sábado, 21 de agosto de 2010

... JULIÁN VILLAGRÁN (Febrero 2010)



Un auténtico reto ha sido para Julián Villagrán su último trabajo teatral. Junto a Fernando Tejero, interpreta a 17 personajes, en un certero retrato de las entrañas de un rodaje cinematográfico que va más allá, hasta ser una radiografía de la misma sociedad que nos rodea. Hernán Gené has sido el director del más difícil todavía que podemos ver en el Teatro Lara: “Piedras en los bolsillos”... tal vez en el alma. Hemos hablado con Julián Villagrán:


Pregunta: ¿Estos dos “extras” que interpretáis consiguen, al final, hacer realidad su sueño, rodar su película?

Julián Villagrán: Yo creo que eso queda abierto, no se cierra. Es un final esperanzador y sobre todo, creo que se da más importancia al hecho de tenerse el uno al otro, siendo amigos y queriendo estar juntos, y hacer realidad un sueño juntos, por encima del hecho de conseguir una fama o dejar al otro de lado porque uno pueda o no conseguir eso que tanto ansía... Al final deciden echar todo por tierra, por tener un poco de dignidad con ellos mismos y tenerse el uno al otro.

Pregunta: Esa esperanza de la que hablas, es también una esperanza para una sociedad en la que priman otras cosas, la apariencia, por ejemplo...

Julián Villagrán: Sí, yo creo que aunque se centra en el mundo del cine, refleja también cómo está montada la sociedad y nuestra economía y todo... porque habla de categorías de personas, de cómo uno puede valer más que otro por el dinero o el éxito que pueda conseguir... y es que estamos un mundo en el que una persona vale más que otra por eso mismo... y eso ocurre en cualquier ámbito, no sólo en el cine... o incluso en la prensa... en todas partes hay categorías...

Pregunta: Cuando veía la obra, y os veía a ti y a Fernando Tejero interpretar a todos esos personajes, pensaba “qué difícil y cuánto les habrá costado lograr que esos cambios de registro, de voz, de ademanes parezca algo completamente sencillo, tan fácil”...

Julián Villagrán: Ya... (risas) Esto ha sido un reto para los dos y es el tipo de trabajo que más me gusta, cuando me supone un reto... que no es algo que se acerque a lo que ya conozco y suelo hacer... y cuando tengo ese miedillo de no saber si lo voy a conseguir o no... es cuando uno se emplea realmente más a fondo y aprende, además... porque creo que esto es una carrera de fondo en la que nunca dejas de aprender, entonces, si me limito a hacer cosas que ya conozco, cosas cercanas, en realidad me voy a aburrir y no me entrego tanto... y el hecho de hacer esto... verdaderamente no sabía si iba a ser capaz... Los ensayos han sido muy duros, han sido dos meses en los que cuando aparecía un personaje nuevo, me decía a mí mismo “Dios cómo lo hago, qué voz le voy a poner, qué cuerpo va a tener...” pero creo que al final, me está gustando y estamos muy contentos...

Pregunta: ¿Es difícil encontrar un proyecto que realmente sea un reto, algo estimulante para un actor?

Julián Villagrán: Sí, la verdad es que sí, porque es una profesión muy difícil y no siempre puedes elegir lo que quieres hacer... hay veces que tienes que hacer lo que te ofrecen porque hay que pagar el alquiler y vivir ¿no?... entonces, en ocasiones, no puedes elegir... y la verdad es que estoy muy contento con lo que me ha tocado hacer, porque tengo películas de las que me siento muy orgulloso, otras no tanto... pero tengo películas de las que estoy encantado... además porque he trabajado con los directores que más me gustan, como por ejemplo Chiqui Carabante, o Alberto Rodríguez... que son gente del sur también... y he hecho películas con ellos que son las que más me gustan en realidad... la verdad es que he tenido mucha suerte, no puedo quejarme...

Pregunta: Has comentado que la carrera de actor es una carrera de fondo. Yo también lo creo, pero no percibes que en ciertos sectores se contempla como otra modalidad de carrera...

