domingo, 26 de diciembre de 2010

... MAITE MERINO (Junio 2010)



Regresan “Los Monólogos de la vagina” y lo hacen en el Teatro Maravillas. Leemos el dossier, los diferentes reportajes de distintos medios de comunicación y en todos leemos el nombre del director actual, de las actrices actuales y también un pequeño comentario donde reza “estos monólogos han sido interpretados por numerosas actrices”. Pero si “regresan” es que una vez llegaron a España y no debemos olvidar que lo hicieron de la mano de Maite Merino. ¿Por qué esa omisión? Nos ha extrañado, de hecho en el número anterior de esta revista (www.noticiasteatrales.es) podían leer un comunicado que la productora de la actriz emitió ante el estreno de este nuevo espectáculo. En la labor periodística la curiosidad es un elemento muy importante y como es debido la hemos saciado hablando con la artífice de que hace más de nueve años, viésemos en Madrid por vez primera el espectáculo escrito por Eva Ensler:


Pregunta: Regresa “Los monólogos de la vagina” y te echamos en falta, periodísticamente hablando. Resulta extraño que en los medios de comunicación, incluso en el dossier de prensa se diga tan sólo que este texto ha sido representado por “numerosas actrices”. Al fin y al cabo la primera, y es más, quien arriesgó su patrimonio por este texto en nuestro país, fuiste tú ¿qué ocurre, Maite?


Maite Merino: Sí... es curioso que se hable de todas las actrices que los han interpretado y no se me mencione... y como este comportamiento es reiterativo, podríamos pensar que se trata de un objetivo en la nueva producción. Un objetivo que se centra en “el ninguneo” a Maite Merino, eso sí, recogiendo sus frutos. Es triste, pero es así. Yo traje esta obra a España. La primera traducción que se hizo del texto en castellano y en todo el mundo fue la que le encargué a Víctor Cremer, que es un traductor magnífico; traduce principalmente a David Mamet en nuestro país; personalmente le encargué una traducción de un espectáculo que hice de Christopher Durang cuyas críticas fueron excelentes, al igual que en el texto de Eva Ensler.

Pregunta: Si no me equivoco, descubres este texto en 1999, adquiriste los derechos en ese mismo año y en 2000 lo estrenas, hace diez años...

Maite Merino: Sí. En Febrero de 1999, yo estaba en Londres viendo teatro para buscar un texto. “Los monólogos de la vagina” me llamó la atención y fui a verlo. Se representaba en una salita “off”, un Pub, donde la misma autora los interpretaba. Me pareció un texto fantástico por el mismo y por la reacción del público. Casualmente enfermé y tuve que prolongar mi estancia en la capital británica; con lo que aproveché para leer el libro de la obra que compré y que me dedicó Eva Ensler y ya mi primera impresión se reafirmó. Cuando mejoré, volví a ver el espectáculo!! (risas) Ya de regreso en España, hablé con Víctor, le dejé el libro, me hizo una traducción primera para que la viese y comencé los trámites de petición de derechos. Esta obra ya se había hecho en catalán, aunque en una versión muy física, como teatro-danza; habían sacrificado casi todo el texto; habían cogido las historias y las interpretaban con música, con danza y se hablaba muy poco. Personalmente, creo que este texto tiene una fuerza inmensa, que es de una gran calidad y me dio mucha pena ver cómo se había sacrificado...
Por otro lado, me parecía también muy arriesgado llevar a cabo la puesta en escena, porque en 1999 la palabra “vagina” no estaba tan... de hecho, me costó más de un año estrenarlo... porque ningún teatro lo quería... También me pareció que tenía una parte muy reivindicativa que quizá podría tener cierto peligro de cara al público... A parte, los monólogos en España los hacía Rosa María Sardá o Charo López, que ya había hecho alguno... alguna figura del teatro, José Luis Gómez... Yo casi veía que era más problemático el hecho de que fuese monólogo, o sea, la palabra “monólogo” en el título que incluso la palabra “vagina”...

