domingo, 6 de marzo de 2011
... INGE MARTÍN (Diciembre 2010)
“La gente está llenando los teatros” y esto lo dice una actriz que acaba de cumplir cuatrocientas funciones en uno de los éxitos de la anterior temporada y seguramente de la actual. Hablamos de Inge Martín, quien interpreta a uno de los pacientes que se dan cita en la sala de espera de un prestigioso psicoterapeuta, en la obra de teatro “Toc Toc”.
Hemos podido charlar con esta joven apasionada de la interpretación y del estudio:
Pregunta: Estáis cumpliendo las 400 funciones de “Toc toc” en el Príncipe Gran Vía. Atravesamos unos tiempos difíciles que sin embargo no están afectando a esta estupenda comedia ¿cuál es el secreto?
Inge Martín: Yo creo que “Toc toc” además de un éxito evidente, es un conjunto de aciertos. Es una obra inteligentísimamente escrita, para buscar la risa, muy bien dirigida, muy efectiva y con un reparto que levanta la carcajada desde el primer momento. La gente disfruta tanto en esta función... Está muy bien hecha en todos los puntos para despertar la carcajada.
Pregunta: Has comentado que es una obra que busca la risa, pero no lo hace de forma descarada. La risa está en el propio planteamiento y eso lo habéis respetado, cuando en teatro es muy fácil cruzar la invisible línea que convierte la risa en algo vulgar.
Inge Martín: Sí, y además nos lo dicen... Nos dicen que está hecha de manera fina. No buscamos la risa fácil, ni ir a lo evidente; Además estaba planteada tal cual, tanto por el autor, como por la producción francesa, y también es lo que buscó nuestra producción, que nos decía que los personajes tenían que ser personas normales que se encuentran en la sala de espera de un terapeuta, de un psicólogo y tienen unos problemas, pero son personas normales y son las circunstancias las que resultan hilarantes y provocan la risa.
Pregunta: ¿Cómo fue el proceso de ensayos, de mantener esa línea, con Esteve Ferrer, que desde la primera temporada forma también parte del reparto?
Inge Martín: Sí, desde casi el comienzo de la primera temporada y además es el que lleva el ritmo de una manera magnífica y aguanta energéticamente, porque es muy cansado... Es una función que te lo exige todo, realmente. Buscamos, precisamente, la normalidad. Simplemente estás ahí, hablas, te diriges a uno, escuchas a otro y de repente surge pero no de manera deseada, sino espontánea, tu “TOC”, tu trastorno; pero es algo que no empapa al personaje todo el tiempo, sino que es algo, como es el mismo “toc” que surge de manera inesperada por la propia persona que lo sufre y que no puede taparlo, entonces, claro, resulta hilarante, pero no lo empapa todo; sino que está en esos momentos.
Pregunta: El “toc” de tu personaje consiste en la necesidad irrefrenable de repetir las últimas frases...
Inge Martín: Sí, de hecho lo repite todo, no sólo las últimas frases... es tremendo... la gente se queda muchísimo con el personaje, le hace muchísima gracia... Incluso la gente que viene a ver la obra, sale pensando o imitando nuestros “tocs”, se queda con esa obsesión o de repente se reconoce en alguno de los personajes o en alguna de sus obsesiones... No sé, las líneas en el suelo, cerrar las puertas... da un poco de mal rollo...
Pregunta: Sí, en cierta forma, ¿quién no ha jugado a no pisar las rayas del suelo de la calle..?
Inge Martín: Sí, el otro día, una amiga me decía “yo reconozco que de pequeña jugaba a no pisar las líneas”... parece que lo hemos hecho todos y la gente de repente descubre en sí misma tocs de los que se habla en la función... es algo que algunas personas lo tienen de forma patológica pero que está presente en la psicología o en la neurobiología del género humano...
Pregunta: Eres una actriz con un extenso currículum, aunque comenzaste a estudiar Derecho, antropología social... ¿Cómo decides finalmente dedicarte a la interpretación?
Inge Martín: No es exactamente así, pues estudié derecho, pero lo hice mientras estudiaba arte dramático y mientras trabajaba como actriz, me licencié como antropóloga social y cultural...
Pregunta: ¡Qué capacidad!
Inge Martín: Bueno, curiosidad o gusto por el estudio... o llámalo como quieras; otros quizá estuvieron haciendo deporte mientras estudiaban o trabajaban como actores...
Pregunta: ¿Cómo decides dedicarte a la interpretación?
Inge Martín: Desde el principio fueron las dos cosas a la vez, entonces, estudié la carrera oficial como actriz, que ha sido siempre mi ocupación principal. Yo he sido siempre, desde que empecé a trabajar que fue inmediatamente tras acabar la carrera, siempre he sido actriz; lo otro ha sido como algo que uno hace por placer y que acompaña a tu vida profesional y a la vida, en general.