Julián Villagrán: Bueno... hay gente que... es increíble, pero pasa... es una profesión en la que hay mucho intrusismo, pero bueno... es cierto que de repente cogen a un chaval que no ha hecho nada en su vida y de pronto tiene una intuición y una forma de interpretar ante la cámara que no se ve intimidado y que lo hace muy bien... pero, bueno, también hay gente que hemos estudiado mucho, nos hemos formado mucho y que no sólo hacemos un tipo de personaje... sino que somos capaces de transformarnos en diferentes tipos de personaje... no hacemos de nosotros mismos todo el tiempo... al menos es el trabajo que yo intento hacer... no sólo hacer cosas cercanas a mí, sino cosas que se alejen de mí también.. y creo que al final, esto es una cosa que se va haciendo con los años y con cada trabajo, empleándote a fondo y teniendo mucho amor por contar historias... al final, lo que más vale es eso... no el hecho de querer ser famoso, por el mero hecho de ser famoso...

Pregunta: Volviendo a “Piedras en los bolsillos” y a los personajes que interpretas, ¿cuál de ellos es el que más se te ha resistido?

Julián Villagrán: La verdad es que han sido difíciles todos. Al principio “Lolo” me costó mucho... porque también ha sido muy difícil encontrar el tono a esta función, porque el director viene del clown y ha querido abordar todo desde el clown, pero a medida que íbamos avanzando el texto, ocurrían cosas durísimas y muy trágicas... y abordar eso desde el clown era muy difícil, por ejemplo en el personaje de “Lolo”, yo no sabía por dónde cogerlo... si hacerlo más realista, más verdad, buscando la emoción, el llanto... o hacerlo todo desde el clown, que es un poco más la cosa ingenua o el juego, que es el payaso... entonces, ha sido bastante difícil...

Pregunta: En la obra transcurre todo de la mano de un humor muy fino, aunque casi al final, la verdadera situación de cada uno de los protagonistas es un auténtico drama, casi tragedia... cuando descubrimos que el personaje de Fernando Tejero no ha hecho nada de lo que dice, de lo que presume... es sobrecogedor...

Julián Villagrán: Sí... es lo que te decía... nos ha costado mucho abordar todo desde el punto de vista del clown cuando hay cosas tan trágicas como ésas, tan dramáticas como le ocurre a este personaje, que da un giro a la historia y que les afecta tanto a los protagonistas de la historia... y también el enfrentamiento entre ellos... no sabíamos si darle un tono realista de emociones profundo, de llanto, de verdad... o hacerlo todo con la ingenuidad del clown, como un juego... no sé lo que ha salido al final, pero creo que funciona... yo creo que saltamos de un tono a otro... es una función muy completa en este sentido, porque tocamos todo... desde el realismo al dramatismo, el clown, la caricatura... a teatro muy físico, el musical... hacemos de todo...

Pregunta: Centrándonos en lo musical, creo que has compuesto la canción y la banda sonora de esta obra...

Julián Villagrán: Sí he hecho la música de todo el espectáculo. El director me conoce desde hace mucho tiempo y sabe que yo hago música... y me lo propuso... y bueno, un reto más, por si tenía poco... además la música... ha sido una pesadilla y una locura pero al final ha sido muy gratificante...

Pregunta: ¿Cuál es la frontera a partir de la que vivir de un sueño puede perjudicarnos?

Julián Villagrán: Es muy duro... tener esas ilusiones... yo creo que nos ha pasado a todos... Tener ilusiones, aspiraciones en la vida y no poder realizarlas porque esa misma vida te lleva por otros derroteros y al final no llegas a cumplir esos sueños... y siempre están ahí como una espinita clavada... eso nos ha pasado a todos... eso es un poco la crudeza de la vida... y es de lo que habla la función, de decepciones en la vida y estos sueños irrealizados... pero lo hace desde el humor, entonces pienso también que es un poco cómo a nosotros nos gusta tomarnos la vida... es el tipo de humor que me gusta, el humor con el que te ríes pero también dices, de qué me río si es crudísimo...

Pregunta: ¿Cuándo decides dedicarte a la interpretación?