Pregunta: Creo también que tu montaje fue un montaje eminentemente femenino...

Maite Merino: Sí, le encargué la dirección a Antonia García e hizo una adaptación muy bonita; no se sacrificó el texto. Se le añadió música de Jazz que separaba un monólogo de otro; cada personaje tenía una música, cambiábamos los personajes por medio de los zapatos y la verdad es que lo estrenamos al final con muchos problemas en el Teatro Alfil y a partir de ahí fue todo lo contrario. Obtuvimos un éxito enorme... Se destacó muchísimo el montaje... El texto es muy bueno y tuvimos la suerte de que la dirección fue muy acertada y... era un espectáculo, bueno “es” porque ha estado hasta hace muy poco, muy bonito. El texto sigue siendo actual, a pesar de que me gustaría que fuese antiguo, porque el día que esto sea un texto pasado será la señal de que la mujer ha encontrado su sitio y tiene toda la igualdad que merece... Así, que aún las historias de los monólogos son actuales porque aún hay muchos tabúes en torno a la sexualidad femenina.
Como te comento, esto comenzó en el Teatro Alfil, hice una gira y volví a Madrid; he estado cuatro temporadas...

Pregunta: Cuatro temporadas, nada más y nada menos, casi un récord...


Maite Merino: Sí. Cuatro temporadas en Madrid, dos en Barcelona, nueve en total; estuve dos años en dos teatros en el Alfil y en el Arlequín, después fui a Barcelona para un mes, y estuve dos temporadas; regresé a Madrid, volví a ir de gira y de vuelta a Madrid, donde permanecí hasta junio de 2007; posteriormente seguimos con la gira y he estado hasta el verano pasado, hasta julio de 2009.... Durante este tiempo ha habido momentos en los que se ha parado un poco, porque se ha puesto un poquito difícil el tema de los bolos, la distribución es complicada; he hecho muchas taquillas, mucho arriesgar mi dinero, porque he repetido en muchas ciudades, pero me quedaba Andalucía, porque allí sólo puedes ir por medio de ayuntamientos y es un follón... Sí que he estado tres veces en Málaga, en Valencia dos veces, Donosti también dos veces y tres en Bilbao... y siempre llenando... La idea que tenía era hacer los diez años, como fecha bonita, teníamos hasta un teatro, que no te voy a decir por razones obvias, para entrar nuevamente y llevar a cabo un acto conmemorativo, con personalidades, mujeres de distintas organizaciones y ayuntamientos, ministerios... Lo que es conmemorar el décimo aniversario y permanecer un par de meses en cartel en Madrid para volver a Barcelona...

Pregunta: Pero no ha podido ser, ¿por qué?


Maite Merino: ... Hubo unos problemas con la renovación de los derechos... aún no te puedo decir mucho porque quiero ver de dónde nacen las complicaciones, cómo surgen... ha habido una especie de boicot hacia nuestro espectáculo, ha habido un cambio de representante y aprovechando “que el Pisuerga pasa por Valladolid”... uno de ellos ha tenido interés en no comentarle al “recién llegado” toda nuestra trayectoria...

Pregunta: Pero el “nuevo representante” debe haber estado fuera del mundo para no conocer tu trayectoria, que no es un año ni dos, que son diez prácticamente...


Maite Merino: No ha querido saber, más bien...

Pregunta: Eso me parece a mí...

Maite Merino: Claro... ahora mismo estamos investigando para saber a ciencia cierta qué ha pasado. Estamos trabajando con unos asesores legales. Parece ser que a la autora no le ha llegado nada de todo esto, no estaba informada. Algo muy extraño, después de nueve años, después de las críticas tan favorables que hemos recibido... porque no hay un medio que haya hablado ni un poquito mal de nuestro trabajo...

Pregunta: No tenéis ni una crítica negativa...