Pregunta: ¿Es complicado hacerse un hueco en este ámbito. Te ha costado llegar a dónde estás?
Inge Martín: Es dificilísimo pero es algo que no puedes explicar y nadie se va a hacer a la idea... lo mejor que se puede hacer es irse a las estadísticas que últimamente, hace unos años se hizo la primera estadística de este sector socioeconómico, en la que aparece cuánta gente hay dedicándose a esto, cuál es el volumen real de parados, cuál es el volumen real de gente que no está parada pero no le da para vivir, etc.... los ingresos medios... ve a la estadística y descubrirás unos resultados escalofriantes... muy fuerte...
Pregunta: Leo que el teatro es para ti, tu medio habitual y visceral...
Inge Martín: Sí, es una profesión a la que te dedicas por amor al arte, literalmente, quiero decir que lo haces por placer, por gusto, estudiar esa carrera es una cosa maravillosa, fueron cuatro años de placer visceral, de gozar cada una de las clases, desde las teóricas hasta las prácticas, de creatividad constante dentro del grupo, que conforma tu clase y es lo que buscas cuando sales al mundo profesional...
Pregunta: Podemos decir que la interpretación es una forma de vida...
Inge Martín: Como te digo, si vas a la estadística, es algo tan duro que si no tienes realmente pasión, es muy difícil que alguien se dedique a esto, es más difícil encontrar un espíritu de funcionario, con perdón, que están cargadísimos de tópicos, pero para que nos entendamos... es más difícil encontrar eso, porque no te compensa... si no te aporta muchísimo de una manera visceral... no le compensa a nadie, porque es un trabajo en el que el volumen de la tasa de paro duplica, prácticamente... Y además es una profesión que no tiene memoria, en cualquier trabajo al cabo de “equis” años tienes una antigüedad, supone un reconocimiento, tienes unos aumentos de sueldo... pero hay un cierto reconocimiento, pero aquí no tiene por qué... es una profesión dura...
Pregunta: No sé si esa falta de memoria es más dolorosa cuando viene desde el espectador... Eso de si no estás en la televisión no existes...
Inge Martín: Sí, de algún modo, sí, porque a lo mejor te has pasado once años chupando escenario sin parar, con una capacidad técnica que te han dado tus estudios y resulta un poco doloroso a veces... pero también tiene su lógica. El teatro mueve a mucha gente, pero lo que mueve la televisión es brutal, aun con audiencias que no sean enormes, son millones de personas y claro la repercusión que tiene eso, es evidente. Es así.
Pregunta: Has hecho teatro clásico, contemporáneo, comercial, experimental... ¿Qué tipo de teatro te ha llenado más o te ha requerido más compromiso?
Inge Martín: Un poco de todo. Técnicamente, el clásico español, en verso, te requiere mucho, porque no es fácil decir verso, respetando el verso, sin que se oiga el verso... sin caer en repeticiones de sonido... y es muy complicado... pero estar en un comercial, dos temporadas y que eso esté vivo cada día, también es muy difícil... Yo creo que cada fórmula, cada género teatral, tiene su “intríngulis” y cuando estás mucho tiempo en un género, te apetece hacer algo diferente... y quién diga lo contrario... No sé, cada proyecto es un reto maravilloso...
Pregunta: Qué responderías a quien te dijera que lo difícil de un proyecto de teatro comercial, es encontrar uno repleto de calidad...
Inge Martín: Vamos a ver, yo creo que cuando una función está dos temporadas en escena, su calidad cae por su propio peso... No están las cosas en teatro como para estar dos temporadas porque sí; algo se tiene que haber hecho bien para que la gente quiera ir y lo vaya recomendando a todo el mundo...
Pregunta: También has hecho mucha cine y mucha televisión...
Inge Martín: Sí, son dos medios diferentes... es diferente el trabajo con cámara a hacerlo sobre el escenario... y lo que te aportan es distinto, pero se echa mucho de menos también... Es que no te lo puedo explicar... Es muy complicado... Lo que pasa es más íntimo, más pequeño, pero muy potente... Son diferentes técnicas... aparte del ritmo, que hay que variar cada día, que son equipos enormes de ochenta personas...
Pregunta: ¿Crees que estamos viviendo una época televisiva, en cuanto a series de ficción, feliz para la profesión?