Julián Villagrán: La verdad es que desde muy pequeño... cuando tenía seis años más o menos, en el colegio, en lugar de ponerme a jugar al fútbol con los amigos, nos poníamos a hacer teatrito un compañero y yo, para luego hacerlo en clase... yo era muy tímido, muy retraído y creo que era la manera de hacerme valer con mis compañeros, o de dejarme querer... y casualmente con este amigo que hacía los teatritos, él es cámara... he hecho alguna película... así que seguimos haciendo teatritos...

Pregunta: ¿Cómo ha sido el recorrido hasta llegar a “Piedras en los bolsillos”?

Julián Villagrán: Estoy muy contento. Llegué a Madrid, acabando la escuela en Sevilla, con una función de teatro... y además fue en el Teatro Lara... ahora es como si se cerrase un ciclo en mi vida... y ahora llego como cabeza de cartel... muy contento... en medio, ha habido películas, televisión, teatro... y viviendo de esto que no es poco (risas)

Pregunta: Has trabajado en todos los medios, entonces...

Julián Villagrán: Sí, y fíjate, el cine me apasiona... pero, también me gusta muchísimo el teatro... es cierto que es muy sacrificado, porque son procesos mucho más largos, no duran dos meses, por ejemplo, como un rodaje de cine, sino que dos meses es el proceso de ensayos... y luego vienen las giras, las presentaciones, la convivencia, salir de viaje y estar fuera de casa... pero la satisfacción que te produce dar el salto al vacío que es salir al escenario con tu cuerpo sin poder repetir si te equivocas y teniendo que tirar hacia delante con el público... y lo que te puede dar ese público en tiempo real... es muy especial... además, creo también que el teatro es más libre... en el teatro con alguien, puedes enseguida montar algo... y contar una historia con un texto y tal... en el teatro fácilmente puedes contar lo que te apetezca... eres más libre, en cuanto a que no tienes esas ataduras económicas... y por eso no te condiciona tanto, en cambio una producción de cine, te condiciona mucho el tipo de historia que quieres contar, porque tienes que venderla, te exigen una taquilla... pero bueno, es un arma de doble filo, porque creo que también a veces eso cuando la gente de los números se ponen a decidir sobre los números por hacer más taquilla o más dinero, es cuando muere el arte. Yo creo que el teatro es más libre que el cine, pero ya te digo que estoy muy orgulloso de las películas que he hecho, me parecen buenísimas y con unas historias maravillosas.

Pregunta: ¿Por qué senderos te gustaría caminar tras “Piedras en los bolsillos”?

Julián Villagrán: En cualquiera que me guste... siempre que la historia sea interesante... no tengo un ideal de historia que me gustaría contar... me gusta todo tipo de historias... el cine me gusta entero, desde el terror, a lo fantástico, intimista, social... siempre que sea de calidad, y que la historia me llegue... y que el personaje que me ofrezcan me llegue y con él pueda contar cosas...

Pregunta: Además de “Piedras en los bolsillos” ¿Qué proyectos tienes entre manos?

Julián Villagrán: A parte de mi grupillo de música, con el que siempre ando trasteando... tengo como siete guiones en la mesa, ahora mismo... pero buscando financiación... si lográsemos dinero para hacer uno o dos... estaría feliz... porque con los tiempos que corren con tanta crisis, tanta ley y eso... está todo parado... se están haciendo muy pocas cosas... pero tengo un montón de guiones... a ver si hacemos alguno...

Sofía Basalo.

martes, 17 de agosto de 2010

... ALFONSO LARA (Abril 2010)



Tal vez el próximo 3 de mayo, en la ceremonia de los Premios Max de teatro, sea el ganador del Premio al mejor actor de reparto; galardón al que opta junto a Alberto San Juan, ambos por el mismo personaje, por interpretar al manager del boxeador vasco, Urtain. Todas las tardes entra en nuestros domicilios dando vida al Jefe de Planta de los Almacenes Rivas, Don Leonardo Guerrero, en la serie de televisión “Amar en tiempos revueltos”.
Hemos charlado con Alfonso Lara. Hombre curioso e inquieto donde los haya, que sabe que el auténtico valor de un actor es querer ser actor, algo que nos ha explicado en una extensa y rica conversación:


Pregunta: ¿Hasta qué punto la posible consecución de un premio, por ejemplo para el que eres candidato (Max a mejor actor de reparto) puede influir en el trayecto de una carrera profesional, en este caso la tuya?