Maite Merino: Al contrario, siempre han ensalzado el texto, nuestro trabajo... y eso que es un texto peligroso, pues se puede llevar a lo soez, a lo vulgar y no se ha llevado a ese terreno... Incluso, han venido a verlo dos ministras de cultura feministas, Carmen Alborch y Carmen Calvo y me animaron para que fuese por toda España... El texto y nuestro montaje que siempre ha servido al espíritu de la autora, ensalzaba la dignidad de la mujer y su libertad... y ahora me dicen que a la autora no le ha llegado nada de esto... nada de lo que yo le he estado enviando durante todos estos años... Así pues estamos averiguando qué ha podido ocurrir y cuando lo tengamos claro, sí que voy a dar información a la prensa porque es un asunto triste, feo... porque bueno, cuando no te prorrogan los derechos, vale, mala suerte; yo no soy la dueña de la obra... pero es que aquí no hubo carta alguna, ni de agradecimiento al trabajo, ni siquiera por escrito diciéndome que no me iban a prorrogar los derechos por tal o cual causa... Ha habido una serie de presiones que parece ser han llevado a cabo los nuevos agentes... Quiero decir que en este momento sé lo que ha pasado pero no puedo decirlo abiertamente, con nombres y apellidos, porque he de tener las cosas más claras, aunque lo tengo muy claro... Y es muy simple, había personas muy interesadas en que yo perdiese los derechos de este espectáculo desde hace ocho años...

Pregunta: ¿Tanto tiempo?

Maite Merino: Sí, mira, desde que tuve el éxito con la obra, desde la primera prórroga de derechos ya tuve problemas... ya me iban poniendo trabas que parecía que iba a ser imposible, pero al final no pasaba nada... los agentes de la autora, los antiguos agentes, estaban encantados, me daban los contratos...

Pregunta: ¿Pero, si durante estos años tú has hablado con los agentes de la autora, cómo pueden decirte ahora que ella no sabe nada de tu trabajo?

Maite Merino: Ya, pero es que hay “agentes” y también “subagentes”... Están los agentes americanos de la autora, los que estaban encantados; pero luego estos tienen un “subagente” en Madrid que parece que siempre estaba muy enfadado con mi productora... Era el que decía que había problemas, aunque no los había... Ahora mismo tengo prevista una fecha, en la que hablaré personalmente con la autora y entonces sabré realmente qué ha pasado. Cuando hable con Eva Ensler quizá todo se solucione o quizá me diga que realmente ella quería que la obra siguiese con otras personas... no lo sé, tengo que hablar con ella.

Pregunta: Los derechos de una obra se adquieren durante un tiempo determinado ¿no?


Maite Merino: Sí. Los derechos se adquieren por un tiempo (en este caso por tres años) y se van prorrogando. Es un contrato, como un alquiler por ejemplo...

Pregunta: Con lo que si te hubieran prorrogado los derechos, estos monólogos que se han estrenado en el Maravillas, no podrían haber sido ¿no?


Maite Merino: Exacto, son derechos en exclusiva. Cuando yo hice esta petición de derechos se me estuvo entreteniendo seis meses, durante los que me decían que sí me los iban a dar... y quince días antes de que el contrato expirase, me dijeron que no me los daban porque habían cambiado de representante... y cuando me pongo en contacto con éste, no me contesta, no atiende a mis cartas, me llegan comunicados diciendo que no les interesa y me dejan con las manos vacías... me hicieron la cama, vamos... Ahora, este agente se ha disculpado y ahora parece que está de nuevas, que somos los mismos que lo hemos tenido durante nueve años... algo extraño... simplemente supongo que estos nuevos productores están detrás de esto, pero no lo sé, porque me pueden decir que como estaban libres lo cogieron... pero mi idea es que llevaban tiempo persiguiéndolo, han boicoteado las negociaciones y tampoco puedo hacer gran cosa si a mí se me acaba un contrato... pero una persona de la que no quiero dar el nombre, me tuvo entretenida cuatro meses dándome largas... y el nuevo agente no está por la labor pero tampoco me escribe educadamente diciéndome “no te damos la prórroga”... fue como una especie de portazo...

