriz nutre a la directora.

Pregunta: Comentas que eres una espectadora exigente y que haces el teatro que quieres ver ¿cuál es ese teatro?

Marta Angelat: No me refiero a una temática determinada ni a un género en concreto, sino quizás a una forma de entender el teatro. Cuando me siento en una butaca como espectadora quiero ser absorbida por lo que ocurre en el escenario, me gusta conectar con la emoción no con el intelecto. Tiempo queda luego para el análisis y el razonamiento. Digamos que me gusta el teatro que me hace vibrar por dentro, que hace que se muevan cosas, y eso es lo que humildemente pretendo hacer.

Pregunta: “Los locos” de esta obra son realmente lúcidos, y en algunos momentos nos colocan ante “cadenas” como la imagen, nuestros miedos, nuestra incapacidad para hacer lo que realmente queremos y deseamos, nuestra incapacidad para ser feliz... ¿cierta dosis de locura es necesaria?

Marta Angelat: Bueno, visto así, desde luego. Para ser uno mismo casi siempre es necesario enfrentarse a muchas cosas. El miedo siempre es paralizante. Hay que atreverse, hay que romper reglas, hay que dejarse llevar por la intuición y eso implica cierto grado de “locura”. La creación artística también necesita de la locura en cierta medida.

Pregunta: Habéis llegado a Madrid tras una extensa permanencia en cartel en Barcelona y tras haber pasado por diversas ciudades ¿cómo ha sido esta aventura?

Marta Angelat: Fantástica. Hemos conectado mucho con el público en todas partes. Han venido a vernos personas afectadas por enfermedades mentales y familiares de enfermos y su reacción ha sido siempre la de sentirse identificados al cien por cien. A lo largo de todo este camino la verdad es que nos han dicho cosas preciosas y que nos han emocionado. Sinceramente, me siento muy orgullosa de haber dirigido esta obra.

Pregunta: ¿Cuáles son tus próximos proyectos?


Marta Angelat: “Las Voces” va a continuar la gira por España después del verano. Yo por mi parte, a partir de Septiembre voy a interpretar un monólogo como actriz, un texto precioso que se llama “El Año del Pensamiento Màgico”. Voy a ir a la Feria de Manacor, al Festival Temporada Alta de Gerona y después haré temporada en Barcelona, en la Sala Beckett. Y espero que más adelante pueda verse por todas partes. Tengo también un par de proyectos de dirección para el año que viene.

Pregunta: Por último, hablas del amor en el programa de mano y es, precisamente, el recuerdo de ese amor el que ni los fármacos pueden hacer desaparecer en la mente de Ray... ¿quizá nos falta amor en nuestra vida, quizá no es esta sociedad un lugar propicio para el amor en todas su formas... necesitamos amor...?

Marta Angelat: Claro que necesitamos amor, mucho amor, en todas sus formas. Necesitamos que nos den amor, pero sobre todo necesitamos dar amor. Es una fórmula mágica que funciona siempre.

Sofía Basalo.

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