Alfonso Lara: Repercutir... no lo sé yo ni lo sabe nadie. Lo que es claro es que llega un momento en que te encuentras con una nominación para un premio importante y hay muchos tópicos que se suelen decir pero, son ciertos... en este caso, el premio es haber podido hacer “Urtain”. El premio es poder trabajar, porque se puede dar la circunstancia que me llegue el premio Max y luego en junio esté en el paro, como Bette Davis, en los Oscars e incluso Vicky Peña, recuerdo que una vez le dieron un premio, no sé si era un Max también, y dijo “agradezco este premio, a ver si me sirve de algo porque estaba a punto de apuntarme al INEM”... lo único que espero es que me dé trabajo, porque no me tomo los premios como una cuestión de vanidad ni me hinchan el ego... yo creo que el premio es trabajar y tal y como está el panorama, más aún...

Pregunta: Comentas que el verdadero premio es haber podido hacer “Urtain”. ¿Cómo ha sido esa experiencia o está siendo, porque la gira aún no ha terminado?

Alfonso Lara: Yo sentiré, y creo que Alberto San Juan igual, pues estamos nominados por el mismo personaje, que si se lo dan a él o me lo dan a mí, la mitad de ese premio será del otro... para mí ha sido un proceso muy placentero, de mucho aprendizaje, muy bonito, la verdad porque desde que me llamó Alberto para proponerme que lo sustituyera en el estreno, yo ya los conocía de hace años, aunque no había trabajado con ellos... y la verdad es que trabajar con Andrés Lima es una maravilla, es una persona muy creativa con mucha energía, que nunca se enfada... porque uno ha conocido ya a directores de todos los tipos y condiciones... y te da mucha libertad; lo basa todo en el actor y ha sido una experiencia muy bonita, yo creo que la prueba es que llevamos más de trescientas representaciones y la energía es la misma, y la gente se sigue poniendo de pie cuando acabamos el espectáculo y hay mucha entrega... y eso es mérito de Andrés. Haber formado un grupo, con gente que no había trabajado con él que nos hemos sentido parte de esa familia... ha hecho un trabajo estupendo artística y humanamente... hemos hecho una compañía de teatro...

Pregunta: Sí, en algún medio de comunicación has comentado que con Animalario has podido experimentar “la recuperación del arte colectivo”...

Alfonso Lara: Sí, porque no es una cosa habitual, trabajar así, siempre digo que en “Urtain” nunca hubo un ensayo (al menos que yo recuerde) ni siquiera al final, que pensaras “qué plomo” ... de repente “Urtain” estaba hecho y lo hicimos entre todos, y cuando digo “entre todos” digo Andrés, el equipo de iluminación, músico, Juan Cavestany, estábamos todo el rato todos allí, la gente apartó su ego y aportaban lo que podían; especialmente Juan Cavestany... creo que de él es la candidatura más merecida y desearía que lo consiguiera... que hizo toda una demostración de humildad y talento.

Pregunta: Hablas de “Urtain” como una experiencia “placentera”... aunque, creo, os ha exigido mucho, pues en la función, bailáis, cantáis, interpretáis...


Alfonso Lara: Sí, pero el actor o por lo menos así lo aprendí desde que empecé y me lo ha enseñado la gente que me ha acompañado en mi camino y de la que he aprendido, el actor está deseando entregarse y darlo todo... entonces, cuando tienes un director que te exige, pero lo hace desde la creatividad, resulta fácil... “la doma” como decía Ingmar Bergman en un libro, “los montajes que están basados en la disciplina, en la doma y demás, se desploman cuando deja de ir el director a verlos” entonces, aquí no ha existido eso, esa entrega... a ver, sin un “tú” no hay un “yo”... es una cosa recíproca. Nosotros recibíamos de Andrés y dábamos... además, “Urtain” por la propia estructura de la función y de lo que ha hecho Andrés Lima, no te permite relajarte, te permite cansarte, entregarte pero disfrutar, porque eso es lo que quiere un actor, entregarse lo más posible en el escenario.