Pregunta: Sí, quizá todo se podía haber hecho de un modo más limpio...


Maite Merino: Exacto... y luego ves que en la nueva producción no mencionan nada, de que este montaje vino a España por vez primera por mí... pero sí dicen “vuelven Los monólogos...” entonces, si vuelven es que antes estuvieron... por qué entonces no dicen que la primera vez los hice yo... Es muy cutre, porque igual que se dice que “Arte” lo trajo Flotats... es una cosa como muy sucia, pero... no puedo decir nombres hasta que no tenga pruebas claras que es con lo que ellos juegan...

Pregunta: Pero tú ya estás en marcha para poner esto en claro...

Maite Merino: Sí, desde luego... tengo que tomar una serie de decisiones que tendré que valorar si me compensan o no... pero si me compensan las voy a tomar... ha sido algo muy sucio y me da rabia no poder decir nada porque yo soy muy valiente... y no quiero meter la pata... quiero saber de quién viene todo... Lo que sé es que el “subagente” anterior estaba muy interesado en que yo perdiese todos los derechos, eso sí lo sé.

Pregunta: ¿Has visto este nuevo montaje?


Maite Merino: No, no lo he visto, pero amigos y compañeros sí lo han hecho y lo que todos me han dicho es que no se ha respetado el espíritu del texto; la intención original de la autora. No reivindican, se ha cruzado esa línea tan delicada y frágil... Lo que sí he visto es el cartel... y no me parece... Han vestido a las actrices como mujeres objeto y eso sobra absolutamente. El texto ya es provocativo y muy bueno, no es necesario provocar y de esa manera, mucho menos.

Pregunta: Vamos a ser un poquito positivos. En medio de todo esto, seguro que tienes algún proyecto entre manos...

Maite Merino: Sí (risas) estoy escribiendo con una persona algo que tiene que ver con todo esto... cómo funciona el mundo del teatro (no sé si saldrá bien, si sale, desde luego lo llevaremos adelante)... Esta experiencia tan triste ha de servirme para algo, y por lo pronto me está sugiriendo un argumento interesante... No sé si saldrá bien, como productora soy muy exigente y quiero gente buena y profesional, no me muevo por el amiguismo o los rostros mediáticos... Estoy trabajando con un escritor, para ver qué puede salir de todo esto, del mundo del teatro...

Pregunta: ¿Un mundo turbio, donde el interés tiene mucho que decir?...


Maite Merino: Sí... hay mucho enfermo... (risas) es que hace poco leí una entrevista que le hicieron a Juan Luis Galiardo donde decía “Hay mucho enfermo en esta profesión”... y sí, es cierto... De todas formas mi experiencia sobre este tema es que hay ahora una corriente en el teatro que piensa que esto del teatro es como el “Burguer King”... y el teatro no es una cadena de hamburguesas... a mí me llegaron a decir que hiciera “Los monólogos de la vagina” en distintas ciudades a un tiempo. Eso se puede hacer con un show televisivo y cambiar a los actores y haciendo varios montajes de la misma obra... entonces unos están en Valencia, otros en Sevilla... pero la esencia del teatro es la artesanía, el grupo, los actores, la profundidad de trabajar en mesa, hasta una sustitución es complicadísima... pero ahora hay una corriente que ignora todo eso y que cree que el teatro es una cadena de hamburguesas... “Arte” por ejemplo, hala, como ha tenido mucho éxito, lo hacemos en varios sitios a la vez, ponemos a fulano, mengano, zutano... un famosillo de la tele... y ahora cogemos “Los monólogos de la vagina” y hacemos lo mismo... vamos a ver, seamos serios... no me refiero ni a los directores ni a las actrices... hablo de los productores, que quede muy claro y estoy hablando como productora. Esto no es así y si lo piensas, dedícate a formar una cadena de droguerías o una franquicia de hamburguesas y ya está... Además, una función no dura más tiempo porque se cultive el morbo y pongas una cosa light o desenfadada... no dura nueve años ni cuatro meses en cartel... Es muy difícil acertar... y yo tuve la suerte de contar con Antonia García.