Inge Martín: Sí, desde luego, no hay más que ver que se ha ampliado el abanico de temáticas, se ha ampliado el abanico de época, cómo se está haciendo la labor de arte, la dirección de arte en todas estas series, los guiones son más variados y yo espero que pase lo que ocurre en Estados Unidos y que cada vez vayamos a más importancia de las series y más calidad, especialmente, por favor, en los guiones... que podamos llegar a un momento en el que cada temporada esté guionizada desde el principio hasta el final, y si son varias, lo mismo... que se sepa profundamente quién es cada personaje y no se improvise... Que tengan realmente profundidad psicológica, para que se puedan trabajar bien, bien, desde la interpretación del actor.
Pregunta: ¡Y lo pides “por favor”!
Inge Martín: Sí es que el guión es fundamental, es una parte inmensa del trabajo audiovisual y es muy importante y creo que se está haciendo una labor ímproba, y estamos viendo unas series increíbles, a nivel de fotografía, realización, arte, interpretación... esto es importante porque la gente también lo disfruta muchísimo... Y tenemos ejemplos tan maravillosos de calidad, de las series americanas... tenemos ya una referencia clara...
Pregunta: ¿Cómo ves la situación del teatro en la actualidad?
Inge Martín: Nosotros tenemos la suerte de estar en el éxito del Príncipe Gran Vía y que dure y... hay un poco de todo, siempre ha sido una industria en crisis, no sé dónde lo he leído... Desde el tiempo de los griegos, ya era una industria en crisis... con lo que ellos mismos comentarían que antes la situación era mejor... pero es algo que por otra parte es difícilmente reemplazable porque por mucho que te apetezca ir al cine o quedarte en casa a ver una serie, llega un momento en el que te apetece ver vida, algo que está pasando en ese momento que es tremendamente frágil, algo que está en peligro y donde puede pasar cualquier cosa y eso es irreemplazable y por eso se mantiene y cada cierto tiempo tiene una época de esplendor y creo que se está viviendo algo muy interesante, es que se empieza a ver y resulta atractivo ver cosas de formato no muy grande pero en los que el actor está muy cerca... se están viendo cosas que son muy prometedoras...
Pregunta: ¿Estamos en el buen camino para que se empiece a considerar al teatro no sólo como ocio, sino como cultura, realmente cultura?
Inge Martín: Quién lo sabe... el teatro teóricamente es cultura, ojalá fuera ocio... Es decir, ojalá fuera algo que a la gente le apeteciera ver y por eso bendita sea nuestra función, porque es una obra donde hay una serie de personas en vivo, y es algo en la que la gente dice qué voy hacer este día, pues me apetece ir a ver “Toc toc”... Es fantástico que el teatro sea cultura, está reconocido como tal, y ojalá fuera también ocio... algo que le apeteciese consumir a la gente... Como en otros países, donde se consume cultura, la cultura es una forma de ocio, no deberían ser dos cosas contrapuestas... Ver espectáculos en vivo, ver cultura... es parte de la vida misma, del día a día, o del mes a mes de la población... por ejemplo, yo viví en París y a cualquier persona, cualquiera, ir a ver conciertos, cine, teatro, exposiciones, era algo que se hacía semanalmente... en ese sentido... bueno, no sé qué decirte, ahí lo dejo...
Pregunta: Con esa experiencia, has podido ver con más claridad nuestro déficit ¿no? ¿En ello tal vez tenga algo que ver el sistema educativo?
Inge Martín: Es otro tema... sumamente complicado... cuando no eres experto puedes decir barbaridades... yo si quieres te digo las vaguedades que considero, pero creo que tiene que ver con la cultura, y claro esto tiene que ver con la educación. Somos un país donde hace buen tiempo y uno tiende a salir a la calle, es decir, una tendencia a salir a la calle y ya que estás te tomas unas cañas...
Pregunta: Así que la culpa la tiene el tiempo (risas)
Inge Martín: Esto... es una posible explicación (risas) Quién sabe, es la historia, es la valoración que se hace en los medios de la cultura, la forma en la que se fomenta la cultura desde la educación, es la forma cómo las administraciones lo gestionan, es decir, hay una cosa que es lo que uno tiene que hacer, la programación, por ejemplo... pero hay un interés real o sólo es algo para cubrir unos cupos culturales, lo haces y en el fondo te da igual si la gente lo ve o no... Me imagino que es un conjunto de factores, cultural, político, educacional... normalmente es sistemático, todo funciona en red...
Sofía Basalo.
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2 comentarios:
Me encanta esta actriz, creo que tiene gran futuro en su profesión, no solo en el teatro, sino también en tv y cine. Comprendo que ante la escasez de papeles buenos en esos medios, prefiera las gratificaciones inmediatas del teatro. Bendito teatro, cuando ves una buena obra sientes algo diferente a cuando ves cine o tv, creo que nunca desaparecerá. Un saludo. Guadalupe.
Gracias, Lupe, por tu comentario.
Un abrazo grande!!!
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