Pregunta: Concentrándonos en tu personaje, en el manager de Urtain, un papel de reparto, pero no sé hasta qué punto fue importante, fue protagónico, en el ascenso y caída del boxeador...

Alfonso Lara: En realidad, este personaje es la refundición de tres; porque Urtain tuvo un preparador físico, un manager y otro que se dedicaba más a la parte comercial. Juan Cavestany ha refundido esos tres personajes en uno y tiene que ver en su ascenso y su caída, yo el personaje siempre lo vi, con una relación “Amor-odio” con Urtain. Es una persona que acompaña a José Manuel Ibar desde el principio, él lo define como su mejor amigo, desde pequeños se conocen... pero cuando deja de servirle esa marca que también era Urtain, cuando le deja de servir, entonces, pierde el interés... por eso la caída de Urtain le duele, pero también lo abandona, porque al fin y al cabo ha dejado de servirle... de sacar dinero, de sacar cosas... es una relación ambigua y eso es muy bonito... hay escenas, además al estar contado hacia atrás, muy tremendas, por ejemplo, cuando Urtain pierde el combate con Cooper, es una escena muy dura en la que se ve que el manager, pasa un poco ya de este señor y sin embargo, en la siguiente, este mismo personaje tiene que vender el producto... y cambiar completamente de estado de ánimo, de registro y esa transición me gustó mucho...

Pregunta: Como bien dices, has trabajado con numerosos directores, tu carrera es ya dilatada... pero me ha sorprendido leer que antes de entrar en ese mundo, trabajabas en un banco...

Alfonso Lara: Sí, trabajé en un banco, en una gestoría, en una empresa de saneamientos...

Pregunta: Pero son “ámbitos” muy diferentes ¿cómo aparece la interpretación en tu vida?

Alfonso Lara: Sí, yo había hecho teatro en el colegio, de hecho soy compañero de colegio de Juan Codina. Juan y yo empezamos juntos en el cole, y luego mira, nos hemos encontrado en la profesión como viviendo de esto... iba encaminado a estudiar económicas, pero me aburría profundamente; un día pasé ante una escuela de interpretación, engañé a mi madre, mínimamente, le dije que no me habían renovado el contrato y me puse a estudiar, cuando entré en la escuela de William Layton, sobre todo que nos exigían una dedicación completa... y bueno, menos mal, porque no era una persona feliz en el banco... ni en el banco, ni en la gestoría, ni en trabajos así... no podría yo tener la sensación de que todos los días son un poco igual... y los fines de semana duran muy poco y los domingos por la tarde estás agobiado porque el día siguiente... no sé, yo me aburría y siempre me gustó cualquier manifestación artística, entonces, me dediqué a la interpretación y también he tenido un poco de fortuna en esto que es azar, como decía Fernando Fernán-Gómez... y he tenido la suerte de poder ir trabajando cada vez con gente más interesante y de la que he podido aprender...

Pregunta: Has comentado que el actor es un artista dependiente, muy dependiente... y que eso a veces resulta agobiante...


Alfonso Lara: Sí... tengo un taller de interpretación para televisión por ahí, pendiente de dar, en la escuela de Alicante, y cuando se lo planteé a Laura Notario, al principio me dijo “Oye, que los chico quieren ser actores”... el taller se llama “El actor como artista indefenso” (risas) y venía a hablar un poco de eso, que el actor no es como un músico, como un pintor, que puedan trabajar realmente en su casa, hacer cosas... el actor necesita de alguien siempre, de otra figura, de un director, un productor... quien sea, para ejercer su oficio... entonces, esa dependencia, ya no la inseguridad que la acompaña, que a ésa te acostumbras, pero la dependencia es una característica bastante dolorosa de nuestro trabajo...

Pregunta: “El actor en la televisión”... ese medio tan cruel y tan contaminador...


Alfonso Lara: Para el actor sí lo es, igual que el teatro es higiénico.

Pregunta: Sí, me ha gustado lo que dices, “el teatro es sanador”...