Pregunta: ¿Crees que no se respeta el teatro hoy en día?


Maite Merino: Yo creo que lo que no es respetado es el público. Menospreciamos al público español, y en el público hay gente muy culta, hay gente con mucha sensibilidad aunque no tenga una cultura... y llenar es complicado y cuando un espectáculo cuelga el cartel de no hay billetes durante días seguidos es por algo, y ese algo es que es bueno... Sí es cierto que hay cosas fáciles que funcionan pero tampoco duran mucho... por ejemplo “Arte” con Flotats, Pou y Carlos Hipólito; magnífica dirección, magnífico montaje. Cuatro años. Se han hecho muchas versiones de esta obra y ninguna ha llegado a esto. “El graduado” en Londres ha durado años, creo cuatro años. Llega a Madrid y ¿qué pasó? Una dirección desacertada, un reparto desacertado... y el texto es magnífico, la obra es magnífica. “Los productores” lo mismo. Y ves este musical en otro país y qué pasa; muy buenos cantantes, muy buenos actores y muy buenos bailarines... Y te digo esto porque he hecho 1.800 representaciones y hay días en los que yo bajaba la guardia porque estaba cansada y demás, y sí la gente se ríe, pero no es lo mismo... pero haces la función al 200%, que es como se debe trabajar, y es lo que yo he aprendido tras estar sobre las tablas, porque estuve muchos años estudiando teatro y cuando más he aprendido ha sido sobre el escenario, te repito, trabajas al 200% y la respuesta del público es absoluta y es impagable... La mayoría de la gente, el público, tiene sensibilidad y es lo que cuenta... Quizá no tenga una cultura teatral, no haya leído a Shakespeare, pero tiene sensibilidad, eso no debemos olvidarlo. Es que también, la gente del medio, nos creemos los más cultos y es que en el público hay profesores de universidad, médicos, fontaneros y puede resultar que ese fontanero escucha ópera... y a lo mejor el actor que está sobre el escenario no ha escuchado ópera en su vida y se ha leído los cuatro libros que le ha tocado en su guión... no somos los más cultos, y ahora sí incluyo a los actores además de a los productores. No hablo de los periodistas (risas)

Pregunta: (risas) Tú hablas de tus colegas, y yo, de mis colegas, diría que a muchos de ellos lo que les mueve no es ni la sensibilidad ni la cultura... yo diría que les mueve el interés y el amiguismo... y no sé si eso es peor...


Maite Merino: Yo me incluyo en lo que digo (risas)

Pregunta: Yo... con respecto a lo que he dicho de mis colegas... no (risas) Y no sé qué es más grave si la falta de cultura o acceder a ciertas prestaciones a sabiendas...


Maite Merino: Uyyyy... es que si entramos de lleno en el amiguismo... hemos de decir que en este país todo funciona así... y es un desastre... sólo hay que ver qué políticos son los que lideran los partidos... no son los más preparados... ya el sistema de partidos que hay en este país... para que suba una persona y llegue a ser líder de un partido (nuestro presidente y el líder de la oposición) no son los mejores de su partido... seguro no conocemos a los mejores, seguro que están ahí en las filas de un partido y por el amiguismo no les han dejado subir... Pues como eso, es todo, en todos los ámbitos...

Pregunta: Tú has comentado antes que eres muy valiente y que vas con la verdad por delante... y eso es muy peligroso...


Maite Merino: (risas) Claro que sí... Sí el problema es ser tan independiente... Nuestro equipo de “Los monólogos de la vagina” iba por libre... Antonia García no pertenecía a ningún clan, ni es amiga de nadie, ni está en los foros, ni la productora, ni las actrices, ni el traductor con lo bueno que es tampoco está en los foros, está en causas perdidas, con todo lo que conlleva. Víctor Cremer está muy comprometido, pero no está en el poder, ni manejando nada en IU ni nada... es decir, todos somos tan independientes que... nos pasan estas cosas... Pero tiene también su contrapartida y es que nunca nos damos por vencidos. A veces digo que soy como el Ave Fénix, que renace de sus cenizas... nos crecemos y volvemos a la lucha, siempre...

Sofía Basalo.

sábado, 4 de diciembre de 2010

... JUAN ANTONIO QUINTANA (Abril 2010)



Afirma que su obsesión es trabajar diariamente y que donde mejor se siente es sobre los escenarios, quizá por ello, nuevamente podamos leer su nombre en la cartelera teatral madrileña. La temporada pasada formaba parte del elenco que, con la producción de Tomás Gayo, ponía en pie “La noche de la Iguana” de Tennessee Williams; actualmente lo vemos en el Teatro Lara, en la adaptación de la novela de Elvira Lindo “Algo más inesperado que la muerte”. Es Juan Antonio Quintana, un veterano hombre de teatro, cuyo leitmotiv ha sido siempre la integridad. Hemos tenido la oportunidad de hablar con él:


Pregunta: ¿Qué busca Samuel en Tere?

Juan Antonio Quintana: Yo creo que, por encima de todo, busca recuperarse, recobrarse... recobrar en definitiva su propia identidad. Parece muy trascendente, pero quizá sea la verdad, porque él tiene continuamente una especie de presentimiento de que su muerte está cercana, entonces, sometido a esa premonición de que se acerca la muerte, lo lógico es que sea más potente... en definitiva, ése es el gran objetivo... aunque en medio hay otros matices...

Pregunta: ¿Quizá también busca la autenticidad?


Juan Antonio Quintana: Sí, es eso mismo: Su propia identidad. Al entrar en toda esa vorágine que es la vida de la fama, del triunfo, del éxito... de ese mundo un tanto artificial, si uno se descuida y no tiene las alarmas encendidas... esa identidad se diluye en el espacio y en el tiempo y en un momento dado la ilusión de que a los ochenta años una mujer pueda quererlo, admitirlo como amante, es muy importante...

Pregunta: En “Algo más inesperado que la muerte” se enfrentan dos mundos, el de la intelectualidad, el de la fama y el mundo más cotidiano, el de los barrios, no sé si el barriobajero...

Juan Antonio Quintana: No necesariamente barriobajero...

Pregunta: Mejor entonces, el de la cotidianidad. Normalmente al hablar de enfrentamiento, uno ha de resultar vencedor. Pero aquí, es difícil decir qué mundo vence ¿no? Pues tenemos la impresión de que la fama acaba borrando la autenticidad...

Juan Antonio Quintana: La obra no es intrascendente, aunque pueda parecerlo por el tono de comedia. En absoluto es intrascendente, es una comedia muy divertida, siempre en clave de humor, pero con su mordacidad, su acidez, su crítica social, un poco camuflada y que permite un final, yo diría, justo.

Pregunta: Con lo que, en cierto modo, todos podemos caer en la tentación de la frivolidad, de caer en las redes de ese mundo superficial...

Juan Antonio Quintana: Sí, claro que sí. Es muy fácil sucumbir. De hecho gran parte de la juventud española está un poco dominada por eso, en estos momentos, es una lástima que mucha gente valiosa como hay en la juventud en lugar de luchar por una sociedad más justa, en lugar de prepararse a fondo para su vida futura, busca un éxito inmediato. La sociedad de alguna manera les está engatusando con ese éxito inmediato que muchas veces es mortal... Me preocupa... porque hay gente muy valiosa y creo mucho en la juventud... y me temo que éste es uno de los males que padecemos, el de presentarles un mundo un tanto ficticio, muy tentador, muy sugestivo...