Alfonso Lara: Sí, de hecho “Urtain” lo he interpretado en unas circunstancias personales peculiares y puedo decir que entraba al teatro de una forma y salía con las pilas cargadas. Siempre suele pasar, que sales de la función eufórico, pero es cierto, que a nivel técnico, el teatro te pone a punto, te hace hablar bien; las emociones las trabajas de una forma que no te permite la televisión, los guiones tampoco son los mejores posibles en muchas ocasiones, el tiempo en televisión es inexistente, formas parte de un producto que quizá como creador no compartes y entonces hay que saber defenderse, y aún así, en televisión se pueden hacer trabajos muy dignos. De hecho, yo admiro mucho más a quien está bien en una serie de televisión que a quien está bien en una película, porque aquí al fin y al cabo tienes mucho más tiempo y muchos más medios para trabajar tu personaje... en televisión no es así, es un “aquí te pillo, aquí te mato”... Entonces cuando empiezo una obra de teatro y vengo de la tele, descubro que no hablo bien, que estoy como los coches, fuera de punto, al revés es otra historia... cuando vengo del teatro, estoy como debo estar.

Pregunta: Hablando de televisión, en estos momentos te podemos ver todas las tardes en “Amar en tiempos revueltos”, interpretando a Leonardo Guerrero, el jefe de planta de los almacenes Rivas. Un personaje que esconde bastantes cosas, parece un poquito adusto, pero estamos descubriendo que posee una gran humanidad...

Alfonso Lara: Espero que así sea. No es adusto, es un personaje que es víctima de una época oscura, los años cincuenta, concretamente 1952, y es una persona muy reprimida, muy tímida, muy para dentro... pero es un personaje que a mí también me permite hacer, si tuviese que hacer un paralelismo con actores que a mí me gusten y tal, mi “Peter Sellers” particular, porque es muy clown, Leonardo, es una persona muy sensible, muy a flor de piel, detrás de esas gafas, de esos trajes espantosos y ese peinado que lleva, hay una buena persona, fundamentalmente... y la misión de mi personaje ahí, es la cómica, es un poco la trama cómica de la serie y procuramos darle la mayor humanidad a Leonardo... yo estoy contento con este trabajo.

Pregunta: Quizá es una de las mejores series que ahora mismo se emiten en televisión...

Alfonso Lara: Hombre, una serie diaria que se graba a ese ritmo, con muy buenos actores, tú ves la gente que está en “Amar en tiempos revueltos” y hay gente muy buena, no voy a decir nombres para que no se me cabreen (risas) pero tiene un reparto muy sólido y creo que se hace muy buen trabajo, la verdad, sino, no llevaría tantos años en antena... aunque muchas series que son cojonudas al final se han ido a pique... eso no tiene que ver... pero, sí creo que es una serie más que digna... el que está bien en “Amar en tiempos revueltos” es porque tiene madera...

Pregunta: ¿Cómo te has preparado el personaje de Leonardo?

Alfonso Lara: Para ser Leonardo, más que documentarme históricamente, porque muchas veces los datos no sirven de mucho; he preferido recordar, acudir, aunque yo no viví los cincuenta ni nada por el estilo, pero sí, recuerdo almacenes, como los Almacenes Rivas, el Corte Inglés, dependientes y trabajadores de esos almacenes... tiendas de mi barrio... entonces, prefiero fijarme en la gente que he conocido, no hacer un trabajo de hemeroteca que a mí, en este caso, no me serviría demasiado, creo, para Leonardo... yo he tirado de mi madre y de los recuerdos que tengo de tiendas así, porque realmente España cambió relativamente poco en determinadas cosas... yo conocí galerías preciados y su esplendor, con lo que en aquellos años no creo que hubiese mucha diferencia entre ciertos dependientes, ciertas personas y luego la idiosincrasia del personaje en concreto, el decir, cómo es su emotividad, el corazón de este hombre... no he prestado demasiada atención a la época en concreto...

Pregunta: También has comentado que el teatro es el medio en el que el actor se puede desarrollar en plenitud...

Alfonso Lara: Sí, el teatro es el medio del actor por excelencia, evidentemente. En una película, y en una serie, no digamos, no dejas de ser un elemento en manos de un director, un elemento que forma parte de una visión completa que es la de un señor... por eso en muchas películas aún pone “Una película de...” Eso es una cosa que ha traído su polémica, porque no deja de ser la visión de un señor, y el medio del actor es el teatro... por lo menos así yo lo he vivido y he hecho cine y televisión, sobre todo, pero siempre he estado haciendo teatro, incluso cuando a lo mejor me podría haber acomodado más, pero siempre lo he buscado porque para mí es fundamental.