Pregunta: ¿Qué tiene ese mundo que aún sabiendo lo que es y cómo es... sigue atrapándonos...?

Juan Antonio Quintana: Caemos hasta el fondo... lo que ocurre es que es más grave que caiga un joven que una persona madura o mayor ¿no? Efectivamente tiene muchos atractivos, el disfrute de la vida, al que todos tenemos derecho... y eso, no cabe duda, nos aleja de causas más importantes, generosas, comprometidas en todos los sentidos... en el sentido social... creo que está muy claro que los tentáculos son muchos y poderosos, entonces... esa facultad primordial de la juventud que es la rebeldía, es la que se va esfumando lenta y tristemente...

Pregunta: Nos hemos conformado ¿no?


Juan Antonio Quintana: Sí, claro... pero quizá estemos filosofando demasiado (risas) porque por encima de todo, la gente lo pasa muy bien viendo la obra... Elvira Lindo tiene el poder del lenguaje directo, sencillo y valiente al mismo tiempo y creo que eso es un gran atractivo para este espectáculo y si me pongo a hablar de mis compañeros, no pararía... hay unas interpretaciones estupendas y merece la pena ir a verlo.

Pregunta: Usted es un veterano hombre de teatro, comenzó su carrera en 1966, cuando dirigió su primera obra de teatro...

Juan Antonio Quintana: Sí, en 1966, comencé mi carrera como director, pero como actor, comencé en 1960, incluso un poquito antes... A partir de 1959, empecé a subirme a los escenarios como actor y a partir de 1966, también como director... y he optado siempre por hacer un teatro libre, que nadie me impusiera y eso tiene su precio que es el sacrificio... eso que hablábamos antes, la búsqueda de la fama inmediata... Lo que a mí me ha importado ha sido, con toda humildad, el prestigio, mantener mi prestigio... La fama me ha llegado en la madurez, porque opté por un camino de espinas, no de rosas...

Pregunta: Por el camino más arriesgado, quizá...

Juan Antonio Quintana: Claro, todo tiene su precio, pero la recompensa es la mejor de todas: La libertad. Entonces, he podido presumir a lo largo de mi vida, de haber sido libre y a eso, como Cyrano de Bergerac, no renuncio (risas)

Pregunta: Otra faceta muy importante para usted ha sido su faceta de profesor...


Juan Antonio Quintana: Es que, coherentemente, de lo que estoy presumiendo de haber hecho con mi vida, es la necesidad de transmitir lo que iba aprendiendo, lo que yo iba sabiendo, transmitirlo lo más rápidamente posible a la gente y a la gente joven, sobretodo... entonces, me he dedicado a iniciar a enseñar en el aula de teatro de la Universidad de Valladolid, ciudad donde he desarrollado la mayor parte de mi trabajo.

Pregunta: Afirma que esta faceta le amplió mucho su visión del teatro ¿Cuál es esta visión?


Juan Antonio Quintana: Sí, me la amplió sobre todo por la aportación de los jóvenes, esa sabia renovada continuamente ha sido muy importante también para mí. Por eso, es por lo que defiendo tanto a la juventud... Mi visión de teatro es que no morirá nunca porque es consustancial al ser humano, por eso, los grandes monumentos del teatro universal datan del principio de las civilizaciones; quiero decir que creo que la crisis teatral es positiva, no negativa, y afortunadamente el teatro ha estado en crisis y ojalá siga estándolo, pero creo que no puede morir jamás... y como he dicho, entre las grandes conquistas ideológicas y estéticas del género humano, están hechas y expresadas en teatro... esa es una de las bases que demuestran lo que estoy diciendo, y creo que es un momento estimulante, parece ser que la libertad que se consiguió en un momento dado, cuando recuperamos la democracia, digamos que ha sido lento y tímido, tenemos libertad y parece que no la estamos aprovechando suficientemente bien... eso está empezando a dejar de ser así, y creo que hay que recobrar la confianza en que esa libertad va a permitir, y debe permitir, espectáculos en plena evolución, espectáculos muy libres desde el punto de vista temático, ideológico y demás... y espectáculos que cada vez van siendo mejores... ha habido una etapa de conformismo vergonzante, puesto que teníamos la libertad en nuestra mano y parecía que no sabíamos utilizarla, pero eso parece ser que está dejando de ser, ya...

Pregunta: ¿Qué debería obviar nuestro teatro y qué deberíamos añadirle?


Juan Antonio Quintana: Quizá el valor de no necesitar tanto a la administración tanto, porque eso siempre es una forma de esclavitud, entonces pensar sobre todo en el público receptor del teatro; eso es una de las primeras cosas que debemos intentar, que el teatro actual en España, aún necesita, pero en definitiva, creo que un poquito de sentido del riesgo y ser muy consecuentes con nuestra identidad, debemos ser fieles a nosotros mismos, en todos los aspectos del oficio teatral.

Pregunta: Ser fieles a nosotros mismos...

Juan Antonio Quintana: Sí, suena un poco a acusación...

Pregunta: ... Como que quizá no lo hemos sido o hemos intentado ser otros...


Juan Antonio Quintana: Si, eso. Creo que es muy importante que cada cual sea fiel a sí mismo y defienda su bandera personal.

Pregunta: Nos falta valentía para defender nuestra personal bandera...


Juan Antonio Quintana: Siempre para defender... no sé si el término bandera... me ha salido espontáneamente, pero no quisiera que se confundiera en ningún momento con cuestiones de patriotismo a ultranza, ni muchísimo menos, más bien todo lo contrario... quiero decir el estandarte de nuestra identidad, de nuestra personalidad, de ser sinceros, abiertos, libres en definitiva, eso es lo que creo...

Pregunta: Creo que ésta es una de las asignaturas pendientes del ser humano, como ser humano...


Juan Antonio Quintana: Eso siempre, siempre... y eso nos puede hacer más felices porque nos reconocemos al mirarnos al espejo; nos reconocemos y nos miramos sin vergüenza... creo que a partir de ahí todo empieza a ser mejor... disfrutamos de la vida, del amor, de todo aquello a lo que tenemos derecho y que tenemos que, vuelvo a repetir, defender a ultranza (risas)

Pregunta: Su Currículum es admirable, muchísimos premios, obras importantes, compañeros con los que ha trabajado de los más grandes... ¿qué le queda por hacer, qué le gustaría hacer o qué se le ha quedado en el camino?

Juan Antonio Quintana: Dirigiendo o actuando, mi obsesión es trabajar diariamente... donde me siento más feliz es sobre un escenario y por tanto, poder ser yo mismo cada día, supone subirme cada día al escenario... que no me falte trabajo, que siga hasta que me muera y en cuanto apetencias, citaba antes a un personaje no gratuitamente, sino porque para mí es maravilloso, Cyrano... es éste un personaje que no he podido hacer por la edad que tengo, aunque tengo también mi idea ahí guardada de una adaptación, pero en cualquier caso, dirigirlo, siempre podré... la verdad es que es una obra admirable que me gusta muchísimo.

Pregunta: Personalmente, creo que uno de los fragmentos más hermosos “Cyrano de Bergerac” es “No, gracias”... ¿A qué diría y ha dicho alguna vez “No, gracias”?

Juan Antonio Quintana: Sí, es precioso. A todo lo que signifique privación de libertad, a todo lo que implique una renuncia a lo que somos cada uno... y por tanto, creo que es a eso a lo que se refiere fundamentalmente Cyrano en ese fragmento...

Sofía Basalo.