Pregunta: ¿Estimas que quizá gran parte de la gente que empieza este camino se conforma, se acomoda y se queda estancada en un determinado medio?

Alfonso Lara: Hombre, generalizar es injusto, pero es cierto que también ha cambiado, por lo pronto ha aumentado muchísimo el número de actores. De repente, hay un montón de chicos y chicas que quieren ser actores o actrices. Luego hay otro montón que quiere ser famoso y otro montón que quiere hacer una serie de televisión... entonces, ser actor, no tiene que ver con eso, son medios en los que un actor va a trabajar... pero ser actor... Por ejemplo, a mí la fama me la podían quitar y me harían un favor incluso, porque yo adoro la interpretación, pero la fama, la detesto. No me aporta nada interesante. Los chicos y las chicas, es cierto, que ahora tienen una tendencia... a ver, la tele y el mundo éste en que nos vamos metiendo fomenta que la gente quiera ser famoso, ganar dinero... no sé muy bien qué... desde luego esas son cosas que están alrededor de la profesión de actor, pero no son la profesión de actor. Querer ser actor es otra cosa, es querer vivir vidas, comunicarte con la gente, ponerte en la piel de otros para comprenderlos, para entenderte a ti mismo... es distinto...

Pregunta: Por eso quizá resaltas que el gran valor de un actor es querer ser actor...

Alfonso Lara: Sí, por ejemplo, cuando decía que trabajé en un banco, quizá en ese momento no sabía bien qué quería, pero sí tenía claro qué no quería... porque quizá es difícil saber qué quieres hacer, pero desde luego lo que no nos gusta es más sencillo... entonces, si una persona tiene esa necesidad íntima, al final tirará por ese camino y para ser actor, tienes que ser una persona curiosa, tienes que ser humilde, tienes que saber que vas a pasarlo mal, que no todo el mundo que se lo merece, porque hay mucha gente con talento en paro, llega... pero bueno, “caminante no hay camino”... lo ha dicho mucha gente y mejor que yo... “se hace camino al andar”...

Pregunta: Por esta razón quizá, en la profesión de actor es tan importante la vocación...


Alfonso Lara: Sí y no, porque por ejemplo yo tampoco tenía una vocación muy clara por la actuación... si tuviese que decir la vocación real que yo tenía sería músico, músico de Pop Rock (risas) que de actor...

Pregunta: O de escritor...

Alfonso Lara: Sí, de escritor también... pero bueno, la vida te lleva... yo me apunté a una escuela de interpretación por algo sería... son cosas que tampoco uno llega a comprender muy bien... no me apunté a la escuela de letras, ni de escritores... también hay cosas que no se aprenden... o sea, se aprende a escribir, escribiendo... y se aprende a actuar, actuando... en una escuela te pueden enseñar muchas cosas pero hasta un punto... entonces, sí es una profesión totalmente vocacional, pero como todas las relacionadas con el arte, porque si te cuentan cuáles son las características de la profesión desde fuera, puedes pensar “están locos”... es una profesión insegura, que no te permite llevar una vida muy normal, muchas veces... y la gente valora muchísimo la seguridad en el mundo en que vivimos... eso de tener un sueldo fijo y esas cosas... y esto es totalmente lo contrario... pero, claro, vocación de un poco indómito, de no reglado, con horarios y costumbres y rutinas, pues sí tenía, pero no especialmente la de actor.

Pregunta: Claro, es que no tenías una vocación, tenías más de una y más de dos, porque eres músico, guionista, director, actor...

Alfonso Lara: Sí... por eso que el actor es un artista indefenso, siempre tengo en mente cosas que me sacan un poco del mundo de la interpretación para no estar pendiente del teléfono todo el rato. Dirigir, como engloba un poquito todas las artes, y a mí me gusta todo, la pintura, escultura, fotografía... todo, pues he dirigido varias veces y siempre que puedo... y ahora tengo ahí algunos proyectillos de dirigir un corto, una cosa presentada al Matadero, a ver si hay suerte... también es una forma de ser más sincero o algo así, es decir, quién quiera conocer a Alfonso, a lo mejor lo conoce más en esta dirección que estamos haciendo en la Sala Triángulo, en la Cuarta Pared que en “Amar en tiempos revueltos”... a quien le interese Alfonso Lara como artista, si es que hay alguien (risas), pero vamos ahí realmente me vuelco... dirigí también un videoclip el año pasado, del que estoy muy contento... y es que, la necesidad y el poco dinero, agudiza el ingenio y siempre estamos en eso, siempre estoy escribiendo cosas, para ver si alguna sale a la luz, para no depender de este horroroso mercado, este monstruo que es el mercado en el que estamos, a nuestro pesar, inmersos.

Pregunta: Hablas de la curiosidad, ¿se está perdiendo?

Alfonso Lara: Recuerdo un libro de Hermann Hesse de relatos que se llamaba “Obstinación” y para mí si tuviese que decir dos características que es bueno cultivar, para un actor sobre todo es la obstinación y la curiosidad. Yo soy muy curioso y me llama la atención los cuadros, los libros... es que hay un mundo y tenemos una vida tan corta... cómo no vas a ser curioso... la curiosidad es una de las armas fundamentales del actor. La curiosidad te lleva a la observación, ésta te ayuda a sacar la peculiaridad de las cosas... no sé, es que soy muy curioso y es que hay que serlo... los actores y los demás, porque hay tantas cosas y somos tan ignorantes de tanto... hay tanto por conocer, tantos sitios que visitar, tantos libros que leer... cómo no se va a ser curioso...

Pregunta: ¿Sobre qué escribe Alfonso Lara, cuando escribe?

Alfonso Lara: Depende... una vez escribí sobre la vida de un amigo al que le dije un día “tu vida es una película y tengo que hacerla”, conseguí ponerle la palabra fin a ese guión, veremos si se rueda... sobre una noticia que salió muy pequeñita que salió en un periódico una vez, que provocó mi curiosidad, sobre una anécdota que me contó un cómico viejo en un camerino... sobre una novela adaptada de Stefan Zweig que me encantó, sobre los reyes magos y papá noel, usando una intertextualidad curiosa de algunos personajes de la política... depende de lo que me va saliendo... hay cosas que te llaman la atención por alguna razón... también dejo muchos, la mayoría, y eso me fastidia bastante, a medio empezar... pero bueno, si no se acaban será que no tenían que acabarse... pero, sobre el lugar en el que mi curiosidad fija el punto de mira, no tengo una cosa concreta... en realidad, sobre la persona es sobre lo que uno escribe.

Pregunta: ¿Qué crees que le falta al teatro español?

Alfonso Lara: Yo le añadiría una clase media más potente, por llamarlo de alguna manera. He tenido la suerte y la desgracia de trabajar en grandes teatros, CDN, CNTC, La Abadía... y está muy bien; he tenido menos oportunidad, generalmente con montajes de amigos, nuestros, de hacer teatro más independiente y más underground... entonces, no sé, es difícil para una compañía, para alguien que quiere montar algo... no sé, no hay una clase media, un término medio, entre los mastodontes, los grandes teatros que se inauguran y las salas alternativas que muchas veces hay cosas estupendas que se quedan ahí, como un reducto muy pequeñito, de acceso casi a la gente de la profesión exclusivamente... y no sé, creo que debería haber la posibilidad de que hubiese más compañías, a lo mejor como Animalario, y eso que se ha hecho muy grande y está formada por gente que le ha ido muy bien y han sido generosos y han dedicado su dinero al teatro, podían habérselo quedado en casa y comprarse coches más grandes, pero mira, no, lo han dedicado al teatro... y no sé, echo de menos más compañías así, de formato medio, pero con cierta entidad, con cierto poder... de hecho en Europa, el teatro español tiene fama de teatro malo... cuando es una injusticia... para ellos, el teatro bueno en castellano es el de Argentina, el de Colombia... entonces, yo hecho de menos compañías así, medianas, pero con cimientos, con posibilidades de moverse, de poder hacer giras, de mover su trabajo...

Sofía Basalo.